El fuerte descenso en la cifra de homicidios registrado en abril no resultó llamarada de tuza. Mayo cerró, según el balance preliminar facilitado por la Policía Nacional Civil (PNC), con 351 asesinatos. En abril habían sido 352, un mes con un día menos, por lo que el promedio diario de homicidios muestra una evolución favorable de 11.7 a 11.5; en ambos casos, un abismo desde los 22 asesinatos diarios que El Salvador promedió entre el 1º de enero y el 31 de marzo. El dato de mayo es el más bajo desde febrero de 2015.
Después de dos años de tendencia alcista, que convirtieron El Salvador en el más violento del mundo entre los países sin una guerra declarada, la lectura del gobierno tiene un marcado tono triunfalista. “Las medidas extraordinarias han contribuido a que en los últimos meses tengamos una reducción en el número de homicidios”, dijo el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, en su discurso de segundo año de gestión.
Las medidas extraordinarias a las que se refiere son los estados de emergencia permanentes en las seis cárceles que el Estado tiene asignadas a las maras y también en la de máxima seguridad de Zacatecoluca, así como al despliegue de la Fuerza Especializada de Reacción (FES) y de la Fuerza de Intervención y Recuperación Territorial (FIRT), integradas por soldados y policías con adiestramiento especializado.
El director de la PNC, Howard Cotto, subrayó que si bien el descenso en los homicidios más importante es el registrado en abril y en mayo, la caída comenzó desde enero.
Las pandillas, los grupos que se tratan de combatir con las medidas extraordinarias implementadas, tienen otra lectura. Fechado el 28 de mayo, el más reciente comunicado de las tres agrupaciones delictivas (Mara Salvatrucha, 18-Revolucionarios y 18-Sureños) confirma que aún mantienen activo el cese indefinido de la violencia que anunciaron el pasado 26 de marzo.
Pese al notable descenso de abril y mayo, el año 2016 en su conjunto sigue siendo más violento que los cinco primeros meses de 2015: 2,705 asesinatos frente a los 2,188 del año pasado.
Según los estándares que utiliza Naciones Unidas, para que la sociedad salvadoreña no padeciera epidemia de violencia, en mayo tendrían que haber asesinado a menos de 55 personas.
