Con las miradas de todo el mundo puestas en El Vaticano por el escándalo de los abusos a menores por parte de sacerdotes católicos, Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) evitó referirse a este tema en las dos misas que ofició con motivo del Jueves Santo.
En lugar de hablar del tema, Ratzinger utilizó la jornada -en la que todos los sacerdotes católicos renovaron las promesas de pobreza, castidad y obediencia- para condenar contra las leyes que permiten el aborto.
'Los católicos no pueden aceptar las injusticias elevadas a derechos por las leyes, como los asesinatos de niños inocentes aún nacidos', afirmó en la homilía de la Misa Crismal, que marca el comienzo de la celebración más solemne del calendario litúrgico cristiano.
Sin embargo, en El Vaticano se especula con la posibilidad de que Benedicto XVI aproveche esta significativa semana en la Iglesia Católica para hablar directamente y por primera vez sobre el escándalo.
Por el momento, las únicas declaraciones del Papa en torno a este tema se remontan al 20 de marzo pasado cuando dijo en una carta pastoral sentir 'vergüenza y remordimiento' por los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y pidió disculpas a las víctimas de ellos en Irlanda.
Inmunidad para ser juzgado
Pese a que Benedicto XVI no se refirió en las celebraciones de Semana Santa al tema de los abusos a menores objeto del escándalo, otras voces en El Vaticano aportaron su punto de vista sobre esta la polémica que ha creado una crisis de confianza en torno a la Iglesia Católica.
Incluso el propio Papa ha sido acusado de encubrimiento en el caso de un sacerdote de EE.UU. acusado del abuso de 200 niños sordos, que se remonta a los años 90 cuando era todavía el cardenal Joseph Ratzinger y dirigía la oficina del Vaticano encargada de lidiar con este tipo de casos.
El jefe del tribunal de El Vaticano, Giuseppe dalla Torre, recordó el jueves el diario El Corriere della Sera que el pontífice no puede ser llamado a testificar en ningún juicio porque tiene inmunidad como jefe de Estado.
La agencia de noticias Reuters recuerda que el Papa 'tiene inmunidad diplomática porque más de 170 países, incluido Estados Unidos, tienen relaciones diplomáticas con El Vaticano, al que reconocen como Estado soberano'.
Por su parte, el cardenal italiano Angelo Bagnasco defendió que 'ninguna sombra puede cancelar el buen trabajo de tantísimos sacerdotes'.
A favor del pontífice, cardenales de toda Europa aprovecharon el jueves sus sermones con motivo del Jueves Santo para defender al papa Benedicto XVI de las acusaciones, según las cuales, participó en el encubrimiento de abusos sexuales.
El cardenal de Venecia, Angelo Scola, expresó su solidaridad a Benedicto durante su homilía del Jueves Santo en esa ciudad. Scola se dijo víctima de 'acusaciones engañosas', y elogió al Papa, al considerar que trata de sacar toda la 'suciedad' del sacerdocio.
El arzobispo de Varsovia, Kazimierz Nycz, dijo que la Iglesia debería tomar en cuenta las tragedias individuales y tratar con mucha seriedad los casos de abuso sexual. Pero simultáneamente, criticó a la prensa por 'apuntar a toda la Iglesia, apuntar al Papa'.
'A eso debemos decir 'no' en nombre de la verdad y de la justicia', añadió.
Y el cardenal de Viena, Christoph Schoenborn, quien habló de los largos años de Benedicto al frente de una oficina del Vaticano que investiga los abusos, dijo que Joseph Ratzinger, el futuro Papa, 'tenía una misión muy clara de no encubrir sino aclarar'.