En su plan de gobierno 2014-2019 presentado este domingo en San Salvador, el FMLN se colgó de los logros del gobierno del presidente Mauricio Funes y prometió continuidad en aquellas áreas donde la ciudadanía en las encuestas reconoce un mejor desempeño, como en educación y -quizás- salud, aunque también prometió aumentar el empleo y la seguridad pública, áreas en las que estando en la actual administración no ha podido resolver, o quizás no ha querido asumir, como sucede con la tregua con las pandillas que provocó el desplome de los homicidios desde marzo de 2012.
El candidato presidencial del FMLN, vicepresidente de la República y exministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén, y el candidato a vicepresidente, el alcalde de Santa Tecla Óscar Ortiz, presentaron durante la XXX Convención efemelenista la hoja de ruta que seguirían en caso de que los salvadoreños los hagan triunfar en las urnas el 2 de febrero próximo, o en marzo de 2014, en segunda ronda. El documento fue aprobado por unanimidad por los más de 600 convencionistas que, conforme a estatutos, debían darle su aval.
El título del programa hace un claro guiño al continuismo de los programas insignias de la actual presidencia Funes: “El Salvador Adelante. Programa de gobierno para profundizar los cambios”, dice un documento entregado a la prensa, que en realidad solo incluye el discurso del candidato Sánchez Cerén. El diputado Benito Lara, miembro del Consejo Nacional del FMLN, explicó que el documento físico del plan de gobierno estará listo “en unas semanas”.
En una parte del discurso que el FMLN tituló bajo la frase “el legado del gobierno del cambio”, el partido mencionó once puntos en los que desfilaron aspectos como la entrega de los paquetes escolares, la títulos de propiedad, Ciudad Mujer, la pensión básica de adultos mayores, el voto en el exterior, la Ley de Medicamentos, los subsidios al gas, energía, agua y transporte, y la aprobación de la Ley de Acceso a la Información Pública.
“Estos son programas que vamos a mantener y a profundizar”, dijo Sánchez Cerén, en el discurso que leyó por teleprompter y que duró cerca de 45 minutos.
Para enfatizar la idea de continuidad, la fórmula presidencial señaló vagamente que en materia de empleo seguirá “creando las condiciones para que el país siga desarrollándose”. Recordó que en este “primer gobierno del FMLN” se incrementaron los créditos a campesinos, se impulsaron los paquetes agrícolas y se entregaron 37 mil títulos de propiedad a los productores rurales, y explicó que a partir de 2014, “la agroindustria recibirá todavía mayor atención”.
Este es un punto delicado para el FMLN, pues el presidente Mauricio Funes hizo una pomposa promesa al inicio de su administración: 'la fábrica de empleos', que supondría crear unos 200,000 puestos que hasta ahora están muy lejos de las cifras oficiales.
“El gobierno del FMLN ha consolidado avances sociales en un tiempo récord. Con valentía hemos garantizado los derechos negados al pueblo por todos los gobiernos anteriores (...) No podemos retroceder”, dijo Sánchez Cerén en su alocución frente a unos 600 convencionistas y centenares de militantes venidos desde el interior del país y que colmaron el anfiteatro del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco).
El candidato presidencial incluyó en su discurso un saludo a sus colegas dentro del gabinete de gobierno. “Todo lo que hemos construido en estos cuatro años solo ha sido posible con el esfuerzo de todos los funconarios del gobierno, a quienes saludo este día. Gracias por impulsar la educación, la salud, la inclusión y cada uno de nuestros exitosos programas”, señaló. Ahí estaban, entre el público, ministros y viceministros de Obras Públicas, Salud y Trabajo.
Sin embargo, el plan de gobierno jugó por momentos a restarle responsabilidad al FMLN sobre la situación actual, sobre todo en las áreas en las que el desempeño gubernamental está mal evaluado, según encuestas como la de mayo de 2013 de LPG Datos. El plan de gobierno dibuja tres ejes de un eventual gobierno del FMLN a partir de 2014: educación, empleo y seguridad, los dos últimos con el peor desempeño según la ciudadanía.
En cuanto a la generación de empleo, por ejemplo, el plan de gobierno describe programas que buscarán contrarrestar muchos problemas actuales. “Tenemos la obligación de estimular el desarrollo de la industria, impulsar el uso de la tecnología y la información en los sectores de comercio y servicios. El turismo también es un sector de grandes potencialidades, capaz de crear empleos para los jóvenes y conectarlos con la gente de todo el mundo”, dijo Sánchez Cerén, en un discurso que parecía ser el de alguien que no pertenece al actual gobierno.
“Es nuestro compromiso acelerar el desarrollo productivo de todos los territorios. Incrementar el crédito para el sector productivo, y fortalecer la banca para el desarrollo. Con la construcción de la primera planta de agrofertilizantes en el país, vamos a bajar los precios de los insumos agrícolas”, dijo.
Y luego llegó el momento en el que Sánchez Cerén dijo acaso una de las promesas que solo él sabe por qué no se han podido implementar en el quinquenio actual: “(...) es necesario eliminar la burocracia del Estado, por eso erradicaremos las trabas y agilizaremos los procesos para la apertura de las empresas generadoras de empleo”.
Nuevas promesas para bajar la inseguridad
Sánchez Cerén pasó de puntillas sobre lo más novedoso que ha ocurrido en El Salvador en el área de seguridad pública en los últimos gobiernos: la tregua entre pandillas propiciada por el gobierno de Funes. El candidato efemelenista no mencionó ni la palabra 'tregua' ni se refirió a las negociaciones sobre las cuales la administración ha acumulado un ramillete de mentiras, intentando desvincularse de lo que el exministro de Seguridad David Munguía Payés dijo era parte de su estrategia.
Solo la tregua permitió que la tendencia alcista de los homicidios que hicieron de este país el más violento de América en 2005, se revertiera. Sánchez Cerén prefirió apuntar hacia otra parte los reflectores: “No descansaremos hasta poner fin a las extorsiones, la desaparición de las personas, las actividades del narcotráfico y el crimen organizado”, dijo. Y acaso en un guiño para ponerse del lado de los que critican la flexibilidad que ha tenido el gobierno ante las pandillas en el tema de la tregua, Sánchez enfatizó a lo largo su discurso que antes que cualquier otra medida, contra los delincuentes siempre habrá represión. “El combate al crimen está orientado por tres grandes líneas: a) represión a los actos criminales; b) rehabilitación de los privados de libertad; c) desarrollo de la economía para ofertar educación de calidad, más empleos y mejores salarios”, leyó.
Consultados sobre su práctica omisión sobre la tregua, miembros de la cúpula del FMLN, los diputados Orestes Ortez y Benito Lara, explicaron que la omisión era a propósito porque, en efecto, la estrategia de seguridad no está montada sobre la tregua. “Sería un error ponerla como eje central”, dijo Lara. “Es apenas un enésimo componente”, recalcó Ortez.
El compañero de fórmula de Sánchez Cerén, Óscar Ortiz, dijo escuetamente al finalizar el acto: “Ya hemos hecho la propuesta para un país más seguro, la tregua no es el tema fundamental, lo más importante es trabajar en la prevención y en todos aquellos programas que nos permitan a nosotros generar oportunidades para los jóvenes, y sobre todo lograr la coordinación interinstitucional entre todas las entidades que están llamadas a contribuir a generar una condición de mayor seguridad para nuestras familias”, dijo.
Sánchez Cerén no estuvo disponible para comentarios después de la ceremonia. Una valla humana hizo un círculo alrededor de él en el trayecto que había desde la tarima hasta su vehículo. Entre forcejeos, los periodistas intentaron obtener declaraciones del vicepresidente, pero fue imposible. Aunque la valla humana se mantuvo, Ortiz sí contestó a las preguntas de los medios.
Como consciente de que debía aterrizar sus propuestas, Sánchez Cerén leyó durante su discurso medidas puntuales para cada área de trabajo. En el tema de seguridad dijo que ampliaría el número de agentes policiales, que invertiría en más equipos policiales y en mejorar el control territorial en “zonas de riesgo”. Agregó que se crearían nuevos centros de rehabilitación con educación para el trabajo y habría campañas eficaces contra el consumo de drogas, entre otras medidas.
“Hay muchos frentes contra la delincuencia, y es obligación del Estado -dijo Sánchez Cerén- actuar con responsabilidad en el combate permanente contra los actos crimnales”.
De las promesas más caras del plan de gobierno están las que la fórmula presidencial ha hecho en temas de Educación, la cartera de Estado que irónicamente estuvo bajo el mando durante tres años de Salvador Sánchez Cerén.
El partido en el gobierno ha pensado que, contrario a lo que hizo durante esta administración -en la que solo pudo dar los paquetes escolares-, a partir de 2014 impulsarán el programa “Un niño, una computadora” y el programa de alfabetización digital para enseñarle a los estudiantes todo sobre el mundo virtual. Asimismo, en materia de educación, el exministro de Educación prometió que promovería la educación bilingüe desde los primeros años de estudio, así como la instauración de las escuelas de tiempo pleno, y la entrega de paquetes agrícolas hasta el bachillerato.
Financiamiento depende de ingreso a Petrocaribe
Para poder sufragar los gastos que supone todo su plan de gobierno, Sánchez Cerén enumeró tres rubros de los que sacaría los fondos necesarios. El primero y quizás el más importante es el Petrocaribe, una iniciativa apadrinada por el gobierno de Venezuela en la que también participan otros países de Latinoamérica. “El ingreso de El Salvador a Petrocaribe va a garantizar que nuestro país pague inmediatamente solo un 60 % en la factura petrolera anual. El Estado va a tener 640 millones de dólares más para invertir cada año”, dijo el candidato, lanzando una cifra que se acerca al 3 % del PIB.
Con esos recursos, dijo, podría ampliar un 50 % la inversión en educación y duplicar la inversión en seguridad pública.
Las otros dos fuentes son un poco más generales. “Una reforma administrativa con la intensificación de la fiscalización del gasto público y del combate a la corrupción. Y el incremento en los ingresos del Estado a partir del desarrollo económico”, según leyó en el discurso.
El diputado Ortez se encargó de precisar que buscarán aumentar la recaudación cobrando en concepto de IVA lo que corresponde. Según el legislador, hay muchas empresas salvadoreñas que, para los años 2010 y 2011, lograron evadir cerca de 1,500 millones de dólares al fisco.
Según Sánchez Cerén, el objetivo es que a partir de 2014 la inversión en educación sea del 6 % del PIB salvadoreño.