Las últimas encuestas que midieron la intención de voto, en noviembre pasado, favorecían al candidato arenero Norman Quijano, y ponían en un segundo lugar al efemelenista Salvador Sánchez Cerén. Saca, aunque aún no era candidato, ha mantenido un lugar destacado entre las figuras presidenciables. En los últimos años ha mantenido una campaña radial en la que recita comentarios sobre la vida del país y acuñó la exhortación 'Hablemos bien de El Salvador'. Este lunes invitó a simpatizantes y detractores a sumarse a su esfuerzo, hizo un llamado a la pequeña, mediana y gran empresa a apoyarlo, y a pesar de que prometió continuidad a los programas sociales, advirtió que el país aún puede evitar el desastre. 'Estamos a tiempo de frenar para evitar caer en el abismo, pero eso requiere de audacia para entender que nuestro país tiene mejores opciones que ahorcarse en uno de los dos palos que, por ahora, parecen más altos'.
En un discurso que bien pudo haber pronunciado en 2004, cuando llegó a la presidencia, el expresidente Antonio Saca ofreció este lunes hacer un segundo gobierno que se caracterice por atender aquellas áreas en las que durante el quinquenio 2004-2009 marcaron un retroceso o simplemente fueron desdeñadas por aquella administración.
Saca, en un llamado al país a unirse para evitar el despeñadero, también anunció que pretende hacer un gobierno que dé continuidad a los principales programas sociales del gobierno actual.
Saca tuvo en su discurso espacio para hablar de resolver el problema de inseguridad, mejorar la salud pública, gobernar bajo escrutinio ciudadano y reducir la pobreza, aunque el suyo fue un gobierno que negó la posibilidad a una ley de acceso a la información, fracasó en el programa de reconstrucción de hospitales públicos y vio a El Salvador convertirse en el país más violento del continente y aumentar la proporción de hogares en pobreza.
La administración Saca trabajó con un plan de gobierno que se llamaba País Seguro, y las cifras de homicidios hicieron de El Salvador el país más violento del continente en 2005. Este lunes, el empresario radial oficializó que buscará la Presidencia de la República en 2014, para competir contra los candidatos del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, y de Arena, Norman Quijano. “Este día quiero anunciar que con la bandera de Unidad, en una amplia coalición, buscaré la presidencia para el período 2014-2019”, dijo Saca, en un salón del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco).
Saca, expulsado de Arena en 2009 después de que el partido perdiera el gobierno tras 20 años en el poder, incluyó en su discurso una mención a la posibilidad de que hubiera cometido errores en su administración, y dejó claro que eso no lo inhibe de volver a pedir el voto. 'Por mucho tiempo los salvadoreños hemos vivido culpándonos unos a otros por lo que está mal, sin asumir responsabilidades de nuestros propios errores... yo también me he equivocado, pero siempre asumo el compromiso de enmendar...', dijo, ante unas 2 mil personas que le escuchaban en el pabellón del Cifco, poco después de las 10 de la mañana.
Entre la multitud había militantes de los tres partidos que respaldan a Saca: Gana, PCN y PDC. También llegaron algunos exfuncionarios de los gobiernos de Arena y del sector justicia y otras ramas del Estado, como el exfiscal general Félix Garrid Safie; el exministro de Hacienda William Hándal; el exviceministro de seguridad ciudadana Ástor Escalante; el expresidente de la Corte Suprema de Justicia Agustín García Calderón; los magistrados suplentes del TSE Mario Salamanca, Carlos Molina Fonseca y Ana Guadalupe Medina. También acudieron personajes como Jorge Hernández, exdirector de noticias de TCS, y el exdirigente del gremio de industriales Napoleón Guerrero.
Saca llegó al CIFCO pasadas las 10 de la mañana, acompañado de su esposa Ana Ligia Mixco y sus hijos. Vestía una guayabera blanca y su discurso, en el que destacaron las palabras 'unidad', 'país', 'desarrollo' y 'salvadoreños' (ver gráfico) fue transmitido por las 14 emisoras del grupo Radial Samix, del cual Saca y su esposa son dueños.
“Nuestro país merece mejores oportunidades que ahorcarse en los únicos dos palos que parecen más altos”, dijo Saca, en referencia a los candidatos de los partidos FMLN y Arena. En su discurso abundaron los señalamientos a que la ideología y las diferencias deben ignorarse en un eventual gobierno suyo, a pesar de que él ha dicho que se ha considerado un hombre de derechas y a pesar de que presidió Arena.
Cuando en 2004 Saca se disponía a hacer su primera intervención en Naciones Unidas, habló de cómo iba a hacer alusión al combate a la pobreza en El Salvador. A mediados de septiembre de ese año dijo: “ Voy a hacer una presentación durante tres o cinco minutos de cómo hemos reducido la pobreza extrema en 20 puntos porcentuales en 10 años y de cuál es mi plan antipobreza que tengo para los próximos cinco años”.
Cinco años después, al cierre de su período presidencial, la gestión de Saca terminó con 37.8 % de hogares salvoreños en pobreza, tres puntos más alto que como recibió el país, según las cifras de la Dirección Nacional de Estadística y Censos (Digestyc).
En su discurso, Saca insistió en decir que 'lo social sigue siendo la base de todo', tal como pregonaba en su gobierno, y prometió que si los salvadoreños le otorgan un segundo mandato, enfocará sus energías en cambiar los mapas de pobreza.
En este punto prometió mantener los programas sociales de este gobierno y ampliarlos. Destacó, como en cada una de sus intervenciones públicas del último mes, una serie de planes en ejecución por la administración del presidente Mauricio Funes que prometió mantener: se refirió a las ayudas en efectivo a los hogares más pobres del país, el programa de ayuda temporal al ingreso de los jóvenes, la pensión a los ancianos y el vaso de leche en las escuelas públicas.
Saca llega a la contienda tres años y cuatro meses después de que su expartido, Arena, lo expulsara para luego acusarlo de haber presidido un gobierno corrupto. Los areneros, tanto dirigentes como diputados, lo acusaron públicamente en varias ocasiones de haber mal utilizado más de 200 millones de dólares, pero nunca presentaron pruebas ni denuncia ante la Fiscalía General. Saca ha respondido a estos señalamientos recordando que la Corte de Cuentas le dio solvencia al final de su quinquenio.
Algunos de esos señalamientos fueron recogidos por la embajada de los Estados Unidos en El Salvador, según reflejan cables confidenciales que muestran que los estadounidenses duduban de la probidad de Saca. “Arena también parece dispuesta a deshacerse de la imagen construida durante la administración Saca, en la que el partido parecía la vanguardia de una élite privilegiada que maniobró para beneficiarse y autoservirse”, se lee en un cable fechado 26 de mayo de 2009, escrito por el entonces encargado de negocios de la embajada, Robert Blau. En el cable etiquetado como CONFIDENCIAL, Blau agregó que la percepción generalizada sobre la administración Saca era que en ella había existido una “corrupción descarada”.
El gobierno de Funes, sin embargo, sí hizo acusaciones precisas contra algunos funcionarios del gabinete de Saca, y los casos están en manos de la Fiscalía. El que más lejos ha llegado es el del ex ministro de Salud, José Guillermo Maza Brizuela, quien fue capturado la mañana del 11 de abril de 2011 acusado de delitos relativos a corrupción por el proyecto de reconstrucción de los hospitales dañados por los terremotos de 2001 (Rhessa). El gobierno de Saca no terminó ninguno de los hospitales ni dejó dinero para que la administración sucesora los terminara.
Al finales del año pasado, la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, reveló que del monto de 29.9 millones de dólares asignados a la reconstrucción del Hospital de Maternidad durante la administración Saca, el actual gobierno apenas recibió un saldo marginal, con lo que dio por desaparecidos al menos 28 millones de dólares en un caso cuya información ya fue entregada a la Fiscalía para que investigue.
Durante su acto de este lunes se exhibió un vídeo en el que se hace un recuento de los programas sociales más sensibles que impulsó Saca en su administración. El video habló de Fosalud y de las unidades que comenzaron a funcionar 24 horas. También aludió a supuestas mejoras en la red de hospitales públicos y del Seguro Social.
Otro ministro de la gestión Saca que es investigado por la Fiscalía es David Gutiérrez, quien llevó las riendas del Ministerio de Obras Públicas. Su principal mancha fue la ejecución del Bulevar Diego de Holguín, uno de los proyectos insignia de Antonio Saca cuya construcción fue abandonada a pesar una millonaria inversión. Este gobierno terminó la obra y la bautizó como Bulevar Monseñor Romero. El bulevar costaría 25.6 millones de dólares y tardaría 14 meses en terminarse, en mayo de 2007. Al final, los 14 meses se convirtieron en 80, y el costo subió a un centenar de millones de dólares, 60 de los cuales el presidente Funes los atribuye a una 'herencia de ineptitud y corrupción'. En este caso, nadie de los señalados ha sido llevado a los juzgados por estas irregularidades.
Uno de los principales contrastes entre el discurso de Saca de este lunes y su actuación como presidente fue la promesa de transparencia y rendición de cuentas. Ya hace dos semanas había sugerido al presidente Mauricio Funes vetar las reformas a la Ley de Acceso a la Información Pública que quitaban los dientes y poder a la institución garante de la aplicación de la normativa. Durante su administración, sin embargo, siempre pregonó la idea de que en materia de acceso a la información la mejor ley es la que no existe. Este lunes ofreció lo contrario: “Si me eligen como presidente, mi gobierno será abierto a la contraloría ciudadana y habrá permanente rendición de cuentas”, pronunció.
El gobierno de Saca nunca aclaró por qué la Secretaría de la Juventud, oficina creada por su administración, hizo una serie de compras de artículos promocionales a precios que sobrepasaban hasta 40 veces el precio de mercado. Tampoco quiso revelar el monto del gasto en campañas publicitarias, a pesar de reiterados pedidos de esa información por parte de este periódico.
La última ocasión que El Faro pudo preguntar a Saca sobre los gastos en publicidad de su gobierno fue en 2010, un año después de que había terminado su mandato. En esa entrevista realizada en su oficina de presidente del Grupo Samix optó por evadir la pregunta y responder como estuvo respondiendo mientras fue presidente: 'Pídeselos a Julio Rank'.
Saca también hizo referencia a la tregua entre pandillas que ha provocado un desplome en los homicidios. Dijo que no se puede negar esa reducción y que lo que le preocupa nada más es la sostenibilidad del proceso. Saca obvió pronunciar que durante su gestión los niveles de inseguridad se dispararon y que él, al haber promovido el Plan Súper Mano Dura, lo único que hizo fue empeorar el balance de seguridad.
Saca cerró su gestión en 2009, año que registró 4 mil 365 homicidios, el más sangriento de la última década, con un promedio diario de 12 homicidios. La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes se elevó de 55 a 71, es decir siete veces el nivel que la Organización Mundial para la Salud (OMS) considera epidemia (más de 10 por 100 mil).
Para junio de 2004, cuando terminó el gobierno de Francisco Flores, El Salvador registraba un promedio de 7.4 homicidios al día. Al terminar el quinquenio Saca, el promedio ya superaba los 10 diarios.
El candidato del movimiento Unidad decidió dejar para la parte final de su discurso una promesa más, no necesariamente vinculada a los principales problemas del país: llevar a El Salvador a otro Campeonato Mundial de Fútbol. 'Todos ustedes conocen mi devoción por el deporte rey, el fútbol. Yo creo que El Salvador puede soñar con volver a un Mundial de Fútbol y el gobierno debe invertir para hacer ese sueño realidad', dijo.
Luego propuso una coordinación entre gobierno y Federación de Fútbol para contrar en Europa o Suramérica a 'un técnido de primer nivel'. 'Propongo poner en sus manos la selecta para Rusia 2018 y Qatar 2022', dijo, y el público reunido rugió para celebrar la oferta.
En el cierre de su alocución Saca previó lo que se puede avecinar en la batalla electoral. 'Vendrán campañas de difamación, vendrán campañas de injuria y de desprestigio. Estas son las armas que utilizan los que no tienen nada que proponer', dijo.
Reacción en las redes sociales
Por Óscar Luna