¿Cómo terminó involucrada Santa Tecla en el proceso?
Primero por nuestro reconocimiento a la iniciativa de la Iglesia Católica y también de las iglesias cristianas evangélicas. En Santa Tecla no es nueva esta dinámica…
¿Qué exactamente no es nuevo?
El hecho de venir trabajando en una política preventiva, disuasiva, una política pública de cohesión social que busca desmontar factores de violencia desde los territorios, en este caso la diferencia es que con el papel de las iglesias se hace dirigido a un segmento de la población de alto riesgo.
Todos los municipios tienen desde hace algún tiempo la responsabilidad de crear comités de prevención de la violencia. El ingrediente novedoso de este proceso tiene que ver con el diálogo directo con las pandillas. Cuando dice que esto no es nuevo para Santa Tecla, ¿quiere decir que ahí se había dialogado con pandillas?
No, me refiero a que no es nuevo para municipios del área metropolitana lo de trabajar en políticas de prevención de violencia desde hace cinco o seis años. ¿Qué es lo que vamos a hacer? Agregar un instrumento más. Es decir, que no es este instrumento el que viene a integrarse como el principal, sino que esta iniciativa se integra a lo que ya hemos venido haciendo los municipios. Si queremos que lo que se ha logrado en 2012 tenga la posibilidad de consolidarse en los años siguientes, hay que incorporarlo a un enfoque territorial.
Una cosa es hacer prevención primaria: iluminar, arreglar espacios públicos, acercar servicios a las comunidades, y otra cosa es hacer intervenciones directas. Es decir, trabajar con pandilleros activos desmontando cadenas de violencia. En la práctica, ¿qué cambia ahora en Santa Tecla?
Los medios de comunicación suelen privilegiar el lado del crimen, de la extorsión, el lado más violento, pero en realidad esa es la equivocación que cometimos por muchos años en el país y muy poco se ha explorado y profundizado el impacto que tienen las políticas de prevención en el territorio, porque esas no generan el mayor ruido, pero esos trabajos de intervención comunitaria en Santa Tecla los venimos haciendo desde 2006. No es casual que en 2012 hayamos tenido el menor nivel de criminalidad en los últimos nueve años.
No solo en Santa Tecla, en todo el país decreció la violencia y no parece corresponderse con los esfuerzos que ya se estaban haciendo, sino con la tregua, que es la variante nueva.
Claro, hay que decirlo con todo realismo: había una confrontación entre pandillas directa. Si dentro de todo el proceso podemos contribuir a desmontar los factores de confrontación y eso nos permite que niños y jóvenes no se vean involucrados en situaciones inaceptables, pues perfecto, hay que hacerlo.
¿La alcaldía de Santa Tecla asumirá un diálogo directo con los representantes de las pandillas?
Es que nosotros indirecta y directamente siempre hemos tratado de mantener una comunicación con aquellos grupos ubicados en lugares específicos. Cuando tú dices si eso implica platicar con los que están generando la decisión de la confrontación… ¡claro! No veo por qué nosotros ahora vamos a tener que huir de un problema que hay que enfrentar. Lo vamos a hacer de forma legal y porque tenemos facultades.
Se dice que en Santa Tecla ya se habían dado pasos en el diálogo con las pandillas. ¿Es cierto?
Sí... nosotros ya hemos tenido puentes múltiples, pero no con las características que tiene la mediación de la Iglesia, que es muy sui generis, porque hay que tener valor y una gran determinación para hacerlo y han hecho algo que muchos no se hubieran imaginado.
Los municipios santuarios…
Nosotros, aunque respetamos ese concepto, le hemos llamado “municipios seguros, libres de violencia”, ese es el concepto. Pero eso… bueno, ellos le han llamado santuarios.
En la propuesta que nos hicieron decía que se dejaría de hacer redadas masivas y nocturnas siempre y cuando se deje de cometer delitos y…
A ver, la Policía no puede dejar de actuar ni el Órgano Judicial, aquí estamos intentando privilegiar la prevención y la cohesión social por sobre la fuerza, sin que se interprete que se está renunciando a perseguir el crimen, sino un proceso que nos permita hacer entender a ciertos grupos que ese ya no es el camino y que ese es un camino demasiado costoso para ellos, para sus familias, pero tampoco tiene sentido solo decirles eso sin crear puentes de oportunidades.
El único alcalde del FMLN que forma parte del primer grupo de municipios involucrados es precisamente el candidato a la vicepresidencia. Interpreto esto como que a través de su participación el FMLN da un voto de confianza a este proceso.
Vamos a persuadir a todos los municipios del país, y especialmente a aquellos en los que están concentrados los mayores niveles de violencia de estos grupos, a estimular que se siga profundizando esa política y que esa política de prevención ahora pueda integrar en cada municipio el tema de contribuir para desmontar esos factores de confrontación. Estamos obligados a explorar nuevas formas de tratar de darle salida estratégica a un tema que requiere múltiples formas de actuación y que no está escrito en los libros tradicionales a los que hemos estado acostumbrados, este es un tema que requiere una determinación de los actores y líderes políticos para contribuir a procesos que hasta ahora han ido mostrando resultados muy efectivos.
¿A partir de este momento la instrucción del FMLN a sus alcaldes es que tienen carta verde a para sumarse al proceso?
Digamos que no la instrucción. Salir al encuentro de este instrumento para incorporarlo debe ser un factor que posibilite que otros municipios tengan la confianza de hacerlo.
¿Esto implica que en caso de que el FMLN gane la elección presidencial en 2014 se compromete a darle continuidad a este proceso?
Si en algo voy a intentar aportar en la conducción del gobierno, junto con Salvador (Sánchez Cerén), es en desmontar procesos de violencia en los territorios, porque creo que el problema de seguridad aún nos va a llevar un buen tiempo.
¿Lo que implica que, de ganar la elección, el FMLN dará continuidad al proceso?
Dentro de las consultas en el gran encuentro nacional que vamos a hacer, una de las cosas que priorizaremos es apostar por una nueva cultura de paz en los territorios y luego por un sistema penitenciario que realmente nos permita complementar esta estrategia.
Los mediadores que hasta ahora han sido los artífices de este proceso, Raúl Mijango y monseñor Fabio Colindres, ¿pueden contar con que recibirían su respaldo para mantenerse en su labor?
Siempre me ha encantado el tema de la seguridad pública. Siempre dije que antes de aceptar cualquier solicitud yo debo asegurarme de que vamos a hacer cosas distintas.
¿Eso es un sí o un no?
Es un sí a trabajar desde ahora en un proceso que nos permita aprovechar lo bueno que se ha hecho, pero de 2014 en adelante poner un proceso innovador para garantizar un país más seguro, pero un país con inclusión. Hay que apostar por aquellas formas que se conectan con las nuevas realidades, y no con el esquema tradicional, porque el país tienen una nueva realidad y unos nuevos desafíos. Tenemos que entender un nuevo formato y eso requiere una nueva visión.
Entiendo que no quiera atarse a un sí o un no con nombres concretos…
Porque no hay absolutos.
Hasta ahora estas dos personas han apuntalado un complejo proceso y…
La iglesia ha hecho un enorme trabajo y también el equipo negociador.
Sabe que según la versión del ministro David Munguía Payés y Raúl Mijango este no es un proceso de la Iglesia, sino que fue diseñado originalmente por ellos en el despacho ministerial y luego agregaron a la Iglesia. ¿Sigue pensando que es un proceso de mediación de la Iglesia y no elaborado desde el Ministerio?
No… creo que ha tenido la comprensión de las autoridades…
Eso es diferente…
Ha tenido el entorno que ha permitido que esa mediación haya tenido un curso positivo. Pero independientemente de eso yo le daría un alto porcentaje del crédito de esto a la Iglesia Católica y a las iglesias evangélicas.
¿Qué responsabilidad del proceso le otorga al ministro Munguía Payés?
Es que no lo conozco. No puedo opinar sobre lo que no conozco.
¿Es consciente de que a partir de este momento los alcaldes pasan a asumir la responsabilidad de los resultados?
Eso no se puede contestar como que dos más dos es cuatro. En 2003, cuando Santa Tecla lanzó su política de prevención de violencia, muchos me dijeron que por qué estaba yo asumiendo una competencia que no le toca al municipio. Más allá de preguntarme si tengo una competencia explícita, estoy obligado a contribuir como gobernante de cercanía y ahora nadie se pregunta si es correcto o no. La gente me decía que me iba a afectar electoralmente… puede que sí… puede que una decisión te afecte o te beneficie, pero no se puede caminar siempre por el carril de lo que jala o no jala votos. Ir más allá de eso es lo que te puede dar la confianza de la gente.
¿Se comprometería con algunos resultados concretos?
No, yo me comprometo con el proceso, con la búsqueda de mayor cohesión, de respeto a la vida…