Tegucigalpa, HONDURAS. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) asumió este miércoles el mando de las Fuerzas Armadas, integradas por unos 14,000 hombres, que tienen el encargo constitucional de garantizar el proceso, custodiando la distribución del material electoral, el conteo de votos y el transporte de urnas. Las elecciones serán el próximo 24 de noviembre, dentro de un mes.
También este miércoles finalizó el plazo para la publicación de encuestas que han provocado controversia entre los principales partidos en contienda.
El último sondeo de CID Galup para el diario La Prensa daba como favorita a Xiomara Castro, esposa de Zelaya y candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), con solo dos puntos sobre el presidente del Congreso Juan Orlando Hernández, del gobernante Partido Nacional (PN, derecha).
La diferencia entre Castro (29%) y Hernández (27%)se ubica dentro del margen de error de la encuesta, que es de 2.8 puntos porcentuales.
En tercer lugar aparece Mauricio Villeda del Partido Liberal (PL, derecha) con 15%, seguido de Salvador Nasralla del Partido Anticorrupción (PAC, derecha), con un 11%.
Más allá de la profunda división nacional que representó el golpe de Estado de 2009 y que sigue siendo una herida abierta en la sociedad hondureña, el principal tema de campaña es la violencia que tiene a Honduras con la tasa de homicidios más alta del mundo, y, más concretamente, la participación de militares en el combate a la criminalidad.
El candidato oficialista, que promete “hacer lo que tenga que hacer” para enfrentar la violencia, se ufana de haber impulsado como presidente del Congreso las leyes que posibilitan la participación de los militares en los patrullajes de ciudades y barrios y la creación reciente de la Policía Militar.
En contraste, Castro advierte que en su gobierno los militares irán a cuidar las fronteras para impedir el ingreso de drogas en tránsito hacia Estados Unidos, para disminuir la violencia en el interior del territorio hondureño.
Según datos gubernamentales, el 90% de los homicidios se atribuye al narcotráfico y a las temidas pandillas juveniles.
En el plano económico, el actual Gobierno de Porfirio Lobo dejará como herencia un déficit fiscal de 10% del Producto Interno Bruto (PIB), que se considera uno de los más altos de América Latina, y una deuda interna cercana al 50% del PIB que ejerce una fuerte presión sobre las finanzas públicas.
Socialmente, Honduras no solo no ha resuelto el problema de la pobreza, sino que se amplió al menos en 4 puntos porcentuales, pasando de 70 a 74% de los 8.5 millones de habitantes, según el Foro Social de la Deuda Externa, una prestigiosa oenegé que monitorea la situación económica y financiera del país.
El desempleo afecta a más de 2 millones de personas, asegura la misma fuente.
Transparencia electoral y gobernabilidad
En ese contexto, Honduras se puede hundir “en la ingobernabilidad si los resultados de las elecciones son muy estrechos, de 2 o 3 puntos, (algo que) ya advirtieron tres legisladores estadounidenses y la Iglesia católica”, apuntó el experto en temas electorales, Adán Palacios.
Los congresistas Raúl M. Grijalva, Mike Honda y Hank Johnson enviaron esta semana una carta al secretario de Estado, John Kerry, instando al Departamento de Estado a monitorear la posible militarización del proceso electoral en Honduras.
Los legisladores resaltan un “patrón de ataques concertados dirigidos a defensores de derechos humanos y la oposición” y hacen un llamado a los funcionarios del Departamento de Estado “a garantizar condiciones de igualdad en las semanas previas a las elecciones y comportarse de manera completamente neutral en sus mensajes públicos y privados en ese país”.
El pasado de 10 de octubre, la Iglesia católica expresó dudas de que las elecciones sean transparentes y en paz. “En estos momentos, y junto a la mayoría de la población, quisiéramos poder despejar tantas dudas: ¿habrá elecciones transparentes? ¿Se desarrollarán en paz y sin violencia? ¿Nos ayudarán a salir de la crisis?, ¿Serán aceptados los resultados?”, interrogaron los obispos de la Conferencia Episcopal en un mensaje al país.
Además de presidente, en las elecciones se escogerán tres vicepresidentes, 128 diputados del Congreso con sus respectivos suplentes, 20 diputados del Parlamento Centroamericano con sus suplentes y las autoridades de 298 municipios.
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