Cuando quedan solo 63 actas por procesar, la mesa número 6 del escrutinio final se convirtió este jueves 19 en un campo de batalla en el que, curiosamente, los dos partidos con mayor poder en la Asamblea Legislativa se disputan el último escaño por San Salvador aún cuando uno de ellos, el FMLN, no tiene posibilidades de ganar esa diputación. Por curioso que parezca, el FMLN terminó protagonizando una batalla que le compete a Cambio Democrático y a su candidato, Douglas Avilés, secretario general del partido y actual diputado en esta legislatura.
Luego de una intensa jornada que arrancó con la orden del presidente del TSE, Julio Olivo, de bloquear con ayuda de la Policía Nacional Civil el acceso al pabellón del escrutinio final, ubicado en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco), la noche cerró con un respaldo directo del partido de gobierno hacia el diputado que quiere Cambio Democrático. El coordinador general del partido, Medardo González, incluso llegó hasta las instalaciones del centro de escrutinio final para 'verificar' el proceso y respaldar las denuncias que por la mañana y por la tarde hicieran Cambio Democrático y los delegados del FMLN y Gana en la mesa. Antes de alejarse de la prensa y de reunirse en privado con Douglas Avilés y la diputada Norma Guevara, González dijo que esperaba que el diputado 43 se mantuviera del lado del que debe estar: 'del lado del FMLN'.
Arena, por su lado, también denunció que el bloque FMLN, Gana y PSP mueven fichas para bloquear la elección del general Mauricio Ernesto Vargas, la pieza que el partido de derechas podría colgar como diputado número 35 de la bancada para la legislatura 2015-2018. La derecha y la izquierda saben muy bien que esa diputación es clave para garantizar el control de la mayoría simple o para forzar a una negociación entre el FMLN y algún otro diputado del PCN, PDC o la misma Arena.
Hasta la jornada de este jueves, el panorama en la Asamblea Legislativa resultaba sumamente claro a excepción de ese ese diputado #84, el último diputado por San Salvador. El FMLN con sus 31 diputados y Gana con sus 11 diputados no alcanzan la mayoría simple (43 votos) necesaria para aprobar leyes. Por el otro lado, Arena con sus 34 diputados no alcanza ni sumando al PCN (6 diputados) y el PDC con (1) para promover leyes, pero tiene en su poder la llave de la mayoría calificada (56 votos necesarios para, por ejemplo, elegir al Fiscal General, a los magistrados a la Corte Suprema de Jusitica o aprobar reformas constitucionales).
Si el diputado 43 termina siendo Douglas Avilés, del CD, el FMLN podría respirar aliviado. El CD, de corte socialdemócrata, ha sido históricamente un aliado importante del FMLN en contiendas municipales a nivel nacional y también es un hecho que Avilés acompañó al FMLN durante la legislatura 2012-2015 para viabilizar la segunda mitad del mandato del presidente Mauricio Funes.
Por el otro lado, si el último diputado en disputa termina siendo Mauricio Vargas, Arena y sus aliados de derecha y centro derecha pueden forzar al FMLN a negociar. Esa presión podría darse en bloque, a menos que cualquiera de esos 42 diputados se de cuenta que su voto representa el voto de oro que el gobierno de Salvador Sánchez Cerén necesitaría para impulsar sus proyectos de ley.
En la jornada del jueves, quizá el penúltimo episodio en un atropellado proceso de escrutinio, los ánimos estuvieron caldeados hasta la noche. A las 9:00 de la noche eran 63 actas las faltaban por procesar en la mesa 6, según explicó Walter Rosales, representante legal de CD en dicha mesa. Habían comenzado la jornada, a las 8 de la mañana, con 93 actas pendientes de escrutar y el día anterior apenas habían podido procesar 11. “Vamos a un ritmo lento, una acta nos lleva entre 45 minutos y una hora”, explicó Rosales.
El retraso en esta mesa quizá sea solo un síntoma que resuma todas las irregularidades del Tribunal Supremo Electoral en estas elecciones. La diferencia en esta mesa es que como en ella se dirime ese último diputado que el FMLN y Arena quieren, todos los representantes están revisando con lupa cada una de las inconsistencias que pueda tener un acta, que puedan favorecer a Cambio Democrático o a Arena. En cambio, los representantes en la mesa que garantizarían la legalidad y la transparencia (fiscales electorales, procuradores de derechos humanos y funcionarios del TSE) han guardado un completo silencio.
El retraso en la mesa 6 obedece, también, a que los partidos políticos han tenido que interpretar los vacíos ocasionados por el mal llenado de las actas de las mesas receptoras de votos. Así, los representantes de los partidos políticos, los de las juntas electorales municipales (JEM), fiscales, y empleados del TSE etán revisando con lupa cada una de las actas de las mesas receptoras de votos que se instalaron el 1 de marzo. Tienen habilitada una computadora y mediante un software asignan la cantidad de votos válidos a cada partido o coalición, así como las preferencias para que los partidos políticos sepan a qué candidato específicamente le corresponde ocupar la curul en la Asamblea Legislativa.
Por la mañana, CD denunció que los partidos Arena, PCN, PDC, y DS votaron a favor de que se consignara en seis actas que el CD no tenía ganado ningún voto. Walter Rosales, de CD, explicó que su partido, Gana, FMLN y PSP votaron en contra. El resultado de la votación fue de 7 a 5, contra el CD. Rosales explicó que denunciaron las anomalías en esas seis actas ante la secretaría general del TSE, así como también ante la Fiscalía General de la República.
Según explicaron los representantes de CD y los diputados del FMLN, Lourdes Palacios y Damián Alegría, la anulación de votos al CD persigue disminuir las posibilidades del diputado Avilés de acceder al escaño. Matemáticamente, según la fórmula de cocientes y residuos -en las que un partido obtiene escaños como veces el cociente quepa en los votos obtenidos- cuando a un partido se le restan votos válidos, su residuo disminuye, mientras que el residuo de los partidos contrincantes aumenta.
El presidente de Arena, Jorge Velado, y otro dirigente del Coena, Juan José Guerrero, rechazaron que se esté intentando afectar la candidatura de Douglas Avilés. “Esos son inventos, lo que sucede es que el FMLN quiere ganar a fuerza un diputado cuando los datos dicen que no lo logran”, respondió Velado. Guerrero, quien también es apoderado legal del partido, manifestó que si algún partido considera que hay anomalías que el TSE debe ser informado para que este decida si procede o no abrir las urnas para el conteo voto por voto. “Estamos en aras de que se respete la voluntad de votante”, dijo Guerrero.
Arena asegura que el diputado 84 es de ellos. Había cuatro candidatos de Arena peleando por dicho escaño: Vargas, Enrique Valdés, Mariela Peña Pinto y Mario Valiente. Sin embargo, Vargas fue el primero que despuntó y hasta las 4:45 de la tarde del jueves conservaba una ventaja interna de 1 mil 676 marcas sobre el contendiente más cercano, Enrique Valdés, según los datos del escrutinio final a los que tuvo acceso El Faro. Vargas con eso se ubicaba en décimo lugar por San Salvador, después de candidatos como Norman Quijano, excandidato presidencial y Ana Vilma de Escobar, exvicepresidenta de la República.
Y respecto de su otro contendiente, a las 4 de la tarde del jueves, cuando aun faltaban 83 actas por escrutar, Vargas llevaba una delantera de 820 votos sobre el diputado Douglas Avilés. Vargas, un general exmiembro de La Tandona que ha sido señalado por la fiscalía de Estados Unidos como un abusador de derechos humanos durante la guerra civil salvadoreña, no ha querido proclamarse como el diputado 84 si no que ha dicho que prefiere esperar a que sea el propio TSE el que oficialice la cuenta. En CD creen que la cantidad de votos cruzados que se registró en ciertos centros de votación de Mejicanos ayude a Douglas Avilés, quien pese a su cercanía en este proceso con el FMLN, y el apoyo que recibió este jueves de parte del coordinador del FMLN, insiste en que no es un diputado de bloques. 'No soy parte de ningún bloque político, mi alianza es con mis votantes', dijo.
Lo que queda por escrutar son unos 16 mil 200 votos, tomando en cuenta que no todos los 500 votos de cada una de las actas aun en disputa se ejercieron, si no solo una parte. Según las mediciones de las elecciones del Parlamento Centroamericano, solo el 47.68% fue a votar el pasado 1 de marzo, con lo cual el ausentismo electoral fue del 52.32%.