Ciudad de México, MÉXICO. “El nuevo contacto con este continente, lleno de dinamismo y esperanza, afianza mi percepción de que América Latina posee condiciones inigualables a favor de su desarrollo. Las mismas que se están traduciendo en otra época de oro de América Latina en su desarrollo”, afirmó el mandatario chino en su segunda y penúltima jornada de la visita a México.
Pekín ha impulsado en los últimos años una activa política comercial y de inversiones en América Latina para asegurarse el aprovisionamiento de materias primas necesarias a su rápido crecimiento y ganar influencia geopolítica frente a Estados Unidos.
Hacia 2016, China ya superará a la Unión Europea como segundo mayor mercado para las exportaciones de América Latina, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Xi expresó su confianza en que la economía china, la segunda del mundo, mantenga un ritmo de desarrollo “relativamente rápido” y llamó a profundizar aún más las relaciones con América Latina. El mandatario ofreció algunas cifras para exhibir el gran protagonismo que seguirá teniendo el gigante asiático en la economía mundial.
China “invertirá más de 500,000 millones de dólares en los próximos cinco años en el extranjero”, avanzó el mandatario, que estimó que los ciudadanos de su país efectuarán más de 400 millones de viajes al extranjero en ese periodo.
En su visita a México, la segunda economía de la región tras Brasil, Xi acordó con su homólogo Enrique Peña Nieto elevar la relación bilateral a una asociación estratégica integral. En el marco de esa nueva fase de las relaciones, Xi llamó a una concertación para afrontar desafíos comunes y oponerse a los obstáculos al libre comercio mundial.
“Es menester de repudiar conjuntamente el proteccionismo y persistir en el dialogo y la consulta para resolución de las cuestiones económico-comerciales”, afirmó el mandatario, que entre el 7 y 8 de junio se reunirá con el presidente estadounidense, Barack Obama.
Xi también pidió que la relación con México se atenga al “respeto y la confianza mutua para exigir comprensión y apoyo en las cuestiones tocantes a sus respectivos intereses vitales“.
En una recepción previa con los líderes parlamentarios mexicanos, el presidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya, reiteró a Xi el “reconocimiento del Estado mexicano al principio de una sola China”, en referencia a la soberanía china sobre la isla de Taiwán y la región del Tíbet.
Fuera del Senado, una decena de manifestantes mexicanos protestaron pacíficamente contra la “ocupación” china contra el Tíbet.
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