El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus iglás en inglés) infiltró y mantuvo bajo vigilancia durante por lo menos una década a un grupo que pide el cierre de la Escuela de las Américas, la academia que entrenó a varias generaciones de militares latinoamericanos (salvadoreños incluidos) en tácticas de tortura, represión y persecución de opositores políticos desde la década de los setenta.
School of Americas Watch (SOAW, Observatorio de la Escuela de las Américas) divulgó un enorme conjunto de documentos, obtenidos mediante acción judicial, que muestran que el FBI movilizó personal de su Escuadrón de Inteligencia Doméstica sobre Terrorismo para vigilar las protestas y actividades del grupo, que se opone al funcionamiento de la Escuela en el estado de Georgia (sureste), denunció la organización este jueves 12 de noviembre.
SOAW pide que Estados Unidos cierre esa escuela, en la que presta entrenamiento a militares de los países latinoamericanos, y que hasta el año 1984 estuvo instalada en la zona del Canal de Panamá.
Aunque la escuela fue rebautizada Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, la escuela es tristemente famosa en América Latina porque en ella se enseñaron tácticas de tortura y represión que fueron aplicadas por regímenes militares en la región desde la década de 1970.
Los documentos divulgados este jueves por SOAW muestran que los agentes del FBI durante por lo menos una década consideraban que el grupo de activistas tenía 'intenciones pacifistas', pero mantuvo la vigilancia sobre 'participantes de protestas agresivas'.
Estos documentos fueron obtenidos ante la justicia por los abogados del Fondo de Asociación por los Derechos Civiles.
'Es necesaria una prohibición legal sobre el uso, por parte del FBI, de su autoridad sobre terrorismo contra protestas pacíficas y contra el derecho a expresión previsto en la Primera Enmienda de la Constitución', dijo la directora ejecutiva del Fondo, Mara Verheyden.
El grupo SOAW organiza periódicamente manifestaciones ante Fort Benning, en Georgia (sureste), para pedir el cierre de la escuela.
La lista de exalumnos de la Escuela incluye a figuras salvadoreñas de la talla del mayor Roberto d'Aubuisson, fundador del partido Arena y acusado del asesinato del arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar Arnulfo Romero, en marzo de 1980, así como de liderar escuadrones de la muerte en el El Salvador. En la lista de SOAW, d'Aubuisson recibió un curso en comunicaciones entre enero y marzo de 1972, cuando tenía el grado de capitán.
Otro militar que pasó por la Escuela de las Américas fue el teniente coronel Domingo Monterrosa, comandante del Batallón de Reacción Inmediata Atlacatl, y señalado por liderar la masacre de El Mozote y otros siete caseríos aledaños, ocurrida en diciembre de 1981 y que dejó alrededor de un millar de víctimas civiles, casi la mitad menores de edad. En mayo de 1966, cuando tenía el rango de subteniente, Monterrosa obtuvo un curso de paracaídista en la Escuela de las Américas.
SOAW también ha identificado entre los alumnos de la academia al coronel Francisco del Cid, señalado como uno de los responsables de la matanza de 16 pobladores en Las Hojas, El Salvador. Del Cid asistió en 1988 a la Escuela de las Américas y más tarde a la Whinsec.
Según su portal en internet, la SOA Watch nació en 1990 después de los acontecimientos del 16 de noviembre de 1989, en que seis sacerdotes jesuitas, una empleada y su hija adolescente fueron asesinados por el Batallón Atlacatl en El Salvador.
'De acuerdo a una investigación de una Comisión Especial del senado de los Estados Unidos se comprobó que los militares responsables de estos asesinatos fueron entrenados en la Escuela de las Américas', dice SOAW en su portal. Entre esos militares se encuentra Inocente Orlando Montano, exviceministro de Seguridad para cuando la masacre de los sacerdotes jesuitas y sus dos empleadas. Montano pasó por la Escuela de las Américas entre enero y mayo de 1970, cuando era teniente. En la actualidad, el militar en retiro espera el veredicto de una corte de Estados Unidos que definirá su deportación hacia El Salvador o su extradición hacia España, en donde se le acusa, junto a varios miembros del alto mando de la Fuerza Armada de la época, por el crimen.
'A partir del caso jesuitas y de la investigación en el Congreso de Estados Unidos, un pequeño grupo de ciudadanos estadounidense, encabezados por el sacerdote Roy Bourgeois, comenzaron la tarea de trabajar por la paz y por los derechos humanos de los pueblos latinoamericanos demandando el cierre definitivo de la Escuela de las Américas. Cada noviembre, desde entonces, se realizan protestas en la entrada del Fuerte Benning donde opera la Escuela', dice la organización.
Entre otros alumnos que pasaron por la Escuela de las Américas se encuentran los militares argentinos Jorge Rafael Videla y Leopoldo Galtieri, el chileno Augusto Pinochet, el boliviano Hugo Banzer, el peruano Vladimiro Montesinos, el dictador panameño Manuel Noriega y el cubano-venezolano Luis Posada Carriles, todos implicados en graves violaciones a los derechos humanos.