La historia de América Latina desde la llegada de los europeos está signada por múltiples momentos de violencia, como señalan Eugenia Allier y Emilio Crenzel en la introducción de la obra Las luchas por la memoria en América Latina. Historia reciente y violencia política. Conquista, independencias o guerras civiles primero, y conflictos armados, dictaduras militares o regímenes autoritarios desde mediados del siglo XX, han dejado una impronta duradera en la evolución histórica tanto de la región como de cada uno de sus países.
Ésta se manifiesta, entre otras cosas, en las luchas memoriales que nos recuerdan continuamente las heridas no cerradas generadas por las masivas violaciones a los derechos humanos. Se trata por tanto, de pasados incómodos que se vuelven pasados-presentes, a decir de Allier y Crenzel, que son objeto de lucha en el proceso de construcción de las memorias públicas de cada sociedad sobre su pasado.
Historizar las memorias políticas de los pasados recientes de violencia en América Latina es el objeto de la obra coordinada por Allier y Crenzel, recientemente publicada tanto en castellano (Bonilla Artigas editores y UNAM, México, 2015) como en inglés ( The Struggles for Memory in Latin America, Palgrave Macmillan, 2015). Se trata de un volumen con perspectiva regional, que busca trazar una imagen global del desarrollo de las luchas memoriales en América Latina hasta la actualidad a través del análisis de la mayoría y sin duda principales casos de la región: Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay, Perú, Colombia, México, Guatemala y El Salvador. Éste último, que ahora nos ocupa, es abordado en nuestro capítulo “Las limitaciones de la paz en el caso salvadoreño: memorias confrontadas y víctimas permanentes”.
El enfoque propuesto por los coordinadores de la obra nos parece más que acertado, pues si bien la forma y evolución de cada uno de los casos atiende sobre todo a circunstancias locales, no podemos ignorar un contexto regional muy específico. Lo que nos lleva a la necesidad de comprender cada uno de los procesos nacionales no aisladamente, sino como partes de un todo global en donde los diferentes actores, argumentos, conflictos, logros y limitaciones tienen de algún modo repercusión en la actuación de otros actores locales.
En el caso salvadoreño, si bien por una parte el conflicto y sus actores —especialmente el FMLN— han suscitado múltiples intereses que han dado lugar a una bibliografía relativamente numerosa aunque limitada, poco se ha escrito de momento sobre las luchas memoriales que sucedieron a la consecución de la paz. Ha sido, en buena medida, campo de acción para las víctimas, para instituciones vinculadas, y para la recuperación de memorias personales. Pero carecemos, salvo algunas excepciones —caso de las contribuciones de Ralph Sprenkels— de trabajos que analicen las memorias que se han ido constituyendo acerca del conflicto y sus consecuencias. Esto es, de una historización de las luchas memoriales a partir de 1992.
Nuestro capítulo tiene como objetivo fundamental, dado el estado de las investigaciones, apuntar una serie de elementos que nos ayuden a comprender el porqué de esta situación.
El análisis del caso salvadoreño parte de la constatación de su singularidad en el marco regional, no sólo por su integración en una obra con esa perspectiva, sino por la necesidad de comprenderlo a partir de algunas diferencias temporales, políticas y de actores protagonistas que afectan a las circunstancias de las que se derivan las posteriores luchas memoriales. La diferenciación temporal es singular por cuanto ha propiciado para algunos países recorridos más largos en sus procesos de construcción de la memoria pública, caso de Argentina. Pero la principal fue, posiblemente, la especificidad del marco en el que se produjo el grueso de las violaciones de derechos humanos en el caso salvadoreño: una guerra civil prolongada y no, como en el caso de otros países como los del Cono Sur, una dictadura militar; y a continuación el modelo de salida de aquel conflicto: unos acuerdos de paz, frente a modelos de salida más o menos pactados o forzados de los regímenes militares, que marcaron la agenda, los actores y los equilibrios de las posteriores luchas memoriales, así como el papel que cada uno de aquellos ha ocupado y jugado, o querido jugar, en ellos.
La presencia continuada en la vida política salvadoreña de los actores del conflicto y de la construcción institucional de la paz se entiende en nuestro trabajo como determinante para comprender el alcance y limitaciones de las luchas memoriales. El capítulo hace un somero análisis de su rol a partir de las negociaciones de los acuerdos de paz, destacando los muy limitados esfuerzos memoriales desde la esfera pública, al tiempo que se muestra cómo ésta condicionó los igualmente limitados logros de la privada. Finalmente, se analiza el enfrentamiento memorial en el espacio y el debate público, a través de las agendas de algunos de los actores—tanto públicos, partidos políticos, como privados— y de sus propuestas memoriales.
Las principales conclusiones obtenidas se refieren a la falta de justicia y la persistencia de la impunidad por las violaciones a los derechos humanos cometidas desde mediados de la década de los setenta, como el precio que las víctimas de la violencia han tenido que pagar por la consecución de una paz negociada. Y se argumenta que el hecho de que los principales actores políticos y militares del conflicto civil hayan sido también quienes han dirigido la política salvadoreña durante la postguerra, explica los nulos avances realizados en la reparación de aquellas. La memoria ha sido utilizada por ambos actores, ARENA y FMLN, como una herramienta político-electoral, consecuencia de un escenario político fuertemente polarizado e ideologizado. Mientras, el olvido de las víctimas sobre el que se ha edificado la paz —si por paz entendemos sólo la ausencia de guerra— no hace más que alejar una y otra vez la posibilidad de una superación real del conflicto para aquellos que más perdieron en él.
*Eduardo Rey Tristán es Doctor en Historia y Profesor de Historia de América Latina, en la la Universidad de Santiago de Compostela (España). Alberto Martín Álvarez es Doctor en Estudios Iberoamericanos por la Universidad Complutense de Madrid y Profesor investigador en el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora (México, DF). Jorge Juárez Ávila es Licenciado en Historia por la Universidad de La Habana y Director Instituto de Estudios Históricos, Antropológicos y Arqueológicos, Universidad de El Salvador, El Salvador. Este artículo es resumen del capítulo sobre El Salvador en: Eugenia Allier Montaño y Emilio Crenzel (coords.). Las luchas por la memoria en América Latina. Historia reciente y violencia política. (México: Bonilla Artigas Editores : UNAM, Instituto de Investigaciones Sociales, 2015). Edición en inglés: The Struggle for Memory in Latin America. Recent History and Political Violence. (New York: Palgrave MacMillan). Entrega coordinada por Molly Todd.