Ciudad de Panamá, PANAMÁ. Bajo el lema La comunidad iberoamericana en el nuevo contexto mundial, la XXIII Cumbre Iberoamericana, que reunirá a unos 15 jefe de Estado y de Gobierno y otros líderes de los 22 países (América Latina, España y Portugal), se propone una reforma que incluye una refinanciación, la frecuencia bienal de la cita, y una reorientación de la cooperación.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, quien canceló este jueves sorpresivamente su participación, había dicho el lunes: “Los tiempos van cambiando, no sé si en el futuro seguirá siendo importante esta cumbre”. Según su ministra de Comunicación, Amanda Dávila, Morales suspendió su viaje a Panamá debido a “su recargada agenda de trabajo”.
Con una América Latina más autónoma y una España en crisis y sobre la que ha recaído hasta ahora la cooperación y financiamiento del sistema, la cumbre prevé impulsar un fondo iberoamericano de cooperación.
El canciller de Panamá, Fernando Núñez, sostuvo que es necesario “revitalizar y cambiar” el sistema iberoamericano y adaptarlo a los tiempos de globalización. “El crecimiento económico y las oportunidades de inversión están en América Latina, en la América iberoamericana, no en Europa, eso ya pasó”, agregó.
La cumbre aprobaría un cambio de los aportes de recursos para que se baje de un 70% a un 60% a España y Portugal, y se suba de un 30% a 40% a los latinoamericanos. Además, que las citas dejen de ser anuales para realizarse cada dos años, a partir de la de 2014 en México.
El adiós de Iglesias
A las reformas se suma el relevo del secretario general iberoamericano, el carismático hispano-uruguayo Enrique Iglesias, espíritu de la organización, quien se despedirá en Panamá del cargo que ocupa desde 2005, aunque permanecerá hasta enero mientras asume su sustituto y entran en marcha las reformas. “Soy un convencido de que hay algo que hacer juntos. Nos une la cultura, las lenguas, la historia, los desencuentros, que no fueron pocos, y también los grandes encuentros”, declaró en Panamá.
Iglesias, de 83 años, destacó que la comunidad tiene como gran capital el “saber convivir en las diferencias, con distintos sistemas y capacidad de diálogo”.
En 22 años de cumbres iberoamericanas, muchas fueron entre tensiones, como la de 2000 en Panamá, cuando anticastristas intentaron matar al líder cubano Fidel Castro, o la del famoso ¿Por qué no te callas?, que dijo el rey Juan Carlos al fallecido Hugo Chávez en Santiago de Chile en 2007.
La cita en Panamá tiene lugar en medio de conflictos internos y regionales: disputas limítrofes como las de Costa Rica y Nicaragua, o de Managua y Bogotá; unas negociaciones de paz en Colombia que no avanzan; crisis política en Venezuela, o protestas en Brasil y en México.
“Lo fundamental es que Iberoamérica existe como una realidad social, económica y política”, dijo optimista Iglesias. El Gobierno panameño sostiene que este encuentro abrirá una nueva etapa. “Es el momento de que las cumbres cambien a luces largas”, remachó Núñez.
Ausencias sensibles
Por primera vez desde que se iniciaron estas citas en Guadalajara (México) en 1991, el rey Juan Carlos I estará ausente, convaleciente de una operación de cadera. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llegó este jueves. Por Portugal estará el presidente Aníbal Cavaco Silva.
Dado que constitucionalmente no puede sustituir a su padre, el príncipe Felipe asiste a actos relacionados con la cumbre y el domingo estará en la apertura del Congreso Internacional de la Lengua Española. “América Latina está creciendo a ritmos envidiables”, destacó el príncipe al inaugurar un foro empresarial en Panamá.
Pero en América Latina las bajas son de peso: Cristina Fernández (Argentina), quien se recupera de una operación, José Mújica (Uruguay), Rafael Correa (Ecuador), Sebastián Piñera (Chile), Dilma Rousseff (Brasil), Nicolás Maduro (Venezuela) y se da por descontado la de Raúl Castro (Cuba). A ellos se sumó ahora Morales.
Pero el Gobierno panameño descarta que sea una cumbre deslucida, y resalta que confirmaron Juan Manuel Santos (Colombia), Enrique Peña Nieto (México), Ollanta Humala (Perú), Danilo Medina (República Dominicana) y Horacio Cartes (Paraguay), cuyo país estuvo ausente hace un año en la cita ante la crisis por la destitución del entonces presidente Fernando Lugo.
Al asistir al foro empresarial, Cartes, a quien la cumbre sirve para aumentar sus relaciones, comentó que su Gobierno será “un fracaso” si no logra reducir la pobreza.
Por Centroamérica, además del anfitrión Ricardo Martinelli, Mauricio Funes, Porfirio Lobo, Laura Chinchilla y Daniel Ortega. Otto Pérez canceló.
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