Inspirado desde Washington, gestionado por Henry Kissinger, Milton Friedman y los Chicago Boys, solo encontraron las vías del militarismo para imponer en América Latina el nuevo modelo económico basado en la liberación de las leyes del mercado.
El golpe militar en Chile es fundamentalmente un acontecimiento económico, de sistema colonial, dirigido no solo contra los chilenos y un país, sino contra todo un continente.
*Activista y político mexicano, Rascón perteneció a un movimiento guerrillero de Chihuahua, por lo cual pasó tres años en prisión (1972-1975), donde aprendió a cocinar. Fundador del Partido de la Revolución Democrática, diputado federal y posteriormente asesor de Cuauhtémoc Cárdenas en la alcaldía de la Cd. de México. Retirado ya de la política partidaria, es columnista y chef.
La llegada de Salvador Allende al gobierno en un momento en que los viejos Estados nacionalistas de Argentina, Brasil y Perú se derrumbaban en el final de la posguerra, fue vista como un peligro si Chile se consolidaba como vía de transformaciones y auge económico basado en la defensa de los precios de las materias primas como el cobre, la carne, los cereales, el azúcar y una mejor distribución de la riqueza, basada en el aumento del salario real.
Desde el momento en que asciende Allende a la Presidencia de Chile, el país se convierte en el epicentro de la adversidad y el eje de la política imperial de Estados Unidos hacia América Latina, tras los fracasos continuos contra la Revolución Cubana.
Para Estados Unidos fue mal vista, tanto la vía electoral con la cual llegó Salvador Allende a la presidencia, como las medidas que empezó a implementar desde el principio, particularmente las nacionalizaciones, la reforma agraria, el control de precios y los aumentos salariales.
Pocos procesos en el mundo experimentaron tantos ensayos contrainsurgentes, maquinaciones oligárquicas, sabotajes, experimentos para la desestabilización política y económica, técnicas de tortura, violaciones masivas de derechos humanos, intervencionismo, espionaje y como complemento de los viejos métodos de exterminio nazi…las desapariciones de personas como método de terror, que acabó con la vida de miles de chilenos a manos de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) y el Ejército encabezado por Augusto Pinochet.
Todo el proceso contra el gobierno de Salvador Allende y los años que siguieron de la dictadura de Pinochet, es recordado por el alto grado de polarización política, social e ideológica de los chilenos que lo hacen recordar a la era del franquismo en España, de Mussolini en Italia y del fascismo en Alemania con Hitler.
En cada democracia, estos elementos permanecen y se plantean como alternativa ante el estancamiento del desarrollo de los países hoy sujetos a condiciones globales.
El significado del golpe en Chile es el parteaguas entre una visión latinoamericanista de desarrollo justo entre países y el proyecto de subordinación que Estados Unidos sigue impulsando desde la conspiración, las presiones financieras, las políticas de seguridad regionales y las políticas de integración comercial.
Con el golpe militar en Chile, hay un cambio de las relaciones continentales y la polarización fue exportada a países como México, donde el gobierno decidió el rompimiento con la dictadura pinochetista, mientras que segmentos oligárquicos optaron igual por la desestabilización, la política de los rumores, la fuga de capitales y el llamado a practicar las desapariciones de opositores de izquierda.
Para los mexicanos, Chile y el golpe militar contra el gobierno de Allende, trascendió a la esfera gubernamental cuya decisión de rompimiento tuvo un amplio respaldo popular frente a la doctrina del militarismo y la represión oficial impulsada por los promotores del neoliberalismo para imponer el nuevo modelo económico.
A los pocos años, México entraba en una prolongada crisis económica que hoy perdura y atraviesa varios ciclos. Chile vía un referéndum y un pacto, logró no solo la recuperación económica sino además arrinconar las fuerzas del pinochetismo hasta niveles marginales del 7 % según últimas encuestas.
Esta capacidad de lograr la transición, hizo posible el regreso de los socialistas a la presidencia, bajo nuevas condiciones y nuevos problemas, pero en el contexto de los giros progresistas y anti oligárquicos en Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Argentina.
¿Qué debates sobre ese evento tenemos pendientes? ¿Cómo transformó a la región el caso chileno?
Visto desde México, atorados entre la idea de participar electoralmente, pero bajo la idea de ganar todo y perder todo, el debate chileno tiene el peso que tiene también España y su Pacto de la Moncloa.
El caso chileno desde el golpe hasta hoy, es un referente regional y latinoamericano, pues de ahí emanaron políticas globales como el procesamiento de Pinochet en Inglaterra y las decisiones por conocer la verdad histórica sobre los desaparecidos y las políticas represivas de los militares contra los resistentes al golpe militar.
Siguen impunes, las responsabilidades norteamericanas para el caso y es asunto no concluido todo el balance sobre políticas contrainsurgentes que se practicaron desde los bancos, las multinacionales, la CIA y el pleno del gobierno norteamericano contra una democracia y su gobierno legítimo.
A 40 años del golpe militar en Chile, podemos decir, que sigue siendo un proceso vivo y que trasciende las fronteras chilenas. Es un proceso de gran interés para México y toda América Latina.
