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Los fieles solitarios de Norman Quijano

¿Qué pasa cuando en Arena, contra toda tradición, el candidato presidencial no recibe al partido en sus manos para que lo administre en favor de su candidatura? Norman Quijano ha tenido que apoyarse en sus tres hombres de confianza para alcanzar a las estructuras partidarias, incluida la misma dirección nacional. Los problemas de coordinación han sido muchos, pero Quijano intenta que su línea de trabajo y la de su partido vayan, al menos, en la misma dirección.


Lunes, 18 de marzo de 2013
Gabriel Labrador

El pequeño pero diligente equipo de campaña de Norman Quijano sabía que anunciar al abogado René Portillo Cuadra como compañero de fórmula del alcalde encendería el avispero dentro de Arena. Por eso el anuncio se hizo antes de lo previsto, entre la tarde y la noche del viernes 1 de marzo, aprovechando que Jorge Velado, presidente tricolor, aún estaba en el país y que su presencia legitimaba cualquier decisión. Velado salía de viaje la mañana siguiente y su regreso estaba previsto para finales de esa semana, pero el partido no iba a aguantar tanto tiempo la zozobra de no saber quién sería su carta a la vicepresidencia: al menos dos grupos de diputados y de alcaldes pujaban cada uno por distintos precandidatos y todo indicaba que pronto emprenderían nuevas ofensivas.

Por eso Quijano improvisó el anuncio montándose sobre un acto de las estructuras partidarias de San Salvador que ya estaba programado desde días atrás en el cuartel central arenero, en la colonia Flor Blanca, de San Salvador. Eso garantizaba un escenario ideal en el que la apuesta por Portillo Cuadra se aplaudiría y vitorearía sin duda ni suspicacias.

En la conferencia ante los medios, en la oficina de la presidencia del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), Jorge Velado apenas habló 15 segundos y en seguida dio el micrófono a Quijano. El alcalde pronunció frases conciliadoras: “Quiero agradecer de especial manera el acompañamiento, el respaldo, la solidaridad, la lealtad de todos mis hermanos areneros, correligionarios y dirigentes en todos los niveles, de esta propuesta que hoy he hecho a mi partido representado por su alta dirigencia en un Coena ampliado. En Arena analizamos, estudiamos, debatimos con vigor pero al final todos juntos apoyamos las decisiones tomadas”.

El anuncio había tenido como preludio más de seis horas de encierro con la dirigencia, no solo con los 15 miembros del Coena sino también con las direcciones departamentales y con los jefes de los ocho sectores partidarios, que al fin y al cabo son los que reclutan militantes y votos. Parecía evidente que Quijano quería evitar asperezas, sobre todo porque en las últimas semanas una corriente del partido exigía que la candidatura a la vicepresidencia fuera para un militante, no un foráneo como Portillo Cuadra. 

Norman Quijano se la ve a palitos ante un partido que no le responde del todo, que no parece entrar en sintonía de campaña. Si la tradición en Arena decía que el candidato debía concentrar el poder, la realidad muestra a un Quijano con poder muy limitado. En Arena hay dos estructuras que están funcionando en paralelo: una es la organización habitual de la militancia del partido y su dirigencia en el Coena; y la otra es la del alcalde de San Salvador, Norman Quijano, quien en menos de 11 meses competirá en las urnas por la presidencia y que se ha visto poco acompañado en tareas inherentes a las de un candidato presidencial. Sobre todo si se trata de un candidato de un partido que para 1989, 1994, 1999, 2004 y 2009 dio cátedra de cómo construir una maquinaria electoral implacable y con ostentación de recursos.

El alcalde ha logrado agenciarse cierto margen de maniobra hacia dentro y hacia afuera del partido gracias a su círculo de colaboradores entre los que hay políticos de todos los niveles. Pero los que más peso tienen son tres hombres con los que juntos se trazó la idea de conquistar la investidura presidencial en el partido hace más de un año. Manuel Arrieta, su principal asesor y amigo; Manuel Meléndez, su estratega político y comunicacional; y Julio Gamero, su operador en el territorio, han permitido tender puentes entre el alcalde capitalino y los núcleos desde donde se gesta y ejecuta la actividad partidaria como la bancada legislativa y la militancia. Quijano no necesitaría de emisarios de haber sido nombrado presidente de Arena o al menos de haber obtenido control del Coena. 'No vas a ver política tradicional en el equipo de Norman', dice Arrieta, quien no parece preocupado por el poco poder que aglutina su amigo. 

Quijano es el rostro arenero más reconocido y el mejor evaluado en las encuestas más importantes del país. Pero, por ejemplo, no tiene acceso a administrar el dinero del partido. El acceso a la chequera está reservado para el Coena a través de quien sigue siendo el director de asuntos económicos, Joaquín Palomo Déneke, quien llegó al cargo nombrado por Alfredo Cristiani cuando este retomó las riendas del partido para sacarlo del hoyo político y financiero en el que se encontraba tras la derrota presidencial de 2009. Solo un empresario de altos kilates como Cristiani -dicen otros empresarios del partido- podía servir de garantía ante los acreedores para salir, poco a poco, de los números rojos.

Quijano es un candidato en momentos en que el partido tiene esfuerzos concentrados en ejercer su rol como oposición y sin el control legislativo del que gozó durante años, lo que le obliga a un mayor esfuerzo y desgaste. Tiene que administrar discurso y decisiones sobre la tregua entre pandillas, préstamos internacionales, corrupción y transparencia, el riesgo permanente de deserciones... y, por el otro lado, pretende recuperar la presidencia de la República. Estas líneas actúan en paralelo, como las líneas de un tren que van en la misma dirección pero sin tener apenas puntos de encuentro. Jorge Velado, por ejemplo, evade sin rubor detallar asuntos del trabajo electoral del candidato. 'Eso debe preguntárselo a él (Quijano)... los detalles a él pregúntenle', respondía Velado hace una semana, después del acto en el que el alcalde había presentado al empresario Miguel Ángel Simán, hasta hace pocos días vicepresidente de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), como el coordinador del equipo del plan de gobierno. Velado incluso admitió que ignoraba cuánto costaría en dinero el proceso que liderará Simán.

Norman Quijano durante su discurso después de ser oficializado como candidato presidencial.
Norman Quijano durante su discurso después de ser oficializado como candidato presidencial.

Coordinar la campaña con el partido no ha sido tarea sencilla y la dificultad ha sido evidente, por ejemplo, cuando Quijano no ha querido hablar en nombre del partido, a pesar de que cuando ganó la reelección, en marzo de 2012, pareció dibujar la ruta que debía seguir Arena hacia la presidencial de 2014. En una entrevista con El Faro hace unas semanas rehuyó posicionarse sobre temas de agenda nacional. Dijo que no quería salir en primera línea comentando sobre temas que atañían a su propio partido como el manejo transparente de los fondos de campaña, o la afectación de la entonces posible candidatura de Saca, o las aguas turbias que salpicaron a Arena con el caso del exdirector departamental Adolfo Tórrez o la tregua entre pandillas. En este últimio tema, mientras Quijano ha reiterado sus reservas sobre el proceso, el presidente Velado ha aclarado que se trata de una apuesta válida y con buenos resultados a la luz de que ocho alcaldes de Arena (todos compañeros de Quijano en el Coamss) han puesto sus territorios a disposición de la tregua. “Arena se arriesga enormemente a perder las elecciones (...) donde la campaña iniciada en septiembre no ofrece propuestas claras ni posiciones concretas sobre los temas estratégicos del país”, advertía Francisco Laínez, en su carta de renuncia al partido el 1 de marzo. 

Arrieta, el primero de los emisarios 

Han sido tres personas las que han intentado que cualquier riesgo de comunicación se reduzca. Quijano propuso para que entrara al Coena a Manuel Arrieta, su amigo desde la década de los años noventa y uno de los asesores de mayor presencia en la alcaldía. “Cuando en un momento dado se comenzó a ver la urgencia y la necesidad de que toda la estructura partidaria y el equipo de campaña estuvieran alineados en torno a un objetivo, que es el 2014, se decidió reestructurar el Coena e incorporar gente que estábamos en el equipo de campaña, o cerca de Norman Quijano, y no se vio en función de ver quién tenía más cuota o más poder dentro de la estructura, sino que sencillamente la idera era buscar esa integración”, dice Arrieta.

Dentro del equipo de campaña, Arrieta es de las personas de más alta jerarquía pues ocupa el cargo de vicepresidente de Campaña en el Coena, aunque este es un cargo relativamente bajo si se toma en cuenta, por ejemplo, que los estatutos ponen arriba de él a otros dos vicepresidentes más y al propio Velado. “Mi rol es asegurar que la estructura del partido esté en línea con la estretegia de campaña, y que la estructura del equipo de campaña esté también alineado en función de la estructura global que tiene el partido”, dice este empresario informático, quien describe su puesto como el de un coordinador y no uno de los grandes tomadores de decisión.

Arrieta está obligado a trabajar con dos personas dentro del Coena: con el vicepresidente de organización, Hugo Barrera, quien es el encargado de garantizar que en cada departamento y municipio haya una asamblea del partido, y con la directora ejecutiva del partido, Celina Denys de Ávila, que es quien registra todas las actividades de los organismos del partido. Esta última es esposa del asesor de seguridad de la alcaldía capitalina, Rodrigo Ávila, excandidato presidencial por Arena. “Era importante que hubiera ese vínculo muy cercano entre nosotros”, explica. “Mi aporte es un poquito más, o ha sido, en el ambiente de aspectos gerenciales, administrativos, económicos, empresariales. Pero obviamente a medida que ha pasado el tiempo me he involucrado más en decisiones de carácter político, donde la verdadera fortaleza es Norman”, agrega.

Quijano y Arrieta se conocieron a finales de la década pasada, cuando Arrieta era presidente de la Administración Nacional de Acuerductos y Alcantarillados (ANDA) en el gobierno Flores (1999–2004). Arrieta fue nombrado directivo en el Instituto Nacional de los Deportes (INDES) y ahí fue como conoció a Quijano, quien en esos años era presidente de la Federación Salvadoreña de Voleibol. Desde entonces, Arrieta ha sido su compañero de batallas. Una de ellas, a nivel mediático, cuando el entonces diputado Quijano aceptó un donativo de 3,500 dólares que Arrieta había conseguido por parte de un casino para el financiamiento de un torneo voleibolístico, en momentos en que su partido tenía un discurso contra el establecimiento de casinos en El Salvador.

Arrieta va por su tercera campaña junto a Quijano. Él se sumó cuando el entonces diputado Quijano buscó, por primera vez, la candidatura a la alcaldía en 2006, pero entonces el presidente Saca impuso a Rodrigo Samayoa como candidato. “Siempre me queda la duda de si realmente se perdió o no, o si la dirigencia de ese entonces, Saca, la entregó”, dice Arrieta, en referencia a la derrota por un puñado de votos que sufrió Samayoa ante la candidata del FMLN.

Arrieta llegó al Coena en octubre, días después de que Quijano había sido nombrado candidato, junto con Ricardo Esmahán, exministro de Economía (2008-2009) y exasesor de la ANEP entre 2004 y 2008, que ahora es el director de actas y acuerdos. A ellos se suma Gerardo Suvillaga, exdirector del Registro Nacional de Personas Naturales (RNPN) y exmiembro del Coena, exdiputado y desde febrero pasado director de asuntos políticos del Coena.

Y aunque estas personas son cercanas a Quijano, su entrada a la cúpula llegó tarde porque sucedió a finales de febrero, cuando buena parte del poder y de las decisiones de esa instancia se transfirieron a otro lado, a la Comisión Política (CP), donde las formas sugieren que los expresidentes Cristiani, Calderón Sol y Flores seguirán teniendo voz y voto pero esta vez amparados por el reglamento institucional.

Gamero, el nexo con el territorio 

Quien preside el Coena es Jorge Velado, alguien cuyos atestados lo describen como una persona desapegada de favoritismos y muy institucional. 'Mi principal objetivo es llevar al doctor Norman Quijano a presidente de la República en primera vuelta”, dijo en su primera intervención mediática. Y agregó: “Vamos a trabajar durísimo. Este es un Coena que va a tener talvez como característica principal la campaña”.

Y justo eso es, quizás, lo que Quijano reclamaba cuando, hace unas semanas, en una entrevista, decía que necesitaba más acompañamiento e “hiperactividad” de la dirigencia. Dado que no es presidente del partido y que no maneja al Coena, Quijano no puede, por ejemplo, hacer una convocatoria a las bases. Tiene que pedirlas prestadas y convocarlas vía Coena, donde está su amigo Manuel Arrieta. Pero quien se encarga de ir, reunirse, preparar el escenario, garantizar presencia, banderas y sonido es el exdiputado y actual noveno regidor de la alcaldía, Julio Gamero. Él es el hombre territorial de Quijano y es él quien coordina la agenda del candidato, las visitas a los mercados, a los municipios y a los parques. Casi siempre, Gamero está algunas horas antes del acto y no se queda hasta el final del mismo.

“En este proceso de campaña, yo no estoy tan metido en las grandes decisiones políticas como la de la fórmula presidencial, no estoy en eso, yo lo que veo es el territorio. En una campaña de esta envergadura tenía que compartimentarse y dividirse el trabajo, y recordá que la parte territorial consume mucho tiempo porque requiere desplazamientos y mucha coordinación”, dice el exdiputado y cirujano pediatra.

Es irónico que cuando ambos fueron diputados, al inicio de la década pasada, Gamero y Quijano no eran tan cercanos. En una ocasión, incluso, Quijano se alineó con un puñado de diputados areneros que estuvieron de acuerdo con apoyar una moción efemelenista para que se investigara a Gamero por tener a un empleado legislativo trabajando en una propiedad suya en la costa. Gamero era entonces vicepresidente de la Asamblea Legislativa, al mismo tiempo que era un operador político clave de la administración de Francisco Flores, desde su participación en la comisión de hacienda.

Gamero colaboró con la elección del alcalde en 2009, y se convirtió en su jefe de campaña en 2012, aunque siguió contratado como jefe de los asesores legislativos de Arena*. Desde principios del año pasado, este hombre de bigote y gafas ha sido preponderante en la presencia territorial de Quijano. Para apropiarse de la candidatura presidencial de Arena, por ejemplo, Gamero fue de los que coordinaba las visitas del alcalde con su gira “Alma”, la cual pretendía mostrar a los alcaldes de todo el país las bondades de su gestión municipal. Gamero también coordinó la presencia de militantes y colaboradores en cada una de las jornadas de salud y limpieza que emprendió el edil capitalino en un intento de mantenerse a flote en su popularidad y seducir a su partido para que lo nombrara su carta presidencial.

Gamero es uno de los responsables detrás de la retroalimentación periódica, vía correo electrónico, de todas las actividades de Quijano con las estructuras del partido, desde la dirigencia hasta los 58 diputados propietarios y suplentes. Esos correos electrónicos contienen las “tendencias informativas” del momento, las declaraciones más recientes del candidato, el contexto noticioso y la agenda de actividades.

Meléndez, el publicista

En cada uno de esos lugares, Quijano, los anfitriones y las personas de mayor jerarquía en el Coena pronuncian un discurso. Y aquí es donde entra el rol del tercero de los grandes operadores del alcalde y quien ha tenido una relación contractual con el partido desde la época de Francisco Flores: Manuel Antonio Meléndez Morán, representante legal y propietario de Cinco Inversiones, S.A. de C.V., mejor conocida como Grupo Cinco de Comunicación Estratégica, el cual es un conglomerado de empresas dedicadas a la producción de mensajes publicitarios, turísticos, pero también propios de la comunicación política en televisión y en libros.

Es en las instalaciones del Grupo Cinco, sobre la 93a. Avenida Norte, en la colonia Escalón, de San Salvador, donde las autoridades y estrategas de Arena suelen reunirse para diseñar pautas publicitarias o los elementos de una campaña. Es aquí donde, por ejemplo, se afinaron los detalles de la gira “Alma” de Quijano o donde al menos se diseñaron los banners que acompañaban al edil en sus visitas.

En esta oficina también se redactan discursos que pronuncia el candidato, aunque según Arrieta, es el propio Quijano el último en darle el visto bueno, el que agrega y quita temas. “Dependiendo de la audiencia y el tema, así son los insumos que se reciben para esos discursos”, dice Arrieta. Deslices como cuando Quijano descalificó el programa de la enrega del vaso de leche en las escuelas y el subsidio a los uniformes escolares se intentan corregir desde la mesa de comunicación estratégica que ahí existe.

La empresa más vieja de las cinco que tienen una administración única en Cinco Inversiones es Receptor, S.A. de C.V., creada el 28 de julio de 1999, casi dos meses después de comenzado el gobierno de Francisco Flores. En el Registro de Comercio está inscrita como una empresa cuya finalidad es la creatividad de la publicidad política: la producción de campañas electorales, la estrategia de comunicación; la propaganda; la comunicación gubernamental; la comunicación institucional; la imagen de candidatos; los mensajes y discursos políticos; la producción de spots y todos los materiales en video y audio que se requieran en una campaña política; y el diseño gráfico de campaña.

Editorial Cinco S.A. de C.V. la cual, por ejemplo, ha escrito libros sobre la campaña electoral de 2009 con la que Arena quitó la hegemonía de 15 años al FMLN en la capital.

Las otras cuatro empresas que componen el Grupo Cinco son Editorial Cinco S.A. de C.V., Emisor S.A. de C.V, Mediática S.A. de C.V. y Orgullosamente Salvadoreño S.A. de C.V. El Faro intentó entrevistar a Manuel Meléndez hace dos semanas. La recepcionsta de su oficina pidió un número de contacto y dijo que Meléndez se contactaría al desocuparse. Al cierre de este artículo no se había contactado.

La estrategiade comunicación de Quijano también lo ha llevado a crear una “mesa de comunicación legislativa”, donde una media docena de diputados y asesores trabajan en consonancia con la campaña arenera. Quien preside la mesa es el diputado por San Salvador Enrique Valdés, junto al asesor de la bancada, el exdiputado Rolando Alvarenga. La mesa se reúne en el Coena una vez por semana y toma acciones sobre la base de lo que sus integrantes han monitoreado en los medios de comunicación y las redes sociales, para luego reaccionar desde la Asamblea con el sometimiento de piezas de correspondencia ad hoc.

Por el análisis de esta mesa fue, por ejemplo, que la diputada Ana Vilma de Escobar presentó una petición a mediados de febrero para que el gobierno explicara por qué el vicepresidente y candidato presidencial del FMLN Salvador Sánchez Cerén había viajado a Uruguay con fondos públicos.

Los integrantes de esta mesa son, además, Margarita Escobar y Milena Calderón Sol de Escalón. No están los 27 diputados areneros. “La idea es reaccionar con acciones concretas y ganar visibilidad mediática, son cosas que a veces no aprovechamos. En el FMLN hemos visto que, cualquier cosita que hagamos mal, ahí van con la pieza de correspondencia”, explicó una fuente del partido, quien pidió el anonimato porque dijo no estar autorizada para hablar del tema.

¿Bolsillos vacíos?

El financiamiento de la campaña es un aspecto que aun pone nerviosos a los areneros. Del grupo de acaudalados financistas de Arena -conocido como G20- que se convocó en 2009 después de la derrota en las urnas, no puede decirse que mantiene el mismo comportamiento después de que Saca se decidiera por fin a lanzarse como candidato. Algunos de estos empresarios, explican diputados y dirigentes del partido, pueden haberse ido con el expresidente Saca que también fue presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (Anep) justo antes de llegar al Ejecutivo.

En realidad, el G20 nunca llegó a aglutinar ni a 20 integrantes. Y hoy en día, aseguran las fuentes, las empresas son menos porque hay algunas que ya no son salvadoreñas y que eran habituales financistas, como La Constancia, Taca, o la banca comercial.

Jorge Velado habla de una nueva manera de recolectar fondos en el partido. Dice que hoy Arena ha regresado a como era en sus inicios. “Lo que le puedo decir es que hay un montón de apoyos económicos de diferentes niveles, pequeños, medianos, grandes. Creo que hemos recuperado la mística: Arena comenzó con el colón que podía dar un campesino, hay un montón de gente que queremos y estamos apoyando al partido”.

Velado no niega la idea de que hoy en día el apoyo económico no es como antes. “Dos cosas le puedo decir. La primera es que hay un flujo de dinero; no es que se va a reventar todo el dinero de una vez; hay un flujo: ¡vamos a lograr el flujo! Como sea lo vamos a lograr.” Y en seguida dice algo que suena a una promesa de cara a los financistas que podrían ver en Arena una casa donde, de llegar otro Saca, perderían su dinero: “Lo segundo que puedo decir es que nosotros vamos a ser súper responsables y transparentes en el gasto: no vamos a botar el dinero porque en campañas anteriores se ha visto que se ha botado el dinero, aquí no se va a botar.”

Para algunos dirigentes, la presencia de los expresidentes tras bambalinas es sinónimo de garantía. Por el respaldo del presidente Flores, según explican un diputado y un dirigente, el grupo Poma decidió colaborar con una fuerte suma de dinero para el arranque de campaña aunque de igual manera está vigilante para que el apoyo se ocupe de la mejor manera. Velado no rechazó este planteamiento e insistió en que el partido está recibiendo apoyo de distintos montos.

El Faro hizo tres preguntas a una de las diputadas y líderes areneras más influyentes en la opinión pública, Ana Vilma de Escobar, esposa de Carlos Patricio Escobar, vicepresidente del grupo Roble, marca insignia de las empresas de la familia Poma. ¿Es cierto qué el grupo Poma es uno de los principales aportadores de dinero para la campaña 2014? ¿La figura de Francisco de Flores era la garantía para aportar ese dinero? ¿Designó el grupo Poma a Alejandro Poma, ejecutivo del grupo, para verificar el buen uso del dinero? Su respuesta fue parca: 'A mal palo se ha arrimado: yo no sé de eso.'

Flores es la gran coincidencia detrás de la candidatura de Quijano. De siete candidatos presidenciales que ha tenido Arena desde su fundación, cinco estuvieron en la cima de la jerarquía arenera. Francisco Flores (1999–2004) y ahora Quijano han sido la excepción, aunque también es cierto que Flores mantuvo cierto dominio en la dirigencia tras imponer su “Coena empresarial”, conformado por grandes empresarios. Pero esa no es la única gran similitud. Las personas que acompañan más de cerca al alcalde en su búsqueda de la presidencia es gente que también trabajó para el gabinete de Flores en diversos momentos y otros incluso fueron cercanos a él en otros planos, por ejemplo, dentro del Instituto “América Libre” que el mandatario creó tras terminar su mandato y tras frustrarse su intento de convertirse en Secretario General de la OEA.

Francisco Flores: más que una coincidencia

Debido a esta relación es que en filas tricolor todos admiten la influencia de Flores en la candidatura de Quijano, aunque nadie lo diga con esas palabras. “Alguien (como Flores) que tiene esa experiencia tenés que tenerlo en tu mesa en un momento dado. Y no es que (los expresidentes) sean el poder detrás del trono, es que simplemente estás absorbiendo todo el conocimiento que ellos tienen. No es que había una mesa, y que él era parte y que sacó al otro, no es así, porque dramas de ese tipo podemos escribir todos. Cada expresidente, grupo o personas, tienen una base de poder dentro del partido,.... y esa es la forteleza de Arena”, dice Manuel Arrieta.

La última persona en meterse a colaborar con el equipo del candidato fue funcionario en el gabinete del expresidente Flores. Miguel Ángel Simán, aparte de empresario inmobiliario de la familia Simán, fue durante la administración de Flores presidente del Fondo de Inversión para el Desarrollo Local (FISDL) y también comisionado presidencial para el seguimiento de la inversión pública.

Algunos areneros explican que los hermanos Daboub también están cumpliendo con un rol mediático de crítica al FMLN, a Saca y a Mauricio Funes. Desde la ANEP, Jorge Daboub ha tenido una actividad mediática intensa y sus intervenciones muestran posturas muy alineadas con el partido de derechas cada vez que hay un tema económico en la agenda pública. Su hermano Juan José fue el vital ministro de Hacienda de Flores que le permitió ser recordado principalmente por sus medidas macroeconómicas como la dolarización. Juan José también ha sido crítico al gobierno de Funes y del FMLN, por ejemplo, cuando en Washington desencadenó una serie de artículos de opinión en el Wall Street Journal y el Washington Post cuando Funes sancionó el Decreto Legislativo 743. Irónicamente ese decreto lo impulsó Arena, pero este partido se retractó y luego se quedaron defendiéndolo el FMLN y el presidente Funes, que apoyaban esa reforma al funcionamiento de la Sala de lo Constitucional para obligarla a resolver inconstitucionalidades exclusivamente mediante unanimidad.

Arnoldo Jiménez, director ejecutivo de la ANEP, Juan José Daboub y Miguel Ángel Simán fueron los fundadores junto a Flores del América Libre Institute, ese tanque de pensamiento basado en Washington con el que el mandatario se retiró en 2004 para impartir charlas y conferencias en el continente.

El Faro envió dos correos electrónicos al expresidente Flores en losl que se le expuso que era necesaria su versión para construir este artículo. Flores no contestó hasta el cierre de esta nota.

Si el poder está diluido hoy día, y Quijano y el Coena constituyen por lo menos las dos cabezas visibles, es fácil suponer que las recomposiciones se mantendrán a la orden del día hasta que el candidato haya sido entronizado con todo el poder aun estando fuera de la máxima dirigencia.

Hace tres semanas, Roberto Moreira fue sustituido al frente del sector agropecuario arenero y, en su lugar, el partido colocó a uno de los emisarios de Quijano en el Coena, Ricardo Esmahán, quien trabajó algún tiempo para la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial de El Salvador (Camagro). El viernes pasado, la diputada suplente Marta Evelyn Batres también fue sustituida al frente del sector nacional de juventud y en su lugar colocaron a David Reyes, uno de los diputados más jóvenes por San Salvador. A juzgar por las primeras actividades del legislador, el cambio se ha dado para darle mayor énfasis a la campaña: “Nuestro primer día de trabajo en apoyo al Dr Quijano como Direccion General de Juventud ha sido Un exito! Gracias a tod@s por su apoyo (sic)”, escribió, desde su cuenta de Twitter.

*En la publicación original de este artículo se escribió que Julio Gamero había dejado de fungir como jefe de asesores legislativos al momento de convertirse en jefe de campaña de Norman Quijano. 

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