En un auditorio abarrotado por alrededor de 7,000 personas, durante un culto retransmitido en directo por televisión y radio, y sentado frente a Carlos Ernesto Mojica Lechuga, “Viejo Lin”, y Dionisio Umanzor, “El Sirra”, dos de los líderes más conocidos del Barrio 18 y de la Mara Salvatrucha (MS-13), el pastor Edgar López Bertrand hijo, “Toby Jr.”, anunció este miércoles su absoluto respaldo a la negociación que desde hace más de un año sostienen el gobierno de El Salvador y las principales pandillas del país.
El líder del Tabernáculo Bíblico Bautista “Amigos de Israel” -su padre sufrió un derrame cerebral hace cuatro meses- incluyó en la celebración religiosa una entrevista de cerca de una hora con “Viejo Lin” y “El Sirra”, que salieron unas horas de la cárcel con autorización de las autoridades y expresamente para participar en el acto.
De no ser unos de los rostros criminales más conocidos en El Salvador durante las últimas décadas, ambos pandilleros habrín podido confundirse con el personal de asistencia al culto: vestían pantalones formales y zapatos bien lustrados, sentados en mullidos sofás blancos, con micrófonos inalámbricos de diadema, mientras un hombre de corbata les servía agua. Conversaron con el pastor en un tono de confianza, cambiando el esperado “usted”, por el cercano y correcto “tú'.
Toby Jr. fue tajante en su valoración de la tregua: “Hacemos el compromiso de orar a diario para que Dios termine lo que ha empezado”, dijo. “Que todos los que están involucrados en este proceso sean bendecidos”, mencionó, en referencia a la suspensión de asesinatos, que ha permitido que el promedio diario de homicidios en El Salvador caiga desde los 14 que se registraban hasta inicios de marzo de 2012, hasta los 5 que se registran hoy.
El Tabernáculo es una de las mayores y más influyentes iglesias evangélicas en El Salvador. Tiene 372 sedes repartidas en un país con 262 municipios y solo en su sede central congrega cada domingo a más de 70 mil personas a lo largo del día. El pronunciamiento supone un espaldarazo al proceso apenas dos semanas después de que la Iglesia Católica se desmarcara de este a través de un comunicado público firmado por el arzobispo y todos sus obispos, incluido Fabio Colindres, uno de los negociadores de la tregua. Además, hace una semana que el candidato a la presidencia por Arena, Norman Quijano, lanzó una intensa campaña de propaganda electoral en la que condena el proceso de diálogo. “Para los criminales no hay tregua”, dice el alcalde de San Salvador en un anuncio de televisión.
Quijano no es el único candidato que ha condenado este proceso de diálogo. En su página oficial de Facebook, Antonio Saca, presidente de la República entre 2004 y 2009, y ahora candidato por una coalición de partidos encabezada por Gana, marcó distancia con el proceso el 16 de mayo pasado e insinuó que con la tregua el Estado salvadoreño ha “sucumbido” ante organizaciones criminales.
“Mi opinión en el tema de la tregua: son los estados débiles los que sucumben ante los criminales, el Estado no negocia, le da una salida procesal a los que cometen delitos”, escribió Saca. “Antes que existir una tregua entre las pandillas, debe haber una tregua hacia los ciudadanos. Que dejen de robar, de extorsionar, de asesinar, que dejen de cometer delitos y entonces a partir de ahí es que inicia un proceso. (…) Un Estado fuerte aplica la ley, no sucumbe ante los delincuentes, eso es lo que pienso”, dice el post hecho hace dos semanas.
Sentado en el sofá blanco, fue “El Sirra” quien hizo la primera referencia indirecta a Quijano en su conversación con el pastor del Tabernáculo: “Un político dice que él no hace tregua con los pandilleros, él sabrá por qué lo dice”. El pastor Toby Jr. le respondió de inmediato: “Porque está desesperado”, en aparente referencia a dos recientes encuestas que muestran, una, que no tiene una distancia amplia respecto de sus rivales, y la otra, que no encabeza las preferencias en intención de voto. El auditorio celebró con risas las palabras de su pastor. “El Sirra” cerró: “A toda persona que trate de boicotear esto no hay que apoyarlo. El gobierno que venga, que apoye esto”. De nuevo, la concurrencia aplaudió.
'Viejo Lin', que minutos antes se había congraciado con el auditorio al afirmar “tengo todo el cuerpo tatuado, pero no verás en él un solo símbolo diabólico”, complementó con una advertencia dirigida a quienes se oponen a la tregua: “Nunca jamás se va a volver a presentar una oportunidad de este tipo”.
Ambos pandilleros fueron escoltados por 25 agentes penitenciarios, algunos de los cuales portaban fusiles de asalto y otros que se mimetizaron entre el público vestidos de civil. “El Sirra” y “Viejo Lin” llegaron al templo esposados de pies y manos y solo después de varias gestiones hechas por Paolo Lüers, miembro de la Fundación Humanitaria, ante la dirección de Centros Penales, los custodios accedieron a permitirles subir a la tarima sin grilletes. Lüers fue el único miembro del equipo gestor de la tregua que se hizo presente en el lugar. Cuando el diálogo con el pastor terminó, ambos pandilleros volvieron a ser esposados.
Según Toby Jr., las gestiones para que los dos pandilleros pudieran presentarse en el culto principal del Tabernáculo, fueron hechas por él mismo ante Nelson Rauda, director general de Centros Penales. “La solicitud”, dijo,” fue hecha hace apenas 72 horas –el domingo- y respondida el martes por la noche”. El pastor aseguró que fue él mismo quien solicitó explícitamente la presencia de esos dos pandilleros.
Consultado vía telefónica por El Faro, en una escueta declaración, Nelson Rauda se limitó a decir que todo lo hicieron respetando la ley: “Tenemos todos los amparos legales, si no, consulta el artículo 92 de la Ley Penitenciaria”. Ese artículo dice, textualmente, bajo qué condiciones los reos pueden abandonar una penitenciaría: “Los internos, sean condenados o detenidos provisionales, podrán obtener permisos de salida en los siguientes casos: (…) 2) para participar en actividades culturales, laborales y deportivas entre los establecimientos penales, o con ocasión de eventos de trascendencia comunal o nacional organizados por la Dirección General, entidades estatales, patronatos o asociaciones de asistencia a los internos (…)”
El Tabernáculo Bíblico Bautista “Amigos de Israel” realiza labores de trabajo social y apoyo espiritual en numerosas cárceles del país desde hace años, por lo que puede ser incluido en este supuesto. El fiscal general de la República, Luis Martínez, reaccionó sin embargo airado y en declaraciones a la cadena televisiva TCS aseguró que investigará de oficio la comparecencia pública de los dos líderes pandilleros. 'No permitiremos más complacencia', afirmó, en referencia al trato que Centros Penales depara a los líderes de las pandillas involucradas en la tregua, a los que se permite a menudo conceder conferencias de prensa desde el penal de Mariona. El fiscal, con poco más de medio año en el cargo, se ha mostrado abiertamente crítico desde hace semanas con la tregua, que ha calificado de 'hipócrita', y ha confrontado directamente con los mediadores, al punto de llamar 'bufón' a Raúl Mijango.
La salida autorizada de “Viejo Lin” y “El Sirra” de la cárcel se da un día después de que el presidente de la República Mauricio Funes -que el pasado sábado en su programa radial semanal también pidió a la ciudadanía no apoyar a candidatos que no respalden la tregua- nombrara a Ricardo Perdomo como nuevo Ministro de Justicia y Seguridad en sustitución de David Munguía Payés, cuyo nombramiento en noviembre de 2011 fue anulado el viernes 17 de mayo pasado por la Corte Suprema de Justicia. Perdomo era, hasta el martes, director del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE).
Al finalizar el culto, los pandilleros fueron trasladados de inmediato a pick ups de centros penales, que les conducirían a las cárceles de Cojutepeque –en el caso de “Viejo Lin”- y a la de Ciudad Barrios, en el departamento de San Miguel, en el caso de “El Sirra”.
Un hombre que había participado del culto y que no esperaba la presencia de los pandilleros, los siguió hasta los vehículos, Biblia en mano, y mientras ambos entraban a los automotores, gritó: “¡Perros, perros, no entrevisten a esos perros, no merecen estar aquí, ellos mataron a mi hermano y a mi sobrino!” El hombre permaneció en la acera mientras los pick ups se retiraban y se quedó murmurando: “A mi hermano y a mi sobrino”.