La desconfianza del presidente Mauricio Funes sobre el director del OIE, Eduardo Linares, le ha hecho pensar en formas para marginar su trabajo, desde reducirle gradualmente el presupuesto hasta quitarle funciones de inteligencia y trasladarla hacia la Fuerza Armada.
Esta última posibilidad significaría revertir uno de los cambios institucionales que fueron posibles gracias a los Acuerdos de Paz, cuando se estableció que la inteligencia gubernamental dejaría de estar bajo control de los militares para quedar bajo manejo de los civiles.
La decepción de Funes con Linares y su trabajo queda revelada en ese documento diplomático de la embajada de Estados Unidos, hecho público este miércoles por el sitio WikiLeaks. El cable está firmado por el encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos en El Salvador, Robert Blau, quien lo envía en un formato de preguntas y respuestas, aunque no queda claro si las interrogantes se las hizo alguien o si son solo su manera de verter la información. En el documento Blau habla sobre la relación de Funes con el FMLN, y cita como sus fuentes de información al secretario privado de la presidencia, Francisco Cáceres, y al secretario de asuntos estratégicos, Franzi Hato Hasbún.
Ya un cable anterior había descubierto los temores de Funes sobre un posible espionaje de miembros del FMLN, con intervención incluso de sus llamadas telefónicas, y su desconfianza en Linares porque este aparentemente le ocultaba información. Esos temores, según el último cable de WikiLeaks sobre El Salvador, han llevado entonces a Funes a repensar el OIE.
“El secretario privado de Funes nos dijo que el presidente estaba decepcionado de Eduardo Linares (…) Dada la decepción y la desconfianza de Funes sobre Linares, Funes ha decidido trasladar una parte significante de las tareas de inteligencia del OIE hacia
Aun así, señaló Blau, el presupuesto para 2010 para
El secretario de asuntos estratégicos, reportó Blau, ha incluso comentado con la embajada la nueva visión que se tendría del organismo: “Hato Hasbún nos ha dicho que él visualiza al OIE evolucionando hacia una organización más analítica que operativa”.
De esta forma, Funes podría estar revertiendo en alguna medida el espíritu con el que se creó el OIE producto de las negociaciones de paz entre la entonces guerrilla y el gobierno de Alfredo Cristiani. Los Acuerdos de Paz establecieron que había que quitarle las funciones de inteligencia del Estado a los militares para que quedaran bajo control civil.
El cable, con fecha 30 de septiembre de 2009, fue clasificado como “SECRETO” y “NO PARA EXTRANJEROS”, y concluye, en este punto, que otra información al respecto sugiere “un realineamiento pendiente del aparato de inteligencia del gobierno de El Salvador”.