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El cáncer derrotó al poderoso presidente de los pobres

Hugo Chávez, victorioso en cuatro elecciones consecutivas, en un golpe de Estado en su contra y ante un paro petrolero en el país con las mayores reservas mundiales de crudo, resistió 21 meses la enfermedad que se le detectó en 2011. En sus 14 años de gobierno logró cambiar las cifras de pobreza de Venezuela y rediseñar a Latinoamérica, donde bajo su impulso florecieron de nuevo regímenes resistentes a Washington.

Martes, 5 de marzo de 2013
AFP / El Faro
Foto del 24 de noviembre de Hugo Chávez saludando a sus seguidores en la ciudad de Guarico. Foto AFP
Foto del 24 de noviembre de Hugo Chávez saludando a sus seguidores en la ciudad de Guarico. Foto AFP

Caracas, VENEZUELA. Hugo Chávez, que falleció este martes a consecuencias de un cáncer, gobernó incansablemente Venezuela desde 1999 impulsando un modelo socialista basado en la redistribución de los ingentes ingresos petroleros, que le valió la devoción de las clases pobres y le permitió amasar un inmenso poder.

La muerte del mandatario, de 58 años e invicto en casi todas las batallas electorales que libró en 14 años de poder, ocurrió cinco meses después de ser reelegido por tercera vez para un período para el que no llegó a juramentarse debido a la gravedad de su estado de salud.

Venezuela deberá celebrar ahora nuevas elecciones en el plazo de un mes, según la Constitución, y el candidato del oficialismo será su delfín, el vicepresidente, Nicolás Maduro.

Chávez, un teniente coronel retirado, de gran porte y simpatía, que se identificaba como un 'zambo' -mestizo de indio y negro- aspiraba a gobernar Venezuela, país con las mayores reservas de petróleo del mundo, hasta al menos 2019 para consolidar su régimen.

'¡Hasta la vida siempre!', dijo casi a modo de despedida el 10 de diciembre, al partir hacia Cuba para someterse a su cuarta operación quirúrgica contra el cáncer desde mediados de 2011. Fue la última vez que el público lo vio con vida.

Los venezolanos no tuvieron detalles del cáncer, manejado como un secreto de Estado, y Chávez sólo admitió su gravedad en diciembre, cuando designó a Maduro su heredero político.

La enfermedad le obligó a cambiar. Dejó de ser el omnipresente e hiperactivo mandatario que copaba día y noche la programación de los canales de televisión a través de sus cadenas de transmisión obligatoria.

Timeline: Óscar Luna

 

A la vez, acentuó su fe en Dios, a quien elevó plegarias públicas por su salud: 'No me lleves todavía', rogó hace un año, en una emotiva misa de Semana Santa.

Pero esta fragilidad no opacó al líder impetuoso, osado y provocador que tan bien conocieron los venezolanos desde que en 1992 lideró un fallido golpe de Estado contra un desgastado sistema bipartidista.

'Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados', dijo entonces a modo de promesa al reconocer la derrota, en un mensaje televisado que le dio a conocer y marcó el inicio de una carrera fulgurante.

Tras dos años de cárcel, fue indultado y en diciembre de 1998 ganó por primera vez las elecciones con un proyecto político en rebeldía contra las élites en el poder. Asumió en febrero de 1999 y de inmediato impulsó una reforma constitucional que provocó nuevas elecciones.

Fue reelegido en 2000, y de nuevo en 2006, tras superar un golpe de Estado en su contra (2002), un paro petrolero de dos meses (2003) y triunfar en un referéndum revocatorio (2004), gracias a las populares misiones sociales para los pobres, que costeó con la renta petrolera e implementó con la ayuda de Cuba.

Ajeno a quienes le consideraban déspota, tirano o populista, Chávez fue amasando un gran poder. Hasta su muerte, era comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, a las que se empeñó en politizar; presidente del poderoso Partido Socialista Unido de Venezuela, mayoritario en la Asamblea Nacional, y ejerció un control absoluto sobre los medios de comunicación del Estado.

Su discurso polarizador dividió a la sociedad. Se enfrentó a las clases medias y a la empresa privada, a las que acosó con restricciones económicas y expropiaciones.

El 8 de diciembre, antes de salir por última vez hacia Cuba, Hugo Chávez pronunció su último discurso. Aunque la palabra
El 8 de diciembre, antes de salir por última vez hacia Cuba, Hugo Chávez pronunció su último discurso. Aunque la palabra 'patria' fue la que más mencionó aquella vez, su alocución dejaba ya entrever el presentimiento de la muerte.

Con las clases populares, mayoritarias en Venezuela, desarrolló en cambio una conexión casi espiritual que perduró hasta el final. Las misiones sociales para ayudar a los sectores más vulnerables de Venezuela se convirtieron en el vínculo material y emocional entre los pobres y el fallecido presidente, quien impulsó así su obra más reivindicada y altamente costosa, pese a una eficacia muy cuestionada.

Aconsejado por el líder cubano Fidel Castro, Chávez lanzó en 2003 las primeras misiones para afrontar una peligrosa caída de su popularidad, que se había cristalizado en un fallido golpe de Estado en 2002 y en la preparación de un referendo revocatorio de su mandato, que finalmente derrotó en 2004.

Con el apoyo de miles de especialistas cubanos que llegaron al país como parte de la alianza Caracas-La Habana, el mandatario lanzó el programa pionero Barrio Adentro para la atención primaria de salud en las zonas más pobres, y luego el plan de alfabetización Robinson.

Hasta su fallecimiento se aplicaron más de 30 misiones en áreas como salud, educación, alimentación, deporte, empleo, vivienda, agricultura y seguridad. En principio los programas eran una 'solución electoral para afrontar la situación adversa' del referendo revocatorio, pero luego se instauraron como el 'brazo social' de la gestión de Chávez, dijo a la AFP la socióloga Yolanda D'Elia, consultora del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales. 'Cuando el presidente lanzó las misiones estaba reconstruyendo una relación debilitada, de cercanía con la gente y su vida cotidiana', comentó a la AFP el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León. Esa 'reconexión elevó la popularidad del mandatario a máximos de 70%', agregó.

Al cabo de casi una década de su creación, durante la campaña con la que logró su reelección para un tercer mandato en octubre, Chávez celebró los programas porque ayudaron a 'sacar de la miseria' a tres millones de venezolanos y se convirtieron en el 'corazón' de su revolución bolivariana. 'Las misiones son un gran esfuerzo histórico. Las misiones sociales, socialistas, se han convertido prácticamente en el corazón del proceso bolivariano', expresó en un mitin, afirmando que dos tercios de los venezolanos se beneficiaron de alguna de ellas. Así, la denominada 'Gran Misión Vivienda', con la cual aspiraba a cubrir el déficit de tres millones de casas hasta 2019, se convirtió en su punta de lanza durante la última campaña.

Precisamente por su potencial electoral, el analista José Vicente Carrasquero estimó que cualquier sucesor de Chávez buscará mantenerlas. 'Mientras el precio del petróleo lo permita, el chavismo mantendrá las misiones. Es un asunto clientelar que durará y será potenciado, especialmente si hay nuevas elecciones a la vista', aseguró Carrasquero a la AFP.

Pese a que no existen datos contrastados sobre el impacto de las misiones entre los más vulnerables, según la CEPAL, la indigencia en Venezuela bajó de 21.7% en 1999 a 11.7% en 2012, y la pobreza pasó de 49.4% a 29.5% en igual periodo.

Los principales logros de los programas fueron la 'inclusión de los pobres y la identificación de sus problemas, así como acercarlos a la participación en las políticas sociales', señaló a la AFP Luis Pedro España, catedrático de la Universidad Católica Andrés Bello.

A través de las ayudas sociales, miles de amas de casas pobres pudieron convertirse en microempresarias, juntas comunales fueron financiadas para montar negocios o cientos de campesinos comenzaron a producir en sus tierras. Por ayudas como esas caló entre los pobres el discurso chavista de 'amor al pueblo' y generó 'esperanza' entre ellos ante la expectativa de llegar a beneficiarse, comentó León. Se generó 'un nexo simbólico-emocional y material' con los sectores populares, que no habían recibido asistencia de las instituciones, acotó D'Elia, subrayando que en los últimos años los beneficiarios de las misiones también respondieron con 'lealtad al presidente'. 

Carismático, locuaz y con un gran olfato político, Chávez popularizó expresiones que le acercaron al pueblo como 'Viviremos y venceremos' o estigmatizaron a la oposición a la que se refería como 'escuálidos'.

Sus discursos, emocionales y cargados de religiosidad, exaltaron siempre el patriotismo y el culto al libertador Simón Bolívar, así como a Jesucristo 'el primer socialista'.

En la región, lideró a un grupo de países de izquierda opuestos a Washington, aunque fue lo suficientemente pragmático para seguir enviando a Estados Unidos un millón de barriles diarios de petróleo.

Fue el gran aliado y sustento económico de la Cuba comunista. Fidel Castro le asesoró a lo largo de sus 14 años de gobierno y fue el primero en informarle en Cuba de que sufría cáncer.

Los petrodólares le permitieron además construir un liderazgo en América Latina y el Caribe, vendiendo petróleo a condiciones preferenciales a países sin recursos energéticos y brindando pingües negocios a sus aliados.

Irreverente, no tuvo reparos en 'mandar al carajo' el ALCA, un acuerdo regional de libre comercio con Estados Unidos, o en declarar en 2006 que olía a 'azufre' en el podio de la Asamblea General de la ONU, tras el paso la víspera del entonces presidente George W. Bush.

En lugar del ALCA fundó en 2004 la Alternativa Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA), cuyos primeros socios fueron Venezuela y Cuba. Posteriormente se agregaron países como Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Honduras, y en el caso de El Salvador, el partido FMLN se convirtió en socio por medio de las alcaldías que gobierna.

El ALBA nació como un programa de suministro de petróleo a precios preferenciales a gobiernos amigos. En El Salvador, los negocios de ALBA se han ampliado al mercado financiero, al de alimentos y pretende incursionar en el de la televisión.

Hijo de dos maestros de educación primaria y criado por su abuela paterna, Chávez creció en la localidad rural de Sabaneta (estado Barinas, oeste).

Se casó y divorció dos veces, y tiene cuatro hijos, dos mujeres y un varón del primer matrimonio, y una niña, del segundo, y tres nietos.

© Agence France-Presse

La muerte de Chávez alrededor del mundo

Por Óscar Luna
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