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EUA: Funes se sentía amenazado y espiado por el FMLN

El presidente salvadoreño llegó a sentirse amenazado por su partido, el FMLN, y también estaba convencido de que lo espiaba, y por eso envió a un emisario a pedir ayuda a Estados Unidos. Estas revelaciones las traen los documentos filtrados este martes por el sitio WikiLeaks, que también muestran a Washington objetando al ministro de Seguridad, Manuel Melgar.

Martes, 7 de diciembre de 2010
Sergio Arauz, Daniel Valencia y Ricardo Vaquerano

El FMLN se pasó los primeros meses de gobierno intentando boicotear la gestión del presidente Mauricio Funes, desafiándolo en su independencia y tratando de echarle a perder su agenda, según se desprende de los cables diplomáticos secretos revelados este martes por el sitio WikiLeaks.

El desafío cobró tales proporciones que el presidente llegó a sentirse amenazado en su seguridad personal y temió por la seguridad de Casa Presidencial, a tal punto que acudió al gobierno estadounidense a pedir apoyo. Funes no solo se sentía amenazado por el FMLN en los meses de mayor tensión entre ambos, sino que también estaba convencido de que el partido que lo llevó a la presidencia lo espiaba.

Cinco cables originados en la embajada estadounidense en El Salvador, firmados por el encargado de Negocios, Robert Blau, dan luces sobre el panorama que como espectadores tenía Washington en los primeros ocho meses del primer gobierno de izquierdas en este país centroamericano.

'La mejor manera de describir a este gobierno es esquizofrénico', dijo Blau, en uno de los documentos, fechado en enero de 2010.

Anteriormente, en un cable del 21 de agosto de 2009, cuando Funes no tenía ni tres meses de mandato, Blau había informado a sus superiores sobre las inquietudes del presidente, que le habían sido expuestas por un emisario de Funes que era parte del ya desaparecido Movimiento Amigos de Mauricio. En la versión del cable, publicada por el periódico El País, de España, solo se identifica a la fuente con una serie de 12 letras 'x' ('XXXXXXXXXXXX').

La fuente expuso a Blau no solo la convicción de que el partido estaba espiando al presidente y que algunos funcionarios del gabinete procedentes de la ex guerrilla no respondían al gobernante, sino que el mandatario se sentía amenazado. 'XXXXXXXXXXXX dijo que Funes y aquellos en el círculo más cercano a él estaban preocupados tanto por la seguridad personal del presidente como por la seguridad técnica de las comunicaciones de todos ellos', dice el documento, dirigido al Departamento de Estado, en Washington, y clasificado como 'SECRET'.

El enviado de Funes también dijo a Blau que el presidente estaba 'decepcionado' del trabajo del director del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE), Eduardo Linares, pues transcurridos casi tres meses de administración, Linares no cumplía su deber de entregarle reportes diarios al presidente. Asimismo, porque Linares le ocultaba información o no se la proporcionaba. Y citó un par de ejemplos en los que según Funes el OIE debió haberle adelantado información y no se la dio.

Los cables también revelan que la vieja objeción de Estados Unidos a Manuel Melgar persiste. Melgar, como ex dirigente del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, aparece siempre vinculado a la masacre de la Zona Rosa, ocurrida en plena guerra civil a mediados de los años 80s, y por la que esta organización guerrillera mató a 13 personas, incluidos cuatro soldados estadounidenses. En este cable de agosto, Blau deja claras las reservas de Washington sobre el nombramiento de Melgar como ministro de Seguridad, y el enviado del presidente aclara que el presidente escogió a Melgar porque la otra posibilidad era el dirigente efemelenista José Luis Merino, un miembro del ala más izquierdista del FMLN.

En otro documento, fechado enero de 2010, Blau asegura que Melgar ha politizado la Policía Nacional Civil, pero no aporta ningún elemento adicional a esta valoración.

En ese mismo cable, el encargado de negocios hace una serie de valoraciones sobre el panorama político salvadoreño, y en ellas dice claramente que el FMLN intentó socavar la agenda del presidente y desafió repetidas veces su independencia. Como ejemplo pone las declaraciones que el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén dio en noviembre de 2009, criticando a Estados Unidos como 'el imperio' que amenazaba a Latinoamérica buscando expandirse militarmente en la región. A los pocos días, Funes salió públicamente diciendo que quien fija la política exterior de El Salvador es el presidente y, por lo tanto, le quitaba validez a lo dicho por Sánchez Cerén en Venezuela, cuando anunció que el país centroamericano se iba a adherir al bloque liderado por el presidente venezolano Hugo Chávez.

Ante el claro desafío que el partido FMLN le ofrecía al presidente Mauricio Funes durante los primeros meses del gobierno, Estados Unidos expresó su determinación de hacer esfuerzos por apoyar a los sectores de la sociedad más moderados, en un afán de hacer contrapeso a las alas más extremistas del partido de izquierdas.

El Faro ha publicado a lo largo de los 18 meses de administración Funes varios artículos que registran los choques más importantes entre el presidente y su partido. El FMLN incluso llegó a valorar hace unos meses la posibilidad de declararse partido de oposición, ante la imposibilidad de lograr una buena relación con el gobernante.

Las diferencias llegaron a tal punto que el gobernante no pudo guardarse algunos calificativos para dedicarlos a su partido. En enero pasado, el presidente llamó al FMLN 'irresponsable y populista' por la eliminación del cargo básico de telefonía residencial.

En la Presidencia de la República, cuando El Faro pidió comentarios sobre las revelaciones de WikiLeaks, la respuesta del secretario de Comunicaciones, David Rivas, fue que casa presidencial no iba a responder nada. Que posiblemente sea el mismo presidente quien esta semana responda preguntas.

En el FMLN, uno de los dirigentes, Roberto Lorenzana, dijo que él no confiaba en la información consignada en los documentos y que, por lo tanto, no iba a comentar lo que aparece en ellos. El Faro llamó al coordinador de comunicaciones del partido, Walter Raudales, pero este no respondió las llamadas a su teléfono celular.

La oficina de prensa efemelenista dijo que en los próximos días las autoridades del partido iban a fijar posición sobre las revelaciones de WikiLeaks.

A continuación, el detalle de cada uno de los cinco cables liberados este martes por WikiLeaks.

FMLN quería a José Luis Merino como ministro de Seguridad

El primero de cinco cables publicados por el diario español El País tiene un titular que dice “Amigos de Mauricio: Funes necesita su ayuda”. Hace referencia a la petición explícita que hace un miembro del movimiento de Amigos de Mauricio al que en ese entonces hacía labores de embajador de Estados Unidos en El Salvador, Robert Blau.

Para el 21 de agosto de 2009, fecha que tiene el cable, los líderes del Movimiento de Amigos de Mauricio más visibles eran Gerardo Cáceres junto a su sobrino, Francisco -hoy secretario privado de la Presidencia-; el hoy secretario Técnico, Álex Segovia; el empresario Miguel Menéndez -hoy presidente del Centro Internacional de Ferias y Convenciones, CIFCO- el abogado Luis Méndez Menéndez -hoy superintendente de Electricidad y Telecomunicaciones-, y Andrés Rodríguez, hoy presidente del INPEP.

Según el documento, clasificado como secreto y firmado por el mismo Robert Blau, “líderes del movimiento Amigos de Mauricio” le revelaron los principales temores del presidente. Uno de estos era la vulneración de la privacidad de sus llamadas telefónicas y las de sus más cercanos colaboradores, y la sospecha de que personas del ala más radical del partido que lo llevó al poder lo estaban espiando. El cable no cita nombres de personas, pero se refiere a “elementos de la línea dura del FMLN” . En resumen, para el 21 de agosto de ese año, Funes sospechaba que el partido que lo llevó al poder estaba interceptando las llamadas telefónicas que de él y su “círculo íntimo”.

La reunión a la que hace referencia Blau se realizó el 21 de agosto y no cita el lugar ni los líderes del movimiento Amigos de Mauricio que pidieron ayuda a Estados Unidos en nombre del presidente. “XXXXXXXXXXXX dijo que Funes y los de su círculo íntimo se preocupan por su seguridad personal y sus comunicaciones. XXXXXXXXXXXX también lamentó la situación de la seguridad física alrededor de Casa Presidencial. XXXXXXXXXXXX dijo que sospechan que elementos del FMLN intervienen las llamadas telefónicas del Presidente, y otros funcionarios del gobierno que no son parte del FMLN”, dice el cable.

La misión de los Amigos de Mauricio de ese día era pedir ayuda a la Embajada de los Estados Unidos en nombre del presidente. Las peticiones eran concretas: ayuda para reforzar la seguridad de sus comunicaciones, la seguridad personal de él y sus cercanos y las instalaciones de Casa Presidencial y sus alrededores.

El documento no hace referencia a la forma en que podrían prestar la ayuda solicitada ni el tipo de colaboración que daría la sede diplomática, pero sí que Blau ofreció arreglar las reuniones necesarias con el personal de la Embajada que podría prestar la ayuda concreta solicitada por el mandatario.

Otro punto importante que aborda el cable de la embajada de Los Estados Unidos habla de la decepción del mandatario sobre trabajo realizado por el director del Organismo de Inteligencia del Estado, Eduardo Linares.

Uno de los líderes del movimiento que apoya al presidente explicó que al principio había “grandes esperanzas” sobre el trabajo de Linares. “XXXXXXXXXXXX dijo que casi tres meses después de iniciada la gestión Funes, el mandatario no recibía informes diarios de la OIE”. Según el cable, Funes se sintió “decepcionado' y 'mal servido” por Linares, ya que fue sorprendido con la visita de manifestantes a Casa Presidencial que llegaron incluso con inodoros portátiles, y también por la llegada del canciller de Venezuela Nicolás Maduro, con quien tuvieron reunión “funcionarios de alto nivel de la línea dura del FMLN y personas del OIE”.

Otro punto abordado en la reunión de ese día fue el trabajo del ministro de Seguridad, Manuel Melgar, funcionario que parece estar en el ojo de la embajada de los Estados Unidos. El cable revela que en tal cita, los líderes de Movimiento de Amigos de Mauricio justificaron a la diplomacia estadounidense la razón por la que Funes eligió y ha mantenido en el cargo a Manuel Melgar. Explicaron que se trataba de un compromiso con el FMLN y que prefería al actual ministro en lugar de la persona que promovió el Frente para tal cargo, que era el ex comandante José Luis Merino (alias Ramiro Vásquez). “XXXXXXXXXXXX dijo que el nombramiento de Melgar no había sido una falta de respeto a los Estados Unidos, sino que había sido un compromiso con el FMLN, que había solicitado el nombramiento de José Luis Merino (alias Ramiro Vásquez), de la línea dura del FMLN, como ministro de Seguridad Pública”, cita el cable.

La explicación del anómino amigo del presidentes es que Melgar había trabajado de cerca en la campaña y consideraba que era obediente y leal, características que no tenía Merino, principal propuesta del FMLN. El cable no tiene citas directas de lo que dijo Robert Blau en la conversación, pero deja entrever las objeciones que tiene la sede diplomática sobre el nombramiento de Melgar pues el amigo de presidente parece haber comunicado un mensaje del presidente. “XXXXXXXXXXXX dijo que Funes está plenamente consciente de la vinculación de Melgar al caso de la Zona Rosa de 1985 y que podía considerar nueva información sobre Melgar y tomar las medidas pertinentes si se la hicieran llegar.”

Boicot del FMLN contra Funes

El segundo cable se titula: “OLA DE PROTESTAS DE MAYO: SEÑAL DEL ESFUERZO DEL FMLN POR SOCAVAR A FUNES”. Tiene la viñeta de “confidencial” y está fechado el 28 de agosto de 2009.

En cinco párrafos, Blau, encargado de negocios que hacía labores de embajador, cita 'una reciente ola de protestas organizadas por una grupo ecologista llamada la Coordinadora Nacional de Medio Ambiente (CNMA)'. Aunque no cita las razones de las sospechas, Blau menciona que los miembros de tal movimiento son elementos de línea dura del FMLN que querían debilitar a Funes, a pesar de que este ni siquiera había asumido. Al parecer, el encargado de negocios hace referencia también a protestas posteriores, ocurridas en los primeros días del gobierno de Funes. “Durante las últimas semanas, la CNMA ha llevado a cabo a gran escala, protestas coordinadas en todo el país protestando por los planes para continuar con la construcción de la represa hidroeléctrica El Chaparral y por desigualdades percibidas en el programa de desembolso inicial para los agricultores”, dice Blau.

En el documento, el diplomático no es tan diplomático en sus aseveraciones: 'Parece que los miembros de línea dura del partido FMLN está utilizando esta organización relativamente desconocida para expresar su frustración por la dirección de la política económica e impugnar directamente al Presidente.'

Retórica del FMLN puede que no desaparezca “nunca”

En el cable 240049, con fecha 15 de diciembre de 2009, el ex embajador en funciones Robert Blau envía a la Secretaría de Estado sus valoraciones acerca del pronunciamiento del partido FMLN durante la celebración de su vigésimo quinto aniversario, realizado en San Salvador dos días antes. En el mensaje confidencial, Blau recuenta los principales mensajes lanzados por la dirigencia del FMLN: el discurso antiimperialista del vicepresidente Salvador Sánchez Cerén, la alocución que varios miembros de la cúpula del partido hicieron a favor de Cuba y Venezuela, la adhesión que proclamó el partido a la Quinta Internacional Socialista, y el mensaje en donde señalaron que quieren llevar a El Salvador hacia la el socialismo del siglo 21.

El ex embajador da cuentas de las aclaraciones hechas por los dirigentes del partido (Medardo González y Sigfrido Reyes), que dijeron que el FMLN estaba deseoso de buscar un diálogo constructivo con la nación norteamericana, y que prueba de ello era la prioridad que el gobierno de Funes-FMLN le daba a estrechar los vínculos entre ambos países. Según Blau, otro dirigente (el alcalde tecleño Óscar Ortiz) dijo que los comentarios del vicepresidente respondían más a la lenta adaptación del partido sobre cómo se gobierna en el mundo actualmente, y a la dificultad que tiene para dejar de lado la retórica política acumulada durante todos estos años.

“Las raíces del FMLN histórico y de la guerrilla son profundas, y  la retórica de los años en el campo de batalla y la de las dos décadas en la oposición no va a desaparecer rápidamente, o tal vez nunca”, comentó Blau, citando a Ortiz.

Embajada apuesta a los “moderados” y reprende “incapacidad” en Seguridad

En el cable confidencial 245623, fechado el 26 de enero de 2010, el embajador Robert Blau envía a la Secretaría de Estado los pormenores sobre la crisis que atravesaba en ese momento, según la embajada, el gobierno de Mauricio Funes.

Blau planteó que existía una fuerte disputa entre el partido FMLN y el ala del gobierno integrada por los ex miembros del movimiento amigos de Mauricio Funes, y otros funcionarios de gobierno no ligados al FMLN. Estas disputas, dice el encargado de negocios, convirtieron al gobierno de Funes, a inicios de año, en un gobierno “esquizofrénico”.

“La parte del gobierno que controla Funes es moderada y pragmática y responsable”, dice Blau, y agrega que esta parte es de centro izquierda y se muestra amigable con el gobierno de Estados Unidos. La otra parte, señala, la gobernada por el FMLN, muestra una “hostilidad implacable” hacia Estados Unidos.

Según Blau, el FMLN realizó, de manera coreografiada, actos claves para desafiar la agenda del presidente Funes. Quien lideraba estas pugnas, según Blau, era el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén.

“Reconociendo la popularidad de Funes y que necesitan su apoyo, el FMLN buscó sutiles formas para desafiar la independencia de Funes. A partir de septiembre de 2009, la línea dura del FMLN en el gabinete de Funes (en particular el vicepresidente y ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén) dio discursos antiestadounidenses, anunció la intención de El Salvador de unirse al ALBA, e hizo visitas de alto nivel a Cuba y Venezuela – y cada acción fue cuidadosamente coreografiada para desafiar a la agenda de Funes”, apuntó el ex embajador.

Según Blau, “la Embajada, en alianza con la sociedad civil, seguirá participando y apoyando a los moderados en el gobierno de El Salvador” para mantener estable la institucionalidad democrática y el apego a la constitución en el país. Esto lo dijo, haciendo alusión a las declaraciones que Salvador Sánchez Cerén diera, pidiendo reformas constitucionales para artículos “pétreos” que calificó de “aberraciones jurídicas”.

En materia de seguridad, Blau mencionó, sin ahondar en detalles, que “el ministro de Seguridad (Manuel Melgar) ha tratado de politizar la Policía Nacional Civil”; y dijo, además, que  la popularidad de Funes podría erosionarse rápidamente si su administración no empieza a mostrar “resultados visibles” en la reducción de la delincuencia violenta y la reactivación de la economía.

Según el ex embajador, la Policía no cuenta con importantes apoyos como el aumento de personal, equipo y capacitación. En el cable, Blau señala que hay una “incapacidad” del gobierno para obtener ganancias en seguridad pública.

“Ejército no ha ayudado a reducir los crímenes violentos”: Blau

El 23 de febrero de 2010, Robert Blau elaboró un mensaje “secreto” a Washington para informar de la situación política de El Salvador a ante la visita a San Salvador del vicesecretario de Defensa de EE UU, Paul N. Stockton.

En el mensaje, Blau, de nuevo, señala que aunque la delincuencia es una de las prioridades en atención del gobierno de Funes, este ha tenido “poco progreso” desde que asumió en junio de 2009.

Luego, Blau hace mención del plan de Funes para combatir la delincuencia, y menciona la incorporación del ejército en las labores de seguridad, iniciada en noviembre de 2009. Sin embargo, dice Blau, aunque la iniciativa es popular, “la presencia militar no ha ayudado, de manera significativa, a la reducción del crimen violento”.

Al final del mensaje, Blau incluso señala los retos para la seguridad en El Salvador: 'La delincuencia transnacional organizada y la violenta actividad de pandillas callejeras se plantean como una amenaza grave para la estabilidad del país”, informó. Dos meses después, la pandilla del Barrio 18 incendió un microbús con sus pasajeros adentros en la ciudad de Mejicanos; y, posteriormente, con la aprobación de la ley antipandillas, tanto el Barrio 18 como la Mara Salvatrucha se agenciaron haber paralizado el transporte a nivel nacional como medida de protesta en contra de la ley.

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