El ministro de Relaciones Exteriores, Hugo Martínez, recibió a El Faro en su despacho el jueves 2 de junio luego de que este periódico publicara un reportaje en el que se revela que Guatemala reclama obstaculización en sus gestiones para repatriar dos trozos de estelas mayas robadas que se exhiben en el museo de la Fundación Tesak y también para echar una mirada a un cargamento de piezas arqueológicas que sin cumplir los requisitos de ley fueron trasladadas por cancillería desde el consulado salvadoreño en Los Ángeles hasta El Salvador en 2012.
Este periódico había pedido a Martínez que explicara por qué la decisión de importar desde Estados Unidos 287 piezas arqueológicas sin registro la dio verbalmente y no por escrito. El Faro también quería preguntarle si la persona que pidió el favor de que Relaciones Exteriores le trajera las piezas desde el consulado salvadoreño en Los Angeles costeó el traslado hacia El Salvador, pero Martínez cortó la entrevista antes de escuchar esas y otras preguntas. Otro cuestionamiento era sobre los reclamos de Guatemala, que sostiene que hay una obstaculización a sus trámites para repatriar los fragmentos de estelas mayas.
El funcionario sostiene que no hizo nada ilegal al instruir el envío de las piezas que en 2012 fueron incautadas por la Dirección de Aduanas en el Aeropuerto Internacional Monseñor Romero. La Policía Nacional Civil, en su parte de aquella ocasión, consignó que el delito presuntamente cometido en la importación de aquellas 287 piezas era el de tráfico ilícito de bienes culturales. Por eso las piezas fueron confiscadas y siguen en poder del Estado. El Faro también quería preguntar a Martínez por qué si, como él asegura, lo que intentaba era contribuir a la recuperación del patrimonio nacional, las cajas en que venían embaladas las piezas tenían como dirección de destino Bocadeli, S.A. de C.V., empresa de la familia Tesak.
Martínez sostiene que no hizo nada ilegal porque la Fiscalía dispuso en diciembre de 2015 que las piezas arqueológicas fueran entregadas a la familia Tesak, que es la que había pedido el respaldo del Ministerio para importarlas. Aunque la Fiscalía había resuelto eso, con la llegada del nuevo fiscal general, Douglas Meléndez, la institución revertió esa orden, así que las piezas decomisadas siguen decomisadas.
Martínez no dio tiempo para que se le preguntara cómo a él le consta que las piezas retenidas fueron sacadas de El Salvador en los años 70 -a inicios de esa década, según Íldiko de Tesak- si no hay un inventario de ellas ni hay una certificación sobre su origen. La ley dice que para importar piezas debe cumplirse el requisito de que estas estén inventariadas y que haya información detallada sobre su origen. El ministro sostiene que debido a que la Ley de Protección del Patrimonio Cultural no existía cuando las piezas presuntamente se sacaron del país, para 'repatriarlas' no aplicaba la exigencia de que se tenga un inventario y un certificado sobre su origen, que fue la razón por la que la secretaria de Cultura de entonces, Magdalena Granadino, se rehusó a avalar la autorización de la importación.
A las 9:20 de la mañana del 2 de junio pasado, Roxana Rosales, jefa de prensa del ministerio, notificó que la reunión con el funcionario duraría solo 20 minutos porque posteriormente tenía que atender otro compromiso en Panchimalco. El Faro también pretendía en la entrevista, además de dar seguimiento a los casos de las estelas robadas y las 287 piezas arqueológicas, preguntarle sobre sus posibilidades de ser candidato a la presidencia por el FMLN y cómo, según él, debería realizarse el proceso de selección en su partido.
Tras cinco minutos de espera, Martínez entró al salón con una serie de documentos que le servirían para explicar por qué, según él, El Faro debería retractarse de las afirmaciones publicadas en el reportaje Guatemala reclama piezas arqueológicas robadas que se exhiben en el museo Tesak. La entrevista duró 32 minutos y 19 segundos, de los cuales 30 minutos 45 segundos los acaparó Martínez. Su voz se elevaba con frecuencia a la vez que golpeteaba la mesa para enfatizar sus palabras.
'Ahí se hacen afirmaciones como que es la cancillería la que no quiere entregar las piezas, que la cancillería está bloqueando, que a saber qué intereses oscuros hay en eso', reclamó Martínez. El canciller entregó una cronología de comunicaciones recibidas y enviadas por el Ministerio y copia de siete de las nueve cartas a las que hace alusión esa lista. El bloqueo al que alude Martínez lo señaló el embajador guatemalteco en El Salvador, Rolando Torres Casanova, no El Faro. “La vía de los suplicatorios está trabada”, dijo el diplomático, y así se publicó en el reportaje. Torres Casanova dijo no terminar de asimilar por qué las respuestas salvadoreñas tardan tanto tiempo y vienen acompañadas de tanto obstáculo frente a la información presentada. “Todo indica”, dijo el embajador respecto de las estelas robadas, “que hay un interés en que esto no camine”.
Sobre la negativa de la cancillería salvadoreña, el ministro de Cultura y deportes de Guatemala, José Luis Chea Urruela, agregó que aunque el 5 de febrero de 2015 Guatemala propuso que en una reunión bilateral se incluyera el tema en agenda para su discusión, fue por medio de funcionarios de Relaciones Exteriores que se les comunicó que no estaban de acuerdo con tratar ese asunto. Martínez aseguró que este periódico ha publicado información tendenciosa y reclamó que no se haya pedido a la institución el detalle de sus respuestas a los suplicatorios de Guatemala. El Faro sí pidió una declaración oficial sobre el posicionamiento guatemalteco. Lo hizo vía la entonces jefa de prensa, Marissel Ávalos. El Faro solicitó que Relaciones Exteriores explicara cuáles eran las razones por las que El Salvador había decidido no incluir el caso de los fragmentos de estela en las reuniones bilaterales y la respuesta de Ávalos vía telefónica fue que el canciller no haría comentarios al respecto.
Sobre de la omisión de presentar inventario y certificado de origen de las 287 piezas que fueron importadas en 2012, y que el Código Penal y la Ley especial de protección al patrimonio cultural tipifican como tráfico ilícito de bienes culturales, el canciller se amparó en la resolución de fecha 4 de diciembre de 2015, firmada por el fiscal en funciones, que archivaba el caso 'por atipicidad de los hechos denunciados'. 'Ahí está claro. Si tú hubieras hecho tu trabajo y hubieras obtenido la resolución de la Fiscalía, pues, no hubieras cometido tantos equívocos como los que cometiste en tu nota', dijo el ministro en esta entrevista. La Fiscalía ratificó a este periódico, sin embargo, que desde el 29 de febrero de este año, el fiscal general Douglas Meléndez dejó sin validez esa resolución.
Esta entrevista no inició con preguntas de los periodistas de El Faro. El ministro tomó asiento y de una vez comenzó con un discurso que consumió los primeros minutos del encuentro:
'Tengo una oportunidad para aclarar unas informaciones que ustedes han hecho erróneamente y que han publicado en El Faro', comenzó el ministro. 'Lo primero que quiero decir es que son dos casos: un caso de una repatriación de 287 piezas y un caso de dos estelas reclamadas por Guatemala. Sobre este último caso de las dos estelas, lastimosamente ni en la entrevista que me realizaron ni en las preguntas que mandaron se nos pidió detalle de la cantidad o fechas de las comunicaciones que se hicieron por conducto de esta cancillería. En ningún momento se nos pidió eso. Solo se nos consultó sobre cómo era el procedimiento y con gusto les hubiéramos dado esa información. De hecho le vamos a compartir ahora toda la cronología, porque se hacen unas afirmaciones ahí que están totalmente alejadas de la realidad. Por ejemplo, se dice que es la cancillería la que obstaculizó el proceso de solicitud de las estelas y eso no es cierto. Ahí tienen ustedes siete comunicaciones que se cursaron desde 2013 hasta 2016, que se han girado desde esta cancillería sobre el caso de las estelas. Estas se han girado a la Embajada de Guatemala acreditada en el país, a la Fiscalía General de la República, al Ministerio de Justicia y Seguridad Pública para su respectivo traslado a la Corte Suprema de Justicia. De estas siete notas, las primeras seis corresponden exclusivamente al caso de las estelas, y solo la última corresponde al caso de las 287 piezas. Todas las comunicaciones, como van a poder ver, se han respondido o trasladado en menos de dos semanas luego de haberlas recibido este ministerio. Hubo solo una que nos tardamos 23 días en trasladarla, porque estaba Semana Santa en medio y hay vacaciones.
'El Faro afirma que es la cancillería quien desde 2014 ha obstaculizado la gestión sobre el caso de estas dos estelas, debido a la falta de auténticas. También ahí pueden comprobar que la subsanación de las auténticas la cancillería la hizo en apenas siete días calendario. Ahí lo tienen en la documentación. Nosotros recibimos el 10 de diciembre de 2014 una comunicación de la Corte Suprema de Justicia, por medio del Ministerio de Justicia y Seguridad, en la que señalaban precisamente ese punto. Como podrán ver ahí en los documentos que les estamos entregando, el 17 de diciembre nosotros ya estábamos enviándola nuevamente con la subsanación respectiva, y el 19 de diciembre la Corte ya había recibido esa comunicación. Así que es totalmente falso que el trámite siga estancado aquí en el ministerio. Y ahí están las pruebas. Y yo espero que puedan rectificar esa información errónea que han publicado.
'Segundo. De hecho, solo dos meses después de que nosotros cumplimos con nuestra parte, la Corte emitió una resolución comisionando a la Fiscalía General de la República para que investigara el caso. Por eso yo les recomendaría que cualquier información sobre cómo avanza la investigación la consulten con la Fiscalía. Que por cierto, dado el tiempo que ya ha estado en manos de Fiscalía, considero que es muy probable que emitan una resolución en los próximos días. Y eso es distinto del caso de las 287 piezas. Sobre las 287 piezas la Fiscalía ya emitió una resolución que yo te aconsejé a ti, en repetidas ocasiones, que se la pidieras a la Fiscalía y nunca se la pediste. O si se la pediste nunca la obtuviste.
'Les voy a leer nuevamente lo que dice la resolución. Les voy a dar el número del expediente, y esto se los leo como una deferencia a ustedes, y para evitar que sigan cometiendo los equívocos que están cometiendo', dijo. Luego citó el número del expediente y leyó la resolución de diciembre pasado, esa que según la misma Fiscalía ha explicado a El Faro, ya está revertida: “Para el caso objeto de análisis, en ningún momento se ocultó que los bienes incautados son posibles bienes culturales. Tampoco se ocultó que estos posibles bienes culturales se encontraban fuera del país y hasta se consultó por medio de las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el trámite que debía realizarse para importarlos al país, depositándolos en el extranjero en un consulado, sitio que por una ficción legal es considerado parte de nuestro territorio y, por ende, sujeto a las leyes que gobiernan a todos los salvadoreños. Con los anteriores actos, los interesados cumplieron con la obligación de informar a la autoridad competente en los términos que regula el artículo 11, inciso primero, parte final, de la Ley especial (de protección al patrimonio cultural), pues los posibles bienes culturales salieron del país antes de la entrada en vigencia de la Ley especial”. Yo eso te lo insistí también en la entrevista que sostuvimos.
'Luego dice: “La alerta que generó la Aduana ante un posible tráfico ilícito de patrimonio cultural sólo provocó la intervención de oficio de la Secretaría de Cultura, que vino a interrumpir el normal desarrollo de un trámite que realizaba la señora Ildiko de Tesak ante esta autoridad, presumiendo, de hecho, actuaciones de mala fe, de las cuales no existe, a este día, prueba en el expediente”. De esas actuaciones de mala fe que presumió la Secretaría de Cultura, dice la Fiscalía, y que solamente sirvieron para interrumpir arbitrariamente la posesión irregular que se ejercía legalmente sobre dichos bienes. Eso dice la Fiscalía sobre el rol de la Secretaría de Cultura.
'Y luego te puedo continuar leyendo varios párrafos que te pueden servir y que yo te insisto en que obtengás esa resolución de la Fiscalía, porque tú haces unas especulaciones, unas afirmaciones especulativas ahí en el reportaje que quedan totalmente desvanecidas con esta resolución. Aquí dice: “las autoridades aduaneras sí cometieron un exceso hasta cierto punto justificable por la falta de pericia en materia penal cuando notificaron a esta institución sobre el posible cometimiento del delito de tráfico ilícito de patrimonio cultural, aduciendo que el principal indicio es la falta de un certificado de exportación de un país de origen, certificado que le correspondía emitirlo a la dirección nacional de patrimonio cultural de la Secretaría de cultura (se ríe mientras lee). Y la importación era, para ese entonces, un acto válido de internación de mercancías a nuestro país con la finalidad de iniciar el proceso de reconocimiento, identificación y acreditación de bienes culturales a favor de particulares. Los funcionarios de aduana interpretaron que no se estaban cumpliendo con los requisitos establecidos para la importación establecida en el artículo 49 de la Ley especial, el cual hace referencia a las convenciones que en materia de protección al patrimonio cultural de los Estados miembros ha sido suscrito y ratificado por nuestro país, que exige, para la importación de un bien cultural, el correspondiente certificado de exportación del país de origen. Esto es así puesto que nuestro país debe realizar determinadas exigencias para evitar el tráfico ilícito de bienes culturales. Ese es el espíritu que impulsa a los diferentes Estados a crear las disposiciones legales que controlen el desplazamiento de bienes culturales por las diferentes fronteras de los países, y la creación de requisitos que los particulares deben de cumplir so pena de que los bienes culturales muebles les sean decomisados. Con su actuación, las autoridades aduaneras motivaron una investigación a cargo de la Fiscalía General, pero la simple lectura del tipo penal establecido en el Art. 224 del Código Penal, observa que se prohíbe expresamente la exportación e importación de bienes culturales y cumplir con los requisitos que establece la Ley especial. Sin embargo, como ya se mencionó en párrafos anteriores, al momento de los hechos, los bienes no contaban con la declaratoria de bien cultural, otorgada por la autoridad competente. Y el acto de la importación era precisamente para acreditar la posesión de los bienes ante el registro correspondiente, para que una vez importados al tesoro cultural salvadoreño se aplicaran sobre ellos todos los actos de fiscalización y control que la autoridad competente puede ejercer sobre los bienes que forman parte de este.
'Actualmente, la Fiscalía General de la República, mediante una resolución administrativa de archivo, mantiene incautadas 289 piezas y en resguardo en el Museo Nacional (de arqueología) David J. Guzmán. El motivo de dicha incautación que fue ordenada por el fiscal del caso es el Art. 283, inciso segundo, del Código Procesal Penal, que faculta a los entes auxiliares para adoptar este tipo de medidas cautelares de contenido patrimonial cuando esté comprobado que el objeto es de comercio prohibido o de ilícita procedencia y no exista la posibilidad de ejercer derechos patrimoniales aduciendo, además, la incorporación por ministerio de ley de los bienes del tesoro cultural salvadoreño.
'Amparar la incautación de dichas piezas en los hechos antes descritos es un error -dice la Fiscalía- puesto que la Ley especial prohíbe ejercer actos de comercio con los bienes declarados, parte del tesoro cultural, tal como lo establece el artículo 35 del reglamento de la ley especial y no puede decirse que estamos en presencia de un objeto que tenga procedencia ilícita cuando incluso la posesión de un posible bien cultural fue notificada a las autoridades salvadoreñas en el extranjero y posteriormente a las autoridades aduaneras. Finalmente, según la pericia efectuada en las piezas se comprobó que 287 piezas de las 289 son susceptibles de ser consideradas como parte del patrimonio cultural. Sin embargo, no se puede negar la posesión que por mandato ejercía la sociedad importadora, posesión que no puede ser interrumpida por la autoridad si no es mediante el cumplimiento de los requisitos para la expropiación de bienes culturales muebles e inmuebles, establecidos en el artículo 32 de la Ley especial de protección al patrimonio cultural.
'Es, por las anteriores razones jurídicas que se revoca parcialmente la resolución de 14 horas con 30 minutos del 10 de diciembre 2012, en el sentido que se ordenara el archivo definitivo de las presentes diligencias de investigación porque las conductas analizadas no son constitutivas del delito de tráfico ilícito de patrimonio cultural, ni de ningún otro delito. Así mismo. Estando el mencionado decomiso a la orden y disposición de la Fiscalía General de la República, y con base en el artículo 287, el cual establece que el juez o fiscal en su caso devolverán en forma inmediata a las víctimas, al propietario o a las personas en cuyo poder se encontraban los objetos secuestrados que no estén sometidos a decomiso o embargo, se ordena a la Secretaría de Cultura de la presidencia la devolución inmediata de las 287 piezas de material cerámico de origen prehispánico y dos artesanales a la Fundación Pablo Tesak por medio de su representante legal. Por lo anterior, en base al Art. 63 193 numeral 2 de la constitución de la República, -y menciona ahí el inciso y el numeral-, resuelve: Revóquese parcialmente la resolución fiscal de las 14 horas con 30 minutos del día 10 de diciembre de 2012 en los términos siguientes:
a. Que se archiva definitivamente el presente expediente fiscal por atipicidad de los hechos denunciados.
b. Devuélvase las 287 piezas de material cerámico y de origen prehispánico y dos artesanales a la Fundación Pablo Tesak por medio del representante legal”, etcétera, etcétera...'
Martínez terminó su lectura e hizo un último comentario antes de que El Faro pudiera decir algo:
Entonces, ahí está claro. Si tú hubieras hecho tu trabajo y hubieras obtenido la resolución de la Fiscalía, pues, no hubieras cometido tantos equívocos como los que cometiste en tu nota.
Usted tenía copia de la...
¡Yo se la mostré!
No, no, no... me leyó, no me mostró nada.
... te leí la resolución y te dije: aquí está lo que dice.
... Usted lo que me leyó es que se archivaba el caso por atipicidad de los hechos.
... aquí está la declaración. Y te dije...
... Que no me la podía prestar.
Yo te dije que no te la podía dar porque es una resolución de la Fiscalía, y te dije: pídesela a Fiscalía...
... Sí, yo hablé sobre ella con la Fiscalía...
... Y tú en lugar de insistir en pedírsela a la Fiscalía lo que haces es una serie de afirmaciones especulativas que han quedado totalmente desvanecidas en la resolución. Y yo siempre (se dirige en este momento al periodista Gabriel Labrador), Labrador, he reconocido y respetado el profesionalismo de El Faro. Y yo siempre los he atendido, nunca me he negado a darles una declaración, y por eso decidí atenderlos nuevamente, porque me parece que no están siendo profesionales. Aquí está la información. Y la resolución tampoco se las puedo dar, pero se las he leído extensamente para que le insistan a la Fiscalía que se las dé. Y la única comunicación en donde se cruzan los dos temas es la última comunicación de Guatemala. Y sobre esa comunicación nosotros de inmediato le trasladamos a la Fiscalía la preocupación de Guatemala, y sobre eso la Fiscalía no nos ha respondido nada. Y yo te lo dije también en la entrevista. Nosotros somos un canal, porque ahí se hacen afirmaciones como que es la Cancillería la que no quiere entregar las piezas, que la cancillería está bloqueando, que a saber qué intereses oscuros hay en eso. Y a mí me parece eso poco profesional. Y nosotros, cada vez que Guatemala mandó una solicitud, nosotros la trasladamos a la entidad competente. Nosotros no podemos obligar ni presionar ni hacer lobby, como tú dices, con nadie, para que emita una resolución. Nosotros somos muy respetuosos y si la Fiscalía más adelante dice: miren, saben qué, vamos a ver si Guatemala quiere venir a ver estas piezas y se analiza si se van a devolver a Guatemala. Ese es un asunto de la Fiscalía, pero nosotros hemos pasado todas las comunicaciones con un máximo de dos semanas de atraso. Que en términos burocráticos, ya quisiera yo que todas las instituciones fueran así de rápidas como la Cancillería. Pero decir ahí que nosotros no hicimos nada, que nosotros traspapelamos las solicitudes, que nosotros exigimos una auténtica para retardar el caso, me parece tendencioso. Y ahí está aclarado el rol de Cancillería en todos los casos. No les podemos dar, claro, las comunicaciones de Guatemala, pero Guatemala hasta está reconociendo el trabajo de la Cancillería en la gestión para que estas estelas se devuelvan a ellos.
En la resolución la Fiscalía habla de una atipicidad de los hechos, como diciendo...
... Que no hay atipicidad en los hechos dice la resolución.
Lo que entendí es que por la atipicidad de los hechos se concluye que se archiva. La atipicidad de los hechos de la que habla la Fiscalía ciertamente permite que haya algunos vacíos de cómo exactamente debe proceder un funcionario ante este tipo de cuestiones. Usted, a raíz de esta experiencia, advierte que la ley necesita aclarar algunos puntos...
Claro, la ley debe... Es que mira, hay dos problemas: uno, que cuando las piezas, las presuntas piezas arqueológicas o lo que sea, salieron del país no había ley. Dos, que la ley solo habla de qué se tiene que hacer para importar una pieza cuando esa pieza es procedente de ese país. Es decir, que tú has comprado una pieza en otro país y tú quieres importarla. ¿Qué tienes que enseñar para importar esa pieza? Un certificado del país de origen. Pero este no es el caso. Porque el país de donde habían salido las piezas, según las personas que se abocan para decirnos que quieren retornar esas piezas, era El Salvador. Entonces, no había un certificado para hacer la importación. Y nosotros ahí tenemos no solo comunicaciones verbales sino electrónicas con los Estados Unidos. Se le preguntó aquí a la embajada y nos refirió con alguien de DHS (Departamento de seguridad nacional de Estados Unidos) y ahí ellos nos dijeron: “Nosotros no tenemos nada que ver con eso. Son bienes que por la juridicidad están en territorio salvadoreño -los consulados, las embajadas de los países son considerados territorios de esos países-, y lo que ustedes quieren hacer es trasladarlos para que sean identificados”, blah, blah, blah. Entonces, nosotros no tenemos nada que ver con eso. Ahora. Yo se lo dije claramente a tu colega también, que hay ciertas informaciones que son comunicaciones diplomáticas entre Guatemala y nosotros, y entre Estados Unidos y nosotros, que no es a mí (a quien corresponde) facilitar esas informaciones. Por eso les doy copia de todas las cartas que hemos enviado. Pero nunca nos dijo tu colega: mire, y cuándo respondieron y por qué no respondieron y cuántas cartas respondieron, ni en la entrevista ni en las preguntas que mandó posteriormente. Entonces, lo que nosotros no entendemos, es por qué se afirma tajantemente en el reportaje que nosotros estamos obstaculizando. Esa es una mentira. Ahí está comprobado. Y yo lo que les pido es que rectifiquen, porque yo siempre he reconocido el profesionalismo de El Faro, pero con este caso me están decepcionando realmente. Y se los digo, he accedido también porque yo no tengo nada que temer. Yo no he hecho ningún ilícito ni en este caso ni en otro, como te lo dije claramente. Si la Fiscalía dijera que va a investigar porque El Faro tiene dudas, yo tengo mi conciencia tranquila. Pero la justicia no funciona así en este país ni en ninguna parte del mundo. Pero sí me molestan las afirmaciones tendenciosas y poco profesionales. Y también, no solo en el reportaje, sino unos tuits que se fueron colocando con medias verdades que también deja mucho que desear del profesionalismo que yo siempre he reconocido de ustedes.
Le agradecemos la deferencia. Pero justamente lo que se hace es publicar la amalgama de pruebas que tenemos. Y creo que una entrevista de este tipo hubiera sido de bastante ayuda.
¡Se la di…! ¡Le mostré la resolución! ¡Se la leí! Y en lugar de ir a buscar la resolución, tu colega lo que hace es una serie de afirmaciones especulativas en el reportaje.
Pero a lo que voy es a que está ese documento que es bastante clarificador...
¡Púchica, sí!...
... y no estamos hablando de que usted hubiera violentado el secreto mejor guardado al compartir integralmente la resolución.
¡Es que no me corresponde a mí! Y por eso les dije vayan a pedirlo a la Fiscalía. Yo le puedo dar mis documentos, pero no le puedo dar los documentos emitidos por otra entidad de Estado. Entonces, ¿por qué no fueron a la Fiscalía y por qué en lugar de ir a la Fiscalía y de pedirle, así como me viniste a mí a pedir documentos, directamente a mí, en lugar de hacer eso te tiras a hacer afirmaciones? Por ejemplo a decir: el canciller Martínez aceptó que colaboró con la comisión de un delito... ¡Qué es eso!
No, yo no dije eso en mi reportaje.
... Ahí está en los tuits que publicaron. Entonces yo les pido que rectifiquen. Por eso acepté recibirlos, ahí está la información, aquí está la resolución, pidan la resolución y ya van a ver que han cometido un grave error con las afirmaciones poco profesionales que han hecho ahí. Yo voy a tener que dejarlos porque tengo un evento...
Solo dos cositas rápidas. Usted menciona que se acepta que las piezas son de El Salvador porque la familia dice que salieron de acá, pero...
... Para eso se trajeron para acá, para que se identificara y se decidiera si eran salvadoreñas e incluso si eran piezas que podrían ser patrimonio cultural. ¿Cómo las íbamos a identificar si no estaban aquí en el país? Y te voy a decir algo más, aquí está este artículo de la Ley de patrimonio cultural que dice claramente que es el Ministerio de Educación, porque entonces no existía la Secretaría de Cultura, quien debe preocuparse de hacer estas identificaciones y repatriaciones. Y, como dice la Fiscalía, la Secretaría de Cultura en lugar de colaborar, entorpeció el proceso. Aquí dice el artículo 59, te recomiendo que leas también la ley: “El Ministerio -se refiere al Ministerio de Educación-, cuando tuviere conocimiento de que un bien cultural ha sido exportado ilícitamente hará por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores las gestiones necesarias para obtener la devolución de dicho bien. ¿Y qué pasó aquí? No es que Secultura nos dijo a nosotros, al revés. La familia nos dijo a nosotros: tenemos estos bienes que sacamos en la época de la guerra, queremos repatriarlos y nosotros decimos: ok, podemos ayudar a repatriarlos, pero hay que identificarlos, clasificarlos y determinar si son patrimonio. ¿Y qué es lo primero que nosotros hacemos cuando nos dice eso la familia? Le mandamos una carta a Secultura, al secretario Samour, y le decimos: secretario, por favor ayúdenos para identificar, clasificar y determinar si estas cosas son patrimonio. Salió el secretario Samour y, en un encuentro para otro tipo de cosas, yo lo único que hice fue recordarle a la secretaria Granadino: mira, hay una nota que les enviamos y estamos a la espera de que ustedes nos notifiquen qué va a pasar con eso. El tiempo siguió pasando. Ahí no fueron dos semanas, fueron varios meses, y entonces se trasladan para acá, precisamente para que se identifique y se determine. Si aquí la Fiscalía hubiera dicho: no, estos bienes no son salvadoreños, tienen que mandarlos de regreso a Estados Unidos, nosotros los agarramos y los mandamos de regreso. Pero aquí hay una resolución de la Fiscalía que dice que después de todos los peritajes esos bienes tienen que ser devueltos a la Fundacion Tesak.
Entiendo que la Ley no estaba en vigencia cuando las piezas salieron, pero ya cuando intentaron regresar sí y después de más de 20 años...
... Pero las leyes no se pueden aplicar de carácter retroactivo. Ese es el abc, hasta yo que soy ingeniero lo sé.
A lo que me refiero es a que ellos tendrían que haber presentado un inventario preliminar, yo no digo algo científico, pero la ley habla de la obligación del coleccionista de presentar un inventario a la institución para que ellos procedan al registro a partir de ese inventario. Y esa colección carecía de él, y después de más de 20 años de estar fuera, no había certeza. No se podía hablar de repatriación porque a nadie le consta de dónde son estas piezas. Incluso, la familia...
... Pero cómo las ibas a identificar si no las traías para acá y no ponías a los peritos y no ponías a la orden de la autoridad competente, ahí dice la Fiscalía también. Quienes le avisamos a ellos fuimos nosotros...
Es que las piezas no venían para que la Secretaría de Cultura las identificara, sino que venían directamente a Bocadeli.
Pero se notificó a Cultura antes siquiera de haber iniciado la repatriacion de esas piezas. Se le dijo a Cultura: señores, aquí están estas piezas, necesitamos que nos colaboren. Cultura no respondió, se le pidió verbalmente: mira, está este caso, necesitamos que nos respondan, las vamos a traer para que las verifiquen aquí, y es hasta que la Fiscalía le pide a Cultura (que haga inventario y registro de la colección) que ellos intervienen.
A eso voy. Si la gente de Aduanas no hubiera “malinterpretado” que eso se trataba de un tráfico ilícito de bienes culturales, las piezas nunca hubieran llegado a Secretaría de Cultura, porque iban directamente a Bocadeli, según el destino registrado por Relaciones Exteriores.
Nooo, porque ya le habíamos notificado nosotros a Cultura y no intervino, pero eso ya no es una responsabilidad de nosotros como Cancillería. Nosotros le comunicamos y en ese escenario que tú estás planteando no hubiera ocurrido si Cultura hubiera identificado las piezas. Aunque las piezas hubieran llegado aquí, Cultura tenía la obligación de identificarlas. Y aunque según este artículo que leí, el art. 59, le correspondía a Cultura reportar eso, nosotros le notificamos a Cultura: señores, aquí hay una gente que dice que tiene unas piezas que son presuntos bienes culturales, vayan a identificarlos, por favor, y determinen. Yo te di esas cartas, hombre, ¡¿por qué no las leés bien?!
Sí, y ahí están citadas...
Ahí dice claramente: le pido a la Secretaría de Cultura que determine si esas piezas son bienes culturales, que las clasifique, que decida si esas piezas van a continuar en posesión de la familia o se van a poner a disposición del público. Ahí está todo. Además, tú mencionás las cartas como que las conseguiste así, como que yo no te quise dar esa información. Si yo te las di, y por cierto no las has leído bien. Entonces lo que les pido yo, en aras del profesionalismo que yo siempre he reconocido en El Faro, es que rectifiquen, que aclaren bien esa situación, que lean bien esa resolución, que lean las comunicaciones. Ahí está claro, ahí no hay ningún obstáculo de cancillería. Entonces, por lo menos eso deberían de decir claramente: miren, señores, nos equivocamos, no teníamos información suficiente y cancillería sí envió las comunicaciones. Y yo te voy a decir una cosa: va a salir más adelante varias situaciones de resolución de esto que van a desvanecer totalmente esas afirmaciones que tú has hecho. Y me parece poco profesional, repito, y les pido que rectifiquen. Y me tengo que retirar...
Nota de la Redacción: esta nota originalmente tenía como titular 'Hugo Martínez: 'Si la Fiscalía dijera que va a investigar porque El Faro tiene dudas, yo tengo mi conciencia tranquila''. Se le cambió con el propósito de facilitar que se comprenda la temática, particularmente para aquellas personas que no leyeron el reportaje que dio origen a esta reacción del ministro.