La trilogía de ciencia ficción electoral entre Arena, FMLN y Nuevas Ideas plantea un paisaje del futuro después de la destrucción ideológica. Mientras el rico capitolio mueve los hilos partidarios y destruye, poco a poco, a los distritos, los “tributos” comienzan la lucha electoral a través de los “Juegos del Hambre”. Habrá un solo ganador, quien recibirá la gloria, riquezas y grandezas.
Antes de comenzar los juegos, veamos qué nos dicen los datos del panem. Las candidaturas y coaliciones ya están consolidadas: Carlos Calleja y Carmen Aída Lazo (Arena-PCN-PDC); Hugo Martínez y Karina Sosa (FMLN); Josué Alvarado y Roberto Rivera Ocampo (Vamos); y Nayib Bukele y Félix Ulloa (Gana-CD-NI).
Primeras intuiciones: Arena va fortalecida a la elección con candidatos outsiders, con buenas hojas de vida y poca experiencia política, pero con el lastre de sus coaliciones. El FMLN carga con el desgaste gubernamental, pero lleva buenos candidatos de una izquierda renovadora. Arena y FMLN también llevan en su haber un historial de corrupción que les debilita frente a otras propuestas. Gana se potencia con el candidato más popular y polémico, en un escenario complejo de indefinición ideológica, tramas y misterios.
La media aritmética de las últimas cinco elecciones de Arena es de 1,029,497 votos, y la del FMLN, 980,278 votos. Con estos datos podemos comenzar a jugar con ciertos escenarios hipotéticos. Veamos:
1.- PCN y PDC le aportarían a Arena 141,964 votos.
2.- Gana tiene un capital electoral no endosado de 132,652 votos.
3.- Otros partidos, incluido el CD, podrían acumular unos 25,000 votos.
4.- El proyecto Vamos no tiene mayores datos para el análisis.
5.- El factor Nayib Bukele lo podríamos proyectar en dos escenarios. El conservador, con 200,000 votos (equivalente a las firmas obtenidas) y el optimista: 200,000 más los 400,000 votos de desencanto gubernamental; en total, 600,000. Podría haber un tercer escenario.
Si votaran cerca de 3,000,000 ciudadanos, Arena obtendría el 34.3% (más el 4.7% que vendría de sus coaliciones), para un total de 39 %. El FMLN, en un escenario optimista, obtendría 32.6% de los votos y en un escenario pesimista, 22.6%. En tanto, el partido Gana con Bukele, en escenario pesimista, lograría un 6.6 % más 5%, que daría un resultado de 11.5 %. Luego, en escenario optimista, sería un 20 % más el 5%, es decir, un 25 %.
Este resultado implicaría una segunda vuelta. ¿Qué sucede en el ballotage? Arena mantiene su 39 %, mientras que los proyectos de FMLN o de Gana acumularían 51.8 %.
Partidos/Fórmulas | Escenario 1 (%) Optimista | Escenario 2 (%) Pesimista |
Arena, PCN, PDC: Calleja - Lazo | 39 | 35 |
FMLN: Martínez-Sosa | 32.6 | 22.6 |
Vamos: Alvarado-Rivera | 1 | 1 |
Gana, CD, NI: Bukele-Ulloa | 25 | 11.5 |
Abstención/Nulo/causales | 8.2 | 32.4 |
Nota: Sobre la base de 3,000,000 de votos
Arena debe aspirar a ganar en primera vuelta. En segunda vuelta, sería un suicidio electoral. Bajo esta perspectiva, el partido acumula un total de 1,171,461 votos, y necesita unos 328,540 votos más para ganar en primera vuelta. Por otro lado, la diferencia con los márgenes de error es mínima entre FMLN y Gana para pasar a segunda vuelta. Quien pase de los dos difícilmente le acuñaría los votos a Arena. Obviamente todo esto dependerá fundamentalmente del devenir de las campañas.
Quedan más preguntas que respuestas. ¿Puede Hugo Martínez reconvertir las tendencias del desgaste gubernamental y recuperar los votos perdidos? ¿Ayudan las candidatas a la vicepresidencia, Carmen Aida Lazo y Karina Sosa, a sus candidatos? ¿Poco o nada? ¿El factor Will Salgado podrá desencadenar algún conflicto con los votos de oriente? Después de todos los procesos de cancelación y cambios de partido, ¿podrá mantener Nayib Bukele su nivel de popularidad que registraba en las encuestas anteriores? ¿Implica algún desgaste la coalición entre Arena, PCN y PDC para el candidato Calleja?
La campaña de esta elección se puede centrar en diversos escenarios: a) Buenos debates que permitan descubrir el potencial de los candidatos; b) Entusiasmar a los apáticos o hermanos lejanos que generalmente no van a votar; c) Los milenials pueden marcar la diferencia; d) Trabajar la nueva territorialidad digital y física; e) El gran problema de la inseguridad y pandillas puede tener la llave.
Mientras los juegos transcurren, al final, se oye una voz: 'Aun así, sé que hay juegos mucho peores'. ¡Que sigan los juegos!