El secretario de Comunicaciones del FMLN, Roberto Lorenzana, explicó en el programa de radio de El Faro de este jueves que es en el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, distanciándose del gobierno de Funes, en el que existe una verdadera posibilidad de negociación entre dos poderes reales: el poder económico y el poder político de la derecha representada en el partido Arena, y el poder real del FMLN. El vocero del partido que ganó por primera vez la presidencia con un dirigente histórico de la exguerrilla, también hizo una especie de autocrítica a cómo el gobierno ha administrado la tregua entre pandillas. Lorenzana dijo estar de acuerdo con un proceso que permita salvar vidas, pero no con uno que se haga de espaldas a la gente y que potencie el poder de grupos criminales.
¿Cómo es que en un gobierno verdaderamente del FMLN se puede gestar un acuerdo de país, si no se logró en el gobierno de Funes, que representaba un perfil más moderado de la izquierda?, le preguntó El Faro. El vocero del FMLN lo explicó con un ejemplo de la guerra: “Fue Duarte el que inició el proceso de diálogo, en un principio nosotros teníamos escepticismo porque Duarte no representaba un poder real, cuando llega Cristiani, que tenía una posición mucho más dura, nosotros dijimos: este es el poder real, con este se puede negociar. ¿Lo que dice es que ahora que la derecha va negociar con la izquierda real?, repreguntó El Faro. “Ahora van a negociar con el poder real del FMLN”, respondió Lorenzana, al explicar que, una vez calmadas las aguas en Arena, puede tenderse un puente para negociar con el poder económico real del país de cara a lograr acuerdos.
El vocero del partido en el gobierno comentó que el poder real está representado en el denominado G-20, un grupo de millonarios salvadoreños que incidieron en la campaña presidencial pasada como grupo de apoyo del partido Arena. “La ANEP (Asociación Nacional de la Empresa Privada) no es el poder real, aunque representan un parte del empresariado”, dijo.
Lorenzana también criticó a este primer gobierno efemelenista por cómo manejó el tema de la tregua entre las pandillas, que permitió una caída drástica del número de homicidios. Aunque aclaró que el partido no participó en ese plan, hizo dos objeciones al proceso: 'Autocríticamente creo, aunque no soy responsable de eso, la flexibilidad fue el factor que más oposición generó, el pueblo no quiere privilegios para delincuentes”, dijo. Luego agregó que posibilitar la comunicación entre líderes de pandillas pudo haber generado las condiciones para fortalecer la organización de los pandilleros y dijo que él estaba en contra de eso.