Londres, julio 28. El editor general de WikiLeaks aseguró que su organización no sabe quién envió unos 91 mil documentos militares estadounidenses secretos que han revelado mentiras del Pentágono en sus operaciones en Iraq y Afganistán, y que el domingo reveló, por ejemplo, la muerte de civiles por bombardeos que hasta ahora habían sido ocultadas.
Julian Assange aseguró que el cibersitio que dirige fue establecido de modo que oculta la fuente de sus informaciones de quienes la reciben. No aclaró a periodistas si quiso decir que no tenía idea de quién había enviado los documentos o si su organización no podía estar segura, pero afirmó que la seguridad adicional ayuda a proteger las fuentes del cibersitio de agencias de espionaje y corporaciones hostiles.
'Nunca sabemos la fuente de las informaciones filtradas', dijo a la prensa en el Frontline Club de Londres el martes por la noche. 'Todo nuestro sistema está diseñado de tal modo de que no tengamos que mantener dicho secreto'.
Funcionarios estadounidenses dijeron que agentes norteamericanos en Afganistán y Pakistán podrían correr peligro después de las numerosas revelaciones que aparecieron el domingo en ese sitio, entre ellas la muerte de decenas de civiles en operaciones militares en Afganistán.
En su primer comentario público, el presidente estadounidense Barack Obama dijo el martes que la filtración de información secreta del campo de batalla 'podría perjudicar a individuos u operaciones'. Habló en Washington después de reunirse con líderes del Congreso de ambos partidos para discutir el tema.
El secretario de justicia Eric Holder dijo que una investigación del Pentágono determinará si cabe interponer cargos penales por la filtración de secretos de guerra de Afganistán. En una visita el miércoles a Egipto, Holder dijo que el Departamento de Justicia colabora con la investigación del Pentágono para determinar la fuente de las filtraciones.
En Bagdad, el almirante Mike Muller, titular de la Junta del Estado Mayor Conjunto, dijo a la prensa que se sentía asombrado por la filtración.
'Hay una verdadera amenaza potencial allí como para poner en riesgo vidas estadounidenses', afirmó.
Aunque Assange admitió que el carácter anónimo de los documentos entregados planteaba preocupaciones por la autenticidad de su material, aseguró que WikiLeaks no ha sido engañada por documentos falsos. 'Vemos entregas inventadas por lo general alrededor de la época de elecciones', afirmó, pero agregó que eran 'muy raras'.
Los documentos son descritos como reportes del campo de batalla compilados por unidades militares entre 2004 y 2009. Entre otras cosas, el material sugiere que Pakistán estaba jugando un doble papel en cuanto a la lucha contra rebeldes afganos, pues señala que funcionarios de seguridad proporcionaban en secreto ayuda a los insurgentes.
A pesar del furor por la publicación de los reportes en el sitio, la información no revela ningún problema fundamentalmente nuevo en la guerra.
El senador independiente Joe Lieberman dijo que los documentos revelados 'reflejan la realidad, conocida por todos, de que la insurgencia estaba ganando ímpetu durante estos años mientras nuestra coalición estaba perdiendo terreno'.