Washington, ESTADOS UNIDOS. “El TPS no garantiza un estatus migratorio, pero permite a esas personas permanecer legalmente en Estados Unidos hasta que la designación expire. (...) Los países del Triángulo Norte claramente completan los estándares de estatuto para el TPS”, afirmaron los 22 legisladores demócratas en su carta escrita al presidente Obama, a la que tuvo acceso la agencia AFP.
Los senadores pidieron a Obama el fin inmediato de las redadas migratorias, fundamentalmente centradas en centroamericanos, y que comenzaron a ser realizadas después de la Navidad.
De acuerdo con la carta, las redadas son “chocantes y equivocadas”, y por ello pidieron al presidente que ordene la “interrupción de esas acciones agresivas contra niños y sus familias, y se apoye en medidas más apropiadas”. Esto se torna necesario no solo porque las personas detenidas y deportadas, según testimonios coincidentes, no han tenido oportunidad de un debido proceso legal, sino que además son enviados de vuelta a un escenario de violencia y enormes riesgos personales.
“La crisis humanitaria en el Triángulo Norte es innegable”, apuntaron los legisladores, y mencionan estudios que muestran “1,185% de aumento en pedidos de asilo de El Salvador, Guatemala y Honduras pero no en Estados Unidos, sino en Belice, Costa Rica, México, Nicaragua y Panamá”.
Existe en el continente una crisis que pone a Estados Unidos ante la necesidad de “reafirmar nuestros valores fundamentales como la protección”, apuntaron los legisladores.
La carta lleva la firma de senadores demócratas como el candidato presidencial Bernie Sanders, y verdaderos pesos pesados del partido, como Patrick Leahy, Bob Menéndez, Elizabeth Warren y Barbara Mikulski, entre otros.
Presiones que no cesan
La semana pasada, nada menos que 146 legisladores demócratas de la Cámara de Representantes enviaron a Obama una carta con términos similares.
Con el país poniendo en marcha las campañas formales para las elecciones presidenciales de noviembre, los tres aspirantes demócratas también marcaron distancia de las redadas migratorias y pidieron a Obama que ordene la suspensión inmediata de esas operaciones.
El comité de campaña de la candidata Hillary Clinton manifestó su convicción de que “esas redadas deben parar. Causan miedo innecesario en las comunidades”.
Ya a fines de diciembre otros dos aspirantes presidenciales demócratas, Sanders y Martin O'Malley, habían criticado ásperamente las redadas contra inmigrantes. O'Malley incluso defendió enfáticamente que los inmigrantes centroamericanos puedan beneficiarse de un TPS, en vez de ser arrestados y deportados.
En la víspera de la Navidad, el Gobierno informó que entre octubre de 2014 y septiembre de 2015 la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, conocida como la Migra) “removió o retornó a 235,413 individuos”, lo que equivale a un promedio de más de 1,200 personas cada día.
El 4 de enero el secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson, anunció en una nota oficial que “desde el verano de 2014 hemos removido y repatriado inmigrantes de Centroamérica a un ritmo acelerado, en un promedio de 14 vuelos a la semana. La mayoría de las personas devueltas han sido adultos solos”.
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