En la habitación al fondo de la casa, una anciana habla y un hombre joven escucha. Con tres elementos tan sencillos en apariencia, Jorge Galán vuelve a escribir una historia universal, tan antigua como la humanidad, moderna a su vez como el futuro. La memoria, el pozo inagotable que se alimenta por igual de la experiencia de quienes han vivido mucho y de la necesidad de saber de quienes están empezando a vivir, despliega aquí, una vez más, su formidable potencia, la irresistible capacidad de seducción que atrapa al mismo tiempo al nieto de la protagonista y al lector que avanza de su mano a través de una novela que cuenta la historia de una mujer, la historia de un país, la de todos nosotros.
Magdalena no es una muchacha corriente, pero ella misma lo ignora hasta que desea el mal a alguien por primera vez. Magdalena tiene un don escondido, perverso, impropio de una chica buena, solidaria y animosa como ella. Un don cruel, porque su simple voluntad basta para atraer la desgracia a sus enemigos pero, igual que un interruptor averiado, resulta impotente para proteger y beneficiar a las personas a las que ama. Esta misteriosa condición se convierte en la clave de un relato que reelabora la tradición del realismo mágico para transformarlo en una metáfora del destino de El Salvador, un país pequeño y amable, sujeto sin embargo a la tiranía de una implacable violencia que acabará llevándose por delante todo y la felicidad de la propia Magdalena.
La habitación al fondo de la casa es un extraordinario juego de equilibrios, un brillante tejido literario de luces y de sombras que estremecerá al lector tanto por lo que cuenta como por lo que oculta. La atmósfera transparente de los días felices de la infancia y la juventud de magdalena, la crónica de su amor por Vicente y por sus hijos, aparece enturbiada desde las primeras páginas por un velo oscuro, una ominosa amenaza que late como una maldición sobre la vida de su familia. La maestría con la que Jorge Galán dosifica la intensidad de este enemigo invisible, impalpable pero auténtico, realza los contornos de la vida cotidiana en un san salvador que parece demasiado tranquilo, el plácido estanque provinciano del que rosa bulnes —la más valiente de un grupo de muchachas, amigas desde la infancia —escapará hacia Europa y la aventura, una ciudad donde sin embargo ocurren sin cesar cosas extrañas, promesas del tenebroso futuro que alcanzará antes o después a sus habitantes.
Un niño bendito, santo en potencia, promete que caminará sobre las aguas. de ése mismo lugar llegará un día doña Prudencia, con su carga trágica de amores imposibles y las palmas de las manos lisas, desprovistas de las rayas que su primer amor se llevó con él a los dominios de la muerte. muchos años antes, el verdadero amor de magdalena, marido y compañero hasta el final, había llegado desde un lugar real, concreto, el canal de Panamá, como si tampoco él llegara de ningún sitio. su propio origen, el amor de un hombre centenario y una adolescente, le ha convertido desde el instante de su nacimiento, en un milagro.
En esta geografía improbable, amalgama de una ciudad existente y otra recreada en la memoria de su abuela, crece un niño solo y rodeado de fantasmas —las figuras de sus padres, de sus tíos desaparecidos prematuramente —a quienes sólo conocerá, como llega a conocer el mundo, gracias a las historias que Magdalena le cuenta en la habitación situada al fondo de la casa.
La escritura de Jorge Galán, sabia, limpia y tersa, revela toda la potencia de una gran historia en esta novela sorprendente, conmovedora, que instalará para siempre en la memoria del lector la frágil y poderosa voz de una mujer salvadoreña llamada Magdalena.
Bienvenidos a la magia de la emoción, al milagro de la literatura.
* Almudena Grandes (Madrid, 1960), escritora. Es autora de Las edades de Lulú, Malena es un nombre de tango o Atlas de geografía humana, entre otras obras. Con Inés y la alegría, ganadora del Premio de la Crítica de Madrid, inició la serie Episodios de una Guerra Interminable, que ha continuado con su última novela El lector de Julio Verne. Es colaboradora del periódico español EL PAÍS y la Cadena Ser.