¿Dónde estudiaste?
En el Instituto Nacional, en Apopa. Y soy técnico en diseño gráfico, que estudié en el Centro Cultural Salvadoreño.
¿Diseño gráfico?
Sí.
¿Y te ha servido eso para lo que estás haciendo hoy?
Mucho, ja, ja, ja. Me encanta el arte. Además de eso hago dibujo y pinto al óleo y al acrílico. O sea...
¿Ah, sí?
Sí.
¡Uau!
Ja, ja, ja.
¿Y cómo te sirve eso para esto del café?
Pues la verdad es que me llamó la atención el arte que se hace en una taza de café. Y veo cada taza como un arte que se le va a entregar al cliente. Algo que uno puede hacer con sus manos y tratar de hacerlo mejor para poder servirle al cliente lo mejor que uno pueda hacer.
Pero el arte del café no es algo que uno se encuentra en el bus o cuando uno camina por el centro de San Salvador. Me refiero a que... ¿cómo te enteraste de que se podía hacer arte en el café?
Estaba buscando trabajo en el área de diseño. Pero siempre buscaban gente con experiencia y me vine a topar a un lugar donde decían que tenías que tener creatividad para poder realizar el trabajo. Eso me llamó muchísimo la atención.
¿Qué estaban pidiendo?
Creatividad. O sea que no te pedían experiencia, sino que te gustara atender al cliente, que tuvieras dinamismo… eso fue lo que vi y me llamó muchísimo la atención.
¿Y el anuncio para qué plaza era?
Lo que pasa es que no fue un anuncio. Fue una prima la que me dijo: “Mirá, están pidiendo esto, esto, esto y esto en un lugar”. Y yo, “¿de veras?”. “Sí”. Entonces, ella había concertado la cita para ir a la entrevista, me llamó tanto la atención que terminé yendo yo.
¿Cuándo fue eso?
Eso fue hace tres años.
¿Y hasta entonces bebías café listo?
No, para entonces no tomaba café. No me gustaba el café.
¿No te gustaba nada?
No.
¿Y ahora?
Ahora me fascina: me tomo hasta 23 espressos al día.
¡Uauu!
Porque hay que probar cada espresso que uno le sirve al cliente y hay que estar regulando el molino a cada momento para estar probando la calidad que uno está sirviendo. Si a uno le gusta, es cuando se puede servir.
O sea que la taza que le sirven a uno ya va empezada.
No, tampoco.
Ja, ja, ja.
No: hacemos dos 'shots' (dos extracciones). Uno que le queda al barista y uno que se le sirve al cliente. Uno puede probar en ese shot para saber cómo le quedó.
Cuando estabas en el colegio, ¿querías ya ser diseñadora gráfica?
No, quería ser arquitecta. Siempre me ha llamado la atención el dibujo. Siempre me ha gustado hacer cosas con las manos. La creatividad para mí era lo máximo. Y creo que sigue siéndolo.
¿Y seguís dibujando y pintando?
Sí, ahora es como un hobby, aparte de mi trabajo.
¿Y qué pintás?
Pinto al óleo y al acrílico, pero me encanta más el oleo porque me gusta el surrealismo.
¿Tenés alguna temática en la que te enfocás?
Me enfoco en lo que veo. Digo “eso me gusta” y trato de llevarlo con el surrealismo a mi forma de expresión. No sé si me doy a entender.
El gusto por el café, entonces, te llegó por accidente…
… Algo así.
En un principio a mí me gustaba dibujar y pensé en ser arquitecto. Fui a hacer el examen a la universidad pero después me convertí en periodista, porque me gustó bastante. ¿Cómo fue que vos sustituiste algo que te gustaba, como el dibujo, por algo que no te gustaba, el café?
Me gustan los retos y esto era algo nuevo para mí. Era como “quiero saber qué le puedo sacar a esto, quiero saber qué puedo sacar de algo que no me gusta, hasta dónde puedo llegar”.
Y llegaste a la entrevista de trabajo y descubriste que se trataba de servir café, algo que no te gustaba.
No: la persona que me hizo la entrevista, mi jefe, me enseñó un libro donde había dibujos en lattes. Y me dijo: “Tú puedes llegar a hacer eso”. Y yo: “¡uauu!”. Era cómo puedes hacer una figura en un café. Me llamó tanto la atención que me dije que lo iba a probar.
'Es igual a dibujar', dijiste.
No. Me dije: “Es un área del diseño, de las expresiones, que no conozco... ¿por qué no?”
¿Y cuando te salió esa oferta de trabajo estabas empleada en otra cosa?
No, estaba estudiando.
¿Y no dejaste de estudiar?
Terminé mis estudios y me quedé trabajando acá.
¿Y en el Instituto Nacional de Apopa qué bachillerato estudiaste?
Comercial. Soy contadora.
¡Multidisciplinaria!
Ja, ja, ja...
Tengo la impresión de que cuando agarraste este empleo andabas un poco urgida de encontrar empleo...
La verdad, no. Siempre, en mi casa...
¿Venís de una familia acomodada?
Algo así. Siempre tuve lo que necesité. Lo que yo quería era probar nuevas cosas. Tratar de distraerme en algo. Es que me gusta mantenerme ocupada.
