El Salvador / Política

“Hay dueños de partidos, y los dueños deciden”

Los hombres que dirigieron la secretaría general del PCN durante los ochenta, Hugo Carrillo y Luis Lagos, ahora son sus estrategas políticos. Ellos fueron los encargados de revitalizar al partido en las elecciones del 4 de marzo. “El que paga el mariachi pone la canción. Eso es así pues. Es decir, no hay desayuno gratis”, dice Carrillo como una aceptación normal de la naturaleza del sistema partidista. En esta entrevista, ambos matizan la corrupción dentro de su partido, porque todos los demás lo hacen, porque no hay controles y porque cada miembro es responsable de sus actos.


Domingo, 3 de junio de 2018
Arysbell Arismendi y Gabriel Labrador

 

Hugo Carrillo, miembro de la Comisión Política del PCN, durante entrevista ofrecida al periódico El Faro. Foto de El Faro, por Víctor Peña.
Hugo Carrillo, miembro de la Comisión Política del PCN, durante entrevista ofrecida al periódico El Faro. Foto de El Faro, por Víctor Peña.
Detrás del aumento de diputados del Partido de Concertación Nacional en las elecciones del 4 de marzo, hay dos veteranos de la política y viejos militantes del partido: Hugo Carrillo y Luis Lagos. Estos dos hombres, que hablan sin tapujos al describir la oscuridad de la política salvadoreña, son los actuales estrategas del partido. Ellos ayudaron a que el PCN obtuviera nueve escaños -tres más que la legislatura 2015-2018- y se convirtiera en la poderosa llave que da a Arena, su tradicional aliado, la mayoría en la Asamblea. Juntos, el PCN y Arena, son poderosos, y por eso Carrillo y Lagos sentencian: la alianza con Arena no está escrita en piedra. El día que no haya acuerdos, todo se acaba.

Ambos son militantes del PCN desde sus orígenes, cuando el partido respaldaba las dictaduras militares. Entre 1984 y 1989, Carrillo fue el secretario general y Lagos -también fundador de la organización paramilitar ORDEN-, su secretario de organización. Fueron expulsados de la dirección del partido porque eran catalogados de socialistas o marxistas, y de promover ideas de justicia social. El ala más conservadora tomó las riendas del instituto, y Ciro Cruz Zepeda asumió el control como máxima autoridad. En los años siguientes, Carrillo se dedicó a la diplomacia y Lagos estuvo de bajo perfil hasta que apareció en 2009 como uno de los integrantes del Movimiento Amigos de Mauricio, en apoyo al primer candidato del FMLN que se convertiría en presidente, Mauricio Funes. Con la salida de Zepeda en 2012, el nuevo secretario general, Manuel Rodríguez, los llamó para oficializar la creación de un instituto de formación política.

Algunas de las afirmaciones que Carrillo y Lagos hacen podrían causar indignación. Son pronunciadas con cierta frialdad. Suenan, más bien, a proclamas de resignación: “Hay dueños de partidos, y los dueños deciden”; “No se puede evitar que ningún diputado sufra presiones y acceda a peticiones deshonestas”; “El partido como institución no puede responsabilizarse por la conducta individual de un dirigente”; “El negocio de las alianzas es una operación matemática”. Es decir, una simple ecuación matemática para obtener más poder. En la entrevista, incluso llegan a presentar a uno de sus diputados más veteranos como ejemplo de políticos que logran salvarse jurídicamente a pesar de que son cuestionados por la vox populi. Son pragmáticos, utilitarios, podría decirse. Son, no hay que olvidarlo, dos hombres que conocen a profundidad la forma de hacer política en El Salvador.

Aunque reconocen que estas prácticas deben desaparecer, tienden a señalar más hacia afuera que hacia adentro: “A Gana lo financiaban de Casa Presidencial”, se atreven a responder para hablar de la dependencia moral de los partidos con sus financistas.

Reciben a El Faro en la sede central del partido en la colonia San Francisco. La entrevista se desarrolla en el mismo salón donde el comité ejecutivo del PCN celebra sus sesiones. Es una mesa ovalada con 16 sillas a su alrededor. Frente a cada puesto, sobre la mesa, una curiosa decoración: un adorno elaborado de yeso que representa dos manos juntas, palma con palma, en actitud de plegaria. “Es un invento de Meme (Manuel Rodríguez, secretario general), él es bien devoto”, dice Lagos.

Para la campaña de 2012 ustedes denunciaron que Gana andaba comprándoles candidatos. ¿Ahora no sintieron esa amenaza?

(C): Eso se mantuvo, y hoy Gana tenía muchos más recursos. Para darles algo que está grabado: al candidato a alcalde de Guacotecti le dieron $50,000 para que se pasara con Gana. Eso salió publicado.

A ver si entiendo: ¿el logro del PCN es que otro partido no les quitó gente?

(L): El trabajo en el territorio es vinculación constante. Y la vinculación depende también del dirigente. Donde no habían diputados nuestros era más larga la distancia con los simpatizantes. De esa cosa se aprovecharon. El canibalismo político lo inició Arena cuando nos quitó el primer diputado de La Unión, y después el segundo de Morazán. Y hemos tenido algunas veces que pagar el precio por eso. En la época de [Mauricio] Funes, el surgimiento de Gana es el canibalismo político, es armar otra estructura política para alcanzar la gobernabilidad.

¿Cómo debe interpretarse que exista ese canibalismo y al mismo tiempo el PCN hace alianzas con esos partidos para las elecciones?

(C): El negocio de las alianzas es… uno hace una operación matemática. Estas cosas no son rígidas ni están escritas en piedra. Uno hace los cálculos con base a las votaciones anteriores.

Ambos estaban distanciados del partido. A partir de 2015 retoman las capacitaciones y la estrategia política del partido: ¿regresaron para hacer esa matemática?

(C): Cuando yo fui secretario general, Luis era mi secretario de organización, éramos los dos al mando. Hicimos capacitaciones permanentemente. A partir de que llegó Ciro (Cruz Zepeda, exsecretario), se acabaron. Entonces, siempre quisimos hacer una escuelita de formación política. Ese fue el anzuelo. Cuando regresé de México, ya jubilado, me tomé un año sabático. Y Memo (Manuel Rodríguez, actual secretario) me invitó a que me reincorporara. Entonces creamos el instituto de formación política del partido.

Usted habla de una nueva generación, pero en esta última elección, en el caso de los diputados, seguimos viendo muchos de los mismos rostros…

(C): Es que es un proceso de mediano y largo plazo. Luis les contaba que tuvimos más de 250 personas en estos seminarios. Pero de esos tenemos que escoger a los mejores 50 o 60 para hacer un escalón alto de gente que sepa política, organización, comunicaciones, que sepa ir a la televisión, que sepa cómo resolver una entrevista política. Es un proceso. Y no da resultados de inmediato. No es tan fácil porque tampoco los que están quieren abrir los espacios, sino que es un proceso donde se va empujando para abrir espacios a nuevos dirigentes.

Detalle de manos, en la sala de reuniones del partido PCN, durante entrevista ofrecida al periódico El Faro. Foto de El Faro, por Víctor Peña.
Detalle de manos, en la sala de reuniones del partido PCN, durante entrevista ofrecida al periódico El Faro. Foto de El Faro, por Víctor Peña.

Al final ese bando de los que todavía no quieren que la nueva generación llegue, es el que ganó en esta última elección…

(C): Es que estos son procesos donde uno no halla la mesa vacía. Para quitar cosas de la mesa, hay que pedir permiso. Entonces, este es un proceso, no funciona automáticamente. Uno no puede en política ir con una barredora.

¿Qué tanto los candidatos que presentaron en 2018 responden a la ideología del partido, o a darle a la gente lo que quiere?

(C): Te voy a dar una respuesta breve. La ideología no se construye en el ideario del militante sino que se les enseña. Formar a la gente ideológicamente es un trabajo que lleva tiempo. Y en unos primeros contactos en el proselitismo no se puede hacer. Si nosotros les decimos a los militantes: somos humanistas. ¿Con qué se come eso? Esas abstracciones para que el correligionario las entienda deberá someterse a un proceso de preparación.

(L):  Aunque haya una especie de selección natural en el partido, la selección final no es del partido. La selección final es de la gente que va a votar. Por ejemplo, Cristina López era diputada por el partido y perdió. Ramón Kury hijo iba de primer diputado y perdió. Desde mi punto de vista, Eileen Romero es diputada por una percepción popular. Por la persona. La gente no piensa si es de derecha o de izquierda, para usar términos que la gente usa indiscriminadamente. Como decía Hugo, los principios tienen contenido cuando uno los traduce en forma de vida. Cuando hablamos de justicia social no estamos hablando de una interpretación marxista, estamos hablando de un contenido que nos impone la realidad nuestra. Y por supuesto que algunas veces con Hugo fuimos señalados de marxistas, socialistas, etcétera, porque la gente que habla de política hace comentarios sin entender la sustancia de la política.

El PCN ha dominado por años el arte de ganar diputados mediante residuos. ¿Se equivoca quien señala que el PCN buscó nuevos rostros como candidatos -comunicadores, jóvenes, mujeres, etc- en un ánimo de conseguir votos a los únicos candidatos con probabilidades reales de quedar? 

(L): Un dirigente, puede ser local, municipal o nacional, pero ese dirigente se hace con dos cosas: primero su imagen personal y eso está determinado por los medios que le proporcionan esa capacidad de imagen. Y segundo: por su acción política. No es sólo que el partido quiera, es la capacidad también que tiene el dirigente de cumplir las tres cosas. Ahora, las coyunturas van determinando también la acción política. Tu tenés que crear actos políticos para que el partido vibre, que se sienta. Tenés Democracia Salvadoreña. Eso. No huele ni hiede. ¿Por qué? Porque no tiene hechos políticos que generen. De repente, aparece Salume en un canal de televisión insultando a un dirigente y desaparece, pero no es capaz de generar porque no tiene estructura que reproduzca lo que él dice.

(C): Además una cosa no excluye a la otra. Es decir, la estrategia electoral de fortalecer al partido es natural pues, porque entre más votos tengamos, más fuerza tenemos. El reto es cómo ser fiel a la expectativa que tiene el votante. Que siempre va más allá de las posibilidades reales. Las expectativas son más que las posibilidades de respuesta. Aquí la tendencia es ofrecer lo que no se puede cumplir. Sin darse cuenta que es una operación matemática a pérdida. Porque entre más ofrecimiento y menos cumplimiento, la frustración invade a la gente. Entonces, es un mal negocio para el político.

Pero así se sigue haciendo. Hubo promesas a granel en esta campaña pasada.

(C): Son prácticas que se deben ir enterrando, pero tampoco es fácil porque lo más útil políticamente es ofrecer. Este es un tema no menor en la política: el engaño al votante. Por ejemplo, el diputado ofrece en su campaña cosas que corresponden al órgano Ejecutivo. Ofrecen calles, mercados, escuelas, centros de salud. Y el diputado no puede hacer eso.

Para entender eso de la selección natural, el domingo, Mario Ponce decía en televisión nacional que aunque algún diputado está siendo señalado de algún hecho de corrupción, al final la gente es la que vota. Entonces, que el jefe de fracción diga eso quiere decir que eso es lo que importa al partido ¿o no?

(C): Tenemos que ser bien honestos. El partido no tiene un discurso unificado porque esta es una herencia de Ciro. Ciro parceló el partido e hizo pequeños partidos: el PCN de Santa Ana, el de Sonsonate, de Cuscatlán, de San Vicente, con una visión de feudos. Entonces, ustedes oyen a nuestros diputados, y es una autocrítica muy dura, hablan en primera persona. Es decir, yo opino tal cosa. Es raro que un dirigente diga: nosotros en el partido pensamos que…

¿Es un hecho que quieren deshacerse de todo lo que suene a Ciro?

(C): Es un proceso, que se va limpiando y avanzando.

Cruz Zepeda fue destituido por sospechas de corrupción de la Corte de Cuentas, y, en 2000, cuando lo eligieron presidente de la Asamblea fue más por un pacto negociado con Arena que por la representación de los votos obtenidos en la elección. ¿No será que este es un partido que se vende como renovado pero que en realidad no quiere romper con la “cirocracia”?

(C): Es que lo que sucede es que los procesos históricos los podemos cortar imaginariamente. Ciro es parte del proceso político del partido. Así como fui yo en mi momento. Fui seis años secretario general. Y antes teníamos a Raúl Molina Martínez (su predecesor como secretario general). Entonces, no se puede establecer un corte total. Sino que es un proceso, en algunos casos, de deslustramiento. Un ejemplo: ¿cuánto le ha costado al Frente decidir que no van a seguir defendiendo a Funes? Ustedes son profesionales y han tenido otro tipo de encuentro con la educación y la cultura, pero de ustedes o de nosotros para abajo hay un escalón de personas y simpatizantes cuya acción es meramente emocional.

¿Quiere decir que en esta legislatura vamos a seguir viendo prácticas como las de la exdiputada Cristina López que reconoció que se le había presionado para promulgar una interpretación auténtica para favorecer a un empresario prófugo de la justicia?      

(L): Tú estás hablando de lo que apareció en los medios no lo que ocurrió en la Asamblea.

Pero, ella misma….

(L): No, esperá, esperá. Una cosa es lo que sucedió en la Asamblea Legislativa y otra cosa es lo que los medios dijeron.

¿Qué fue lo que sucedió entonces?

(L): Todos votaron. Y no por “Quique” [Enrique] Rais, [empresario dueño de una procesadora de basura]. Votaron en el pleno porque hay varios que están en eso, incluyendo a [Guillermo] Gallegos, incluyendo a “Chico” [Francisco] Merino. Hubo esa decisión, y digo esto: Cristina fue el pavo de la fiesta -y no lo digo en sentido peyorativo -porque no es una mujer muy formada, es una mujer de poca educación, de poca cultura. Ella dijo: a mi me dijeron que votara y el director departamental de San Salvador me pidió que introdujera la pieza en la Asamblea. Votaron 80, se quedó uno. 

Luis Lagos, miembro de la Comisión Política del PCN, durante entrevista ofrecida al periódico El Faro. Foto de El Faro, por Víctor Peña.
Luis Lagos, miembro de la Comisión Política del PCN, durante entrevista ofrecida al periódico El Faro. Foto de El Faro, por Víctor Peña.

¿Y usted está de acuerdo en eso?

Pero igual votó porque ahí estaba Sigfrido Reyes en la nómina del Frente, votó Gana porque estaba… Votó Arena porque estaba el otro...Entonces, no fue una decisión… Aquí la noticia tiene un contenido, la de dañar la imagen del diputado en la Asamblea Legislativa.

Es un hecho que ella admitió. 

(C): Mirá, esos son hechos pasados. Yo te voy a responder a lo que estás preguntando. No se puede evitar que ningún diputado sufra presiones y acceda a peticiones deshonestas. Eso no se puede garantizar. Ningún partido. Ningún diputado. Ni uno solo.  

¿Por qué?

(C): Bueno porque uno está ahí puesto. Cuando fui diputado, fui diputado cinco veces, a mí me ofrecieron coimas. Pero yo jamás acepté. Porque… el centro de la corrupción está en la conciencia del que quieren corromper. Uno decide si se corrompe o no.

Es decir, ¿la ciudadanía se tiene que acostumbrar a ver escenas como, por ejemplo, el diputado Merino junto a un exalcalde acusado de lavado de dinero? Como es a conciencia del diputado, el ciudadano tiene que aceptarlo, y los periodistas, igual.

(C): No pudiera decir eso. A veces en la política también se responde por cosas personales. El diputado debe tener una disciplina en el partido. Si no, se complica el asunto. Pero también el diputado tiene la absoluta independencia para equivocarse, para hacer cosas que no corresponden. El pueblo no debe conformarse, debe llevar un récord y no votar por los que cometan ciertos actos.

¿Hay discusiones dentro del partido sobre estas presiones?

(C): Sí, claro. Son temas de debate permanente. Lo que pasa es que esto es lo otro: la realidad es una y otro el ideal que uno quisiera. Entonces, este tema de los diputados no es sólo un problema del PCN. Es un problema de todos los diputados y de los políticos en general. Porque acuérdense que hay dueños de partidos. Y los dueños deciden, pues.

¿Y quiénes son los dueños del PCN?

(C): No tenemos ahora.

¿Y antes quiénes eran?

(C): A saber. Porque yo no estaba aquí. Ja, ja, ja.

¿Y mientras usted era secretario general?

(C): Ninguno.

Tal vez Don Luis nos pueda decir. El señor Hugo hablaba que hay prácticas que responden a un verticalismo de los partidos por los dueños…

(L): Si lo vemos históricamente el PCN original surge de una alianza original, dicen entre overoles y sombreros. Después tenemos la otra época de Ciro Cruz Zepeda. Ciro, como decía Hugo, era apoyado por sectores... Digamos de discusión política, no digo de otro tipo. Y Ciro se mete al partido tratando de darle a cada quien poder en las zonas. Por eso es que el diputado de tal departamento es como un dictadorcito de aldea, dueño de. Pero aún así con la elección de la gente que ha votado, empiezan a tomar otros criterios los diputados. El caso de Cristina López, pues. Cristina López debió ser la primera diputada y sin embargo no fue así. Yo digo que ahora el partido ha tenido un baño de pureza. Porque al haber hecho elecciones internas, el haber que la gente haya llegado a votar y marcar el rostro de un candidato, eso también le dio una limpieza al partido. O sea, el autoritarismo, el sectarismo, el yo puedo, el yo tengo dinero, no existió. En la medida que hay estas críticas en los periódicos, de esa manera estamos construyendo el país que queremos. Si permitimos esto o aquello, al final vamos a permitir un dictador que haga lo que quiera. Si ustedes supieran las interioridades que se pasan. A veces, yo no sé si ustedes tienen presiones de sacar esto o lo otro, igual los políticos tenemos presiones, amenazas.

¿De qué presiones y amenazas habla? ¿Presiones internas?

(L): No, internas no. Nosotros tenemos, en cierto modo, y quiero que no se me tome el sentido propio de la palabra, cierta autoridad moral. Entonces, hay un nivel de respeto primero quizás por la historia nuestra, segundo por la experiencia nuestra y tercero porque hemos tenido el deseo, la vocación, que lo que hemos aprendido ponerlo al servicio de los nuevos políticos.

¿Pero cuando hablan de dueños se refieren a financistas o a dirigentes del partido?

(L): Como dice el refrán mexicano…

(C): El que paga el mariachi pone la canción. Eso es así pues. Es decir, no hay desayuno gratis. Si un muchacho te invita a comer es porque probablemente le gustás o quiera obtener alguna información de El Faro. No hay nada gratis, nada. Entonces, todo tiene un interés. Algunos personales, algunos grupales, algunos de élites. En el partido yo te quiero reiterar que no hay dueños, tenemos discusiones internas, por supuesto, porque todos no pensamos igual. Lo que sucede es que siempre hay que movernos entre el mundo de la realidad hacia el ideal. Como que hagamos de caso que no hay corrupción. Entonces partimos de una base totalmente falsa. Aquí hay problemas serios de corrupción. Y tenemos problemas internos, y problemas de financiamiento. Nosotros, al no tener patrocinadores financistas, eso nos complica.

Pero financistas sí tienen. En 2014 y 2015 aparecen como donantes del PCN empresas como Mides, de Enrique Rais, que donó $100,000. Y vemos que al PP, Mides le entregó $400,000 solamente para una campaña. Rais, según las publicaciones de la revista Factum, fue beneficiado con la iniciativa de Cristina López… La compañía nacional azucarera también es financista del partido. Gumarsal. ¿La ciudadanía debe resignarse a que el dinero siempre mande y que el PCN siga aliado a fuerzas oscuras?

(L): Yo tengo una interpretación de eso. Cualquier persona que recibe dinero de alguien para una campaña política tiene un nivel de dependencia moral. En Arena, si ustedes sacan una lista, no van a hallar más de 15 o 18, los que ponen cantidades elevadas de dinero. En la medida que se recibe dinero, el partido que sea está comprometido con el interés que lo hizo partícipe. Nosotros decimos que el que tiene independencia económica tiene libertad política. Debe de ser así. Pero eso no es sólo del PCN. A Gana lo financiaban de Casa Presidencial.

¿Eso está documentado o es vox populis?

(C): Puede saberse.

(L): Entonces es una realidad del país. Eso se podrá ir cambiando en la medida que quienes podemos comprometernos con eso, nos comprometemos.

(C): Además, Luis, permitime. Esto de la política está muy relacionado con los recursos económicos. En Estados Unidos, las industrias armamentista y petrolera manejan la política. Y ahí tienen a este señor loco que es presidente. Producto de decisiones que se toman y que son avaladas por el electorado. ¿Por qué hay políticos desprestigiados y la gente vota por ellos? Yo no tengo una respuesta que me satisfaga, pero me la hago. Porque hay políticos desprestigiados, que a lo mejor jurídicamente pueden salvar su pellejo, pero en la opinión pública, la vox populi, se les cuestiona. Por ejemplo, nosotros hoy somos la primera fuerza política en Chalatenango y Chico (Merino) es el hombre más votado en Santa Ana.

Merino, además, es el hombre más rico del pleno.

(L): Sí, pero Chico también tiene familiares. Su papá era dueño del mejor colegio de San Miguel, que hoy es la universidad. Chico es de los principales accionistas. Esa universidad vale 15, 20 millones de dólares. Chico tiene patrimonio propio. Yo no digo que no hayan otros agregados. Pero además, Chico está en la política… Fue mi compañero en la Asamblea Constituyente, por Arena. Desde la Constituyente, Chico ha estado en la Asamblea. Estuvo en Parlacen, Corte, Tribunal Electoral. Es decir, es el hombre de mayor trayectoria de todos los que estaban allí. Y no ha salido en ningún momento del estamento político.

¿Y cómo se explica eso? Merino ha salido vitoreando a un exalcalde prófugo, baleó a una policía mientras esta intentaba apresarlo por conducción temeraria. En la Asamblea no necesariamente él ha sido un paladín de la transparencia. ¿Qué controles tiene el partido para que esos hechos no sucedan?

(C): Ninguno. Ningún partido tiene control sobre eso.

¿Ni el PCN?

(C): Ni el PCN. Ninguno. Y esto no es consuelo. Mire, Gallegos hoy está pidiendo que las sesiones de la directiva sean públicas. ¿Y por qué en año y medio que estuvo no lo hizo? ¿Por qué está pidiendo que ahora sean compartidas las decisiones de la presidencia de la junta directiva? Y es que hay donde escoger. Ahora, el partido como institución no puede responsabilizarse por la conducta individual de un dirigente.

(L): Yo no conozco ni a la empresa ni al exalcalde de Metapán. Pero esta es la paradoja. Meten preso a este hombre, lo meten a la cárcel de máxima seguridad, a Chepe Diablo, y después sale libre porque todas las acusaciones que le hicieron era que había evadido no sé cuanta cantidad de impuestos. Entonces, no todo lo que se dice públicamente es verdad.

Hablemos después del 4 de marzo. Ya decían que en política nada es gratis. ¿Cómo se hizo la alianza con el Arena y si ésta, aparte de la negociación de la junta directiva, implica otros elementos que veremos a partir de ahora?

(C): Estamos en un proceso de negociación permanente. Los congresos en todo el mundo negocian todos los días. Hay negociaciones coyunturales, para este propósito, otras que tienen visiones de mediano y largo plazo. Nada está escrito en piedra en política. La alianza con Arena se está trabajando. En la medida que hayan acuerdos, se irá avanzando. El día que ya no haya, se acabó. Las cosas se hacen cómo se deshacen. Entonces, lo que hemos tenido es un arreglo que es típico de la asamblea. El FMLN se unió con Gana y se repartieron año y medio la presidencia. Hoy, lo hacemos nosotros porque la correlación de fuerzas cambió.

Es decir, hasta ahora sólo han negociado lo de la junta directiva.

(C): En el horizonte cercano están las elecciones de segundo grado. Hay que ponerse a hablar. Eso ya nosotros no lo podemos hacer sólo con Arena ni el PDC. Tienen que intervenir Gana y el FMLN. Porque con cualquiera de los dos se hacen los 56 votos. El tema es que en el caso de la Sala deben evitarse las cuotas que en el pasado han existido. Hay que buscar los mejores elementos. No lo digo ilusamente. La alianza en la Asamblea no nos compromete a votar permanente y ciegamente con Arena. Cuando no estemos de acuerdo, vamos a votar diferente.

El diputado Mario Ponce ha dicho que para elecciones de segundo, el PCN y PDC votarán de la misma manera. Considerando que han reconocido que la elección de magistrados es producto de cuotas partidarias, ¿será con Arena que junten esa cuota?

(C): La alianza con el PDC nos fortalece a ambos. Esa alianza es un poco más seria, digamos. Aquí ya han desfilado varios candidatos porque hoy los candidatos van a los partidos a buscar apoyo. Hemos oído a todos.

¿Dice que han venido acá, a las instalaciones del partido?  

(C): Sí, acá han venido. No sólo aquí. Han ido al Frente, han ido a Arena. Porque los candidatos hoy hacen ese tipo de campaña. De buscar los apoyos e ir a presentar su plan de trabajo. Y eso es bien importante. Porque la entrevista, muchas veces en la Asamblea, al final de cuentas allá se decide. Pero algunas veces se queda un poco corta.

Mario Ponce dijo el domingo que el PCN ya se había sentado con Nayib Bukele y le habían ofrecido el partido. Bukele habría descartado. Se sentaron primero con Nayib. Piensan que es quien tiene la ventaja para ganar, y no Arena.

(C): No estaba enterado… La premisa es la siguiente: en política uno tiene que hablar con todos. Nosotros hemos hablado con el FMLN, muchas veces. Yo, durante toda la guerra, mantuve contacto con el Frente porque siempre creí en la solución política. El tema de Nayib deberíamos enfocarlo de la siguiente manera: veamos lo que se necesita para que un proyecto sea exitoso. Necesita tres cosas básicas: primero, un buen programa de gobierno. Viable, financiable. Segundo, un equipo humano para llevar adelante el programa. Y tercero, un líder que conduzca al equipo en la ejecución del programa. ¿Tiene eso Nayib en este momento? No. Es un líder con capacidad de convocatoria que no podemos ignorar. Dago (se refiere a Dagoberto Gutiérrez, excomandante del FMLN) merece mi confianza porque es honrado, aunque yo no comparta algunas de sus ideas. Uno no puede crear un terremoto y decir que va a construirlo todo desde cero. Lo veo poco probable. Necesitamos saber cuál es el equipo de Bukele. Si es Walter Araujo (expresidente de Arena) entonces, ¿cuál es el proyecto?

Después del 4 de marzo, ¿fue Arena quien buscó al PCN o ustedes le ofrecieron la alianza que constituyeron con el PDC?

(C): Lo que pasa es que nosotros venimos trabajando con el PDC en un acercamiento que no tiene que ver con el 4 de marzo. Inclusive, les voy a dar un dato que no es secreto. En política, las relaciones personales también juegan un montón. Memo Rodríguez y Rodolfo Parker fueron compañeros de colegio. Son amigos desde hace muchísimos años. Entonces, eso hace que las relaciones fluyan más fácilmente. Y esta idea de sumar 12 diputados es atractiva.

En el caso de la presidencia de la Asamblea, Arena pudo tenerla los tres años. Sin embargo, le dio año y medio al PCN. ¿Qué pidió Arena a cambio?

(C): No, lo que pasa es que tenés la correlación. Arena necesita sumar los 43 votos. Y nosotros también. Eso es matemático. Como el Frente y Gana tenían la correlación de los 43, ellos se repartieron. Hoy la tenemos nosotros.

En la emisora YSUCA, el secretario de transparencia, Marco Rodríguez, dijo que Arena le había donado $200,000 al PCN, entre enero y febrero de 2018, ¿es eso cierto?

(C): A saber. Si ha llegado ese dinero, lo ignoramos. Porque nosotros tenemos un secretario de recursos económicos y sobre eso no puede decir sí ni no, porque no sé.

Luis Lagos y Hugo Carrillo, miembros de la Comisión Política del PCN, durante entrevista ofrecida al periódico El Faro. Foto de El Faro, por Víctor Peña.
Luis Lagos y Hugo Carrillo, miembros de la Comisión Política del PCN, durante entrevista ofrecida al periódico El Faro. Foto de El Faro, por Víctor Peña.


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