En ocasiones, la Academia premia una película, pero no a su director. En otras, la película ganadora no cuenta con ninguna de las actuaciones nominadas. A veces, conceden a una película solo el premio al guion o al director de fotografía. Si dejamos a un lado los intereses políticos o económicos de la Academia, ¿qué criterios técnicos se deberían tomar en cuenta para decidir?
“Lo más importante es entender cómo se conjugan todos los elementos para contar una sola historia, para representar la visión de un director y la intención de un guion”, dijo André Guttfreund, cineasta ganador de un Oscar en 1976. Es decir, que actores, actrices, guionistas, productores, fotógrafos, sonidistas, camarógrafos, músicos, editores, y el resto de involucrados estén al servicio de una visión en común.
“A mí me gusta el cine porque me gusta que me cuenten historias”, dijo Roberto Salomón, director de teatro. Para él, hay mucha subjetividad detrás de los criterios. Por ejemplo, afirma que las películas nominadas no son lo que él llamaría “gran cine”, sino historias bien contadas, bien ejecutadas, bien interpretadas y bien escritas.
Ante esta escena, El Faro realizó un ejercicio periodístico con más de doce profesionales de distintas ramas para indagar en las formas de apreciar técnicamente una película nominada a los Premios de la Academia. También les pedimos que eligieran la que a su criterio debería ganar en cada categorías, y en esta entrega compartimos los resultados de las votaciones y un compilado de los criterios que los artistas usaron para elegir.
Los artistas y profesionales vinculados al cine respondieron un formulario sobre una o varias categorías de los Oscar. A continuación compartimos los resultados en las categorías a mejor director, mejor actuación (y sus cuatro variaciones), mejor guion (original y adaptado), mejor fotografía y, por supuesto, mejor película. Hemos llamado a estos resultados Voto SV.
Acompañamos el resultado del Voto SV con dos series de gráficos: una con las preferencias del público, que solo puede expresarse en las redes sociales, y es de ahí que nuestros amigos de Digital Insight pescaron los datos globales que reflejan la preferencia en las categorías que más relevancia tienen para el gran público, por eso falta el dato en las categorías más especializadas. Los otros gráficos reúnen la información del comportamiento de cada categoría en los diez principales premios anglosajones que preceden a los Oscar y que en alguna medida dan luces sobre lo que sucede en la noche cumbre de la industria cinematográfica mundial. Entre estas diez premiaciones hay algunas muy especializadas, como los WGA, es el de los escritores y solo votan por guiones, los DGA, de los directores que solo eligen director, y los PGA, de los productores, que solo eligen película. También hay otros que tienen categorías más diversas por géneros, y están los que, como los SAG, votan por diversas actuaciones y el máximo galardón es el del elenco, que equivaldría a mejor película. Aquí un primer gráfico interactivo con el récord de las películas en la ronda de estos 10 premios anglosajones.
Mejor director: Lenny Abrahamson / Director de Room
“Muy a menudo veo una película que me decepciona y pienso que es una lástima porque quizá habría sido una gran película en manos de otro director”, dijo Roberto Salomón, quien destaca que un gran director no solamente es el que toma decisiones técnicas, sino que trabaja muy de cerca con los actores y actrices. “Muchos artistas resaltan los usos de cámara, el sonido, la edición, pero yo soy terriblemente sensible a la actuación”, expresó.
Para Ricardo Roque Baldovinos, académico, catedrático universitario y crítico de cine, la dirección de Abrahamson es la mejor de entre todas las nominaciones por su trabajo dirigiendo actores. “Un director que puede hacer que un niño pequeño logre una interpretación magistral es porque es un gran director. Esta es una película que descansa en la fuerza de un reparto brillante, donde no hay estrellas”, explicó. Baldovinos también resaltó la armonía de los elementos en la puesta en escena y cinematografía con la historia de Room. “El director logra crear de manera minimalista una atmósfera totalmente real y fascinante”, dijo.
Sin embargo, la categoría de mejor director fue de las más reñidas de este ejercicio. Todos los directores nominados tuvieron al menos un voto y los salvadoreños resaltaron aspectos como la proeza de George Miller para dirigir una película tan cargada de acción como Mad Max: Fury Road, o el balance entre todos los elementos que consigue el ya premiado Alejandro González Iñárritu por The Revenant. También hubo opiniones que resaltaron el trabajo de Adam McKay en The Big Short. Pero, ¿cómo identificar la mejor dirección cuando las películas son tan diversas?
Tatiana de la Ossa, directora de teatro, explica: “Cuando una película es buena, es porque su director es bueno. Decir ‘mejor película’ implica decir ‘mejor director’. Cuando se premian actores no solamente se premia al actor sino indirectamente al director que supo poner en escena y encarrilar el trabajo del actor”.
De la Ossa define a un buen director por su selección de elenco, compositores y diseñadores. “Un director debe saber dirigir actores, entender la cámara como si fuera extensión de sí mismo y saber cómo esa cámara debe moverse entre personajes, entornos, luces y música para contar la historia”, dijo. El voto de esta directora de teatro fue disidente, para ella la mejor dirección está en The Big Short.
Mejor guion original: Spotlight / Guion de Tom McCarthy y Josh Singer
Para la categoría de mejor guion, la ganadora a mejor guion original es Spotlight, de Josh Singer. Convocamos a una serie de escritores salvadoreños para que comenten el tratamiento del guion y resaltamos la participación de la poeta Claudia Meyer, que también ha trabajado alrededor del cine en la Escuela de Comunicaciones Mónica Herrera y la Asociación Salvadoreña de Cine.
Meyer comentó: “En una historia con un panorama tan macro, logra el abordaje de las características y sentires individuales del equipo de periodistas, víctimas y victimarios. Posee equilibrio entre tensión y distensión y logra sumergirnos en los pormenores políticos, sociales, religiosos y culturales de la época”. También aplaudió la denuncia elegante y seria de un fenómeno que pudo prestarse al tratamiento amarillista: el escándalo de la iglesia católica en Boston, Massachusset, donde más de una treintena de sacerdotes resultaron vinculados a casos de acoso sexual a menores de edad.
“Acierta en la perspectiva: contar desde el ejercicio periodístico; también pudo haberse contando desde las víctimas, pero en este abordaje las víctima son sujetos de entrevista, no protagonistas. La importancia dada a la historia, como la verdadera protagonista de la película, nos muestra al equipo de periodistas a través del balance en sus interpretaciones”, destacó Meyer.
Mejor guion adaptado: Room / Guión de Emma Donoghue
La ganadora de esta categoría es Room, por Emma Donoghue, un guion que fue creado incluso antes de la publicación de la novela misma. La historia vuelve al niño de cinco años el verdadero protagonista de la abrupta transición entre el cautiverio y el mundo real. Meyer resalta el uso del recurso de voz en off del niño, que presenta “cómo él percibe la situación a lo largo de la película, desde una voz llena de pensamientos que nos lleva desde el encierro hasta su incursión en el mundo real libre”.
“Los diálogos entre madre e hijo logran comunicar ansiedad, temor, presión, angustia, dudas, desde la perspectiva infantil y la materna, de forma auténtica, natural y espontánea. La estructura nos lleva desde la reclusión hasta la autonomía, haciendo un delicada incisión entre una y otra; en el segundo momento de la película tenemos una historia consecuencia de la otra sin que la división sea descomunal”, resaltó Meyer.
Otros aspectos que fueron reconocidos por la crítica fue la exposición de la franqueza de los personajes, sus flaquezas y fortalezas sin ser melodramática y la capacidad de “contar sin contar”: no muestran los antecedentes, los orígenes de la situación, pero se dicen pistas y líneas para que el espectador colija qué aconteció.
Mejor fotografía: The Revenant / Fotografía de Emmanuel Lubezki
El voto unánime fue para Emmanuel Lubezki, el mexicano director de fotografía de The Revenant, que ha obtenido más de ocho nominaciones en la misma categoría y ganado los dos últimos años por Gravity (2013) y Birdman (2014). Lubeski es reconocido por su uso elocuente y esteticista de las cámaras, pero los artistas destacan que su trabajo está en función de la visión de un director, que en los últimos dos años ha sido el también mexicano Alejandro González Iñárritu.
“Lubeski quiso que nos fijemos en los movimientos de cámara, el uso de grúas y rieles, en cómo las cámaras se mueven de un lado al otro, acariciando el paisaje. La película se trata sobre el paisaje. Una de las cosas más impresionantes es que el espectador siente frío cuando la mira. El estilo es una parte crucial en eso”, destacó Guttfreund.
Para esta categoría, El Faro convocó también a fotógrafos, camarógrafos y directores de fotografía, con el fin de recopilar opiniones técnicas para apreciar una buena cinematografía. Entre los profesionales de la fotografía están Manuel Flores, René Figueroa, Francisco Campos y Priscilla Cader.
“Este año la Academia tiene mucho qué discutir a nivel de fotografía” dijo Francisco Campos, reconocido fotoperiodista. “Y es que todo el mito alrededor de la filmación con luz natural incrementó las expectativas de los cinéfilos y de los que, como yo, simplemente estamos obsesionados con las artes visuales. Para mi sorpresa, mis expectativas fueron superadas. La sensación es única, es esa de estar mirando con los propios ojos, de estar casi cerca de tocar lo que está detrás de la pantalla”, expresó.
Manuel Flores, fotógrafo, dijo: “Lubezki reafirma que para él ya quedan muy pocas cosas por hacer, aunque cada vez que su trabajo aparece es como que se reinventara a sí mismo. Esta película está hecha casi en su totalidad con luz natural y en condiciones de clima difíciles”. Flores también aplaudió la decisión de interactuar con el lente de la cámara, dejándola, por ejemplo, que se manche de sangre o nieve. Así también el rompimiento de “la famosa cuarta pared”, que es evidente en el plano final, cuando el personaje descubre la presencia de la cámara.
“Muy buen uso de los planos secuencia, sobresale la escena del río, en el momento que lo descubren, la escena de las brasas que suben al cielo entre los árboles”, dijo René Figueroa, fotógrafo reconocido por su trabajo con el teatro, también destacó el uso de ciertas técnicas como el timelapse, los planos generales, close-ups y la luz natural.
Priscilla Cader, fotógrafa profesional, dijo: “Aunque en este filme puede que el estilo supere a la sustancia, The Revenant es una joya cinematográfica. Lubezki nos comparte por dos horas y media su don de procesar escenas sobre miedo, poder e ira, orquestadas de manera inmaculada”. Cader resaltó la importancia de reflexionar si un cinematógrafo sobrepasa los niveles puramente técnicos de su labor. Agrega que la iluminación fue limitada a solamente la luz del sol, y que esa complicación técnica y emocional tan poco convencional merece todo el reconocimiento.
Sin embargo, hay otras películas donde el trabajo de cámara no es tan protagónico y eso también es intencional. Lo mismo sucede con la edición, que es el corte y ensamblaje de las tomas filmadas. “Lo lindo del uso de cámara de una película como Spotlight es que es tan contenida y tan sobre los seres humanos que los actores nunca sobreactúan y transmiten lo que tienen que transmitir. El espectador puede sentir, ver y vivir la investigación, avanzamos con los periodistas, tocamos puertas con ellos. Funciona como un thriller que no nos deja ir. Eso también es un logro de cinematografía porque la cámara no le roba la atención al actor”, explicó André Guttfreund.
Mejor actriz: Brie Larson / Por Room
La favorita de los artistas salvadoreños es Brie Larson, la americana de 23 años que ya obtuvo el premio a la mejor actriz en los Golden Globes, los Screen Actors Guild Awards (SAG) y los British Academy of Film and Television Arts (BAFTA) por su rol en la cinta Room, como una joven raptada durante siete años, madre de un niño de cinco nacido en cautiverio como resultado de una violación. La mayor parte de la película acontece en un pequeño cuarto.
De la Ossa resalta el juego entre la realidad y la irrealidad, entre la protección a su hijo y de sí misma. “Conforme avanza la historia la vemos transformarse poco a poco para pasar de un estado de locura e invalidez hacia uno de esperanza y fortaleza. Su naturalidad, su sutileza, el manejo de sus afectos sin caer en melodramas producen sin duda un personaje conmovedor”, explicó.
Para Noé Valladares, cineasta, la actriz supo dotar al personaje de una gama de sentimientos que fue articulando paulatinamente con su hijo para contar la historia sin demasiados efectos más allá de la pura actuación. “Larson es una actriz contenida y puede expresar con sus acciones y su fuerza emocional situaciones complejas”, dijo.
La actriz Alejandra Nolasco dice: “Tengo también mis preferencias interpretativas. Me inclino por Brie Larson por el desafío que implica el usar una sola habitación la mayor parte de la pelicula, con muchos planos cerrados y el entablar la relación más cercana con un solo personaje, que en este caso es un niño. Son demasiados puntos de atención para la actriz y logra no sólo manejarlos, sino expandir su fuerza interpretativa. Transmite no solo el encierro sino también el olvido de sí misma, el sentido de responsabilidad con su hijo (en una relación muy bien construida), el horror de estar dentro y también el horror de estar afuera”.
Nolasco explica que sus valoraciones están manchadas por la subjetividad: uno de sus papeles emblemáticos en su carrera como actriz fue también el de una joven raptada por su violador en El Rastro, del salvadoreño Enrique Valencia.
Mejor actriz de reparto: Alicia Vikander / Por The Danish Girl
Para Roberto Salomón, los actores no deben parecer que están actuando, deben estar metidos en el pellejo de su personaje, integrados en la ficción de modo que esta imite y hasta reemplace a la realidad. La favorita de los salvadoreños de forma unánime es Alicia Vikander, quien interpreta en The Danish Girl a Gerda Wegener, esposa de Einar Wegener, identificado como Lili Elbe, la primera mujer transexual en someterse a la cirugía de reasignación de sexo. “El trabajo de Alicia Vikander me dejó atónito”, dijo Salomón.
“Vikander consigue los matices complejos del personaje de Gerda, quien, tal y como la pelicula está construida, pudo haberse opacado fácilmente. Pero la actriz se sumerge en la complejidad de la esposa y en su conflicto, pasando por el amor, la impotencia, la ternura, la calidez y la rabia, haciendo que el espectador la vea florecer y marchitarse”, dijo Alejandra Nolasco. La actriz salvadoreña además resalta la versatilidad de Vikander después de haberla visto en Ex Machina, película nominada a mejor guion original y mejores efectos visuales.
Mejor actor principal: Leonardo DiCaprio / Por The Revenant
Leonardo DiCaprio ha sido aclamado por la crítica por su más reciente trabajo como un hombre abandonado a la intemperie del bosque congelado, luego de ser atacado por un oso. DiCaprio ha conseguido ya el premio a la mejor actuación en los Golden Globe, BAFTA, SAG y el Critics Choice Awards.
El cineasta Noé Valladares destacó en la actuación de DiCaprio el desarrollo de un personaje con pocas palabras. “DiCaprio es un actor que convence y además de comprometerse con la historia deja claro que es maleable y puede desempeñar una diversidad de personajes”, dijo. “La gran apuesta del personaje es su propio ambiente y la situación desesperante en la que está inmerso”, explicó Valladares.
DiCaprio tiene de acuerdo a casi todo el mundo en que esta vez sí se llevará el Oscar, aunque se impone la broma de lo humillante que sería que no fuera así por la cantidad de nominaciones fracasadas que acumula. Pero bromas aparte, el papel y su actuación reúne muchas de las cualidades que la Academia suele ponderar: un muy notorio sacrificio físico que, entre otras cosas, deja completamente de lado el atractivo del actor, y le permite mostrar el dolor físico y emocional con su cuerpo, pues apenas tiene líneas de diálogo, pero a cambio hay constantes primeros planos sobre su cara y escenas límites llevadas a cabo con extremo realismo (se comió un hígado crudo). También supo dejar un encomiable registro de dignidad y fuerza motivada por el odio y la necesidad visceral de venganza, y quizá, solo quizá, justicia.
Mejor actor de reparto: Tom Hardy / Por The Revenant
“Tom Hardy se transforma en un monstruo”, dice De la Ossa. “Un hombre lince, un artero cazador capaz de traicionar a quien sea que obstaculice su avance y su posición. Su intensidad en la mirada, su fortaleza sicológica, su habilidad para manejar los momentos de mentiras y engaños, la sutileza de los momentos decisivos hacen de este antagonista una delicia actoral”, explicó.
Hay, según de la Ossa, una serie de elementos que vuelven a Tom Hardy aún más complejo: “Es un hombre herido, vengativo, egoísta… que se autodestruye por una inconsciencia de su situación. Es un personaje penoso y doloroso, que más que odiarlo, llegamos a sentir asco y quedarnos estupefactos ante su capacidad para mentir y aniquilar”.
Sin embargo, en la votación, otros artistas salvadoreños resaltaron actuaciones como la de Mark Ruffalo, en Spotlight, por lograr un personaje honesto y profundo como periodista. Para Noé Valladares, la mejor actuación de reparto debería ser de Mark Rylance, en Brigde of Spies. “La actuación de Mark Rylance es contenida y asentada. Es un personaje construido sobre la seguridad, logra transmitir el sentimiento del compromiso político. Una interpretación pausada, es inteligente, no se inmuta”, dijo Valladares.
Mejor película: Spotlight
La favorita del Voto SV para el premio más importante de la Academia es para Spotlight, el drama dirigido por Tom McCarthy y escrito por el mismo McCarthy con Josh Singer. La película presenta la visión del equipo de periodistas llamado Spotlight, el más antiguo haciendo periodismo de investigación en los Estados Unidos, del periódico The Boston Globe, de Boston, Massachusset.
Los periodistas investigan los casos sistemáticos de abuso sexual a menores en el área de Boston perpetrados por más de treinta sacerdotes de la iglesia católica. Está basado en la serie de historias publicadas por el equipo real de Spotlight, que consiguió en el 2003 el premio Pulitzer por servicios públicos. La película incluye las interpretaciones de Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, John Slattery, entre otros.
“Es una pelicula con una propuesta diferente, muy cercana al documental, la pelicula está estructurada de tal forma que los espectadores se convierten en investigadores del caso, huyendo en todo momento del relato fácil amarillista”, dijo Noé Valladares, quien también destacó que es una película para espectadores inteligentes. Roberto Salomón expresó que es una excelente película pero “llegó veinte años tarde”.
“McCarthy hizo un excelente trabajo, mas no un trabajo vislumbrante. Spotlight es una película silenciosa, en términos visuales. Más parecida al documental. Muy eficaz, porque no hay ningún momento donde yo no creo ni siento lo que estoy viendo”, destacó André Guttfreund.
Más de la mitad de películas que compitieron por el máximo galardón del cine en este 2016 están basadas en historias reales o retoman momentos de la historia reciente del mundo. Muchos críticos y académicos de cine afirman que el cine es una herramienta de expresión de las sociedades, para el caso de la estadounidense, que a veces también en el cine ejerce de policía del mundo. Las palabras de Guttfreund nos hacen volver la mirada a El Salvador: “mientras más conflicto tiene una sociedad, más necesita hacer cine”. El Salvador se encuentra en permanente batalla para crear una industria de cine y construir un público que lo aprecie. Los Oscar ofrecen la oportunidad año con año de entrenar y enriquecer el criterio y el gusto.
Este ejercicio no habría sido posible sin la colaboración de los artistas y profesionales que compartieron voluntariamente sus opiniones con El Faro: Noé Valladares, Roberto Salomón, Ricardo Roque Baldovinos, Ferrán Caum, Tatiana de la Ossa, Claudia Meyer, Manuel Flores, René Figueroa, Francisco Campos, Priscilla Cader, Marcela Zamora y Alejandra Nolasco.
