El expresidente de El Salvador Francisco Flores, contra quien la Fiscalía ha pedido a un juzgado que emita orden de captura bajo la imputación de delitos de corrupción, se encuentra en Panamá, en una propiedad de la expresidenta Mireya Moscoso, asegura en ese país el exministro panameño Mitchell Doens, del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD).
Doens dijo, según consignan medios panameños, que el gobierno de ese país dispuso acoger al exmandatario desde antes que la Fiscalía solicitara el miércoles al Juzgado 1o. de Paz de San Salvador que ordene la aprehensión. 'Flores se encuentra escondido en Punta Mala -localidad en la costa pacífica de Panamá -, en la residencia de la expresidenta Mireya Moscoso (1999-2004), a quien le pidió este favor Martinelli', aseguró Doens, según el periódico La Prensa, que cita este viernes declaraciones divulgadas por la agencia de noticias Efe.
El jueves, el presidente de la Asamblea Legislativa salvadoreña, Sigfrido Reyes, dijo a los periodistas que sabía que Flores se encuentra en Panamá.
Doens también dio algunas declaraciones a la salvadoreña Radio Sonora la mañana de este viernes. Vía telefónica aseguró que en Panamá ya se conocía que el exgobernante de El Salvador había sido visto varias veces en ese país, antes de que la Fiscalía acudiera al juzgado a solicitar la captura. Según Doens, que fue ministro de Trabajo durante la administración de Ernesto Pérez Valladares (1994-1999) su información proviene del aparato de seguridad del Estado, aunque no precisó las fuentes.
La Fiscalía acusa a Flores de haber cometido peculado y de haber incurrido en enriquecimiento ilícito, a partir de los millonarios donativos de Taiwán que el mismo expresidente dijo a la Asamblea Legislativa haber recibido personalmente cuando fue presidente (1999-2004) e incluso desde antes. El peculado consiste en la apropiación para beneficio propio o para beneficio de terceros, de fondos públicos cuya custodia o administración se encontraban bajo la responsabilidad de la persona imputada. El enriquecimiento ilícito es una determinación a partir del examen del patrimonio de una persona. A Flores también se le imputa el delito de desobediencia de particulares, ya que aunque por Constitución estaba obligado a comparecer ante una comisión legislativa que investibaba la posibilidad de corrupción por los donativos de Taiwán, el expresidente acudió a dos sesiones de interrogatorio, pero ya no se presentó a la del 30 de enero pasado.
Desde la sesión legislativa del 28 de enero, a Flores no se le volvió a ver en público. Ese día, el exmandatario fue incapaz de responder preguntas como a quiénes había entregado el dinero aportado por el gobierno de Taipéi para ayudar en la investigación de bandas de secuestradores o a víctimas de los terremotos de 2001. Cuando los diputados le pidieron que precisara nombres de funcionarios con quienes canalizó la ayuda, y el mecanismo que usó para que los recursos llegaran a los destinatarios, Flores dijo no recordar.
En una sesión previa, la del 7 de enero de 2014, el expresidente había asegurado que según recordaba, había recibido alrededor de 15 millones de dólares de manera directa del gobierno de Taiwán, y confesó que nunca hubo ni funcionario ni institución estabal que vigilara el uso adecuado del ese dinero. El problema se agravó cuando en las tres semanas siguientes, los legisladores escucharon a una serie de exfuncionarios de la administración Flores asegurar que nunca recibieron dinero para las ayudas mencionadas por el exmandatario, ni supieron de ellas.
Así, Flores enfrentó una tensa sesión el día 28, cuando desafió a varios legisladores, a quienes dijo que simplemente no podían obligarlo a responder como ellos querían. Esa vez, Flores ni siquiera se atrevió a corroborar su versión del día 7 de enero, que de inmediato habría sido contrastada por la serie de desmentidos que varios exfuncionarios habían hecho los días anteriores.
Esa sesión quedó inconclusa y debía continuar el día 30. Dado que Flores no se presentó, la Asamblea Legislativa pidió a la Policía Nacional Civil que se asegurara de que el expresidente acudiera el viernes 31 para continuar con el interrogatorio. La PNC acudió ese día a la residencia conocida de Flores, pero no lo encontró, y este nunca volvió a aparecer. Por esta razón, la Fiscalía también lo está acusando del delito de 'desobediencia de particulares', que acarrea un castigo de hasta tres años de cárcel. El de peculado, en cambio, puede acarrear la imposición de hasta 15 años de prisión.
Flores redondeó el monto recibido de Taiwán en unos 15 millones de dólares, pero la Fiscalía ha podido levantar su acusación por 5.3 millones.
El periódico La Estrella, además, informó en su página en internet, que cuestionado sobre el presunto ingreso de Flores a ese país, ni confirmó ni desmintió tener registrada la entrada a Panamá. 'El Servicio Nacional de Migración no ha confirmado, ni descartado la posibilidad de que el expresidente que es investigado en este momento por peculado y enriquecimiento ilícito, esté en Panamá', dijo La Estrella.
El juzgado 1o. de Paz de San Salvador realizó este viernes a las 11 de la mañana una primera audiencia en la que notificó a la parte acusada sobre las imputaciones que le hace la Fiscalía. En representación de Flores acudió el abogado Edgar Morales Joya. El juzgado fijó para el próximo martes, 6 de mayo de 2014, la audiencia inicial, en la que debería disponer si atiende la petición de captura contra Flores o si la desestima, y pasa el caso a un juzgado de instrucción para que este depure el caso.