El Salvador / Crimen organizado

Condado de Florida pide confiscar aviones de Enrique Rais tras detectar rastros de narcóticos

La revista Factum reveló este martes 26 de abril que una corte estadounidense procesa un pedido de incautación de aeronaves propiedad del salvadoreño Enrique Rais. Dos de los aviones fueron usados por el exfiscal salvadoreño Luis Martínez en algunos de los viajes al exterior que realizó durante su administración (2012-2015). Según el reportaje, el caso inició con una alerta de la Agencia Federal de Aviación estadounidense sobre actividad sospechosa en relación con un avión. El Faro republica el reportaje con autorización de Factum.


Martes, 26 de abril de 2016
Héctor Silva Ávalos y César Castro Fagoaga

La Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos, la DEA, y detectives de un condado de Florida intervinieron tres aviones y un helicóptero propiedad de compañías relacionadas al empresario salvadoreño Enrique Rais, entre el 10 y el 15 de marzo de 2016. Dos perros antinarcóticos detectaron rastros de drogas en dos de los aviones, matrículas N440KM y N54HT.

La intervención en los aviones, estacionados en un pequeño aeropuerto al norte de Miami, se dio tras una investigación conjunta de la oficina del alguacil del condado Martin en Florida, la DEA y el Buró Federal de Investigaciones, el FBI, que asegura que Rais creó “compañías fachada” en Estados Unidos, a través de testaferros, para ocultar que él es el propietario de los aviones. La solicitud de incautación de los aviones, firmada por el alguacil del condado de Martin, William D. Snyder, e introducida en una corte local el jueves 21 de abril, va sustentada en que Rais, según el documento, es objetivo prioritario de la DEA.

“José (Enrique) Rais ha sido designado como objetivo prioritario desde el principio de esta investigación y es sujeto de una investigación internacional por sus vínculos con grupos de crimen organizado, compañías fantasma, carteles y políticos corruptos”, reza un extracto de la petición legal firmada por el aguacil Snyder y el agente de la DEA, Kyle Keenan.

El perro antinarcóticos Óscar, de la oficina del alguacil del condado Martin (MCSO), unos 160 kilómetros al norte de Miami, detectó rastros de drogas el interior del avión bimotor Lear Jet matrícula N54HT, estacionado en el hangar 7 del aeródromo Witham Field en el centro de la Florida. Ocurrió el pasado 10 de marzo, casi un mes después de haber hecho su último vuelo desde el aeropuerto de Ilopango, en El Salvador, previa escala en el aeropuerto ejecutivo de Miami. El avión es propiedad de Rais Group International, una corporación que ha sido usada por Rais como “compañía fachada”, según la investigación de la DEA descrita en el documento legal.

A Óscar lo acompañaba su compañero de trabajo, el agente policial James Maltese. Ambos habían llegado al hangar luego de que otros agentes retuvieran a dos pilotos y un técnico, identificados como empleados de Enrique Rais por las autoridades del condado de Martin. Los nombres de los pilotos son José Mendoza y Mauricio Serrano, y el del mecánico es José DeSantiago.

El perro Óscar, su compañero Maltese y otros tres oficiales, entre ellos el agente especial Kyle Keenan de la DEA, llevaban vigilando el hangar 7 durante un par de días. La Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) les había avisado que en ese lugar había movimientos sospechosos de aviones que podían estar involucrados en actividades ilícitas.

Entre el 10 y el 15 de marzo, los agentes intervinieron las aeronaves del hangar 7 y, motivados por sospechas de que “narcotraficantes de Centro y Suramérica… han estado moviendo sus operaciones al norte de los condados Broward y Miami-Dade en respuesta a decomisos recientes en esa zona”, como se lee en la solicitud de incautación, condujeron una investigación que el pasado jueves 21 de abril llevó al alguacil del condado Martin, donde está el aeropuerto Whitam Field, a pedir a una jueza que “asegure el decomiso” de los aviones por ser “objetos de contrabando” de acuerdo a leyes estatales de Florida.

Avión Lear Jet matrícula N54HT, uno de los que el condado Martin, de Florida, pretende confiscar. Foto cortesía de Factum. Tomada del Registro de Aviación del estado de Florida.
Avión Lear Jet matrícula N54HT, uno de los que el condado Martin, de Florida, pretende confiscar. Foto cortesía de Factum. Tomada del Registro de Aviación del estado de Florida.

En total, el alguacil Snyder pidió oficializar el decomiso de los aviones matrículas N440KM, N585PA y N54HT, y del helicóptero N4488N, todos propiedad de compañías que la DEA, que ha colaborado de cerca con los detectives de MCSO, ha relacionado con el empresario salvadoreño Enrique Rais. La agencia antinarcóticos, además, sostiene que pilotos o testaferros de Rais en esas compañías han estado relacionados con investigaciones anteriores de narcotráfico, según se lee en la petición.

El 10 de marzo, uno los detectives de MCSO pidió permiso al piloto José Mendoza, interrogado en el hangar 7 en el marco de la investigación, para registrar el avión matrícula N54HT, una de las tres aeronaves estacionadas en el lugar. Mendoza accedió. El perro Óscar, un “springer spaniel”, entró a esa aeronave y, cinco días después, el 15 de marzo de 2016, al matrícula N440KM, este propiedad de la empresa JODA LLC, otra “compañía fachada” de Rais, según la DEA. En ambas aeronaves el perro dio positivo con rastros de narcóticos, según la petición del alguacil Snyder.

“Óscar abordó el N54HT para olfatear narcóticos… y al N440KM con el mismo propósito. Óscar dio indicaciones positivas en las áreas traseras de carga tanto del N54HT como del N440KM. Específicamente, Óscar alertó sobre un closet ubicado en el suelo del N440KM y sobre un asiento ubicado justo encima de ese closet”, dice la petición de decomiso presentada por MCSO a una jueza del condado Martin el jueves 21 de abril, que Revista Factum consultó en el registro público de documentos judiciales de Florida.

El N54HT había llegado a los Estados Unidos el 4 de febrero de 2016, según el registro de vuelos comerciales y privados que hace la empresa Flight Aware. Salió del aeropuerto de Ilopango a las 7:26 am y aterrizó en el aeropuerto ejecutivo de Miami a las 10:52 am. Desde ahí salió al aeropuerto Witham Field a las 11:27 am, donde aterrió a las 11:53 am.

La presentación de la solicitud ante la jueza Bárbara W. Bronis es pública. Y se puede consultar en el siguiente enlace buscando los expedientes del condado de Martin (Martin County Clerck of Court, en inglés) y luego digitando el nombre de José Rais, como es conocido el empresario Enrique Rais en Estados Unidos. El caso público contra Rais aparece identificado como 432016CA000446CAAXMX.

Al subir al N440KM, el agente Keenan de la DEA descubrió que “la aeronave –en forma consistente con el contrabando de drogas– había sido modificada para acomodar solo a nueve pasajeros, y no a los 22 que está equipada para acomodar”, añade el documento.

Aeronave Canadair Bombardier, N440KM, implicada en la investigación abierta por la DEA en Florida. Foto cortesía de Factum. Tomada del Registro de Aviación del estado de Florida.
Aeronave Canadair Bombardier, N440KM, implicada en la investigación abierta por la DEA en Florida. Foto cortesía de Factum. Tomada del Registro de Aviación del estado de Florida.

El 15 de marzo otro perro, Bingo, acompañó a Óscar en una segunda búsqueda. Esta vez, Óscar “rascó el panel del suelo y se sentó sobre él, indicando que la fuente del olor (de narcóticos) podía estar debajo del compartimento”. El agente Justin Albauer y su perro Bingo también subieron al N440KM: “Bingo alertó del olor de narcóticos en la misma zona de la que Óscar había alertado desde el exterior del N440KM”, dice el expediente introducido a la corte del condado Martin.

Tanto el avión matrícula N440KM como el matrícula N54HT fueron utilizados en viajes que Rais realizó junto el ex fiscal general de El Salvador, Luis Martínez, y las familias de ambos, así como en múltiples vuelos que Martínez realizó con empleados del Ministerio Público, según consta en informes de la Dirección General de Migración de El Salvador y la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, CEPA (ver recuadro al final). El vínculo entre Martínez y los aviones del empresario fue hecho público por Factum, cuando el abogado aún ostentaba el cargo de fiscal general.

A los indicios encontrados por los dos perros, los detectives de MCSO y de la DEA añadieron una investigación documental sobre las “compañías fachada” de Enrique Rais y sus relaciones empresariales y políticas en El Salvador, así como datos que arrojaron interrogatorios a los pilotos y al mecánico que estaban en el hangar 7 durante los decomisos iniciales.

En el documento que presentó al tribunal del condado Martin, el alguacil William D. Snyder, citando la exposición de hechos e investigación (un documento llamado en inglés“affidavit”) firmada por el agente Keenan de la DEA, dice que “José (Enrique) Rais… ha sido designado como objetivo prioritario de la DEA desde el inicio de esta investigación”.

Factum escribió a Enrique Rais un correo electrónico el domingo 24 de abril de 2016 en el que pedía sus comentarios o reacciones al documento introducido por la oficina del alguacil Snyder a la corte del condado Martin, así como a los señalamientos hechos por la DEA en esa petición legal. El mismo domingo contestaron los abogados Jonathan David, basado en Miami y quien se presentó como representante de Rais y la compañía Rais Group Internacional, y el abogado salvadoreño Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, uno de los apoderados de Rais en El Salvador.

“En relación a los hechos… el decomiso de la aeronave por el alguacil del condado Martin estuvo basada en el alegato de irregularidades en el registro de la misma, por la documentación presentada a la corte para pedir permiso de entrar a las instalaciones, y una audiencia preliminar –incluso para determinar si hay causa probable para las acciones del condado– aún no ha ocurrido. Es decir, no ha habido determinación judicial de ningún hecho ni nada parecido. La única base para las acciones del condado son tips de fuentes no confiables… Una barrida exhaustiva fue realizada por las autoridades y no se encontró nada incriminatorio… Para ser aún más claros: ni el Grupo Rais ni José Enrique Rais ni ninguno de sus asociados ha cometido crimen alguno, y por lo tanto niegan cualquier alegato al respecto…”, escribió el abogado David, quien de acuerdo a los récords públicos de la corte del condado Martin no se ha presentado todavía como parte en el caso abierto por la petición del alguacil Snyder.

La jueza Bronis, en quien recayó la petición del alguacil Snyder, aún no se ha pronunciado sobre la misma. En el documento introducido en la corte, MCSO pide a Bronis que requiera al dueño de los tres aviones y el helicóptero que “introduzca sus alegatos” y que ella emita “un juicio final sobre los decomisos”.

Las compañías fantasmas y los antecedentes por drogas

El primer avión que los agentes estadounidenses habían avistado en el hangar 7, entre el 7 y el 10 de marzo, fue el matrícula N585PA, propiedad de Aviators II, una compañía basada en Florida, registrada a nombre de José Rais y James Prince. La DEA y MCSO tienen dudas de que esos registros sean legales y creen que Rais ha maniobrado para que esa y otras compañías aparezcan documentadas como empresas con ciudadanía estadounidense cuando no la tienen.

De acuerdo a las leyes federales de los Estados Unidos, según los policías de MCSO, para que una compañía de este tipo tenga ciudadanía estadounidense dos tercios de sus administradores y tres cuartos de su junta de votantes deben ser ciudadanos de los Estados Unidos, algo que Aviators II no cumple, según la investigación de la DEA citada en la solicitud de MCSO.

James Price, el socio de Rais en Aviators II, “negó ser propietario del N585PA en una declaración grabada y admitió que había completado los documentos de registro con su nombre para favorecer a su amigo Rais”. La DEA concluyó que el intento de ocultar la ciudadanía del propietario puede estar relacionado con que los aviones con matrícula N (compañías privadas que no son aerolíneas comerciales) “son sujetos a menor escrutinio por seguridades aeroportuarias”.

La investigación también determinó que el N585PA estuvo registrado antes a nombre de William Dee, un “socio de negocios de Rais”, según la DEA. “Dee admitió en 2011 haber lavado dinero para realizar la compra de un avión”, dice el reporte.

Una de las cosas que llamó la atención de los agentes antinarcóticos, tras registrar el N585PA, es que el avión estaba en muy malas condiciones, pero “a pesar de su pobre condición en general” estaba equipado con instrumentos de navegación de primer nivel, cuyo costo es de unos $86,000, estimaron. La empresa que instaló esos aparatos se llama “Peninsula Avionics”, a la que la DEA le confiscó en 2015 un avión registrado en forma impropia y que comparte dirección con “la compañía de Rais Aviators II”.

Los policías antinarcóticos también descubrieron que algunos compartimientos que solo deben ser abiertos “un puñado” de veces durante la vida útil de la aeronave, y solo por agentes certificados por la FAA, están asegurados con diferentes tipos de tornillos, lo cual, consideró la DEA, es “un patrón común en aviones que son usados para el contrabando de drogas”.

El pasado 10 de marzo, según describe la solicitud legal, el mecánico Jaime DeSantiago sacó y volvió a meter el N585PA del hangar 7. Poco después, DeSantiago y otros dos individuos empezaron a trabajar en otra aeronave, la N440KM. De acuerdo a información que el FBI aportó en este caso, DeSantiago, también identificado como José Santiago, “puede estar relacionado con la creación de compartimientos secretos en la aeronave”.

Cuando los detectives revisaron la documentación de registro de este avión descubrieron que está a nombre de una compañía llamada JODA. El 13 de julio de 2015, el abogado de Miami Jonathan Noble David, el mismo abogado que contestó el correo de Factum el pasado domingo 24 de abril, certificó un escrito presentado en una investigación abierta en El Salvador por la relación entre Rais y el exfiscal general Luis Martínez. En ese documento, el Secretario de Estado de Misurí, donde JODA está asentada, aseguró que el dueño de la compañía es David Stone, y que José Enrique Rais nunca ha sido propietario legal de la misma. Las investigaciones de la DEA, sin embargo, apuntan a otra cosa.

De acuerdo a la DEA, David Stone está muerto. Una persona de nombre Randall Stevenson es quien lleva los asuntos de JODA desde la muerte de Stone, según la agencia federal antidrogas. Stevenson ya estaba en el radar de agentes de la DEA luego de que su nombre apareció en la bitácora telefónica de Edgar Valles, arrestado en 2000 cuando intentaba introducir a la Florida 30 libras de heroína procedentes de Venezuela.

“Inteligencia de la DEA indica que JODA ha sido sujeto de cuatro decomisos relacionados con drogas, uno de los cuales resultó en la incautación de 15 libras de cocaína y 10 libras de cannabis”, dice la petición de decomiso del avión sometida al tribunal la semana pasada. La DEA también ha tenido bajo observación al menos otros dos aviones de JODA por “actividades relacionadas con drogas”.

Jonathan David, el abogado de Rais, dijo por escrito que nada incriminatorio había sido encontrado en las inspecciones hechas por las autoridades al avión. El abogado solo se refiere a una aeronave que no identifica y no habla en específico sobre los indicios positivos encontrados por dos perros antinarcóticos en dos de las aeronaves.

En el caso del N440KM, dicen los policías de MCSO, Rais también intentó ocultar que él es el dueño verdadero de JODA, lo cual, explican, es motivo para establecer que el avión es un “objeto de contrabando”.

Una de las pruebas que los agentes estadounidenses han presentado al tribunal para establecer la relación del salvadoreño con el N440KM es un contrato de arrendamiento con opción de compra entre JODA, la empresa dueña del avión, y Rais Group Internacional, firmada el 21 de enero de 2011. Ese documento legal establece el pago de cuotas mensuales. En el expediente también consta copia de una carta del 11 de marzo de 2013 en que dos empleados de Enrique Rais en El Salvador piden al Banco Agrícola que pague a JODA una cuota de 34,474.20 dólares que debe sacar de una cuenta de la empresa Manejo Integral de Desechos Sólidos de El Salvador (MIDES), propiedad de Rais. Revista Factum reveló en 2015 que Rais pagaba cuotas de sus aviones y otros gastos personales con dineros de MIDES y otras compañías relacionadas al negocio de la basura.

El mecánico José DeSantiago también afirmó, según una entrevista con policías de MCSO consignada en el documento, que Rais paga sus aviones “con fondos provenientes de la compañía salvadoreña de tratamiento de basuras MIDES, y que gastos de seguro y mantenimiento se pagan con los mismos medios”.

Documentos de CEPA añadidos a la investigación en el Tribunal de Ética Gubernamental (TEG) por las relaciones entre Rais y el ex fiscal general Martínez, indican que MIDES aparece como propietaria  del avión N440KM.

Para el final de la primera etapa de investigación, los agentes habían decomisado, además de los tres aviones –N54HT, N440KM y N585PA–, un helicóptero matrícula N4488N. La propietaria de esta aeronave es una compañía llamada Citation501RL, que según el registro de aviación de Estados Unidos está a nombre de José Rais.

La DEA y el alguacil del condado Martin han asegurado a la jueza que todas las compañías propietarias de las aeronaves, para las que están pidiendo orden judicial de decomiso, están relacionadas con Enrique Rais.

Una de esas compañías, Rais Group International Inc., propietaria del N54HT según MCSO, también fue registrada en Panamá, el 4 de junio de 2008. Según documentos del registro de propiedad panameño, consultados por Factum, esa sociedad sigue vigente.

Las investigaciones de la DEA indican que Charles Blount, el jefe de operaciones aéreas de Rais Group International, fue identificado por una fuente de la agencia antinarcóticos como el piloto de un avión utilizado para transportar heroína hacia los Estados Unidos.

El 7 de febrero de 2014, CEPA registró a Charles Blount como uno de los pilotos del N440KM en un vuelo que salió a las 7:30 de la mañana de ese día del aeropuerto de Ilopango, en El Salvador, hacia el aeropuerto código MYGF en Bahamas. Viajaban, entre otros, José A. Rais, el abogado salvadoreño Armando Serrano y los agentes de la Fiscalía General Allan Hernández y Edgar Márquez, a quien el entonces fiscal salvadoreño Luis Martínez nombraría después su fiscal adjunto.

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