'Hemos dedicado un gran esfuerzo al apoyo de los más pobres de nuestro país, juntos podemos lograrlo. Sólo la unidad hará que Guatemala esté a la altura de las necesidades y retos del siglo 21', dijo Colom la noche del lunes en su mensaje por medio de canales de televisión.
La propuesta enviada por el mandatario contempla aumentar el impuesto sobre la renta y el impuesto de solidaridad lo pagan las empresas con 1% sobre ventas netas o activos, en la nación que tiene la más baja tasa de carga fiscal en el continente. Ambos tributos aumentarían en 1%. Además se incrementa el impuesto al papel sellado para protocolos y timbres fiscales. También se contempla crear un impuesto al tráfico de telefonía de 2 centavos de dólar por minuto.
El gobierno espera generar con los nuevos impuestos unos 385 millones de dólares que serían utilizados en programas sociales y ayudas a municipalidades de todo el país.
En el vecino El Salvador, el gobierno del presidente Mauricio Funes se apresta a enviar a la Asamblea Legislativa su propia propuesta de reforma fiscal, que en términos de recaudación sería mucho más modesta, con a lo sumo unos 250 millones de dólares en recaudación extra. El Salvador es el segundo país con menos carga fiscal en el continente, pues en 2008 equivalió a un 14% del producto interno bruto. El país con mayor pago de impuestos es Brasil, donde la carga tributaria supera el 30% del pib.
Los argumentos de los detractores de las reformas en Guatemala adujeron que la mayor carga de impuestos golpeará negativamente a las empresas, al punto de hacerlas colapsar. 'Es una mal llamada reforma fiscal, porque solo es un burdo incremento a los impuestos. Eso va a generar cierre de empresas', dijo a periodistas Javier Zepeda, Director de la Cámara de Industria de Guatemala, organización que aglutina a las mayores empresas.
Colom buscó por semanas un acuerdo sobre el incremento de los impuestos con el empresariado pero no tuvo éxito.