La comisión organizadora del evento de beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero invitó a un millar de “Pobres, Campesinos” para que este 23 de mayo ingresen al templete que se montará en los alrededores de la plaza al Divino Salvador del Mundo en San Salvador y se ubiquen en puestos priviligiados durante la ceremonia.
Desde el sábado 9 de mayo, en la página beatificacionromero.org, la comisión ejecutiva encargada de la organización del evento subió un croquis con un mapa de acceso y la distribución de los asientos para los invitados al evento de beatificación. En la lista de invitados, la organización colocó diversas leyendas para ubicar a obispos, sacerdotes, presidentes, cuerpo diplomático, familiares… Y “Pobres, Campesinos”, con un total de 1,480 puestos disponibles para las personas que a juicio de la Iglesia católica llenan los requisitos considerados en esas dos categorías. Para el 14 de mayo, los organizadores del evento cambiaron esa leyenda y ahora llama a esos 1,480 invitados como 'Pastoral Social'.
'Pobres, Campesinos' no fue ningún error de dedo, diagramación o de programación. Fue un adjetivo creado a conciencia y definido por la comisión ejecutiva encargada de la organización del evento, y avalado por el propio arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas. ¿Quién es pobre? ¿Quién es campesino? Desde que la información corrió en redes sociales, no faltaron las críticas hacia la que se supone ha sido una utilización despectiva de esos dos epítetos, pero que para la Iglesia católica en realidad fueron 'puntualizaciones precisas' en la lista de los invitados que tendrán un espacio privilegiado para participar de la ceremonia.
Consultado sobre la etiqueta “Pobres, Campesinos” en la leyenda del mapa de ubicación, monseñor José Luis Escobar Alas dijo el domingo 10 de mayo que lamentaba que se haya entendido como una ofensa esa leyenda, y explicó que la Iglesia católica lo que buscó fue hacer un homenaje a los sectores con los que monseñor Romero trabajó más de cerca, dándoles ubicación preferencial en el acto. “No sé por qué tiene que ser peyorativo el término campesino. Yo soy de origen campesino y nunca me he avergonzado de ello”, dijo Escobar Alas a El Faro.
Monseñor Ricardo Urioste, miembro fundador de la Fundación Romero, y quien fuera vicario del arzobispo en el trienio 1977-1980, respaldó las palabras del arzobispo Escobar Alas en un intento por contrarrestar la controversia generada en redes sociales. “Lo que se quiso hacer es reunir a la gente predilecta de monseñor Romero. Si se les hubiera etiquetado como feligreses o comunidades eclesiales de base no se hubiera tipificado bien el tipo de gente que se quería tener ahí”, dijo Urioste a El Faro.
Para el jueves 14 de mayo, y pese a la justificación del Arzobispo para los términos utilizados, la Iglesia católica eliminó la leyenda 'Pobres, Campesinos' de su página web y en su lugar colocó otra: 'Pastoral Social'.
Monseñor Óscar Arnulfo Romero, en su apostolado, instaba a interiorizar que ‘ser pobre’ no se trataba de un designio divino, sino, más bien, una condición generada para las inmensas mayorías por las estructuras que encerraban el poder y la riqueza. “Hoy la Iglesia es pobre. Hoy la Iglesia sabe que los poderosos la rechazan, pero que la aman los que sienten en Dios su confianza… Esta es la Iglesia que yo quiero. Una Iglesia que no cuente con los privilegios y las valías de las cosas de la tierra. Una Iglesia cada vez más desligada de las cosas terrenas, humanas, para poderlas juzgar con mayor libertad desde su perspectiva del Evangelio, desde su pobreza”, dijo Romero en la homilía del 28 de agosto de 1977.
El pasado 22 de febrero, luego de confirmarse que el obispo mártir sería declarado beato por el Vaticano, monseñor José Luis Escobar Alas anunció la creación de tres comisiones que serían las encargadas de organizar todo lo relacionado con la ceremonia: una ejecutiva, una de espiritualidad y una mixta. A la Fundación Monseñor Romero le fue legada la de espiritualidad, entendida como la responsable de difundir los mensajes del beato para distribuirlo el día del evento. Los sacerdotes encargados de esta comisión son Ricardo Urioste y Gregorio Rosa Chávez, quien se encarga de rendir el informe ante la comisión ejecutiva. Cada comisión ha ido trabajando de manera aislada, y de sus acciones se han enterado hasta que han sido anunciadas en público.
Así, en la planificación del evento de beatificación, la leyenda “Pobres, Campesinos” se convierte en la tercera manzana de la discordia para una feligresía –y quizá para una sociedad- que a las puertas de la celebración de beatificación muestra sus profundas marcas de división para con la figura de Romero.
Probable el primer pulso entre una feligresía que esperaba un acto más acorde al Romero de la defensa por los pobres, de la lucha por el respeto a los derechos humanos de los más desposeídos, del Romero Voz de los sin voz, fue el lanzamiento del jingle oficial del evento, que a juicio de muchos desentona con la verdadera figura de Romero. O, como está programado para el evento, lecturas alusivas al Papa Juan Pablo II, a quien la historia lo coloca como un instigador desde el Vaticano contra Romero, así como uno de los principales obstáculos para frenar su proceso de beatificación. “Yo tampoco creo que tenían que consultar con todo El Salvador, pero sí con la gente que ha estado haciendo trabajo con la imagen de Romero”, dice Marisa Martínez, directora de la Fundación Romero y hermana del hombre acusado de ser el autor intelectual del asesinato del Arzobispo, el mayor Roberto d’Aubuisson. “El choque fue tal que hasta Urioste pidió a Rosa Chávez que comunicara a la comisión ejecutiva que (el jingle) nos parece ridículo”, dice Martínez, en alusión a un jingle que ha sido denostado por los feligreses romeristas y hasta ha sido objeto de críticas en las redes sociales por la figura ‘ligth’ que plantea sobre Romero y su martirio.
Otro gran punto de desencuentro para el evento fue planteado a finales de abril pasado, cuando Asociación de Medios de Comunicación Católicos (AMCC) se quejó por la exclusión de la cobertura de la beatificación, y denunció que la comisión ejecutiva del evento entregó la cobertura exclusiva a la Telecorporación Salvadoreña, Canales 2,4 y 6, el mayor emporio televisivo del país, dejando fuera a canales de televisión y radios católicas.
“Lamentamos que la ceremonia de Beatificación se vea como Marketing, desde la Comisión Ejecutiva han dado prioridad a las ganancias en lugar de dar al pueblo salvadoreño una ceremonia como lo merece nuestro pastor y mártir Monseñor Romero”, pronunció la AMCC en un comunicado.
El evento de beatificación de monseñor Romero está programado para el próximo sábado 23 de mayo a las 10 de la mañana. La Iglesia católica espera la participación de unas 260 mil personas en los alrededores de la plaza al Divino Salvador del Mundo.
Nota de la redacción: este nota fue modificada el jueves 14 de mayo, para dar cuenta que la Iglesia católica sustituyó la leyenda 'Pobres, Campesinos' por 'Pastoral Social'.