La asociación de vecinos afectados por el deslave de Las Colinas, en Santa Tecla, con motivo del terremoto del 13 de enero de 2001, desmintieron este miércoles lo dicho por el expresidente salvadoreño Francisco Flores quien el martes dijo ante una comisión de diputados de la Asamblea Legislativa que cuando recibió cheques de la cooperación de Taiwán para atender la emergencia de los terremotos los trasladó de manera directa a los afectados, en especial, a los habitantes de Las Colinas.
Francisco Flores dijo ante los diputados que no recordaba cuánto dinero había recibido para atender la emergencia en Las Colinas pero que recordaba especialmente haber hecho un acto público, frente al embajador de Taiwán en San Salvador, en el que entregó el dinero.
Alejandro Flores, presidente de la asociación de vecinos, señaló que el único dinero que recibieron fue parte de un donativo de 2.5 millones de dólares que efectuó Taiwán en febrero de 2001 mediante un convenio de cooperación que fue canalizado mediante la Cancillería salvadoreña. El dinero entró a la hacienda pública y tenía como objetivo comprar los lotes donde unas 250 familias tenían sus casas y que perdieron a raíz del deslave de la Cordillera del Bálsamo que provocó la muerte de unos 500 habitantes.
Esta versión contradice el mecanismo privado y discresional que describió el martes el expresidente ante los diputados, el cual, según dijo, se caracterizaba porque el presidente de Taiwán endosaba cheques a nombre particular de Flores y este, como no iba dirigido a ninguna oficina de gobierno, lo entregaba supuestamente a los destinatarios. “Era el gobierno de Taiwán el que decidía poner los cheques a mi nombre”, dijo Flores, quien se describió a sí mismo nada más como un intermediario.
Pero los 2.5 millones que la asociación de Las Colinas recuerda haber conocido corresponde al convenio que fue suscrito entre los gobiernos de Taiwán y El Salvador, y en el que, para administrar el dinero, se nombró al Instituto Libertad y Progreso (ILP), a Casa Presidencial y al viceministerio de Vivienda, según consta en una copia de la auditoría que efectuó la Corte de cuentas en mayo de 2010.
Estas tres instituciones debían usar los 2.5 millones de dólares para entregarlos a los habitantes que habían perdido sus casas a razón de 8 mil dólares a cada familia. Dentro del total, también se sacó otra partida para pagar el arrendamiento de inmuebles para quienes habían perdido sus viviendas.
La auditoría de la Corte de Cuentas encontró que de los 2.5 millones, a mayo de 2010, ya solo había 1 millón 10 mil dólares. Según Alejandro Flores, presidente, y Otto Rosales, también miembro de la organización, la disponibilidad de fondos el año pasado era de 900 mil dólares.
Flores dijo haber olvidado cuánta ayuda fue donada con motivo de los sismos del 13 de enero de 2001 y del 13 de febrero del mismo año. “Los montos, yo no recuerdo cuánto fue lo que se donó para los terremotos, pero tiene que haber sido por varios millones de dólares; creo, porque no lo recuerdo que el aporte fuera de 5 millones para Las Colinas”, dijo el exmandatario y principal asesor del partido Arena para las próximas elecciones, el martes ante los diputados. “Ahí había dinero para el desplome de las carreteras, rescate de personas que quedaron atrapadas en la cumbre, la logística y solo puedo estimarlo, porque yo estimo que esos fondos… me extrañaría que fueran menos de 15 millones, y sí tengo conciencia de dar, en actos púlicos, estar entregándole a la gente el dinero en presencia del embajador”, agregó.
El mismo martes, Aldo Parducci, quien se desempeñó como secretario privado de la presidencia de Flores, dijo ante los diputados de la comisión de Relaciones Exteriores que él personalmente había sido el encargado de gestionar dos donativos de Taiwán para la emergencia de Las Colinas por 2.5 millones de dólares cada uno.
Consultados al respecto, los vecinos de Las Colinas señalaron que eso, posiblemente, era falso, pues ellos solo se habían enterado del donativo de 2.5 millones de febrero de 2001. La asociación de vecinos señaló que para canjear sus escrituras por los 8 mil dólares que les correspondía a cada familia por cada lote perdido debían presentarse a una oficina instalada en el local de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP) donde el ILP había colocado una oficina temporal.
“Ahí también nos dieron 5 libras de frijol, 5 de azúcar y otros granos”, recordó Marta de Rosales, una antigua habitante de Las Colinas y que desde la tragedia se trasladó a la colonia Buena Vista con la esperanza de que algún día el Estado le entregue un dinero suficiente para recuperar su vivienda. Ella y otros vecinos como Alejandro Flores, el presidente de la asociación, decidieron no canjear la escrituras de sus casas-lotes por los 8 mil dólares.
Cada uno de los lotes que eran adquiridos por el Estado fueron puestos a nombre de la Fundación Tecleña Pro Medio Ambiente (Futecma). Esos 2.5 millones de ayuda fueron puestos en entredicho por la asociación de vecinos. “Fue una burla recibir esos 8 mil dólares por ese lote que nos costó conseguir toda una vida, lo que queremos es recuperar un lugar donde vivir”, dijo Alejandro Flores, de la asociación de vecinos.
