Jerusalén, PALESTINA/ISRAEL. La postura de la Administración Trump ante el conflicto entre Israel y Palestina es “el fin de una idea peligrosa y errónea: la de la creación de un Estado terrorista palestino en el corazón de la tierra de Israel”, afirmó el ministro de Ciencias israelí, Ofir Akunis, reiterando en nombre de la Biblia la reivindicación judía sobre Cisjordania, el corazón del territorio que Naciones Unidas asignó en 1947 para la creación del Estado palestino.
Para su colega, la titular de Cultura, Miri Regev, se trata de “una nueva era diplomática” y el fin de la “congelación” de la colonización en Palestina.
Tras recibir el miércoles al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, el presidente estadounidense Donald Trump se alejó de la postura mantenida por sus predecesores durante años en relación al conflicto palestino-israelí: afirmó que Estados Unidos ya no se adhería a la solución de dos Estados, es decir, la creación de un Estado palestino que coexista con Israel, idea apoyada por la comunidad internacional.
“Yo veo dos Estados y un Estado, y a mí me gusta la opción que les guste a ambos. Yo estoy contento con la solución que ellos prefieran”, afirmó el mandatario.
La aparente ruptura por parte de un hombre que durante la campaña no se declaró especialmente proisraelí preocupa a los palestinos.
“El fin de la solución de dos Estados significa un solo Estado, incluso racista”, reaccionó el diario palestino Al Quds en un editorial. “Tras veinte años de negociaciones y tras haber aceptado conservar un 22 % de la Palestina histórica, la gran pregunta es: ¿qué debemos hacer?”, añade.
Tras el encuentro entre Trump y Netanyahu, la presidencia palestina eligió un tono cauto, repitiendo su apuesta a favor de”la solución de dos Estados”, y se dijo “dispuesta a interactuar de forma positiva con la Administración Trump para construir la paz”.
Prematuro
“Lo que retenemos es que Trump dice que quiere la paz”, declaró a la agencia AFP Hosam Zolot, consejero del presidente Mahmud Abas, atacando solo a Israel.
Para Jihad Harb, politólogo palestino, la dirección palestina afronta dificultades para establecer canales de comunicación con la Administración Trump. Debilitada, dividida, no tiene otro horizonte que una confrontación diplomática con Israel –algo que Estados Unidos podría hacerle pagar caro–, o una revuelta popular con consecuencias imprevisibles, señala.
“Cálido y excelente encuentro con el presidente Donald Trump. Una jornada de éxito para el Estado de Israel”, tuiteó Netanyahu.
A warm and excellent meeting with President Donald Trump – a successful day for the State of Israel! pic.twitter.com/B5Z3UdlrGh
— Benjamin Netanyahu (@netanyahu) 15 de febrero de 2017
El llamamiento a la contención de la colonización no logró mermar la satisfacción del dirigente israelí, cuyo gobierno ha anunciado en las últimas semanas la construcción de más de 6,000 viviendas en colonias, antes de ser llamado al orden por la Casa Blanca.
Pero Netanyahu y la derecha israelí deberían poner el freno, consideran los expertos. Primero, por la advertencia de Trump sobre las colonias, y después, por la falta de claridad estadounidense.
“La Administración Trump aún no es capaz de elaborar verdaderas políticas, y es prematuro hacer suposiciones”, consideró Shmuel Rosner, analista del Instituto de Política del Pueblo Judío. “No creo que ayer el presidente Trump presentara una visión realista de la paz en Oriente Medio”, añadió.
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