03/04/17 Silvia González, consultora legal de Inversiones Fénix, admite que la empresa no contaba con la autorización de la Secretaría de Cultura (Secultura) para construir en un terreno cercano al sitio arqueológico Tacuscalco. Fénix es la empresa a la que la Fiscalía General acusa por la destrucción de uno de los sitios arqueológicos más importantes de El Salvador, ubicado entre los municipios de Nahuilingo y Sonsonate. González también admite que la construcción ha continuado, pese a cuatro órdenes de paro de obra, la más reciente en marzo, del ministerio de Ambiente. “Ya iniciamos los procesos legales para demostrar que (la actuación de Secultura y el MARN) son actos arbitrarios”, se excusa González.
La abogada también niega que la empresa tenga vínculos con el grupo constructor Salazar Romero, aunque El Faro confirmó, por medio de registros públicos, que los dos fundadores de Fénix tienen vínculos con la constructora Salazar Romero. Inversiones Fénix es una empresa que se constituyó el 21 de marzo de 2014. La formaron dos personas: Rodolfo Joaquín Recinos de León, su actual representante legal, y Víctor Manuel Molina Chachagua. En abril de 2015, Recinos de León ubicaba su oficina en la gerencia legal de Salazar Romero. Molina Chachagua, el otro fundador de Fénix es socio en otra empresa -Creinsa de C.V.- de José Raúl Salazar Landaverde, presidente y fundador de Salazar Romero. En Creinsa, Salazar Landaverde es vicepresidente y Molina Chachagua es director secretario suplente.
*Escuche la entrevista a partir del minuto 25 del audio adjunto.