El pasado uno de octubre, el presidente Mauricio Funes devolvió a la Asamblea Legislativa el decreto que establecía la prohibición del uso, comercialización y distribución de 53 pesticidas utilizados en la agricultura, y pidió clemencia para 11 de ellos. ¿La razón? Una, el posible riesgo para las cosechas inmediatas si se veta abruptamente todos estos plaguicidas, y dos, la necesidad de hacer una prohibición fundamentada en investigaciones científicas que demuestren el peligro que representan los 11 por los que abogó. Resulta que los estudios científicos, las investigaciones de agencias o comités especializados en diversas regiones del mundo, perfilan un conjunto muy heterogéneo que se mueve entre los que difícilmente podrían matar a alguien, y aquellos de los que bastarían un par de gotas para causar la muerte.
El presidente pidió a los diputados que fundamenten la prohibición, y para eso sugirió crear una comisión especial. Además, solicitó un plazo de dos años para la salida del mercado de esos 11 químicos, a diferencia de los otros 42, que desaparecerían en un término de 12 meses.
Sobre las 11 sustancias que Funes pide reconsiderar hay abundante información que describe su peligrosidad. Uno de ellos, el Paraquat, es incluso parte de la Docena Sucia, esa lista de agroquímicos considerados extremadamente peligrosos para el ser humano desde 1985, y con prohibiciones en muchos países del mundo.
Cinco de ellos –Terbufos, Forato, Metomil, Glifosato, Dimetoato– son considerados genotóxicos, es decir, que tienen la capacidad de ocasionar daños en el material genético. Las sustancias genotóxicas no son necesariamente cancerígenas, pero la mayor parte de los cancerígenos son genotóxicos.
Cuatro de los 11 –Metomil, Paraquat, Hedonal, Dimetoato– son considerados nefrotóxicos o tóxicos para los riñones, justo el tema que desencadenó que los diputados se pusieran a trabajar en unas medidas para combatir la insuficiencia renal crónica que se ha cobrado decenas de vidas en zonas de cultivos intensos como la costa y las montañas de Chalatenango.
Además, de los 11 plaguicidas para los que Funes pide más tiempo, tres son cancerígenos: Paraquat, Hedonal y Dimetoato.
Todos los de la lista presidencial tienen prohibiciones o algún tipo de restricciones en más de algún país, incluido El Salvador, donde por disposición del Ministerio de Agricultura y Ganadería en 2004 son de uso condicionado. Tres de ellos –Terbufos, Paraquat y Látigo– están prohibidos por la Unión Europea. El Dimetoato está prohibido en los Estados Unidos. Y el Terbufos, el Forato, el Metomil y el Paraquat son de uso restringido en los Estados Unidos.
Las observaciones del presidente a las reformas de la Ley Sobre el Control de Pesticidas, Fertilizantes y Productos Para Uso Agropecuario relacionaban la prohibición con un potencial riesgo a la seguridad alimentaria del país. Según Funes, las reformas a la ley involucraban cuatro derechos fundamentales: la salud, la alimentación, el bienestar económico y el derecho a la preservación del medio ambiente, por lo que era necesario encontrar un balance entre estos cuatro aspectos, para que no se afectara, por ejemplo, la producción de alimentos nacional del próximo año.
César Paz y Miño es un experto en genotoxicidad ocasionada por pesticidas, encargado del Laboratorio de Genética Molecular y Citogenética Humana de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, y concuerda con la visión de Funes respecto a la seguridad alimentaria. Paz y Niño señala que debe existir un equilibrio entre salud y seguridad alimentaria y que este debe ser un compromiso del gobierno. “El gobierno debe buscar respuestas a las necesidades propias de la región, buscando pesticidas de mejor calidad”, explica. “Eso requiere inversión en investigación”.
Sin embargo, en El Salvador el gobierno no está pagando investigaciones que busquen sustitutos para los agroquímicos que, por hoy, ayudan a que las cosechas sobrevivan.
Sobre su petición de fundamentar científicamente la prohibición, Funes basa sus argumentos en los artículos 2 y 5 del Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización del Comercio, en los que se habla de la necesidad de documentar la proscripción en principios científicos y evaluaciones de riesgo.
Las reformas a la ley fueron aprobadas por la Asamblea el pasado 19 de septiembre, 18 años después de habe recibido la primera solicitud de prohibiciones. En 1995, el partido FMLN, acompañando a algunas organizaciones de agricultores y campesinos, pidió la prohibición de algunos productos. A esa solicitud se le unieron una docena más, ante los problemas de salud que estaban presentando los campesinos. En la mayoría de las piezas, se solicitaba que la institución emitiera un decreto que reformara la normativa que regula los pesticidas a fin de prohibir aquellos que a nivel mundial cuentan con la fama de ser dañinos para la salud humana por ser causantes de cáncer, insuficiencia renal, malformaciones en fetos y abortos.
En 2012, la Comisión del Ambiente de la Asamblea recibió a dos alcaldes de la zona costera, los de Jiquilisco, en Usulután, y San Luis Talpa, en La Paz, quienes expusieron ante los legisladores las altas cifras de muertes y enfermos por insuficiencia renal que había en sus comunidades. A pesar de los intentos de aprobar una serie de reformas en la ley, los diputados no lograron ponerse de acuerdo durante 2012.
Fue hasta este año cuando los diputados del FMLN, de Gana y los cinco disidentes del partido Arena (Unidos por El Salvador) votaron a favor de la proscripción definitiva de las 53 sustancias. Además, prohibieron el uso y la comercialización de compuestos en los que se utilizaran estos productos.
En el decreto, los legisladores utilizaron datos de las investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Salud del Ministerio de Salud para señalar que existía una relación cercana entre el uso de pesticidas y la Enfermedad Renal Crónica No Tradicional. Un fenómeno que se replica en países como Guatemala, Honduras y Nicaragua.
A la fecha y desde enero de 2012, más de 60 personas, entre adultos, jóvenes y niños, han perdido la vida en San Luis Talpa. A mediados de noviembre, el alcalde y principal promotor de la prohibición de los agroquímicos, Salvador Menéndez, se pronunció ante las observaciones del presidente en una entrevista en La Prensa Gráfica, alegando que solo demoraban la resolución en la Asamblea mientras muchos de sus ciudadanos continuaban siendo expuestos a estos tóxicos y otros muriendo por la enfermedad renal crónica. Menéndez hizo, además, un llamado a sus colegas del partido Gana para que superaran la respuesta del mandatario, y dijo que en caso contrario renunciaría a la organización.
La semana pasada, el presidente solicitó una vez más a la Asamblea Legislativa que aprobaran las observaciones al decreto de forma que 11 de los 53 agroquímicos no fueran prohibidos, a menos que contaran con estudios científicos. Mientras, la Comisión de Medio Ambiente decidió realizar una nueva ronda de consultas con los sectores involucrados. En la Asamblea, partidos como Gana, que en un principio estuvieron a favor de la prohibición, ahora mencionan que podrían votar a favor de las observaciones del mandatario.
A continuación se presenta las fichas de los 11 pesticidas por los cuales Funes pide mayor estudio antes de proscribirlos. La información es un compendio de lo que dicen instituciones especializadas como el comité ad hoc de la Unión Europea, el Instituto Nacional de Salud del Ministerio de Salud de El Salvador, el Instituto Regional de Estudios de Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional Heredia de Costa Rica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), el Centro Para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), la Red de Acción en Plaguicidas de Chile, la Red de Acción contra los Pesticidas (PAN, por sus siglas en inglés), y el Proyecto de Aspectos Ocupacionales y Ambientales de la Exposición a Plaguicidas en el Istmo Centroamericano (PlagSalud) dirigido por la Organización Panamericana de la Salud, entre otros.
A continuación encontrará 11 fichas de elaboración propia, una por cada producto. Navegue por cada ficha haciendo clic en el menú que aparece en cada una para enconrar la información que se detalla. Al final encontrará la lista de los productos y podrá entrar a la ficha haciendo clic sobre el nombre o haciendo clic en 'Siguiente' al pie de cada página.
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