Lima, PERÚ. La ministra de Cultura de Perú, Diana Álvarez Calderón, confirmó este lunes que el gobierno peruano denunció civilmente a la oenegé ambientalista Greenpeace y buscará que la organización pague una indemnización por los daños causados a las milenarias líneas de Nazca.
“Greenpeace será considerado como tercero civilmente responsable en los daños ocasionados en las líneas y por lo tanto, debe cubrir los gastos económicos del trabajo de expertos peruanos”, dijo la ministra a la emisora RPP Noticias.
La denuncia es por la intervención de Greenpeace del 8 de diciembre, que desató una sentida indignación en Perú. Los activistas colocaron en un área de 40 metros cuadrados donde está localizado el geoglifo del colibrí, 45 telas amarillas con el mensaje: Time for Change! The future is renewable, Greenpeace (¡Tiempo de cambio! El futuro es renovable).
Las líneas, ubicadas en las pampas de Nasca, en la sureña región de Ica, son geoglifos de más de 2,000 años con figuras geométricas y de animales, que sólo pueden ser apreciadas desde el cielo. Su real significado es un enigma: algunos investigadores las consideran un observatorio astronómico, otros un calendario.
Además de la acción civil contra Greenpeace por los supuestos daños causados por los activistas, la ministra Álvarez Calderón añadió que se tomaron acciones penales contra tres personas de la organización que estuvieron en esa zona. “Tenemos acciones legales en camino y acciones legales civiles contra esa propia organización”, precisó la ministra.
Álvarez Calderón, que no especificó el monto de la reparación que exige a la oenegé ni los nombres de los demandados, dijo además que un equipo de expertos viajará en los próximos días para determinar de qué manera puede resolverse el daño.
Periodistas involucrados
El Faro contactó este martes con Rodrigo Abd, el fotoperiodista de la agencia Associated Press (AP) contactado por Greenpeace para dar cobertura a la acción. “La audiencia en la que el juez debe decidir si nos arresta a mí y a otro camarógrafo de Reuters se reprogramó para el 27 de enero”, dijo Abd.
El prestigioso fotoperiodista argentino (ganador del World Press Photo y del Pulitzer) estuvo en mayo de 2013 en San Salvador, como invitado para el Foro Centroamericano de Periodismo que organiza El Faro. “Yo ahora estoy en Buenos Aires, trabajando, y hasta el día de hoy no tengo ninguna restricción, porque nunca me retuvieron el pasaporte”, dijo.
La semana pasada, tanto la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP) como el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) publicaron sendos comunicados en los que expresaron su malestar por incluir a Abd en el proceso contra Greenpeace.
“Una prolija investigación hubiera bastado para constatar que el señor Abd no pertenece a Greenpeace, y que su presencia en el acto de la organización ambientalista del pasado 8 de diciembre obedecía al legítimo derecho de informar en el marco de una misión periodística encargada por la agencia AP”, reza el comunicado de la APEP. “Abd no pertenece a Greenpeace y en el momento de los hechos investigados realizaba una misión periodística encargada por su agencia”, señala el comunicado del IPYS.
Consultado por El Faro, Abd se mostró confiado en que su situación se aclarará: “Greenpeace nos invitó a la acción que programaron en las líneas de Nazca en el marco de COP-20. Yo soy periodista y fui a cubrir esa acción para mi agencia, la AP. Yo creo que los funcionarios del Ministerio de Cultura nunca supieron que había dos periodistas que estaban haciendo su trabajo, y así fue que todo el proceso legal siguió su curso. Ademas, nosotros tampoco aclaramos de entrada esto, y creo que eso complicó las cosas”.
Responsabilizan a arqueólogo austríaco
El activista argentino de Greenpeace Mauro Nicolás Fernández, quien supuestamente lideró la acción en Nazca, responsabilizó al arqueólogo austríaco Wolfgang Sadick. “Mi cara está asociada a una actividad que me avergüenza y me veo interpelado a decir que Sadick estaba a cargo la incursión, yo ni siquiera sabía dónde estaba”, dijo Fernández la noche del domingo al programa Cuarto Poder de América Televisión.
El ingreso de once activistas de Greenpeace pretendía llamar la atención de los representantes de 195 países reunidos entonces en Lima en ocasión de la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP20) de las Naciones Unidas.
Fernández declaró desde Buenos Aires y es buscado por Interpol debido a una orden de prisión preventiva por seis meses dispuesta por la justicia peruana.
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