El “Movimiento de Trabajadores de la Policía” tenía planeada para este jueves 10 de marzo una marcha desde el Parque Infantil del centro de San Salvador hasta la Asamblea Legislativa. Esta manifestación fue cancelada ante sospechas de infiltración de agentes del Organismo de Inteligencia del Estado, pero en cambio pretenden iniciar un recorte de labores, en espera de que el gobierno les ofrezca algo mucho mejor que solo un bono de 50 dólares mensuales.
El Faro habló con uno de los líderes del movimiento, 'Eduardo', en el programa de radio de este periódico el martes 8 de marzo. Cuando El Faro Radio le preguntó por qué el MTP estaba anunciando la suspensión de la marcha, dijo que se habían enterado de que el gobierno pretendía sabotear su lucha infiltrando en su marcha a algunas personas que causarían violencia. 'El gobierno de pretende infiltrar personal del OIE (Organismo de Inteligencia del Estado) y ocasionar bajas entre los asistentes con disparos selectivos, al estilo de las tácticas de los años 80 para provocar un caos, así poder aislar y capturar a los líderes”.
Según los cálculos optimistas de “Eduardo”, un policía de 22 años de servicio con un salario de 550 dólares que pidió el anonimato, serían cerca de 10 mil agentes que desde el jueves se unirían a la reducción de labores. Cuando se le preguntó si esa reducción de labores implicaba suspender la atención de emergencias, lo negó. “El pueblo salvadoreño no puede pagar las consecuencias del Estado. Nosotros atenderíamos emergencias”, comentó vía telefónica.
Marvin Reyes, otro líder del movimiento, explicó que la población sí verá a policías en las calles. “Los compañeros que están trabajando van a estacionar las patrullas en los sectores donde ellos anden. Nosotros pretendemos que las autoridades de la Policía no tengan los resultados a costillas de nosotros. Las estadísticas que presentan ellos son el resultado del trabajo de campo.”
De concretarse esta medida, a partir de este jueves, los agentes que decidan unirse a la actividad no llevarían a cabo diligencias judiciales ni registros de detenciones o de esquelas impuestas. “El policía va andar ahí pero no va a andar ejecutando acciones policiales porque la acción no va dirigida a afectar a la población sino a hacer una presión interna”, explicó Reyes.
Semanas atrás, Reyes había dicho que si el gobierno llegaba a ofrecerles un bono de, por ejemplo, 50 dólares al mes, los policías del nivel básico -que incluye desde agentes hasta sargentos- lo tomarían como un insulto. Eduardo corroboró este martes el rechazo a esa oferta. Dijo que les parece una limosna, 'una bofetada' a los agentes que están exponiendo sus vidas en la guerra que el gobierno ha declarado a las pandillas.
Esta medida sería el segundo enfrentamiento público de policías contra el Estado en lo que va del año. El primero sucedió el 27 de enero, cuando alrededor de 500 agentes del nivel básico marcharon hasta las puertas de casa presidencial y exigieron que se respeten sus derechos, que cese el acoso laboral, un incremento salarial de 200 dólares mensuales y el pago de un bono de 500 dólares dos veces al año. Como respuesta, el vicepresidente de la república, Óscar Ortiz, dijo en ese momento: “Si hay una persona que le parece que no es correcto el régimen que tienen, simple y sencillamente puede optar a otras condiciones laborales. En la policía hay una norma y la policía no es deliberante y esas son las reglas”.
En una conferencia de prensa el lunes 7 de marzo, el director de la PNC, Howard Cotto, sostuvo que movimientos de este dentro de la institución policial no son permitidos. “La seguridad pública es una actividad neurálgica del funcionamiento del Estado. Y en ese sentido existen limitaciones establecidas por la ley en cuanto a este tipo de forma de manifestaciones”, expresó.
Los organizadores del movimiento sostienen que la reducción de labores será llevada a cabo durante un plazo indefinido. “Eso ya no depende de nosotros. Depende de cómo nos respondan a las peticiones que vamos a llevar a la Asamblea Legislativa”, dijo el agente que se hace llamar Eduardo.
El salario de un policía de nivel básico es de 424 dólares y tras descuentos, termina percibiendo 380 dólares. Al cabo de unos 20 años de trabajo puede llegar a ganar más de 600 dólares.
En 2015 murieron asesinados más de 60 policías y en 2016 se registran ya 10 homicidios de agentes como respuesta de las pandillas hacia la estrategia de seguridad del gobierno. La tasa de homicidios en El Salvador en 2015 fue de uno por cada mil habitantes. Entre la población policial fue de aproximadamente uno por cada 335 agentes policiales.
La amenaza de reducción de labores llega cuando ya es conocido por las autoridades que algunos policías viven dentro de sus bases policiales por el acoso de las pandillas y otros, huyen de sus casas al ser perseguidos por pandilleros.