Nacionales / Transparencia

Siete años de plática con Antonio Saca sobre uno de sus grandes secretos

El expresidente y hoy candidato presidencial Antonio Saca lleva casi siete años negando consistentemente información sobre el gasto publicitario de su gobierno. Ahora dice que no sabe si El Faro alguna vez la pidió y, como repitió varias veces durante su administración, que se le solicite a Julio Rank, el que fuera su secretario de Comunicaciones. Y, tal cual lo repitió varias veces en aquella administración, Rank dice que no la tiene y que Saca nunca le ordenó entregarla.


Lunes, 29 de julio de 2013
Gabriel Labrador

Siete años después, frente a una muchedumbre que ondea banderas del movimiento Unidad, el expresidente Elías Antonio Saca y hoy candidato presidencial dice que no recuerda la primera solicitud de información sobre los gastos publicitarios de su gobierno que El Faro hizo a él y a decenas de funcionarios de su administración, y aún después de dejar la Presidencia de la República. Este julio se cumplieron seis años y ocho meses de una prolongada representación en la que tanto Saca como el que fuera su secretario de Comunicaciones, Julio Rank, juegan a que tienen interés en revelar la información y a que luego la amnesia les impide entregarla.

Esta tarde de julio, la respuesta del gobernante que se declaraba enemigo de cualquier ley de acceso a la información pública, guarda un asombroso parecido a las constantes evasivas que entre 2006 y 2009 Saca dio a este periódico cada vez que se le buscó para que rindiera cuentas del dinero gastado por la Presidencia en mensajes de publicidad. El soslayo también lo ha practicado ya fuera de la presidencia, como en este mitin vespertino de campaña electoral. “No sé si ustedes pidieron esa información”, dice Saca... “Pregúntale a Julio Rank, él era el secretario de Comunicaciones”, añade, para dejar la impresión de un recurrente deja vu. Y Rank, como buen discípulo, también alega lo que alegaba cuando fue secretario de Comunicaciones y parece ya no recordar la última promesa que al respecto había hecho hasta antes de esta tarde: 'Les daré la información después de las elecciones', prometió un día del primer trimestre de 2009.

En los 10 años transcurridos desde cuando Saca fue investido candidato de Arena para las presidenciales de 2004, el exlocutor y empresario radial ha mostrado una resistencia a toda prueba a que los ciudadanos sepan cuánto, cómo y por qué gastó el dinero de los contribuyentes que decidió gastar en hacer propaganda. “En libertad de expresión, la mejor ley es la que no existe”, dijo en un acto organizado por la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), en febrero de 2004. Meses y años después, ya durante su gestión presidencial, Saca se encargó de mantener ocultos los gastos publicitarios y de propaganda de su administración. Sus ministros se comportaron de la misma manera, al parecer por orden expresa del propio presidente y de Julio Rank, el secretario de Comunicaciones.

Ya como candidato, Saca ha adoptado un discurso aparentemente favorable al derecho a la información. Hace unos meses, cuando la Asamblea intentó reformar la Ley de Acceso a la Información para restar poder a la normativa, Saca defendió la ley original y que él siempre había sido de la idea de una regulación como esa. Esta tarde de julio dice que la Ley de Rectificación y Respuesta aprobada por la Asamblea hace dos semanas y que puede suponer cárcel para periodistas es una ley buena porque complementa la libertad de expresión con un derecho a rectificación y respuesta. 

Este periódico hizo diversas solicitudes a la administración Saca, entre agosto de 2006 y mayo de 2009, para que detallara cuánto del dinero de los salvadoreños destinaba a publicidad. En 2010, 10 meses y medio después de haber salido de la Presidencia, Saca brindó su última entrevista a El Faro y en ella siguió alegando ignorancia respecto de ese tema.

Ahora, 16 de julio de 2013, en la colonia Belén, al norte de San Salvador, dice que no entiende por qué nunca se nos dio la información y, de nuevo, nos invita a que hablemos con Julio Rank, el exfuncionario que al igual que Saca siempre respondió con evasivas cuando El Faro solicitaba la información, e incluso con una negativa en 2008, en plena campaña electoral: 'Después de las elecciones se las voy a dar', prometió Rank. Cuatro años y cuatro meses después de las elecciones, parece fastidiarle que se le pida.

La conversación que aquí se construye representa un recorrido por todas las coberturas y pedidos que El Faro hizo a Saca o a sus funcionarios desde el año 2006 hasta la fecha. En este diálogo se han incluido las preguntas de este periódico -en persona o vía solicitudes por escrito- y las respuestas correspondientes -dadas tanto en persona como por escrito-. Tanto las preguntas como las respuestas por escrito se han redactado en formato de diálogo, guardando plena fidelidad a la interrogante y a la respuesta obtenida. A lo largo de estos siete años, dos cosas quedan claras: una, que Antonio Saca y Julio Rank son consistentes en su tarea de evadir las preguntas sobre el gasto publicitario entre 2004 y 2009, y la otra, que el gasto en publicidad y propaganda del gobierno Saca seguirá siendo un secreto. Esta historia inicia el 22 de noviembre de 2006, casi a la mitad del mandato de Saca: 

—Presidente Saca, ¿puede brindarnos un informe detallado de los gastos de publicidad del Órgano Ejecutivo?

Por supuesto, hay una información completa sobre el gasto de publicidad. 

—Por eso lo buscamos a usted, porque ya tocamos la puerta de la Secretaría de Comunicaciones pero no nos han contestado. Le recordamos que usted, en febrero de 2004, dijo que la mejor ley de acceso a la información pública es la que no existe y que, por el contrario, un gobierno lo que debe mostrar es voluntad para abrir sus puertas a los medios. 

—Es que no tener una ley de acceso a la información de ninguna manera debilita la transparencia del gobierno. Tú ya tenés acceso a la información sin necesidad de ninguna ley.

—Aprovechamos que usted estaba dando esta conferencia sobre otro tema porque precisamente enviamos cartas hace tres semanas a diversos despachos, como el Ministerio de Hacienda y al de Medio Ambiente, con copia a la secretaría Técnica de la Presidencia, sin obtener respuesta. ¿Podemos obtener un compromiso personal suyo de que el secretario de Comunicaciones Julio Rank nos brindará la información?

—Sí, hay acceso a la información sin necesidad de ninguna ley... en este país se tiene acceso a la información que se requiera. Tienen mi compromiso de que Julio Rank, secretario de Comunicaciones, les dará la información.

Lo que respondió Julio Rank fue que el dato estaba en la Ley del presupuesto del año 2006. Al funcionario se le aclaró que ahí no había ningún detalle que permitiera conocer lo que se estaba ejecutando en publicidad y propaganda. A esto, el funcionario respondió que si de verdad queríamos saber el monto sería mejor que habláramos a cada uno de los medios de comunicación que recibían la pauta de publicidad del gobierno para obtener de boca de ellos lo que el gobierno les daba en concepto de colocación de publicidad.

Aun si se hubiera hecho ese ejercicio, habría hecho falta el monto de la producción de los mensajes publicitarios. En el mundo de la publicidad se estima que un 15 % del costo total de una campaña publicitaria representa la producción y, el resto, la distribución o colocación en los medios. 

El 15 de noviembre de 2006, en ciudad de Guatemala, el presidente Saca se reunió con los presidentes de la región centroamericana y suscribió un documento en el cual se comprometía a impulsar en El Salvador un marco regulatorio que brindara garantías de acceso a la información a los ciudadanos. Ese documento se volvió letra muerta, porque una semana después, justo cuando Honduras aprobaba una ley de acceso a la información pública, Saca dejó clara y contundente su posición sobre el derecho a la información: 

—Yo no voy a promover ninguna ley de acceso a la información -dijo el presidente Saca, la tercera semana de noviembre de 2006. 

***

 
Mauricio Funes, recien elécto presidente, visita a Antonio Saca en Casa Presidencial el 31 de marzo de 2009, donde acordaron la creación de una comisión de transición. Foto Archivo
Mauricio Funes, recien elécto presidente, visita a Antonio Saca en Casa Presidencial el 31 de marzo de 2009, donde acordaron la creación de una comisión de transición. Foto Archivo

Medio año más tarde, el 8 de mayo de 2007, Saca asistió a un Taller sobre Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Ahí Saca dijo que en El Salvador se gozaba de un clima de libertades donde los periodistas podían desarrollar su papel de vigilantes del sector público sin que nadie los coartara, y sin que estos tuvieran miedo a decir las verdades. En noviembre de 2007, Ernesto Villanueva, un mexicano especialista en derecho al acceso a la información que vino al país, dijo que Saca en el tema de libertad de expresión tenía el mismo perfil que los gobernantes de Venezuela (Hugo Chávez) y Cuba (Fidel Castro), en alusión a que estos tampoco han abierto la posibilidad para que los ciudadanos accedan a información pública. Otros expertos internacionales en la materia, consultados por El Faro, también reprobaron la gestión Saca en cuanto a libertad de expresión. 2007 terminó y el dato del gasto publicitario no apareció. Además hace ya años que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estableció que no puede hablarse de una sociedad plenamente democrática si no hay pleno respeto a la libertad de expresión, que incluye el derecho de acceso a la información.

***

—Presidente, ya van cinco meses de 2008. Nos acabamos de desayunar la noticia de que hay una nueva campaña de publicidad con motivo de su cuarto año de gestión. ¡Y eso que hoy mismo usted ordenó a nivel de todo el gobierno una agresiva campaña de austeridad

—Tengo el deber constitucional de dar a conocer los logros del gobierno.

—Ok. Y como parte del plan de austeridad, ¿se va a reducir el presupuesto de publicidad?

—Es que cada institución tiene su presupuesto, y cada una tendrá que hacer la reducción como hoy lo ha mandado el Consejo de Ministros. Incluye todo… bajas todo, bajas los gastos innecesarios, todos.

—¿Y cuánto cuesta esta campaña de publicidad, presidente? 

—No, no tengo idea, no tengo idea, puedes preguntarle al secretario de Comunicaciones; es una campaña pequeña, es una campaña informativa al país, porque además estamos obligados a informarle al país de los logros que hemos tenido. 

—¿Eso no se hizo en el mensaje a la nación que dio usted, señor presidente…? 

—¿El qué?

—En la cadena nacional… digo, estamos hablando de ahorrar… 

—Ah, no. Estamos hablando de que hablaré a la Asamblea y también hablaré en cadena el día 1 de junio; pero hay muchas obras que hemos hecho y que tenemos que mostrárselas al país. Es nuestra obligación constitucional informarle al país.

La tarde de ese lunes 5 de mayo de 2008 en el que el presidente había lanzado una campaña publicitaria acompañada de un anuncio de austeridad en todo el Ejecutivo, El Faro habló via telefónica con el secretario de Comunicaciones. La respuesta fue un portazo informativo. 'El Faro es el único medio que ha estado preguntando este dato en los últimos tres años', recriminó Rank.

—¿Nos puede brindar la información sobre los gastos de publicidad? -preguntó El Faro, recordándole que hacía tiempo supuestamente tenía instrucciones del presidente para dar la información.

—Ahí está todo el detalle de la inversión publicitaria en la página web del Ministerio de Hacienda -dijo, en una afirmación que ni se acercaba a la realidad.

La conversación siguió: 

—Yo no lo miro como gasto -dijo Rank- y mientras hagamos una campaña publicitaria dentro de lo estipulado en el presupuesto, no le veo ningún problema. ¿Por qué no hablás a todos los medios escritos, radio y televisión, y preguntás por la pauta y su valor? Ellos, y hasta ustedes, tienen publicidad del Ejecutivo... que ellos te digan.

—No, porque ellos y nosotros somos empresas privadas y no estamos obligados a dar esa información. En cambio, Casa Presidencial, tratándose de datos públicos, sí. 

—Pero ellos te lo pueden dar… en todo caso, no creo que esto abone en nada a la discusión que el país tiene que tener en estos momentos. 

—¡Pero son datos públicos!

—Es que hay otras cosas más importantes, por ejemplo…

—… Precisamente porque pensamos que hay otras cosas importantes solicitamos una entrevista con el señor presidente desde 2006 y no nos la ha dado…

—Pero en los diferentes medios te pueden decir. 

El miércoles 7 de mayo, tras cuatro llamadas telefónicas y una entrevista pactada y suspendida por el mismo Rank, este envió una carta explicativa a El Faro con lo que a su criterio se atendía la “información solicitada”. “Por instrucciones del señor Presidente de la República y en línea con nuestra política de apertura”, comienza el documento, que hace una visita a la noción de transparentar la función pública: “... con el propósito de cumplir la obligación constitucional de rendir cuentas”.

En la carta, Rank aseguraba que los montos de “inversión publicitaria” estaban predeterminados en los presupuestos vigentes en beneficio del bienestar ciudadano. No daba números. Ninguno. En cambio, había un recordatorio de que la compra de publicidad mensual al periódico digital El Faro “es un ejemplo de la diversidad de medios que de forma inclusiva tomamos en cuenta en las inversiones publicitarias”. Durante el año anterior, 2007, El Faro había recibido 11 mil 526 dólares de Casa Presidencial en concepto de publicidad por un botón permanente en la portada del periódico.

La campaña publicitaria que arrancó en mayo de 2008, en la semana que el presidente anunció austeridad, la primera dama también estrenó un spot televisivo para felicitar a las madres en su día. En la imagen le acompañan sus hijos Gerardo Antonio, José Alejandro y Christian Eduardo.  

El lunes 12 de mayo de 2008, Saca brindó otra conferencia de prensa, sobre otros temas de su gestión, pero El Faro decidió aprovechar para hacer una nueva solicitud al gobernante. Para entonces, las dudas sobre las cuentas de la publicidad gubernamental habían aumentado. ¿Cómo era posible que al final del mandato del presidente Francisco Flores, en 2004, la Secretaría de Comunicaciones tenía una partida de 1.15 millones de dólares, y ya en el gobierno de Saca, el primer presupuesto reflejaba siete veces aquella cantidad, alcanzando los 7.33 millones? Para 2008, había una cantidad similar.

Además, la partida presupuestaria de “bienes y servicios” de la Secretaría comandada por Rank, donde se supone que está incluida la producción y la difusión de los spots presidenciales, sufrió también un incremento del 930 % (casi 10 veces más) apenas llegó Saca a la Presidencia: pasó de 666 mil dólares, en 2004, a 6.8 millones, en 2005. Otra duda tenía que ver con el mecanismo que lograba que la Asamblea Legislativa terminara aprobando a la Secretaría de Comunicaciones una cantidad de dinero muy superior de dinero a la que el Ejecutivo solicitaba. 

En aquella conferencia del 12 de mayo, Saca volvió a escuchar la petición de El Faro sobre el costo de la publicidad en el marco de austeridad y durante toda la gestión presidencial, y respondió lo mismo que la ocasión anterior: 

—Aquí está conmigo el secretario de Comunicaciones... como te lo anuncié, hay una campaña del Ejecutivo hablando acerca de los logros de mis cuatro años de gobierno, que son gastos que están totalmente reportados en cada uno de los ministerios y con mucho gusto le toca al secretario de Comunicaciones dártelo. 

—Ok. Don Julio... 

—...

—¿Don Julio...?

Terminada la conferencia de prensa, Rank no dio oportunidad para preguntarle por la información que había decidido guardarse, y salió corriendo detrás del presidente, rumbo a la camioneta manejada por Élmer Charlaix, el secretario privado de Saca. En la prisa, Rank le gritó a Diana Verónica Ramos, una de las encargadas de la agenda presidencial y empleada de Casa Presidencial: “Decile que me hable, que yo le voy a dar la información”.

El 3 de junio, El Faro envió una carta a Rank para solicitarle -de nuevo- la información. Pasadas cuatro semanas, este periódico llamó por teléfono a Rank el martes 29 de junio para pedirle una entrevista y para que informara el silencio ante la carta. Rank dio a entender que lo que se le pedía por enésima vez era un asunto que podía esperar: “Ya les di mi respuesta y la verdad es que tengo cosas más importantes que hacer como planear el mes cívico y la Cumbre Iberoamericana de Presidentes (octubre). Ese tema no me interesa discutirlo. Pero hablame la semana después de vacaciones, a ver qué podemos hacer”.

Para el día del periodista, que se celebra el 31 de julio, Saca envió una carta a los periodistas de El Faro: 'Este es el momento de reconocer y agradecer todos los esfuerzos que profesionales como usted desarrollan a favor del sagrado derecho que todos tenemos de informar y estar informados”.

***

 
Antonio Saca, en su oficina del Grupo Samix, en la colonia Miramonte, de San Salvador. Esta foto fue tomada en abril de 2010, la última vez que Saca recibió a El Faro en una oficina para una entrevista.
Antonio Saca, en su oficina del Grupo Samix, en la colonia Miramonte, de San Salvador. Esta foto fue tomada en abril de 2010, la última vez que Saca recibió a El Faro en una oficina para una entrevista.

En 2009, el presidente Saca tampoco atendió las solicitudes de este periódico. Tampoco lo hicieron otras instituciones del Estado. El Faro envió 20 cartas a diferentes funcionarios de su gabinete. Solo siete respondieron y ninguna para dar la información que se pedía, pero el resultado permitió revelar que 20 instituciones del gobierno de Saca, incluyendo Casa Presidencial, gastaron en 2008 33 millones de dólares en 62 campañas publicitarias diferentes, aunque nunca fue posible hallar un registro consolidado para el quinquenio.

El presidente también ignoró las solicitudes de entrevista para hablar de otros temas que El Faro le hizo en reiteradas ocasiones.

La gestión presidencial terminó y los datos nunca llegaron a las manos de este periódico. En abril de 2010 el expresidente Saca concedió una nueva entrevista a El Faro. En ella, Saca aseguró que no sabía qué tipo de publicidad había hecho durante su gobierno.

—¿Por qué era importante para el país que la publicidad de su gobierno se centrara en la figura del presidente de la República?

—Pues mira... mira... eeeh... yo no sé qué clase de publicidad es la que tuvimos durante nuestra administración... De alguna manera hay una exageración sobre el tema de que son los gastos más altos. Eso habría que revisarlo, yo no lo doy por hecho. Para mí la publicidad del gobierno es incluso una obligación constitucional de informar a la gente.

—¿Sabe usted que los gastos de publicidad de su gobierno fueron los mayores gastos de publicidad de los gobiernos de Arena?

—No, no me había dado cuenta, no he revisado...

—¿Usted cree que la publicidad que hizo es una publicidad encaminada a informar a la gente?

—¡Claro!

—Veamos: ¿por qué nunca quiso darnos los datos del gasto publicitario en su administración?

—Pídeselos a Julio Rank, eso ya no me corresponde.

—¿Se da cuenta?

—Es que... es que los gastos de publicidad, que es la pregunta que me han hecho ustedes 20 mil veces, se las voy a contestar por enésima vez: ahí están en los presupuestos, son gastos publicitarios que existen en la Presidencia de la República y en los ministerios.

***

 

Julio Rank asiste a la colonia Belén, en San Salvador, el 16 de julio de 2013 a una inaguración de Casas de Unidad de su amigo Antonio Saca. Rank se ha incorporado al comando de San Salvador, según Saca.
Julio Rank asiste a la colonia Belén, en San Salvador, el 16 de julio de 2013 a una inaguración de Casas de Unidad de su amigo Antonio Saca. Rank se ha incorporado al comando de San Salvador, según Saca.

 

Esta tarde del 16 de julio, en la colonia Belén, entre la muchedumbre que acaba de darle una sonora ovación al candidato Antonio Saca está Julio Rank. Se rehúsa a hablar del tema de la publicidad durante la administración Saca y se queja de que este periódico quiere llevarlo a hablar del pasado. Efectivamente, de eso quiere hablar El Faro con él. El 12 de marzo de 2009, faltando tres días para las elecciones presidenciales, Rank contestó a este periódico que daría la información después de los comicios porque consideraba que era un tema demasiado inserto en la coyuntura. El Faro volvió a buscarlo a inicios de mayo, a unos días de que Saca entregara la presidencia al FMLN. Rank respondió que estaba demasiado ocupado por la transición y que saldría de viaje y que quién sabía si iba a poder dar la información. 'Hablémonos el 15 de mayo (de 2009)', dijo Rank. Nunca más se le pudo volver a contactar. Hasta esta tarde de julio en la colonia Belén. 

—¿Qué tal, don Julio? Tanto tiempo.

—¿Cómo estás?

—¿Cómo le ha ido?

—Bien, ¿y vos qué tal?

—Del periódico El Faro. Mire, quería aprovechar que lo encuentro por aquí. Este... en el periódico tenemos todavía un par de dudas sobre la publicidad del gobierno pasado.

—Yo estoy afuera de la política.

—Bueno, pero lo estoy viendo aquí en este acto.

—Si soy ciudadano, tengo derecho, ¿o no?

—Claro, claro.

—Entonces, no quiero dar declaraciones de cosas que ahorita en mi vida ya no tienen nada que ver.

—Ya, sí. ¿Qué pasó con los gastos de publicidad de su gobierno? Esa fue una duda que siempre nos quedó.

—¿Cuál fue la duda?

—Cuánto gastó en publicidad el gobierno Saca. El presidente dijo que usted nos iba a pasar esa información.

—Vaya, te voy a decir dos cosas. En primer lugar: ¿no creés que es algo fuera de lugar? ¿No creés que es una pregunta queriéndome llevar a mí a situaciones del ayer? No, no sé, no le hallo.

—Dígame usted si es algo fuera de lugar.

—No, no soy un actor político ahorita.

—Pero lo fue, y mi pregunta tiene que ver con eso...

—Se gastó exactamente... lo que... lo que la ley nos permitía como Presidencia. Eso puedo responder por la Presidencia. Es lo único que te puedo decir.

—Ya. ¿Pero cuánto fue lo que se gastó?

—Ahorita no ando con los folderes, ¿va?

—¿Y por qué no se nos entregó esa información cuando se pidió? El presidente le había dicho a usted...

—... No, el presidente nunca me ha dado una orden de ese tipo, en ningún sentido.

—La pregunta es muy clara: cuando se hizo la solicitud el presidente dijo que usted nos iba a proporcionar la información.

—Ajá, y no se las di en ese momento...

—¿Por qué?

—Posiblemente porque no estaba... estábamos entregando toda la documentación de salida, a las instancias a las cuales teníamos que prestarles... eeeeh, darles... eeeeh... rendirles cuentas... ¡Punto!

—No entiendo cómo eso...

—... Entonces, mala suerte, hijo.

—... no entiendo cómo eso pudo obstaculizar el trabajo de dar la información...

—¿No me explico, me estás diciendo? Ustedes me pidieron un dato. En el momento en el que me lo pidieron, no lo tenía, ¡punto!

—Ya. Pero lo que se preguntó en ese momento era...

—Mirá, hijo, te voy a decir dos cosas y por favor ponelo: me podés preguntar 20 cosas, pero yo no voy a caer en tu juego.

—¿Cuál juego?

—Es el que no sé. Porque ustedes siempre andan, ¿me entendés? Una cosa es que querás cubrir un evento, un hecho periodístico de importancia, pero venir a mí porque me encontrás en una...

—¿Cuál es su incomodidad?

—No, no hay ninguna. No entiendo yo, pues, o sea...

—¿Usted pretende que los ciudadanos se olviden de cuánto se gastaba en publicidad cuando eran...

—... ¿Los ciudadanos o tú?

—Pues yo tengo una...

—... ¡Bueeeeno! Tal vez hubo una falla de parte mía en ese momento en no haber dado la atención debida al requerimiento de ustedes.

—Ajá.

—¿Está bien? ¿Ahora qué me vas a preguntar?

—Quiero saber por qué no nos dio...

—¡Uta!... ja, ja, ja, ja.

—Tal vez los debí haber atendido como medio importante que son en el país. ¿Qué más me querés preguntar?

—La duda es si fueron más millones que ahora, o menos millones...

—No te lo puedo decir porque no conozco los montos actuales.

***

El exsecretario de Comunicaciones acaba de decir que el expresidente Antonio Saca nunca le ordenó entregar los datos sobre el gasto publicitario. Este 16 de julio Saca está inaugurando la casa de Unidad 262, un espacio donde, según explica, los vecinos de la colonia Belén deben reunirse para identificar los problemas que los aquejan, con el objetivo de que una vez Saca esté en Casa Presidencial, él destine dinero para ayudar a atender sus necesidades. Saca aprovechará aquí para inaugurar otras nueve casas de Unidad a distancia, como a control remoto. Su meta es llegar a tener mil casas antes de las elecciones de febrero de 2014. El candidato va leyendo los nombres de las personas que supuestamente han prestado al movimiento sus viviendas. Llega un momento en el que las personas que supuestamente han decidido prestar sus casas para que sean sedes de Unidad no aparecen, como que hubieran dejado plantado al candidato. El equipo de protocolo estalla en histeria; uno de los jefes de esa área resuelve que es mejor alistar gente por si acaso ocurre que alguien más vuelve a faltar. Preparan a algunos de los activistas que portan chalecos, cachuchas y banderas del movimiento, y en un santiamén, tras despojarse de toda su indumentaria militante, ya parecen ciudadanos neutros que han sido encantados con el proyecto Unidad. Al final no hace falta que estos actores supernumerarios entren en acción, pues los otros anfitriones de casas de Unidad sí se han presentado.

Después de su discurso, Saca accede a responder preguntas de los periodistas.

—¿Qué tal, don Tony? Vi a don Julio Rank por ahí. Le pregunté sobre los gastos de publicidad que El Faro le pidió a él y a usted en su momento. Él me decía que no es el momento ni el lugar para pedir esa información.

—Bueno, no. Nosotros no tenemos esa información.

—Pero la tuvieron.

—No, no, no la tenemos. Pero en su momento solicitala, con mucho gusto. En aquel momento dimos toda la información posible.

—No, no la dieron a El Faro.

—No sé si la solicitaron. Y si la solcitaron, entonces, por alguna razón no se dio.

—¿Cuál pudo ser esa razón?

—No la entiendo yo. Preguntale a Julio, Julio era el secretario de Comunicaciones. ¿Ok? Nos vemos.

Saca da la vuelta y se marcha.

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