El FMLN negoció el respaldo de las principales pandillas del país al menos en la primera ronda electoral de los comicios de 2014, que en la segunda vuelta condujeron a Salvador Sánchez Cerén a la presidencia de la República.
El Faro obtuvo un archivo de vídeo en el que se escucha una conversación de alrededor de 14 minutos entre el actual ministro de Gobernación, Arístides Valencia, y representantes nacionales de la Mara Salvatrucha y de las dos facciones de la pandilla Barrio 18 (Revolucionarios y Sureños). La conversación se dio durante una reunión a puerta cerrada que tuvo lugar luego de la primera ronda electoral, celebrada el 2 de febrero de 2014 y en la que el FMLN obtuvo una ventaja insuficiente para ganar la presidencia de la República. En aquel momento, Valencia era diputado del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional por tercer período consecutivo, elegido por el departamento de Usulután. Consultado sobre esta reunión con los jefes pandilleros, Valencia aseguró que los periodistas de El Faro están malinterpretando la conversación.
El encuentro, a la luz de la grabación, sirvió como una especie de evaluación del trabajo hecho por los pandilleros en favor del FMLN durante la primera ronda electoral, en la que el candidato efemelenista obtuvo 268 mil votos más que el de Arena. La reunión también sirvió para planificar el trabajo de las pandillas con vistas a la segunda vuelta, que se realizó el 9 de marzo y en la que Sánchez Cerén triunfó por un margen de apenas 6 mil 364 votos. Durante la conversación, el actual ministro “ratifica”, según sus propias palabras, un compromiso previo con los pandilleros y estos le solicitan una serie de apoyos logísticos como transporte y dinero para pagar los documentos únicos de identidad (DUI) de pandilleros cuyos documentos estuvieran demasiado deteriorados para poder votar.
En varios puntos de la conversación se hace alusión a encuentros anteriores, en los que al parecer se había acordado el respaldo electoral de las pandillas al partido en el gobierno, y también se hace referencia a un posible encuentro posterior previo a la segunda vuelta.
“Lo que hablamos nosotros -dice el ministro Valencia al inicio de la grabación- era de ratificar, digamos, el compromiso con ustedes”, refiriéndose a los pandilleros. El funcionario deja claro que su partido esperaba haber ganado las elecciones en primera ronda y por lo tanto poder haber llevado la relación con las pandillas a “otro nivel”. Sin embargo, no lo da todo por perdido: “Podemos ir avanzando en propuestas ya más concretas, que es lo que en esta reunión, y en la próxima que puede haber antes de la elección, es lo que nosotros creemos que debemos ir trabajando, para que inmediatamente nosotros podamos decirles y darles ya a los compañeros de ustedes… las señales de que hemos logrado algo”, dice el ministro. Acto seguido anuncia que va a comenzar a comer y en la grabación se infiere que alguien está sirviendo la comida. Pandilleros y funcionario hacen una pausa antes de entrar en materia, distrayéndose con una conversación casual sobre los problemas legales del expresidente Francisco Flores, que por esas fechas empezaba a ser cuestionado por los cheques de Taiwán, y sobre la animadversión que los pandilleros y el ministro Valencia compartían hacia el entonces fiscal general Luis Martínez. En este punto, Valencia incluso hace una revelación a los pandilleros sobre la forma en que se dio en la Asamblea la elección de Martínez en diciembre de 2012.
El Faro ha confirmado que en la conversación participaron, al menos, dos de los pandilleros que por esas mismas fechas se reunieron con el entonces vicepresidente de Ideología de Arena, Ernesto Muyshondt: un vocero de la Mara Salvatrucha llamado Rubén, y conocido como “El Chivo”, y un representante de la facción Sureños del Barrio 18, a quien se conoce simplemente como “Rafael”. Durante la reunión, este último llevó la voz cantante en la interlocución de los pandilleros con el hoy ministro Valencia.
En una entrevista en su oficina con El Faro, el ministro Arístides Valencia admitió este viernes haber tenido encuentros con pandilleros, aunque en un primer momento dijo no recordar las circunstancias precisas de esta reunión. En una primera versión reconoció su propia voz en la grabación pero aseguró que se trató de uno de los eventos públicos que con regularidad llevan a cabo los diputados del FMLN, a los que llaman Tribunas Abiertas. “En una de esas reuniones, este… ellos empezaron a participar en la reunión y me plantearon en primer lugar de que… fue una cantidad de demandas… me dijeron que la Policía llegaba a las colonias y los maltrataban…”. En una segunda versión, el ministro Valencia dijo que probablemente había ocurrido en alguna de sus visitas a las comunidades: “En más de una ocasión me encuentro con gente de las pandillas, que está ahí y me aborda… que en ese momento alguien me tome una foto o me grabe, pues para mi… no es imposible…”. Finalmente, en una segunda conversación, esta vez telefónica y después de haber leído la transcripción completa de la grabación, el actual ministro de Gobernación reconoció que en 2014 mantuvo aquella conversación con pandilleros, si bien consideró que lo que ahí se habló no fue “nada ilícito ni conspirativo”, y que posiblemente los periodistas de El Faro estaban malinterpretando lo que refleja esa reunión.
“Les ayudamos a sacar los DUI o lo que sea necesario”
En la grabación, los pandilleros hacen su propia evaluación del trabajo que realizaron durante la primera ronda electoral y luego señalan errores de coordinación cuya responsabilidad le achacan al partido de gobierno: “Bueno, retomando lo que hasta el momento se ha conversado”, inicia su participación el representante de la pandilla 18 Sureños, “en primer lugar… nos ha permitido conocer un ambiente que no lo teníamos muy claro… fue el primer intento y lo que sí tenemos claro es que nos pusimos en cuerpo y alma, con todo corazón, en lo que nos habíamos comprometido, ¿va? Tratamos de dar los resultados lo mejor que pudiéramos…”, comenta.
Luego de una breve introducción, agradece al diputado Valencia que se haya reunido con ellos “nuevamente” y les permita incursionar en el trabajo electoral: “Fue la primera vez que nos hemos metido verdaderamente, de lleno, ambas pandillas en algo así…”, dice. Rafael reflexiona también sobre los beneficios que tuvo para los pandilleros el trabajo durante las votaciones, asegurando que una manera de prevenir la violencia es “mantener a nuestros cipotes ocupados'. 'Y ese día los mantuvimos ocupados en algo nuevo, que no conocían, en algo que había que dedicar tiempo”, dice.
En ningún momento se detalla con precisión el tipo de trabajo que los pandilleros realizaron para el FMLN antes o durante la jornada electoral del 2 de febrero de 2014.
Pero los pandilleros también plantean una serie de problemas que, según ellos, debían ser solucionados para optimizar su trabajo durante la segunda ronda electoral: la primera queja que plantean tiene como base el hecho de que, en reuniones anteriores, se les había proporcionado ciertos números de teléfono para contactarse con personas que al parecer tenían el poder de solucionar problemas imprevistos, pero que no contestaron sus teléfonos el día de la elección.
“…Los números de teléfono que se nos proporcionaron, la gran mayoría no contestó”, se queja Rafael, y Rubén complementa: “No contestaron, yo les estuve va de hablar y hablar…”
También se quejan de que el sistema de transporte que el gobierno puso a disposición de los votantes no estaba adaptado a las necesidades de los pandilleros: “El modo operativo de cada una de las pandillas no es el mismo de la población común”, explica uno de ellos en el vídeo, y se queja de que sus “cipotes” no podían usar libremente el transporte colectivo y los representantes de pandillas tuvieron que ir a buscarlos al interior de sus comunidades para trasladarlos a los centros de votación. “Es otro rollo muy diferente, que no lo pensábamos así, pero nos tocó hacerlo así… garantizando que las cosas se llevaran y se hicieran como las habíamos pensado, aunque de otra manera, pero lo logramos y lo hicimos…”, informa el pandillero.
Finalmente, se quejan ante el entonces diputado Valencia de que algunos pandilleros tenían sus DUI tan deteriorados que no pudieron votar en la primera ronda, y le piden que el partido sufrague los costos de la reposición de los documentos. En respuesta, el funcionario les promete costear la reposición.
“Esa es una solicitud… que tendrían que hacer ustedes: cómo, por medio de sus sedes municipales, departamentales o cómo putas sea (…) pudieran ser ustedes los que en algún momento pudieran proporcionar ese gasto”, pide el pandillero.
Responde Valencia: “Fijate que lo hemos estado haciendo. Lo único es que habría que ver cómo lo podríamos resolver, porque lo que hacen los compañeros es que mandan una lista con nombre y número de DUI para solicitar el dinero y luego se les entrega el dinero a la departamental o a la municipal y entonces llega la gente al alcalde, se le da el dinero, se va al banco, paga y saca el DUI…”, explica. Sin embargo, el funcionario parte de la duda de si en realidad las pandillas querrían entregar listas de los nombres de sus miembros para seguir ese procedimiento que califica de habitual.
En el caso de que las pandillas decidieran a seguir ese mecanismo, Valencia pone a su disposición los recursos del partido: “… si lo podemos hacer así, nosotros los ayudamos a sacar los DUI o lo que sea necesario”, promete.
El pandillero zanja el asunto con un “Habría que ver cómo la armamos ahí”.
El contexto redimensiona el vídeo
La grabación de la reunión entre Valencia y los voceros de las tres principales pandillas de El Salvador parece despejar el debate abierto en los últimos meses sobre si la administración de Sánchez Cerén negoció con la Mara Salvatrucha y las dos facciones del Barrio 18, algo que el partido FMLN y el gobierno han negado con rotundidad.
Los encuentros entre líderes pandilleros y representantes de alto nivel del FMLN habían sido ya denunciados, entre otros, por las propias pandillas, por el exmediador de la tregua Raúl Mijango e incluso por analistas sin filiación partidaria como Salvador Samayoa. Sin embargo, el partido optó por negar sus negociaciones y condenar con dureza –e incluso exigir a la Fiscalía que investigue– las protagonizadas por el partido Arena.
Esta nueva grabación, en la que son evidentes los compromisos que el hoy ministro Valencia hace en nombre del FMLN ante los representantes de las dos facciones de la 18 y de la MS-13, se hace pública ocho semanas después de que El Faro publicara un video similar que recoge un encuentro de los voceros de las maras con el hoy diputado Ernesto Muyshondt y con el alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, ambos de Arena.
El FMLN aprovechó aquel vídeo para denostar al partido Arena. En un comunicado fechado el 13 de marzo y firmado por la Comisión Política, el Frente dijo que el encuentro de Muyshondt era “evidencia de los vínculos del partido Arena con las pandillas” y expresó “su más enérgica condena a esta práctica sucia y cómplice con los delincuentes”. “Hacemos un llamado a la Fiscalía General de la República a investigar de oficio estos hechos delictivos, a fin de llevar a la justicia a sus responsables y que no queden en la impunidad”, exigió entonces el FMLN en referencia a los políticos de derecha.
El gobierno –del que el ministro Valencia forma parte desde el 1 de junio de 2014– se pronunció en similares términos de condena y censura. “Nuestra más alta preocupación”, “pactos entre Arena y estructuras del crimen que tanto luto causan”, “compromisos asumidos por los delegados de Arena con criminales a cambio de votos” y “demandamos a la Fiscalía una investigación de oficio”, son palabras incluidas en el comunicado oficial de la presidencia de la República, fechado también el 13 de marzo. El propio ministro Valencia retuiteó en su cuenta personal de la red social Twitter el comunicado de la Secretaría de Comunicaciones contra Muyshondt y Arena.
La campaña electoral de 2014, en la que queda comprobado que tanto Arena como el FMLN tuvieron diálogo con pandilleros de alto nivel con fines electorales, cerraba un periodo de dos años en el que la tregua iniciada en marzo de 2012, permitió la participación de pandilleros en actos públicos con funcionarios, o en entrevistas televisivas, así como sus encuentros privados habituales con líderes políticos de los principales partidos. Sin embargo, cuando los encuentros de Muyshondt y Valencia se dieron, el Frente se había desmarcado del experimento de la tregua y Arena la utilizaba como arma arrojadiza contra el partido de izquierda.
Valencia dice que Gana 'nos puso al fiscal Luis Martínez'
La grabación del ministro Valencia con los mareros tiene otro punto álgido cuando los presentes comienzan a almorzar y hablan sobre el expresidente Francisco Flores, quien en esos días había optado por no asistir más a la Comisión Especial Legislativa creada para investigar los donativos de Taiwán.
“Francisco Flores anda huyendo”, dice el ministro Valencia cuando pone el tema sobre la mesa, tema que a los pandilleros les genera risas, comentarios jocosos y lanzar alguna que otra ofensa. En la grabación, el ministro Valencia aporta cifras aproximadas de las cuentas que el Juzgado Quinto de Paz de San Salvado embargó al expresidente, información que los diarios nacionales habían publicado el 12 de febrero de 2014.
Por este dato y con el emplazamiento que hacen a que habrá otra reunión antes de la segunda vuelta de las elecciones, fijada para el 9 de marzo, cabe presumir que la reunión se celebró en la segunda quincena de febrero de 2014.
Del expresidente Flores el ministro Valencia salta al exfiscal general Luis Martínez, a quien llama “hombre de confianza de Flores” y califica como “baboso”. La conversación deviene un intercambio de pareceres entre el emisario del FMLN y los voceros designados por la Mara Salvatrucha y las dos facciones del Barrio 18. Hablan sobre la idoneidad o no de Luis Martínez para el cargo.
En un momento uno de los pandilleros pregunta cómo sería un eventual proceso de destitución del fiscal, y Valencia les explica que para ello se requiere el apoyo de 56 diputados como mínimo. Luego, el entonces diputado efemelenista les revela cómo se gestó su nombramiento: 'Al fiscal nos lo puso Gana', dice. Gana es el partido que, tras escindirse de Arena, desde 2009 es el principal aliado legislativo del FMLN. Un pandillero repregunta si Valencia dijo que Gana había puesto al Fiscal General, y el hoy ministro de Gobernación reitera: 'Sí, Gana nos lo puso'.