La decisión legislativa de obligar a los estudiantes de todos los centros escolares del país a escuchar fragmentos de la Biblia es incierta. El presidente de la República, Mauricio Funes, dijo este martes que su decisión de respaldar el decreto o no dependerá de las consultas que haga con la Iglesia Católica y las iglesias protestantes, y al menos la jerarquía católica y una iglesia evangélica ya le pidieron que rechace la normativa.
Funes, que el viernes pasado dijo que no dudaría en sancionar el decreto si eso ayudaría a mejora la convivencia social, cuatro días después pareció más comedido en sus declaraciones. Anunció que sigue de acuerdo con la idea, pero que antes de avalar, observar o vetar la iniciativa hará una consulta con los religiosos, con los miembros del Consejo Nacional de Educación y con su secretario de Asuntos Jurídicos.
Después de esa serie de consultas, explicó, tomará una decisión sobre la instrucción de leer al menos siete minutos diarios de la Biblia en las aulas. Funes aseguró que no ha cambiado su postura y que la lectura de la Biblia puede contribuir en enseñanzas: “Puede ayudar a reconstruir el tejido de valores dañado a lo largo de este tiempo y ayudar a crear nuevos paradigmas especialmente para nuestros niños, nuestros jóvenes, de tal forma de contribuir a reducir la violencia social y la delincuencia, ¿por qué no hacerlo?”
Funes también añadió una aclaración importante que contradice el razonamiento que dio vida al decreto aprobado por la derecha legislativa: “Nunca he planteado que esa sea la solución al problema de la delincuencia en nuestro país, quienes crean que por leer la Biblia la delincuencia se va reducir o por leer la Biblia van a disminuirse los niveles de violencia están equivocados... requiere de una solución más integral”.
El debate por la lectura de la Biblia fue alimentado con el sorpresivo y contundente rechazo de la Iglesia Católica a tal medida. El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, pidió al presidente del país que vete el decreto después de razonar que tal medida es una falacia y que es inconstitucional. En una carta abierta al público, la Iglesia Católica afirmó que más que ayudar, tal medida creará una lucha entre religiones.
Similar postura tomó este domingo 4 de julio el pastor protestante Carlos Rivas, que dirige el Tabernáculo de Avivamiento Internacional. El pastor Rivas cree que la lectura de la Biblia debe hacerse por convicción y no por ley. Pero otro pastor, Edgar López Bertrand, del Tabernáculo Bíblico Bautista, dijo en su culto del domingo que la medida ayudará y la apoya.
El rector de la Universidad Centroamericana José Siméon Cañas, UCA, José María Tojeira, cree que los legisladores se metieron a campos donde brilla su ignorancia: 'Los diputados siempre nos sorprenden con su bajo nivel no sólo intelectual, sino político. Poner la lectura de la Biblia en la escuela como uno más entre los remedios a la actual violencia y delincuencia no deja de ser asombroso. Qué textos se van a leer, quiénes los van a interpretar y quién va a preparar a los maestros del sector público para que puedan hacer una selección de textos adecuados son preguntas que a los diputados no les interesan. El contexto nacional, con tanta diversidad de opiniones entre las iglesias, con la presencia de grupos fundamentalistas que no dudan en afirmar que quienes no interpretan la Biblia como ellos van automáticamente al infierno aunque sean buenos ciudadanos, no parece dificultar la medida ni preocupar a los diputados', dice en su columna de opinión semanal.
Este miércoles 7 de julio, la Alianza Evangélica de El Salvador y los pastores de diversas denominaciones evangélicas darán una postura conjunta sobre el debate. 'La alianza no va en la línea de pedirle al presidente que vete la iniciativa, más bien pedirá que se incluya mecanismos para llevar a cabo la medida', dijo un vocero de la alianza, que pidió que se mantenga en reserva su nombre porque no estaba autorizado para indicar la posición que asumirá.
El decreto aprobado por los partidos Arena, Gana, PCN, PDC y los diputados independientes aún no ha llegado a Casa Presidencial y solo requiere de la firma de la mayoría de directivos de la Asamblea para salir hacia la Presidencia. El decreto contiene la “Ley para autorizar la lectura de la Biblia en el sistema educativo”, medida que semanas antes ya había sido rechazada como viable por el vicepresidente y ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén.
Esa ley instruye a Sánchez Cerén a reunirse con los líderes religiosos para seleccionar los pasajes de la Biblia que se leerían en las aulas.