San José, COSTA RICA. Una encuesta de la empresa Unimer para el diario La Nación publicada el domingo 1 de diciembre reveló que el candidato del izquierdista Frente Amplio, José María Villalta, encabeza las intenciones de voto para las elecciones del 2 de febrero de 2014, sobrepasando al aspirante del oficialismo Johnny Araya.
Villalta, un joven y combativo diputado que en 2010 llegó al Congreso como representante en solitario de su agrupación, el Frente Amplio, capitaliza entre un 17 y un 22% del apoyo popular. Mientras tanto Otto Guevara, del derechista Movimiento Libertario, y Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), se disputan el segundo lugar con un respaldo de entre 14 y 19%.
La encuesta marca un ascenso vertiginoso de Villalta, quien hace dos meses obtenía un máximo de 10%, y una caída en picada del candidato oficialista, que en el mismo estudio de setiembre encabezaba con un máximo de 38%.
Sin embargo, el sondeo revela también que el número de indecisos ha crecido en ese mismo lapso, pasando de un 19 a un 24%. La medición solo toma en cuenta a quienes ya decidieron el voto y a los que están indecisos, que representan el 70% del electorado, no así a los posibles abstencionistas. La encuesta fue realizada del 8 al 20 de noviembre con una muestra de 2,416 personas y su margen de error es de un 2.4%.
“Hoy reconozco con humildad los resultados de la encuesta de Unimer, aunque no coincidan con otras empresas encuestadoras”, afirmó Araya en una comedida declaración aparecida en su muro de Facebook. “No hay duda que hay descontento en nuestro pueblo” hacia el gobierno, dijo el candidato oficialista refiriéndose a la mala calificación que se da a la presidenta Laura Chinchilla en el mismo sondeo.
Según Unimer, el 61% de los entrevistados calificaron de mala o muy mala la administración de la mandataria, frente a un 27% que la consideran regular, y solo un 11% que la valoran como buena o muy buena.
“Johnny Araya se está desinflando (...) es clara la voluntad de cambio del electorado costarricense, la gente no quiere los mismos de siempre”, declaró a la prensa Villalta, quien dice sentirse “feliz” con las nuevas cifras.
Una serie de hechos recientes han introducido modificaciones a lo que hace dos o tres meses parecía un claro panorama electoral en Costa Rica, con un candidato oficialista prácticamente sin contrincante.
Entre octubre y setiembre pasado, el candidato del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC), el médico Rodolfo Hernández, que ocupaba un claro segundo lugar, renunció a la candidatura tras hacer fuertes denuncias de corrupción contra los más altos dirigentes de la agrupación política. Según analistas, la salida de Hernández benefició principalmente a Villalta, que habría capitalizado una buena parte del voto socialcristiano.
A lo anterior se suman debilidades en la campaña de Johnny Araya y el desgaste del partido de gobierno que, con el de Chinchilla, suma dos gobiernos consecutivos, con un cúmulo importante de problemas administrativos y frecuentes escándalos de corrupción.
Los costarricenses han sido convocados a las urnas el 2 de febrero para elegir presidente, dos vicepresidentes y renovar la totalidad del Congreso, integrado por 57 diputados. De no lograr ningún candidato el 40% más uno de los votos, habría una segunda ronda con los dos aspirantes más votados el primer domingo de abril.
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