El viernes pasado, el periodista, sociólogo y analista político guatemalteco, Gustavo Berganza, un conocedor como pocos de los entresijos del poder en su país, trabajó hasta tarde en el canal de televisión en Guatemala. Había sido un día electrificante, de esos que han sido habituales en los últimos meses, en la turbulenta realidad guatemalteca. Durante la mañana, grandes bombas noticiosas se habían sucedido una tras otra: la CICIG y el Ministerio Público girando orden de captura contra la exvicepresidenta Ingrid Roxana Baldetti, luego pidiendo antejuicio contra el mismísimo presidente Otto Pérez Molina, luego acusando a ambos gobernantes de ser los líderes de la estructura de defraudación de aduanas... Cuando Berganza atendió la entrevista con El Faro, pasadas las 8 de la noche, ya estaba en su casa y durante el traslado desde el canal se había perdido de la última descarga noticiosa del día. La poderosa cámara de empresarios, aliada de las élites conservadoras y del propio Pérez Molina, le había exigido públicamente la renuncia. Y todo esto, a dos semanas de las elecciones presidenciales en las que ningún candidato lleva una abrumadora ventaja. Para el entrevistado, esas elecciones solo dejan dos caminos al presidente electo: que se considere un funcionario de transición o que se prepare para continuar enfrentando la avalancha de la población urbana en las calles.
Cuando El Faro informó a Berganza del anuncio del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), él no lo podía creer. Soltó una risa y en un tono incrédulo dijo: 'Qué chistoso todo esto, hay que pellizcarse para creerlo'. Dice que los empresarios a lo mejor se tardaron cuatro meses en entender que la corrupción era de verdad un problema para Guatemala. Dice también que Estados Unidos ya cayó en cuenta de que no le conviene dialogar con gobiernos cooptados por el crimen organizado.
Esta entrevista fue realizada antes de que este sábado dos ministros renunciaran al Gobierno de Pérez Molina. Sin embargo, arroja muchas luces sobre lo que puede venir en una Guatemala que sienta precedente en la región.
La CICIG y el Ministerio Público han dicho una y otra vez que su trabajo lo hacen sin regirse por ningún tiempo político. Pero a dos semanas de las elecciones presidenciales, ¿puede pensarse lo contrario?
Lo que me asegura la gente dentro de la CICIG es que Iván Velásquez, por haber sido un juez auxiliar de la Suprema Corte colombiana y por haber investigado casos tan complicados como el de las relaciones entre los paramilitares y políticos colombianos, y en particular el del expresidente (Álvaro) Uribe, siempre ha sido muy, muy, muy cuidadoso. Me dicen que ha habido casos en los que los investigadores de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) de la CICIG piensan que un caso ya está amarrado y él se los revisa y les dice que todavía falta, que no está sólido el caso.
¿Está clara la participación, como líderes de la estructura , del presidente y la vicepresidenta? La jefa del Ministerio Público Thelma Aldana dijo que los líderes de la estructura seguían siendo Juan Carlos Monzón y Salvador Estuardo González aunque, de manera ambigua, dijo que Pérez y Baldetti estaban arriba.
Estuve en la conferencia y lo que Iván Velásquez hizo notar es que todos llevaban una contabilidad muy cuidadosa de lo que ingresaba de lo que estaban cobrando, del valor real de lo que deberían haber cobrado por ingreso de aduanas, y luego había una repartición que iba a dos niveles, que era el 50% o 60% para el nivel primero, donde estaban el presidente y la vicepresidenta, y el resto para nivel 2. Por eso el delito que se le imputa a la vicepresidenta es, además de asociación ilícita, cohecho pasivo; o sea, recibir sobornos. No hay vuelta de hoja.
Las elecciones son en dos semanas y el traspaso de mando es en enero. Pérez Molina se opuso a un segundo mandato de la CICIG hasta que por fin le torcieron el brazo en abril. ¿ El presidente se equivocó al suponer que iba a poder terminar su mandato sin ser desaforado? Él sabía que lo estaban investigando desde mayo de 2014 .
La verdad no me lo explico porque siendo él un hombre formado y que manejó la inteligencia del Estado durante el Gobierno de (Jorge) Serrano (1991 - 1993), no haya visto venir ese tipo de cosas. Me parece una ingenuidad. Pero lo otro que puede explicarlo es que en un clima de impunidad, como en el que nos hemos desenvuelto en Guatemala, la gente se vuelve muy confiada. Ves las declaraciones del candidato vicepresidencial de Manuel Baldizón, el expresidente del Banco de Guatemala, negando que está implicado en el lavado de dólares cuando existe la grabación de él hablándole al cambista y diciéndole que sí le hará el favor. Entonces, lo que ves es el colmo del descaro: lo mismo la reacción de los diputados del partido Líder a la grabación que les hace el ministro de Desarrollo en donde le piden soborno. Eso es indignante.
El CACIF ha pedido la renuncia inmediata del presidente y exigiendo que todos los candidatos que se están inscribiendo para el 6 de septiembre tomen nota y entiendan que el pueblo no permitirá más corrupción. ¿Qué te parece?
Fijate que hay que pellizcarse para creerlo, hay que pellizcarse para creerlo viniendo de un sector que no tiene el menor empacho para hacer negocios con (Daniel) Ortega, en Nicaragua, y que durante el juicio contra Efraín Ríos Montt impulsó una campaña contra la Fiscal de turno para echarla.
¿Cómo se explica este giro tan pronunciado?
Cuando se descubrió el caso de La Línea, la corrupción no se consideraba dentro de los estudios de opinión pública como uno de los cinco problemas más graves del país. Siempre aparecía el tema de la violencia, la falta de servicios de salud, el desempleo, el costo de vida, pero a partir del 17 de abril comenzamos a ver el tema de la corrupción como un problema. En estudios culturales le llaman a eso un cambio en el 'zeitgeist', un cambio en el espíritu del tiempo, y de repente la corrupción comenzó a ser un problema. Y yo me imagino que al CACIF le ha tomado mayo, junio, julio, agosto, cuatro meses darse cuenta de que la corrupción es un problema, cuando ya la sociedad lo había descubierto.
Casualmente cuando al presidente le piden antejuicio y capturan a la vicepresidenta.
Correcto. Porque antes solo hablaban de la renuncia de la vicepresidenta pero porque tenían una relación conflictiva. Pero ellos mantenían al presidente, junto con la embajada estadounidense. Le exigían que únicamente combatiera la corrupción, pero nada más. Lo que decían era que el presidente no podía irse porque entonces habría una crisis institucional, se iba a caer el sistema, pero bueno, ya ves.
Además de las 13 muertes de pacientes del Seguro Social guatemalteco que ocurrieron por negligencia vinculada a corrupción, ¿qué más sirvió para este cambio en el pensamiento del guatemalteco común?
El disgusto a la corrupción se alimentó también de las actitudes tan descaradas de los propios políticos que están procesados y que tienen antejuicio, porque muchos son candidatos a diputados. Se pasan la indignación ciudadana por el arco del triunfo.
Decías que Estados Unidos era de los únicos actores, junto al CACIF, que mantenía al presidente. ¿Qué habrá pasado ahora? ¿Estados Unidos ya lo dejó solo?
Ha habido mucho cabildeo en Washington con senadores y representantes claves. Hace como mes y medio, por ejemplo, hubo un pronunciamiento del senador Patrick Leahy, quien sigue muy de cerca todo lo que ocurre en el triángulo norte, en particular, Guatemala. Y él hablaba de que el Departamento de Estado debía poner atención a las demandas ciudadanas de combatir la corrupción. Los intereses de los gringos son que los centroamericanos no nos vayamos a meter a su patio, que los narcotraficantes no pasen de México, y que las aduanas estén lo suficientemente vigiladas como para que no nos pasen precursores o nos metan químicos para construir bomba sucia en Estados Unidos, esa es la gran política estadounidense, pero no les había entrado por la cabeza el efecto que tiene tener gobiernos corruptos. ¿Qué pasa si el narcotráfico corrompe a los Gobiernos? Se jodió la cosa, ¿verdad? Como me dice José Luis Chea (embajador especial para la atracción de inversión y comisionado presidencial para el Proyecto Mesoamérica), podés ignorar los intereses de Estados Unidos, pero no podés ir contra ellos.
Todo el desencanto contra la clase política llevan a una puerta muy oscura: que las elecciones que ocurran en dos semanas sean totalmente ilegítimas.
En eso estamos totalmente de acuerdo todos. Quien gane las elecciones en Guatemala va a ser un gobierno ilegítimo. Lo que mucha gente propugna es que se demoren las elecciones para que den tiempo para reformar la ley electoral y que se convoque a nuevas elecciones. Supongamos que gane Manuel Baldizón, que es el más descarado, y si sigue con esas actitudes tan prepotentes y tan abusivas, olvidate, no va a durar un año. Y luego tenemos al otro candidato fuerte que es el comediante, que no tiene ni equipo no tiene bancada, no tiene diputados, ¿qué va a poder hacer ese señor?
¿Y por qué hay tanto apoyo hacia ellos, según las encuestas? ¿Hay un subregistro o de verdad tienen el apoyo de la gente?
En el caso de Baldizón, su fortaleza está en votantes que tienen educación primaria o menos, o que no tienen educación, que viven en los departamentos, en zonas rurales. Es un votante que vota por necesidad, por hambre, por una lámina para su casa, por una bolsa de fertilizantes, por una bolsa de alimentos. Baldizón depende de la plata que pueda tener para conseguir más votantes clientes. En el caso de Jimmy Morales, el comediante, es el reflejo antipolítico que generó la crisis, y la gente lo apoya porque no tiene experiencia de Gobierno, porque es nuevo, porque dice que no es corrupto, que no es ladrón. ¿Y sabés qué es lo peor? Que el fuerte de este hombre es en el área metropolitana, entre gente de educación secundaria y universitaria. Se supone que son los votantes más informados pero ahora se está tirando hacia el abismo por un tipo que no tiene experiencia, que no tiene equipo, que no tiene nada. Digamos que es alguien que no pertenece a la clase política que nos trajo a donde estamos, pero viene de un partido que fue creado por exmilitares, podría ser que lo usen como marioneta, y luego también está que ante la falta de equipo de Gobierno el CACIF 'muy generosamente' se ofreció a apoyarlo, a darle asesoría.
¿Ya es el candidato del CACIF?
Habría que ver, voy a hablar con él la próxima semana.
Otro riesgo del desencanto de los políticos y de la ilegitimidad de las elecciones es que ocurra lo de Honduras tras el golpe de Estado en 2009. La falta de liderazgo provocó un despunte en la violencia.
De momento los indicadores de incidencia criminal se han mantenido dentro del margen normal. Ha habido un aumento de asaltos contra la propiedad, pero por fortuna creo que no ha habido ese desmadre que hay por ejemplo en El Salvador o en Honduras.
¿Y qué hay del crimen organizado al que le sirve que el Estado sea débil?
En el Gobierno central hay muchísimas estructuras del crimen organizado enquistadas. Esta es una apenas entre varias, porque no son los únicos que manejan las cuestiones de las aduanas, pues. Las otras estructuras de crimen organizado que hay son las que se arman alrededor de las alcaldías. Desde 2005 se permite la reelección ilimitada de alcaldes y esto dio paso para que las alcaldías se conviertan en feudos de impunidad. Este Estado guatemalteco está corrompido, hay un trabajo muy grande que hacer en las alcaldías. Es como en la película esta El infierno (película dirigida por Luis Estrada en el que un deportado regresa a su pueblo natal en México y encuentra un panorama desolador que lo hace entrar al narcotráfico).
¿Cuál es el peor y más riesgoso escenario como resultado de las próximas elecciones?
Sería que llegue un gobernante electo contra la voluntad, por ejemplo, de los núcleos urbanos. Ese es un fracaso anunciado porque va a tener oposición. Si las manifestaciones ahorita se reavivaron por la captura de Baldetti y el antejuicio a Otto Pérez ya te imaginas si gana Baldizón con el apoyo únicamente de sus clientes rurales, pero por otra parte tenés el problema de que si gana el candidato urbano Jimmy Morales, con el apoyo del CACIF, va a haber un divorcio con el resto del país. La única forma en como estos gobiernos podrían legitimarse es concibiéndose a sí mismos como gobiernos de transición, y que en el momento en el que tomen posesión de la presidencia, comiencen una reforma profunda de leyes claves.
Enumeralas, por favor.
Reformas de leyes como la ley del servicio civil, que profundicen las reformas en la ley electoral para democratizar los partidos políticos, para impedir la releección ilimitada, reconfigurar los distritos electorales, darle más poder al Tribunal Supremo Electoral para fiscalizar y cancelar partidos, o una nueva ley de compras y contrataciones del Estado. Si eso lo hicieran en los primeros dos años podrían legitimarse. Pero lo otro que se necesita es una reforma constitucional, porque hay unos terribles problemas con la Constitución, porque esta le da la potestad al Congreso de elegir a los magistrados de salas de apelaciones y de Corte Suprema de Justicia, y lo que hace eso es volverse un mercado en donde los candidatos buscan la compra de apoyos.
¿Hay señales de que los candidatos se estén concibiendo a sí mismos como candidatos de transición?
El único que ha presentado una propuesta así es Elizardo Sosa, del partido Todos, un partido que Alfonso Portillo apoyaba. Él ha sido claro de que el próximo gobierno, ya sea él u otro, debe ser de transición, pero de ahí en adelante los demás piensan que al ganar las elecciones se van a agarrar al hueso por cuatro años.
¿Creés que los partidos políticos en esta coyuntura van a apartarse de Otto Pérez Molina o van a cambiar sus discursos dejando solo a Pérez Molina? ¿Es un 'suicidio político' seguir apoyando al presidente?
No lo creo, el campo está demasiado dibujado como para que se modifique. Lo que sí puede cambiar el panorama electoral son actores extrapartidarios: el primero sería la embajada de los Estados Unidos, por ejemplo, si hace uno de esos escándalos preciosos que hace de vez en cuando: que convocara a una conferencia de prensa y dijera 'hemos decidido cancelar la visa a fulanito de tal por esta razón'... eso sí que cambia el panorama político. La otra es la lógica de que la investigación de la CICIG continúe y de pronto aparezcan casos realmente gruesos dentro de la política, como el misterioso caso de los 35 millones de dólares que el Gobierno dio para instaurar un sistema de transporte urbano durante la administración de Álvaro Colom. Este es un caso en el que se implicaría al hermano del candidato de Líder, a Salvador Baldizón, y a otros más.
¿Ves posible que renuncie Pérez Molina?
No, va a aguantar hasta el final.
¿Pero qué capital le queda? Hasta sus ministros se le podrían sublevar.
Sí, pero digamos que mantenga los privilegios a los generales del Ejército, nadie lo puede sacar. Los únicos que lo pueden sacar son sus colegas militares. No le conviene renunciar, porque si renuncia pierde el derecho de antejuicio, de una vez se emite orden de captura y se va de una vez a la cárcel. Entonces, ¿para qué va a renunciar si todavía tiene el derecho de antejuicio? Y luego, después, tiene la esperanza de que después de la toma de posesión el 14 de enero irse a refugiar al Parlamento Centroamericano como hizo Ricardo Martinelli (presidente de Panamá entre 2009 y 2014).
Pero aplicando ese juicio, ¿por qué la vicepresidenta Baldetti sí renunció en mayo?
Acordate que a la vicepresidenta la forzaron a renunciar por el caso de una mujer detenida en Estados Unidos que estaba sirviendo de informante, Marllory Chacón, una narcotraficante que enjuiciaron en Florida. De ahí no se podía salvar. Esa fue presión de Estados Unidos.
¿Qué posibilidades ves de que la marea y la turbulencia desatada por la CICIG llegue a otro país centroamericano?
El mayor impacto de todo esto va a ser en Honduras. Las manifestaciones están muy fuertes contra Juan Orlando Hernández, entonces imaginate saber que el presidente guatemalteco está a punto de ser enjuiciado y que a la vicepresidenta la acaban de llevar presa. Depende mucho de lo que los gringos puedan hacer, porque con la salida de Mel Zelaya cometieron un gran error, entonces me imagino que algo tendrían que hacer para componer esa estupidez que hicieron.