La aparente armonía entre el Ejecutivo y el Judicial dejaba dos grandes perdedores: los ciudadanos y el Estado de derecho, cree el exmagistrado Sidney Blanco. Por eso reivindica la tensión entre órganos del Estado como algo natural y necesario. Belarmino Jaime asegura que la partidocracia estaba acostumbrada a manejar la Sala. Rodolfo González cuestiona que 'en los países serios lo que hay son declaraciones de desacuerdo, pero siempre se acata los fallos'. Acá, dice, 'se depotrica y se organizan tarimazos'.