Dos días después de que el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) lo acusaran de liderar la organización de defraudación aduanera conocida como La Línea, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, anunció la noche de este domingo 23 de agostoque no renunciará al cargo y que está dispuesto a enfrentar la justicia porque se considera inocente de las acusaciones en su contra.
El gobernante, que enfrenta un tormentoso trayecto final de su presidencia de cuatro años, apareció en cadena de televisión para rechazar las acusaciones de la CICIG y el Ministerio Público, que el mismo viernes envió a prisión a la exvicepresidenta Roxana Baldetti, a quien las investigaciones ponen en la cúpula de la banda de corrupción junto a Pérez Molina. Baldetti tuvo que renunciar en mayo pasado, semanas después de que el MP y la CICIG revelaran la existencia de La Línea.
Este fin de semana, Pérez Molina estaba virtualmente solo, pues incluso su gabinete comenzó a desmoronarse. Solo el sábado renunciaron dos ministros, un comisionado presidencial y tres viceministros. A lo largo de los últimos meses también tuvieron que dejar los cargos por la fuerza una serie de miembros del gabinete de máxima confianza del presidente, pues fueron sucesivamente acusados de actos de corrupción en varios casos también investigados y revelados por el binomio CICIG-MP.
'Daré la cara y demostraré frente a la institucionalidad que en ley corresponde mediante el debido proceso, que no he sido parte ni receptor de esos fondos mal habidos en perjuicio del pueblo de Guatemala', dijo Molina, en referencia al señalamiento de que él y la exvicepresidenta recibían al menos la mitad de los millones en sobornos que pagaban los empresarios para evitar el pago de impuestos a la importación.
Por ahora, Pérez Molina deberá esperar el curso de la solicitud del Ministerio Público al Congreso, al que pidió que retire el fuero al presidente para que pueda ser procesado en los tribunales comunes por delitos de corrupción.
El presidente calificó a la CICIG como una organización intervencionista y dijo que rechazaba la vinculación a La Línea y también haber recibido dinero de esa estructura delictiva.
Al mismo tiempo, el mandatario envío un mensaje aparentemente a la cúpula empresarial, CACIF, que le retiró su apoyo el viernes 21 de agosto. Este mensaje sonaba a amenaza. 'Pueblo de Guatemala, no hay una línea. Son dos. Hasta ahora ha aparecido la que recibe, pero no la que paga, sin duda enraizada en el sector empresarial y que espero que pronto aparezca en toda su magnitud dado que las mismas investigaciones señalan su carácter histórico', dijo.
Hasta este domingo, Pérez Molina había recibido desde el viernes la renuncia de cuatro de sus ministros (Economía, Educación, Salud y Agricultura y Ganadería), ambos vinculados en su pasado a la cúpula empresarial CACIF. Además, hicieron lo mismo dos comisionados presidenciales, el de competitividad y la de reforma policial, y siete viceministros de diferentes carteras.
Al parecer algunos de los renunciantes sí creen que el presidente tiene vínculos con la banda de defraudación a las aduanas, porque eso adujeron el sábado cuando dimitieron.
Cuando faltan solo dos semanas para la fecha de la elección presidencial -programada para el 6 de septiembre-, ningún actor de peso se ha pronunciado a favor del presidente, y hasta ahora solo se menciona en algunos análisis de prensa guatemalteca que Pérez Molina cuenta con el apoyo del ejército, del que es general retirado. El solo hecho de que se mencione al ejército como un aliado habla del nivel de tensión que se vive en la capital guatemalteca.
Algunos medios de ese país y analistas políticos aseguran en sus redes sociales que el actual presidente ya negoció con los diputados del partido Líder para que no den sus votos en el Congreso a la hora de que se presente la moción de retirarle el fuero para que pueda ser juzgado como líder de la estructura de defraudación aduanera. Sin los votos de Líder, no es posible alcanzar los 105 votos que son necesarios para retirarle el fuero en un Congreso formado por 158 diputados.
En las encuestas, es el candidato de Líder, Manuel Baldizón, quien desde hace meses encabeza la intención de voto.
El Faro entrevistó al analista Gustavo Berganza, quien sostiene que después de la acusación de CICIG-MP contra Pérez Molina, Guatemala debería ir a las elecciones del domingo 6 de septiembre a elegir a un gobierno de transición, porque el país no puede seguir el camino sin reformas sustanciales. Berganza dice estar seguro de que Pérez Molina no renunciará al cargo porque hacerlo supondría su inmediata captura y envío a prisión.
Afuera de la Casa Presidencial, al filo de las 10 de la noche, ya solo algunas decenas de manifestantes permanecían gritando consignas como “Otto, mañoso, el pueblo está furioso”, u 'Otto, genocida, te tenemos en la mira'.
La avalancha de ciudadanos que lleva más de 18 semanas saliendo a las calles del centro de la Ciudad de Guatemala no logró este fin de semana sacar al presidente de su silla. Todas las miradas se dirigen ahora hacia el Congreso.