El ministro de Agricultura, Manuel Sevilla, informó este martes que deja el gobierno por la falta de liderazgo que evidencia, porque no define un rumbo claro y porque la administración de Mauricio Funes practica conductas antiéticas que promueven la corrupción.
Sevilla, el primer miembro del gabinete que opta por abandonar el gobierno de Funes por su propia voluntad, ahueca en el momento en que la Asamblea Legislativa prepara un juicio político contra él, acusándolo de no manejar bien el programa de entrega de semilla mejorada.
El ministro, en cambio, dijo que el Órgano Ejecutivo entró en negociaciones con el movimiento Gana y el Partido de Conciliación Nacional para entregar a los simpatizantes de estas organizaciones la entrega de los paquetes agrícolas. 'Todo esto es ética y profesionalmente inaceptable', dijo Sevilla, al cuestionar la práctica de entregar insumos agrícolas con criterio político, que fue un señalamiento repetido que el partido FMLN hizo a los gobiernos de Arena.
Según el ex funcionario, él recibió presiones de la Presidencia para que accediera a que los insumos agrícolas se entregaran a beneficiarios que se escogerían con criterio partidario más que eminentemente técnico, y por eso los políticos comenzaron a pedir su cabeza. 'Recibimos presiones que no esperábamos. Me refiero a presiones de la Presidencia de la República que nos ha demandado asignar paquetes agrícolas ya negociados a cambio de apoyos legislativos, con los partidos políticos Gana y PCN', aseguró el ex funcionario en la carta de renuncia irrevocable que hizo llegar a Funes, y de la cual entregó una copia a los periodistas.
En el documento Sevilla explica que esas presiones significaban que los paquetes agrícolas iban a terminar en militantes de PCN y Gana, y no necesariamente en los campesinos que más los necesitaran. 'Para mí todo esto es, ética y profesionalmente, inaceptable. No puedo mantener públicamente un discurso de transparencia y en privado aceptar condicionamientos y negociaciones políticas que promueven corrupción, ineficiencia e inefectividad en el uso de los fondos públicos', escribió el ministro al presidente.
Los señalamientos del funcionario recibieron casi de inmediato sendos desmentidos de políticos del PCN, Gana y del mismo presidente Funes.
El diputado Mario Ponce, del PCN, asegura que estas acusaciones son falsas y que el Partido de Conciliación Nacional no tiene ningún acuerdo con el Ejecutivo. 'No podemos aceptar ese tipo de señalamientos porque no son ciertos', comentó.
En cuanto a la interpelación, el legislador dice que la entrega de la semilla mejorada no fue la única razón por la cual se le cuestionaba la gestión de Sevilla. Según Ponce los técnicos del Centa fueron desplazados de sus funciones y se les impuso la estructura partidaria del FMLN. Esto, dice, es lo que se criticaba de la entrega de semillas.
El legislador Guillermo Gallegos, de Gana, coincidió en que la renuncia de Sevilla está motivada en el proceso de interpelación. Cuando se le preguntó sobre los señalamientos de negociaciones por el reparto de la semilla mejorada, Gallegos dijo no saber a qué se refería Sevilla.
Sin embargo, el ministro renunciante hizo otra revelación en su carta, que según él es prueba de la manipulación política de los paquetes agrícolas: 'Las verdaderas preocupaciones (de Gana y PCN) quedan al descubierto cuando los partidos, en privado, ofrecen suspender la iniciativa de interpelación si se les entregan los paquetes agrícolas negociados con la Presidencia'.
Más tarde, el presidente Funes respondió con una serie de desmentidos y señalamientos contra Sevilla. 'Yo no voy a permitir que ningún funcionario o ex funcionario manche la transparencia de este gobierno', dijo Funes a la prensa.
Dijo que él no había presionado a nadie, ni le había pedido a ninguno de sus colaboradores que solicitara a Sevilla que otorgara los paquetes agrícolas con criterios distintos a los acordados en el gabinete del que Sevilla ha sido parte. Añadió que ningún partido político le pidió entrega de semilla mejorada a sus militantes y que el ministro quizás debió haber sido más honesto en lo que podía haber de fondo en su renuncia. El presidente reveló que había recibido múltiples mociones de destitución, de parte de gremiales y una serie de organizaciones.
Quienes sí parecieron dar crédito a la versión de Sevilla fueron dos legisladores. Uno, Orlando Arévalo, un ex dirigente pecenista que ahora es parlamentario independiente, y que en una entrevista con El Faro en 2009 aseguró que su ex partido había negociado con el gobierno de Arena votar en favor del presupuesto de los años 2007 y 2008 a cambio de paquetes agrícolas. 'Yo creo que él quería hacer las cosas con mayor transparencia', dijo Arévalo este martes, tras conocer la deserción de Sevilla.
El gobierno interpelado en su transparencia es el que el FMLN logró formar tras ganar las elecciones de marzo de 2009. Sin embargo, la dirigente Norma Guevara se abstuvo de comentar las acusaciones de Sevilla contra la Presidencia de la República por el manoseo de los paquetes agrícolas. 'Sabemos de las presiones de la derecha para no permitir el cambio o para que la cosa vaya para atrás, como el cangrejo, y por eso comprendo las presiones a las que él ha sido sometido', dijo Guevara.
Sobre la entrega privilegiada para Gana y PCN por orden presidencial, no quiso opinar: 'No estoy en capacidad de opinar a ese respecto'. Sin embargo, sí dejó claro que valoran bien al ex ministro. 'Lo conocemos como profesional y tiene nuestro respeto'.
En la carta, Sevilla dijo que para él era difícil trabajar en un ambiente de poca coordinación y en un gobierno con déficit de liderazgo, 'especialmente a nivel del área económica', y eso impide saber hacia dónde camina la administración y tampoco permite cumplir lo prometido en el programa de gobierno.
Sevilla también puso en tela de juicio la forma de trabajar del gobierno, al cual califica de centralista y poco participativo. Esto, aclara el ex ministro en la carta, debilita la autoridad de los ministerios ya que todas las decisiones y los recursos se concentran en aquellas instancias que son más cercanas a la presidencia.
Hasta ahora ningún miembro del gabinete había aceptado públicamente que el gobierno fuera sospechoso de algunas prácticas antiéticas, y mucho menos lo habían asociado con la palabra corrupción. Sevilla, sin embargo, incluyó en su informe de renuncia ambos términos. 'No puedo mantener públicamente un discurso de transparencia y en privado aceptar condicionamientos que promueven corrupción, ineficiencia e inefectividad en el uso de fondos públicos', dijo.
Funes no aceptó las razones que Sevilla adujo para presentarle la renuncia. 'Esa razón para no estar en el gabinete no la acepto', dijo. 'Él no ha dicho una que debió haber dicho si fuera un tanto más honesto en su decisión', agregó. Se refirió, entonces, a una gran cantidad de peticiones de destitución que dijo haber recibido. Habló de una demanda firmada por 120 organizaciones del sector agropecuario, de otra de los cafetaleros, de otra de los cerealeros y de una de los lecheros.
Y aunque Funes aseguró que a pesar de las numerosas solicitudes de destitución no pensaba actuar por presiones, también dejó ver la posibilidad de que por esos mismos pedidos terminara despidiendo al funcionario. 'Por esa razón, yo no sé si él renunció antes de que yo lo despidiera', dijo.
Cuando se refirió al descontento de los lecheros con la gestión de Sevilla, el presidente explicó que las diferencias se produjeron porque en el programa de dar leche a los estudiantes, el ministro se decantó porque el alimento se le compre a los expendedores de leche en polvo. Eso, debido a que según Funes, Sevilla adujo que en algunas escuelas no hay posibilidades de refrigerar la leche líquida y, por lo tanto, era mejor apostarle al producto deshidratado. 'El ministro ignoraba que hay mecanismos para garantizar que la leche fluida se pueda mantener vigente sin refrigeración por mucho tiempo más', le imputó.
Desde el nacimiento de Gana el 31 de octubre pasado, el gobierno de Funes había entrado en negociaciones con los diputados de dicho movimiento, de los que había logrado apoyo para los ajustes fiscales del año pasado, para el presupuesto, los préstamos internacionales y recientemente la reforma a la Ley del Registro Nacional de las Personas Naturales.
Todo esto se hizo a escondidas. En enero pasado, El Faro publicó una serie de reportajes y notas en las que se desvelaba al equipo de comunicaciones paralelo al oficial de la presidencia, que es la agencia publicitaria que dirigió la campaña electoral de Funes. Asimismo, El Faro reveló que la Presidencia había decidido que varias instituciones del Ejecutivo iban a dar, sin licitación de por medio, los contratos de publicidad a esa agencia, llamada Polistepeque. No obstante, la Presidencia siempre alegó que todas las actuaciones eran legales y transparentes.
Sevilla, quien antes de ingresar al gobierno tenía en su currículo haber dirigido el programa de Gobernabilidad del PNUD, abandona el primer gobierno de izquierdas de El Salvador antes de que este cumpla su primer aniversario. Cuando una periodista le preguntó qué iba a hacer ahora, dijo que iba a descansar: 'Voy a ir unos días a la playa', respondió.
Lea, además:
Carta de renuncia de Manuel Sevilla
Escuche las razones de Sevilla: