Tres de las cuatro alcaldías que se incluyeron en la primera tanda de municipios que se suman al proceso de tregua son de Arena y entendemos que hay cinco más ya listas. ¿Arena ha decidido abrigar institucionalmente el proceso de mediación con pandillas?
La verdad es que nosotros como partido político, como salvadoreños, como gente cristiana, no podemos dejar de abrazar una iniciativa por la cual en El Salvador se están disminuyendo el número de crímenes, independientemente de si la disminución de crímenes haya favorecido principalmente a los pandilleros, porque hay menos asesinatos entre ellos. Nosotros estamos queriendo confiar en que hay un proceso que está ayudando. Lo que sí debo aclarar es que nosotros no es que estemos apoyando directamente la tregua, sino que a nosotros en este caso, al pedirle a nuestros alcaldes que se sumen, si se da cuenta, la parte que les corresponde a ellos es colaborar en la prevención y en alguna medida en la reinserción. A los alcaldes no les corresponde en ningún momento resguardar la seguridad de los pandilleros que están condenados y que están fuera de la cárcel.
Entiendo que eso tampoco se ha planteado. Entiendo que lo que se busca de las alcaldías es que alrededor de ellas orbiten recursos y gestiones encaminadas a posibilitar en el territorio la puesta en marcha más a largo plazo de este proceso.
Es correcto. Para ahondar un poco más entendemos que a los alcaldes lo que les han presentado es que en el plan hay un compromiso de las pandillas que habrá cero extorsiones, que ya no van a agredir a nadie, que ya no habrá hurto, robo, mucho menos secuestro, que van a entregar armas y hay supuestamente una cantidad de 72 millones de dólares para apoyar esta etapa. A los alcaldes les corresponde en esta parte hacer obra social. Obviamente estamos dispuestos a apoyar a nuestros alcaldes para que ellos hagan algo por el bien de su comunidad.
En un principio los partidos, si bien no rechazaron de forma tajante el proceso de tregua, se mantuvieron cautelosos en sus opiniones y en la cercanía que mostraban. ¿En qué momento Arena decidió que valía la pena involucrarse?
Seguimos siendo cautelosos, porque hay una serie de dudas que se dan, como por ejemplo: ¿cómo empezó esto? Todavía no está claro si esto realmente es una cosa que fue una iniciativa de Raúl Mijango y monseñor Colindres y que si ellos buscaron a los jefes de las pandillas o fue al revés. Hemos escuchado que esto fue una cosa del Ministerio de Seguridad… creo que eso a todos -y no solo a los políticos, sino a las organizaciones de la sociedad civil y la empresa privada- nos ha generado una serie de dudas. No podemos depender únicamente de la buena voluntad que puedan expresar los cabecillas de las pandillas. Siempre hubo dudas y se mantienen sobre cómo inició esto, quién llamó a quién y de qué manera y por eso hemos sido cautelosos. Hay que involucrar a la sociedad, tiene que haber más transparencia y el argumento de ellos es que no han podido ser del todo transparentes porque temen que por hablar demasiado puedan romper la tregua, me refiero al caso de Raúl Mijango y monseñor Fabio Colindres.
Hay dos versiones: la primera es que este es un proceso abierto por la Iglesia Católica y gestionado por ella y la otra es que desde el Ministerio se tuvo un protagonismo más acentuado en la elaboración de este proceso. Pero en términos prácticos, ¿esto qué cambia? ¿Por qué es importante para el respaldo de Arena eso?
No… realmente no debería de importar. Lo que pasa es que nos hizo ser un poco cautos, en tanto a nuestras opiniones, no conocer con más detalle de dónde venía esto y a dónde iba esto. No es que cambie nada, porque esto no significa que si esto es promovido por el Ministerio de Seguridad no lo vamos a apoyar solo porque es el Ministerio de la administración del Frente (Farabundo Martí para la Liberación Nacional). No vamos a ser piedra de tropiezo para nadie, este es un problema que nos afecta a todos. En Arena nosotros queremos ser parte de la solución.
En el momento en que un alcalde se compromete a trabajar en este proceso, ese alcalde y su partido político asumen tanto los créditos de los beneficios que esto pueda traer, pero también hacen propias la asunción de objetivos cumplidos, de forma que a partir de este momento podemos atender que Arena es corresponsable del destino que tenga este proceso.
No. Ese sí es un tema que quiero aclarar: nosotros con el mayor de los gustos con nuestros alcaldes vamos a participar en la parte de la prevención y en alguna medida de la reinserción. Pero no es corresponsabilidad porque no somos gobierno y no hemos sido partícipes de la elaboración de la estrategia. Por ejemplo: ahí dice que la Policía no va a hacer el tipo de persecución que había antes… si la Policía lo hace o no, eso ya no es responsabilidad nuestra. Nuestros alcaldes están claros que no se van a meter a recoger armas porque no es su responsabilidad y además, ¿qué van a hacer con esas armas? Solo estamos apoyando esto. Obviamente el trabajo del alcalde es muy importante pero no llegamos al nivel de corresponsabilidad.
¿Arena está adquiriendo el compromiso de mantener y profundizar el proceso que se está abriendo con esta tregua en caso de que ganara la elección presidencial en 2014?
Creo que sería abusivo de mi parte tratar de contestar eso ahorita, hay que ver qué es lo que va a pasar, para ver si este es el camino o si no es el camino, o si hay que modificarlo. Lo que le puedo decir es que para nosotros es sumamente importante que el problema de la seguridad se arregle y creo que nosotros tenemos más voluntad que otros partidos políticos, porque una de las personas que lidera el proceso nos dijo que siente más apertura con Arena que con los municipios del FMLN.
Este modelo es absolutamente contrapuesto a otras políticas del partido Arena como la Mano Dura y la Mano Súper Dura. ¿Abrigar este proceso es un reconocimiento de que esas políticas fueron un error?
Yo no diría que fueron un error, sino que las circunstancias fueron diferentes. Hemos visto ahora a unos dirigentes de las pandillas mucho más abiertos a buscar entendimientos. Antes eso era imposible. El momento es diferente y lo otro es que no había recetas para un tema que era nuevo en el país: las pandillas. No teníamos una fórmula o una medicina que funcionara. Había que probar, como México va probando. No alcanzamos los niveles que hubiéramos querido y ahora hay otra opción y hay que probarla a ver si funciona o si se puede mejorar.
Entiendo que Norman Quijano no es el vocero institucional del partido, pero me da la impresión de que hay distintos niveles de comprensión de este proceso, porque el alcalde Quijano lo que nos explicó es que él no piensa involucrarse en la medida en que no conoce bien el proceso. Pareciera falta de sincronía en el nivel de comprensión y en el nivel de compromiso que se asume en este proceso de parte del partido y de parte de su candidato presidencial.
Lo que pasa es que siendo alcalde no está dentro de los ocho municipios principales con los que se va a arrancar el proyecto… él dice que no es parte de eso. Sí son temas que los hemos platicado y yo creo que coincidimos, porque si usted ve el mensaje que él dio en el Monumento a la Paz, él dijo que nosotros como partido político y como cristianos vemos con buenos ojos, pero que no consideramos que haya que quedarse solo con la voluntad de las pandillas. Ahora, él como alcalde no está involucrado en este tema. Me imagino que si llegara el momento en que le hacen una propuesta habría que ver que lo evalúe. Él participará de muchas de las reuniones que vamos a tener. Norman incluso está participando en la primera parte de la reunión del Coena los lunes para hablar específicamente de la campaña y luego, pues él se va a su trabajo de alcalde y nosotros nos quedamos viendo ya otras cosas de organización y de ideología.
