Con solo oír los nombres, la diferencia entre ambas bebidas parece evidente. El americano espresso se hace con espresso, y el americano filtro... ¡pues con una cafetera de filtro! Pero les puedo asegurar que es una de las preguntas más frecuentes en una coffee shop y una de las más interesantes. Iniciaremos explorando hoy, en esta primera parte, el significado de esas dos formas de preparar el café.
La primera diferencia que existe entre ambas bebidas consiste en el modo de preparación. Un americano espresso se consigue tradicionalmente juntando un espresso sencillo o doble, según el deseo del cliente, con agua caliente. El americano filtro, en cambio, se consigue procediendo a la infusión del café mediante la extracción del contenido aromático y gustativo del café, vertiendo agua caliente en un filtro comúnmente de papel o de nylon que contiene el café molido.
La gran pregunta es siempre: 'Ben, ¿cuál sería la mejor forma de tomarme mi americano, con espresso o de filtro?” Creo que para responder a esa pregunta, tenemos que explorar un poco el mundo del café, su historia.
Un café americano espresso... mmm... eso suena a Estados Unidos, ¿no? El café se volvió la bebida nacional estadounidense con la independencia de los Estados Unidos de América. Hasta ese momento, el té, bebida nacional británica, era también la bebida nacional de los Estados Unidos. De hecho, el té fue uno de los elementos claves del levantamiento por la insatisfacción estadounidense ante su madre patria. Alcanzó un punto tal que hubo turbulentos enfrentamientos en mayo de 1773 ante el rechazo por parte de los colonos americanos al 'Tea act', que hacía remanente un impuesto sobre las importación del té. En diciembre del mismo año sucedió el “Boston Tea Party”, cuando un grupo de colonos terminó subiendo a un barco británico con carga de té y lo echó al mar. Todo eso hizo que más tarde, una vez concretada la independencia y con el afán de marcar su diferencia con el colonizador, los estadounidenses adoptaran el café como bebida nacional.
¿Y el americano espresso qué tiene que ver en todo eso? Ahí vamos... Al inicio, el café se preparaba de diferente forma, pero con el tiempo se procedió al uso del filtro y en las últimas décadas se volvió el principal modo de preparación del café en Estados Unidos, exceptuando el café instantáneo. Por lo tanto, una taza de café americano era en aquel momento y hasta hace poco, una taza con un café preparado con base en la filtración de agua caliente a través del café molido. Lo que tienen que retener de todo esto es que para un americano, el café consistía en una taza de café, usualmente entre 10 y 12 onzas.
Al final de los 80s e inicios de los 90s el concepto de coffee shop tomó mucha fuerza y vitalidad en los Estados Unidos. ¿Cómo ese fenómeno iba a cambiar la forma en la cual los estadounidenses tomaban el café? Pues fue la máquina espresso, ya muy conocida en Europa, la que llegó a marcar una gran diferencia con la manera estadounidense tradicional de abordar el mercado cafetero. Desde el inicio de su historia independiente, los estadounidenses toman café, pero nunca habían conocido el espresso.
¿Entonces cómo hacer para que los estadounidenses pudieran apreciar esa pequeñita bebida concentrada llamada espresso? Comercializar el espresso, la bebida, sus aromas y sabores, debía iniciarse con lo que menos iba a chocar con el paladar y la percepción estadounidense de tomar café: ofrecerlo en una taza de café bien conocida de 10 o 12 onzas, tal como cada americano ya lo había visto y probado. Nació entonces, aparentemente en el norte de California, el café americano o el americano espresso, que designa una taza de agua caliente a la cual se le agrega una dosis sencilla o doble de espresso.
Si no hubiera sido de ese contexto cultural, es muy probable que esa bebida no hubiera sido tan popularizada al punto de recibir un nombre propio y conocido hoy en día en casi todo el mundo. De hecho, ya existía una bebida de café en algo similar, que es el “espresso lungo”. Es un término italiano que describe un espresso doble alargado dejando fluir la extracción más tiempo para llenar una taza de 3.5 o 4 onzas y, en sus malas presentaciones, agregando simplemente agua caliente al espresso doble para terminar de llenar la misma tacita. No hay que confundir el espresso alargado (lungo) con el café americano o americano espresso.
Con esas explicaciones, creo que usted tiene claro de dónde proviene el “americano espresso”, qué es y por qué existe. Como verán en mi próxima columna, ese elemento es fundamental para poder establecer los criterios de selección en el consumo de esas dos bebidas, el americano espresso y el americano de filtro. La semana entrante me enfocaré en las características y el perfil de taza obtenido con esos dos modos de preparación. Terminarán entonces por entender la completa pertinencia de la explicación que les di hoy. ¡Hasta pronto!
*El autor es propietario de Ben´s Coffee