San Pedro Sula, HONDURAS. Monseñor Rómulo Emiliani, el obispo católico que funge como mediador en la tregua que a finales de mayo acordaron en Honduras las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, criticó al presidente Porfirio Lobo por no mostrar interés en la propuesta de los líderes de disminuir su accionar delincuencial a cambio de programas de reinserción social.
“El presidente todavía está tibio en impulsar este proceso de paz. En esto no solo necesitamos apoyo moral, sino algo más efectivo”, dijo en rueda de prensa monseñor Emiliani, obispo auxiliar de San Pedro Sula. “No hay una respuesta contundente del Gobierno para apoyar un proceso de paz en el país”, agregó.
Sin embargo, el religioso de origen panameño sostuvo que se está “a tiempo de salvar a Honduras de los altos índices de violencia que enfrenta. Y, aunque hemos tocado fondo, saldremos adelante”.
Lobo anunció la víspera que respalda la iniciativa de Emiliani, quien inició hace ocho meses sus gestiones con las pandillas MS-13 y Barrio 18, en un pacto avalado por la Organización de Estados Americanos (OEA). El 28 de mayo cabecillas de ambos bandos anunciaron su anuencia a firmar la paz, tras pedir perdón a la sociedad por sus actos criminales.
Emiliani dio las declaraciones tras visitar este lunes un penal en San Pedro Sula, situada 240 kilómetros al norte de Tegucigalpa, junto a una comisión de la OEA encabezada por el secretario de Seguridad Multidimensional, el canadiense Adam Blackwell.
También asistieron los mediadores del proceso de pacificación entre pandillas que inició El Salvador en mayo del año pasado: el vicario castrense Fabio Colindres y el ex líder guerrillero Raúl Mijango.
“Venimos a dar apoyo moral al obispo Emiliani (...) caminamos de la mano hacia ese gran sueño que es la paz”, expresó monseñor Colindres, quien no obstante, reconoció que “la tregua entre pandillas en El Salvador no ha producido los beneficios que la población honrada y trabajadora esperaba”.
Honduras es considerado por Naciones Unidas como el país más peligroso del mundo sin conflicto bélico, con una tasa de homicidios de 85,5 por cada 100,000 habitantes.
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