Luis Martínez, el exfiscal general de la República, llamó 'mentiroso' al alcalde de San Salvador, Nayib Bukele, en una conferencia en la que se defendió de las recientes acusaciones en su contra, pero en la que también mandó un mensaje a los partidos políticos y a los periodistas, a quienes los cortó, a los 10 minutos de conferencia, cuando las preguntas sobre su decaída carta de releección comenzaron a cobrar protagonismo, en un encuentro celebrado en un salón del hotel Hilton Princess de San Salvador.
El pasado 21 de diciembre, el alcalde Nayib Bukele dijo que el exfiscal lo amenazó vía telefónica para que presione a su partido, el FMLN, para obtener votos para su reelección. Martínez salió de la Fiscalía el pasado 3 de diciembre, con lo cual la Asamblea Legislativa ya lleva 20 días de retraso en el nombramiento de un sucesor para el periodo 2015-2018 (o en la reelección de Martínez).
'Muy buenos días a todos, amigos de la prensa. Por respeto a mi país y como fiscal general que he sido no voy a permitir que nadie quieran dañar mi honor, mi alto grado de servicio y sacrificio a la nación. No voy a permitir más difamaciones ni calumnias de nadie, y eso que quede bien claro, de nadie', dijo Martínez en su primera intervención.
Luego arremetió contra el alcalde Bukele: negó haberle hablado por teléfono para amenazarlo y 'mucho menos para pedirle ayuda con votos del partido FMLN'. Martínez aseguró que no necesita intermediarios ni mensajeros para acceder a los altos dirigentes del FMLN y de Arena. Y, enseguida, sugirió que las motivaciones del alcalde responden a una vendetta: 'quizá las declaraciones irresponsables y malintencionadas del señor alcalde de San Salvador se deban al temor a su angustia, desesperación por su grado o posible grado de participación o responsabilidad en el caso de la investigación del troll center El Búnker', dijo Martínez.
El exfiscal hizo alusión a uno de los últimos casos que procesó como fiscal, en el que la Policía allanó una agencia de comunicaciones, acusada de haber clonado el sitio web de La Prensa Gráfica. Una de las cosas que Bukele dijo en su conferencia del lunes 21 fue que el exfiscal le había asegurado que seguía manteniendo el control de la Fiscalía. Un vínculo que de ser cierto, recaería en la figura de Edgar Márquez Argueta, el fiscal general en funciones, quien fuera el asistente de Martínez durante su trienio, y con quien viajó fuera del país 22 veces, entre 2013 y 2014, según datos entregados por la propia FGR.
La conferencia de este miércoles, de hecho, ocurrió un día después de que Márquez desestimara la denuncia pública del alcalde, y asegurara que contra su exjefe no se abriría ninguna investigación, aunque luego aseguró que él se debía a la Constitución y que su exjefe ya no tenía ninguna influencia en la entidad.
Pese a que Martínez acusó a Bukele de mentir, difamar y calumniar, respondió cuatro veces a los periodistas que haría un análisis personal sobre la posibilidad de demandar al edil. Negó ser un chantajista o extorsionista, como lo ha sugerido también Jorge Velado, presidente del derechista partido Arena. 'Mire: si enfrente a los peores criminales de este país, ¿cómo va a creer que me voy a dedicar a hacer ese trabajo tan cobarde? Yo creo que demostré valentía, determinación y no es mi estilo y ustedes bien me han conocido que no es mi forma de ser', dijo Martínez.
En realidad, su estilo ha estado muy en línea con estas acusaciones. En 2014, utilizó conversaciones íntimas del sacerdote español Antonio Rodríguez -obtenidas a través de la Ley de Intervención a las Telecomunicaciones que él inauguró- para chantajearlo. Martínez hizo que las principales autoridades de la iglesia Católica en el país, y el embajador de España escucharan esos audios privados, como una forma de presionar al padre Toño, a través de sus círculos. Aunque la Constitución de la República dice que usar las comunicaciones personales de esta forma es causal de destitución, en El Salvador, Martínez salió ileso de ese episodio.
En la conferencia, el exfiscal también evaluó sus opciones de reengancharse a la silla que dejó el pasado 3 de diciembre. Diputados de Arena -como Johnny Wright, Ricardo Velásquez Parker o Karla Hernández- así como del FMLN -Norma Guevara, Damián Alegría- han asegurado que Luis Martínez no entra en sus planes para llenar la vacante de la FGR. Pese a que altos dirigentes del FMLN y Arena han sostenido que Martínez ya está fuera de una posible reelección, su candidatura se mantiene arropada en la incertidumbre. Y el exfiscal insiste en que ha tenido comunicación personal con los partidos políticos, a quienes les envió un mensaje que resulta enigmático: 'Yo soy perseverante, persistente y necio. Este proceso termina hasta que elijan al fiscal general', enfatizó.
La conferencia de este miércoles también sirvió para que El Faro intentara obtener explicaciones de Martínez para entender cómo hizo para pagar, en tres meses, sus primeros tres meses al frente de la FGR, una deuda que no había podido pagar en 10 años. El Faro solicitó una entrevista con Martínez durante más de dos meses.
El Faro publicó el pasado 30 de noviembre un perfil de Luis Martínez en el que reveló cómo el exfuncionario se sacudió, solo tres meses después de convertirse en fiscal general, una deuda de $175 mil, que arrastraba desde 2005, por la que el Banco Salvadoreño le hipotecó una casa en 2011. El reportaje además habla del comportamiento amenazante de Martínez con el propio Consejo de Seguridad, de cómo chantajeó a un sacerdote español para obtener una confesión judicial y del libro de autoayuda que le sirve como guía personal.
Antes de responderle, en vivo al periodista de El Faro -la conferencia fue transmitida por dos canales de televisión-, Martínez ya le había saludado de manera directa, mientras esperaba que el resto de periodistas se acomodaran en el salón en el que ocurrió el encuentro.
—¿Qué ondas, muchachito mentiroso? –dijo Martínez al periodista de El Faro.
—¿En qué hemos mentido? –preguntó el periodista.
—Después hablamos –dijo Martínez.
Este intercambio se repetiría unos minutos después, durante la conferencia. 'Bueno, ahí después vamos a hablar de tus mentiras. ¿Hay algo más?', respondió, luego de las preguntas de este periódico. En 2012, cuando entró a la FGR, Martínez declaró a la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia que no tenía deudas y que ganaba $52,600 anuales. Sin embargo, Martínez sí tenía una deuda con el Banco Salvadoreño (hoy Davivienda), y ni sumando los salarios de sus tres años consecutivos le alcanzaría para pagar su deuda.
Terminada la conferencia, y mientras se despedía de la prensa, El Faro volvió a preguntarle cómo hizo para pagar ese préstamo, pero uno de sus guardaespaldas se interpuso al cortar el avance del reportero. Antes de salir del salón, el exfiscal invitó a los asistentes a servirse gaseosas, y mientras algunos periodistas le tomaron la palabra, él bromeo: 'Lástima que ya no les puedo decir respeten al fiscal', dijo, en alusión a la famosa frase con la cual le respondió a un periodista que en 2013, durante una conferencia, le cuestionó por qué no investigaba al exministro David Gutiérrez, vinculado al caso de corrupción en la construcción de la carretera Diego de Holguín.