El Salvador / Política

Nayib Bukele: “Mi candidatura presidencial por el FMLN la veo como casi un imposible”

Tanto Nayib Bukele como la dirigencia nacional del FMLN parecen haber llegado a la misma conclusión: lo mejor para todos es cerrar la herida abierta a finales de junio, cuando el alcalde despidió por discrepancias a la gerente Idalia Zepeda, una de las voces con más peso en la directiva municipal efemelenista. Sin embargo, superar ese encontronazo no significa que hayan desaparecido las diferencias entre Bukele alguien nacido en 1981– y el partido político que le prestó sigla y bandera para su meteórica carrera política.


Domingo, 10 de julio de 2016
Roberto Valencia, Sergio Arauz y Carlos Martínez

Foto de archivo: Nayib Bukele durante el debate electoral televisado la noche del 27 de enero en el programa Debate con Nacho, de Canal VTV, conducido por Nacho Castillo. / Foto de Fred Ramos.
Foto de archivo: Nayib Bukele durante el debate electoral televisado la noche del 27 de enero en el programa Debate con Nacho, de Canal VTV, conducido por Nacho Castillo. / Foto de Fred Ramos.

No es novedad que el alcalde Nayib Bukele mantenga discrepancias con el FMLN, el partido que en 2012 lo llevó a tomar las riendas de Nuevo Cuscatlán y, tres años después, a dirigir San Salvador. Pero en sus más recientes críticas, centradas sobre todo en los impuestos aprobados por la Administración Sánchez Cerén, Bukele se ha atrevido a airear en público que el Frente está tomando medidas de corte neoliberal. Toda una afrenta a un partido que basa su verticalismo en el abolengo ideológico, y al que históricamente se le ha dificultado digerir la disidencia interna.

Bukele dice lo que él cree que muchos militantes efemelenistas piensan pero no se atreven a decir. Y él lo expresa, para desaire de la Comisión Política, con el poderoso altavoz que le da ser el alcalde de la capital y, sobre todo, ser el político salvadoreño mejor valorado en las encuestas.

Los siete años de gobierno del FMLN los valora con dureza en una metáfora que deja poco margen para las interpretaciones: “Nadie espera que nos durmamos y amanezcamos en Suiza, pero uno quiere ver una mejoría, como un edificio que planificás de diez pisos; al mes tiene solo uno, luego tiene dos pisos, al cabo de cuatro meses tiene tres pisos, y así, hasta los diez. Pero cuando ves un piso, y luego dos pisos, pero luego desaparece el segundo piso, y luego desaparece el primer piso, y luego hay un piso de nuevo, y luego dos, pero se cae porque lo hicieron mal, y luego hay que ceder el primer piso porque nos está presionando la derecha... Uno se pregunta: ¿a qué horas vamos a llegar a los diez pisos?”

Son críticas de este calibre, y la consecuente reacción del partido, las que han llevado a Bukele a concluir que el FMLN no quiere perderlo, pero que tampoco quiere que sea el sucesor de Salvador Sánchez Cerén, digan lo que digan las encuestas de popularidad. “Lo veo como casi un imposible”, responde cuando se le pregunta si se ve como candidato del Frente para las presidenciales de 2019.

Esta entrevista no iba a ser una entrevista, sino una plática off the record de Bukele con tres periodistas; sin embargo, la grabadora se encendió para unas declaraciones puntuales y tardó tanto en apagarse que derivó en esta plática.

¿Cuáles son las distancias y cercanías que tiene Nayib Bukele con el FMLN?
El FMLN y yo... No es un planteamiento que se puede hacer dual. No es como que el FMLN sea un cuerpo homogéneo, unido por un solo pensar, y luego estoy yo, que soy una sola persona. Te apuesto a que si te acercás a un militante, o un diputado, o un alcalde o un funcionario público del gobierno, y le preguntás por un tema en específico, las respuestas que te van a dar pueden ser incluso opuestas, y eso no quiere decir que todos ellos no sean parte del FMLN, o que no crean en el proyecto histórico del FMLN; simplemente piensan distinto. Lo que ha pasado es que muchas veces, y no solo en el FMLN, sino en la política salvadoreña en general, los partidos tienden a no generar controversias.

Pero usted…
Yo no soy el único que hace críticas. Hay otras personas que dicen: “Espérenme, esto no va con los principios que yo entiendo al ser miembro del FMLN”. Aunque probablemente mi micrófono sea más fuerte. Por ejemplo, yo entiendo que el Estado debe ser benefactor, protector y fuerte, en el buen sentido de la palabra: no debe haber hospitales públicos que se estén cayendo. O fuerte para educar, con buenas escuelas. Si preguntás en genérico, cualquiera, incluso de Arena, te va a decir que está de acuerdo.

Correcto.
Pero en la práctica no. Por ejemplo: durante el gobierno actual, y el anterior, y el anterior a ese, y el anterior a ese…se habla hasta de 3,000 millones de dólares de evasión y elusión fiscal. ¿Por qué no agarran ese dinero y se invierte en subir el salario de los maestros? ¿O por qué no remodelan las escuelas? ¿Qué está pasando? El gobierno no combate la evasión y la elusión... y le hace falta plata. Y luego el gobierno, como está bloqueado por Arena, cuando quiere salir del bloqueo propone medidas neoliberales.

¿¡El FMLN propone medidas neoliberales!?
Si, el Frente. Como poner el impuesto al consumo de electricidad. Ellos lo llaman recargo, pero es un impuesto. Lo que pasa es que Arena acorrala al FMLN. Arena hace una oposición nefasta para el país, pero una inteligente para sus intereses mezquinos.

¿Cuál es el problema del Frente entonces?
El problema es que responde a los acorralamientos de Arena con lo que Arena espera que responda. Por ejemplo: el FMLN legítimamente pide un financiamiento ya aprobado por el BID para construir el nuevo Hospital Rosales y otro hospital en la zona norte de San Salvador. Viene Arena y mantiene un constante bloqueo al FMLN, en todo; entonces, el Frente se empieza a sentir arrinconado, no pueden autorizar bonos, no pueden aprobar un préstamo que ya está aprobado por el BID, no pueden ejecutar un proyecto. Bueno, dicen al final, ¿y de dónde sacamos dinero? Ya sé, sugiere alguien, pongamos un impuesto al pueblo, del 5 % a la telefonía, o el 13 % a la energía eléctrica. Y lo hacen. ¡Y esas son medidas neoliberales! Medidas que el mismo FMLN criticó en su momento, y el mismo FMLN sabe que son medidas neoliberales.

Ese punto quedó bien claro. Para volver a su primera respuesta: ¿diría que dentro del FMLN usted representa tan solo una voz más dentro de un pluralismo?
Una voz con un micrófono fuerte, por ser el alcalde de San Salvador. Probablemente si solo fuera militante, mi micrófono sería más pequeño. No es una cuestión de quién es más del FMLN o quién menos del FMLN. La cuestión es: ¿estamos de acuerdo o en contra de los impuestos neoliberales?

¿Ese es a su juicio el asunto medular?
No solo los impuestos. ¿Qué ofrecemos como colectivo político, como FMLN? Por algo se fundó. Cualquier persona que medio lea los estatutos del FMLN entenderá que la visión que sostiene es sacar a los pobres de la pobreza, tener una mejor redistribución de la riqueza, que se le quiten los privilegios que tienen los que más tienen… Y cuando hay una acción puntual que se sale de esos principios básicos, yo veo normal que lo cuestionés. porque decís: “Péreme, péreme.... si me están poniendo impuesto al celular, que el 100 % de los salvadoreños utilizan y el argumento es que es un lujo… cuando hay muchísimas personas con muchísimo más dinero, que podrían pagar más impuestos porque tienen yates, aviones privados, hasta 40 propiedades, diez casas de recreo, y no estoy exagerando, y aun así no pagan impuestos, pero el pobre tiene que pagar el 5 % más por su recarga porque es un lujo”. Cuando ves ese tipo de actitudes, decís: ¿en qué partido estamos? Porque eso lo promueve Arena, la ampliación de la base tributaria, que es una forma de decir cobrémosle a los pobres; o la súper eficiencia empresarial, que es una forma de llamar a la explotación. Cuando ves que el Frente hace cosas que están en el manual de Arena, ya sea por arrinconamiento, por coyuntura o por pragmatismo, te preguntás: ¿qué está pasando? ¿Arena nos está arrinconando o estamos perdiendo la brújula?

Pareciera que se ve a sí mismo como el guardián de la pureza de los principios del FMLN, incluso contra la dirección histórica del partido.
Hay algo que hay que reconocer: muchas de las libertades de las que hoy gozamos son gracias a mucha gente que luchó y a los muchos que dieron su vida. Algunos de los que sobrevivieron hoy están dirigiendo el FMLN, pero eso no los hace perfectos, ni son perfectas las decisiones que toman. De la misma forma, hay muchos que nacimos en la posguerra y eso no nos descalifica, a nosotros o a nuestras opiniones. Yo no soy el paladín o el guardián de nada, pero no quiere decir que mi opinión debe de ser descalificada. Te pongo un ejemplo: Queremos que la gente pobre tenga acceso a internet. Eso sería algo lógico en un gobierno de izquierda, ¿no? Pero si querés comprar una computadora pagás el 13 % de IVA y el 5% del impuesto a la seguridad; luego tenés que negociar la conexión y el módem, y pagar de nuevo el 13 % de IVA más el 5% de seguridad; y ahora por la electricidad, ¡tenés que pagar el 13 % del nuevo recargo! Las medidas que se han tomado han cargado de impuestos el acceso a internet. A la misma hora que El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica siguen gozando de una exenciones fiscales.

¿Esto se lo ha planteado así de claro a su partido?
Al FMLN yo le dije que quitáramos el IVA a los frijoles y se lo pusiéramos a los periódicos, porque la gente seguramente preferiría frijoles sin IVA que periódicos sin IVA. Con esa medida evidentemente estás favoreciendo a grupos de poder. ¿Estoy diciendo que el FMLN es un partido que favorece a grupos de poder? No. Estoy diciendo que al no ponerles IVA a los periódicos están favoreciendo a un grupo de poder, probablemente porque les temen, por pragmatismo o quizá por una negociación.

¿Se sentiría ofendido si leyera un titular tipo El millonario que quiere salvar a su partido de convertirse en un partido de millonarios?
Eso es categorizarme por mi origen de clase, descalificarme por eso.

En el FMLN el origen de clase es muy importante; es la base del análisis y, en esa lógica, no deja de ser una ironía que un muchacho fresa llame “neoliberal” al excomandante guerrillero.
Decir eso es una falacia ad hominem: estás atacando a la persona por lo que es, y no por lo que dice: ¿cómo un muchacho fresa le contesta al comandante guerrillero?

Esa es una lógica común en el partido, ¿no?
Pero no es lógico, porque las cosas deben llamarse por lo que son. El hecho de que hayás logrado algo no quiere decir que eso te califica para que todo lo que digás sea verdad, o que todo lo que dice el que no ha logrado eso convierta todo lo que diga en una falacia.

La primera vez que entrevistamos a Ramiro (José Luis Merino) le hicimos ver que el FMLN había expulsado a un montón de gente por querer conducir el pensamiento hacia la socialdemocracia, pero que el plan de gobierno de Schafik Hándal era menos que socialdemócrata. Él nos respondió que era cierto, pero que ellos tenían un plan, que ese plan de gobierno era solo un medio para llegar a un fin. ¿No será que simplemente esas medidas que llama neoliberales son parte de un plan que usted no conoce o que no le han contado y finalmente conducen al ideal?
No lo veo. Puede ser, pero yo no lo veo. No es una crítica a la dirigencia. Es una crítica a una acción puntual o a varias acciones puntuales. Yo mismo decía a la gente de la alcaldía: no podemos tener un discurso de inclusión y tener medidas de exclusión… La gente quiere hechos a la par de las palabras. El Salvador ha tenido avances, sí, pero ¿qué avances estamos teniendo ahorita? ¿Que el que pagaba 13 % de impuesto por la conexión a internet ahora está pagando 18 %? El que pregonaba que iba a cobrar a los ricos ahora ya no les cobra porque es imposible. Entiendo que probablemente hay un horizonte, y no me lo han contado y hacia allá vamos. Nadie espera que nos durmamos y amanezcamos en Suiza, pero uno quiere ver una mejoría, como un edificio que planificás de diez pisos; al mes tiene solo uno, luego tiene dos pisos, al cabo de cuatro meses tiene tres pisos, y así, hasta los diez.

¿No ve avances en la construcción del edificio?
Pero cuando ves un piso, y luego dos pisos, pero luego desaparece el segundo piso, y luego desaparece el primer piso, y luego hay un piso de nuevo, y luego dos, pero se cae porque lo hicieron mal, y luego hay que ceder el primer piso porque nos está presionando la derecha... Uno se pregunta: ¿a qué horas vamos a llegar a los diez pisos? Entiendo que es un proceso que probablemente va a tardar mucho tiempo, y quizá ni lo vamos a ver terminado, pero ¡vos tenés que ver un rumbo! Y si no lo ves, creo que es lo normal exigir o criticar que ese rumbo no se dé. Y con lo que me decías del niño fresa, yo no soy marxista, pero incluso en el marxismo se dice que no se puede descalificar a alguien por su origen de clase. El Che y Fidel venían de familias burguesas, el mismo Schafik Hándal, que tenía nombre árabe...

Es una tradición: Fidel, Che, Schafik, Nayib...
No, no, no... no me estoy comparando, empezando porque yo no soy marxista y ellos sí. Lo que quiero decir es que no se puede descalificar a alguien por su origen de clase, cuando el movimiento ha sido casi que construido por personas de origen burgués... el mismo Marx, o Engels…

¿En qué casilla de la izquierda se ubicaría usted a sí mismo?
Yo me considero progresista.

¿No será que al FMLN le cuesta digerir sus críticas no porque es alguien que no ha sido guerrillero, no porque proviene de una familia adinerada, sino más bien porque tiene un perfil presidenciable?

Yo puedo decirte ahora un poema sobre que mis intenciones al criticar al gobierno son las correctas, y que no hay intenciones oscuras, pero eso no es el punto medular. El punto medular es si mi crítica es correcta o no. El FMLN o el gobierno podrían pensar, cuando aprueban un impuesto contra la población, si la intención de Nayib es A, B o C, pero eso no quiere decir que lo que yo esté diciendo no sea cierto: que se aprueba algo así porque no se atreven a topar a los evasores fiscales; eso no quiere decir que no se tiene el listado de empresas que ha evadido el fisco y no se actúa contra ellas; eso no quiere decir que no se puede sacar equis cantidad de millones a empresarios que han evadido en lugar de sacarle al pueblo en sus recibos de energía eléctrica. Y al final de cuentas, la intención de Nayib Bukele puede ser porque es buena gente o porque es mala gente, o porque es burgués, o...

O porque es un buen publicista.
Por lo que sea. Pero al final de cuentas, lo que hay que ver es si el argumento es válido o no. Si el punto es bueno, el FMLN podría quitarle la bandera a Nayib Bukele, ¡que me la quiten! que demuestren que van contra los evasores, y entonces ya no voy a poder criticar al gobierno por este tema.

Nayib Bukele saluda a un militante del FMLN al finalizar un debate electoral en la campaña de 2015. El FMLN y su alcalde estrella protagonizaron choques públicos y privados desde 2012 hasta su expulsión en 2017. / Foto de Fred Ramos.
Nayib Bukele saluda a un militante del FMLN al finalizar un debate electoral en la campaña de 2015. El FMLN y su alcalde estrella protagonizaron choques públicos y privados desde 2012 hasta su expulsión en 2017. / Foto de Fred Ramos.

Tal vez podrían decir que antes de usar el Facebook, usted podría buscar una vía más institucional para las críticas.
Pero yo uso esas vías, claro que las uso.

En uno de tus comentarios en Facebook escribió que el FMLN es un Arena 2.0.
Nunca he dicho que el Frente es Arena 2.0. Lo que dije es que el partido no tenía que permitir que Arena los arrinconara, y eso lo he dicho en público, en privado, en reuniones de bajo nivel, de alto nivel, se lo he dicho al presidente de la República... es decir, yo he dicho de muchas formas que Arena nos está arrinconando para que tomemos medidas neoliberales, y que el FMLN no debe de convertirse en un partido neoliberal.

¿Y por qué no lava la ropa sucia en casa, como dicen ellos?
Es lo primero que hago, ¿pero qué pasa si hay un problema que afecta a la población, que puede solucionarse, pero ya fui al partido, ya lo dije, ya recorrí todas las instancias y nadie resuelve? Yo, aunque sea el alcalde de la capital del país, no tengo incidencia alguna en los grandes temas nacionales. Nosotros en la alcaldía tenemos un micrófono: esa es nuestra herramienta más fuerte y por eso la uso. A veces nos fijamos más en quién dice algo y no se evalúa si los argumentos son congruentes con los principios, además de sólidos moral, ética y hasta estratégicamente para el partido.

¿Cómo se explica usted esas desviaciones de los principios ideológicos que señala?
Yo creo que saben lo que están haciendo. Yo creo que más bien están respondiendo a un acorralamiento político de Arena. El problema, y te lo digo yo, que también tengo una función pública, es que en el día a día el pleito te come. En el día a día pasás defendiéndote de ataques, peleando con los adversarios, tratando de construir un proyecto político... es una batalla diaria que te deja muy poco tiempo para pensar si uno está haciendo lo correcto. No sé si me doy a entender. Llega alguien y dice: tenemos estas tres opciones. ¿Ponemos impuestos a La Prensa Gráfica y a El Diario de Hoy? “Híjole, no”, dice un asesor, “nos van a bombardear con 200 páginas cada periódico de ataques”. Luego hay una segunda opción: ir tras los evasores fiscales. “Híjole, pero esta gente es muy poderosa y tenemos ya muchos flancos abiertos, y es enemigo grande”. Y la tercera opción es aumentar los impuestos al pueblo, y...

Está describiendo un gobierno cobarde.
No, estoy tratando de ponerme en unos zapatos muy difíciles. Desde la llanura es fácil criticar. Es como cuando uno ve un partido de fútbol desde la grada y critica a los que están en la cancha. Claro que es mucho más difícil estar en la cancha: es cansado, con sol, con la chimpinilla dolorida por una patada... pero eso no quita que la afición, si lo querés ver así, los que están en la banca, como es mi caso, podamos decir: hey, hey, haga tal o cual cosa. ¿Por decir eso soy la salvación del equipo? No. Quizá el equipo hasta jugaría peor conmigo en la cancha. Pero hay un punto: si los argumentos son o no válidos.

Ante estas diferencias, evidentes, ¿qué tan probable es Nayib Bukele sea el candidato presidencial por el FMLN para 2019?
Lo veo como casi un imposible.

¿Y que sea el candidato a la Alcaldía de San Salvador en 2018?
Lo veo muy probable. Muy muy probable, porque ya lo hemos discutido, ya lo hemos hablado, y estamos en el entendido de que sí vamos a ir por la reelección. Y lo digo así: muy probable, y no absolutamente cierto, porque la vida cambia, incluso en el ámbito personal, y hasta 2018 pueden pasar un millón de cosas.

¿No pueden cambiar también para la presidenciales de 2019?
Es mucho más difícil que cambien. A lo que me refiero que es más fácil que suceda que yo por razones personales no vaya en 2018, a que todo un colectivo de un partido cambie una decisión que ya tiene tomada.

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