Este domingo 4 de abril, los primeros sondeos en boca de urna de las cadenas de televisión daban una ligera ventaja al partido del presidente Evo Morales en las elecciones regionales bolivianas.
Según la televisora ATB, el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) habría ganado seis de nueve gobernaciones y la oposición conservadora retendría el control de las provincias de Santa Cruz y Beni. En Pando, habría un virtual empate.
En Santa Cruz, el bastión opositor más fuerte, podría haber una segunda vuelta electoral si la oposición no alcanza la mitad más uno de los votos, según ATB, cuyo sondeo tiene un margen de error de 3%.
La Corte Nacional Electoral anunció que los resultados oficiales finales serán conocidos en 20 días. Los comicios se desarrollaron en calma, según evaluaron por separado el tribunal electoral y el jefe de los observadores de la OEA, Arístides Royo.
Las elecciones regionales configurarán un nuevo escenario político tras la abrumadora victoria de Morales en diciembre pasado, cuando fue reelecto con el 64%.
El presidente mantiene el control del occidente y el sur del país, pero la oposición controla regiones claves del oriente donde dominan los agroindustriales, hacendados y ganaderos.
Nunca antes Morales pudo ganar en Santa Cruz y Beni, pero a diferencia de hace dos años el bloque de cuatro provincias opositoras se ha debilitado ya que el oficialismo ganó terreno en la sureña Tarija y en Pando, en el nordeste.
Las cuatro regiones conformaron en el pasado un duro bloque contra el gobierno de Morales y buscaron implantar gobiernos autónomos para debilitar al mandatario.
Además de nueve gobernadores, también se elegían 337 alcaldes y, por primera vez, 144 asambleístas para órganos legislativos locales. Esto marca un avance hacia un gobierno con mayor autonomía para las regiones, aunque dista del modelo cercano al federalismo que intentaron aplicar hace dos años Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando.
Morales se involucró de lleno en la campaña y en sus apariciones públicas dijo que buscará trabajar con todos, pero que será mejor hacerlo con gente de su confianza.
'No queremos gobernadores golpistas', acotó el vicepresidente Alvaro García al iniciar la jornada de votación.